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lunes, 31 de diciembre de 2012

Así es como viajamos por el Universo


Así es como viajamos por el Universo


Determinadas personas que han estado en el interior de un platillo volante hicieron mención a cierta la atemporalidad: El tiempo se detuvo y la nave, viéndola en su interior, parecía inmensa, mucho mayor que desde el exterior. El OVNI se comportaba como una burbuja dentro de nuestro espacio-tiempo, donde otras propiedades distintas a la física conocida por los seres humanos actuaban. Es obvio que la física clásica, la de Newton, no tiene validez cuando esas naves que se materializan y aparecen a su antojo ante nuestros ojos: En la antigüedad hubiesen llamado a aquellos fenómenos magia, pero en la actualidad, deberíamos preguntarnos si nuestros conceptos sobre el mundo que nos rodea son los correctos.

Evidentemente la ciencia nunca habla de magia, sino de postulados y pruebas, constataciones y teorías probadas, descubrimientos al fin y al cabo. Ahora, la ciencia adolece de dosis elevadas de cobardía y aquellos que tienen que investigarlos miran hacia otro lado, dejando que otros en el futuro acometan sus propios deberes, en pos de su acomodaticia vida donde dilucidan si fue antes “la gallina o el huevo” , o mejor dicho, los extraterrestres están visitando la Tierra e interactuando de muchas maneras, pero si alguno de esos científicos lo admite, vera como parte de sus postulados oficiales se derrumba y tal vez, tendrá que empezar de nuevo con formulaciones desconocidas y noches de desvelo.


Según han explicado los extraterrestres a algunos seres humanos, los viajes a través del espacio son cotidianos en sus civilizaciones, utilizando un sin fin de dimensiones para dar esos “saltos espacio-temporales y que nosotros nos empeñamos en definir como "distancias de un punto a otro en un tiempo determinado” o lo que es lo mismo: velocidad. Por ello, mientras los seres humanos no clarifiquemos cual es el concepto de posición dimensional, tendremos bastante difícil resolver el problema de los viajes espaciales. Sirva como ejemplo la grabación que hizo en su momento Billy Meier de un OVNI donde por momentos aparecía y desaparecía frente a la cámara: Allí no había ninguna estela de aceleración, tan solo un pequeño resplandor y una fluctuación de campo electromagnético.


En esta ocasión he puesto un fragmento de una grabación antigua, de un documental en formato VCR donde se explica con claridad el modo en el cual viajan dichas civilizaciones extraterrestres.



miércoles, 26 de diciembre de 2012

¿Creéis en Dios? Hay más de 150 billones de universos en expansión.

¿Creéis en Dios?  Hay más de 150 billones de universos en expansión. (150.000.000.000)


 Muchos de los contactados por civilizaciones extraterrestres se debaten entre el silencio o transmitir esos mensajes dados. En este caso, narrado en el libro Los grandes contactados, de Manuel Navas Arcos, el protagonista es un militar norteamericano, un coronel de la fuerza aérea. Frente a unos acontecimientos vitales e inconmensurables para sus conocimientos, transmite sus sensaciones e inquietudes a alguno de sus compañeros de equipo más cercanos. Hay una parte de ese mensaje que quisiera resaltar, cuando los extraterrestres le explican al coronel algunos aspectos de la reencarnación. Por ello he incluido una trascripción parcial de otro libro (relacionado con la TCI ó transcomunicación instrumental, es decir la comunicación con el Mas Allá utilizando medios electrónicos, ya que guarda ciertas similitudes relacionadas con la descripción hecha por los extraterrestres, dignas de estudiar y en su caso analizar) titulado Voces del Mas Allá, de Carlos G. Fernández. También debe destacarse la respuesta dada sobre la existencia de Dios: los extraterrestres definen el Universo en su magnitud y por extensión, situándonos a los seres humanos en relación con un todo inimaginable para nuestra mente, donde billones de universos se están expandiendo simultáneamente en planos dimensionales diferentes.

 

Los grandes contactados, de Manuel Navas Arcos

 

Pagina 64

 

CAPITULO XIV



Vosotros debéis aprender y aceptar que hay más de 150 billones de Universos en continua expansión...

LA ALUCINANTE HISTORIA DE MEL NOEL.

(Año 1.953)

El Giornale del Misteri del mes de Enero de 1.975 nos cuenta una alucinante historia de un oficial piloto de la Fuerza Aérea Americana, llamado Mel Noel.
Después de haber callado por muchos años dado que fue obligado al silencio por sus superiores, Noel se ha decidido finalmente a contar sus personales experiencias. Mel Noel no ha buscado ni desea publicidad y no ha recibido ninguna ganancia material por sus manifestaciones. Noel es conocido en su ambiente como persona honesta y digna de estima. Asegura que el contenido de su informe responde plenamente a la verdad y afirma estar decidido a hablar por exigencias de romper, de una vez por todas, la barrera del silencio que la autoridad guarda celosamente en torno al tema UFO. He aquí el informe.

Sucede en 1.953 y en los primeros meses de 1.954. Ninguno de nosotros había tomado parte directa en la guerra de Corea porque todavía frecuentábamos la Escuela de Vuelo.
Habíamos sido asignados a una escuadrilla aérea situada en una región occidental de los E.E.U.U. Poco tiempo después. tres de nosotros fuímos elegidos y se nos dijo que debíamos participar en una misión. Se nos afirmó que estaba en juego la seguridad del Estado. Nunca supimos por qué la elección había caído sobre nosotros. Se nos había dicho que la misión tenía que ver con los Ufos. Se nos hizo también saber que todo aquello que nos ocurriera en el curso de la misión, era estrictamente secreto y que no podíamos hablar ni con los amigos ni con los familiares, ni siquiera con los otros oficiales; ni tampoco entre nosotros mismos. Nos dijeron: ¡Haced vuestro informe y después olvidad cualquier recuerdo de la mente, haceros la idea de que nada sucedió!.
Por muchas horas seguidas se nos mostró films tomados por aviones militares. Se nos enseñó centenares de fotografias de UFOS, muchos de estos documentos prove­nían de los archivos gubernativos y otros habían sido confiscados a civiles.
Recibimos instrucciones para específicas maniobras de vuelo y se nos aseguró que todas las armas de nuestro Jet F‑86‑A habían sido sustituídas por aparatos fotográficos y cinematográficos, y por películas infrarrojas.


Cuando fuimos instruidos suficientemente sobre la misión, nos pusieron a las órdenes de un Coronel que no hacía parte de nuestra escuadrilla, había venido directamente desde Washington. Durante todo el tiempo él fue nuestro inmediato superior y enseguida se hizo un buen amigo y confidente. Cuando estábamos en misión tenía un comportamiento militar; no hablaba nunca de argumentos persona­les, sociales o de actualidad; pensaba sólo en el silencio.
Antes del inicio de la misión, nosotros estábamos convencidos de que no sucedería nada especial y aunque sabíamos que nuestro trabajo tenía que ver con los UFOS, no pensábamos encontrarnos con ninguno. ¡Y mucho menos escucharlos!.
Los primeros vuelos los hicimos para orientarnos con las más diversas situaciones climáticas. Volamos en estrecha formación a cerca de 38.000 pies de altura sobre la región de Rocky Mountains de Idaho, en Utah y también más al norte.



Cuando tuvimos el primer avistamiento, el Teniente X anunció: Bogeys, son las nueve horas, nuestra misma altura. La palabra Bogeys hace parte de una particular terminología del Air Force. Significa objeto volante desconocido; cualquier cosa que no es nuestra y que la vemos junto a nosotros. De esto éramos todos conscientes.
Eran 16 objetos en perfecta formación en V, volaban cerca de nosotros a la misma velocidad; era de 680 nudos (1 nudo = 1.85 Km/h). A esta velocidad era posible distinguirlos relativamente bien. Notábamos que estaban rodeados de un aura, como si fuese una iluminación tenue parecida al neón.
Mi impresión. Estaba bastante confuso, no sabía lo que estaba pasando. Nunca antes había visto ningún objeto semejante. No hablamos después de volar juntos un rato.
Nos acercamos. pero obedeciendo la orden de mantener una cierta distancia. Sabíamos bien qué les había sucedido a los aviones que se habían acercado mucho y no teníamos ningún deseo de acabar como ellos.
Los objetos rompieron la formación y se hicieron cuatro grupos de cuatro objetos cada uno. Después de un minuto rompieron también esta formación y nos enseñaron maniobras que son absolutamente imposibles para nuestros aviones; se paraban de repente a velocidades no inferiores a 3.000 millas y así como se apaga una luz. Después arrancaban de la misma forma. Cuando se paraban podíamos distinguir bien los contornos. Tenían un diámetro de 150/180 pies y una altura en su centro de 20 a 30 pies. Cuando aceleraban el color del aura cambiaba como el espectro. No sentíamos ningún ruido.


Todas las maniobras duraron 8 minutos y después los UFOS desaparecieron en la misma forma que habían aparecido. Nada más aterrizar se nos volvió a recordar el mantener silencio sobre cuanto habíamos visto. Hicimos nuestro informe. Nunca supimos si las cámaras fotográficas a bordo de nuestros aviones habían tomado fotos, dado que las películas fueron recogidas apenas habíamos aterrizado. Tampoco supimos donde habían sido llevadas.
Volamos durante algún tiempo sin tener ningún avistamiento. Luego vimos los UFOS por segunda vez y eran 5 y también esta vez fue el Teniente X el que los vió primero. Todo se desarrollo como la primera vez, pero estaban allí y se movían oscilando de arriba a abajo. Las leyes fisicas que habíamos estudiado en la escuela nada tenían que ver con sus maniobras.
En el tercer avistamiento se nos ordenó cambiarla frecuencia de nuestros aparatos de radio. Esta orden se nos trasmitió en código, en una forma que nosotros llamamos código alfabético al revés. Tardé 20 o 25 segundos para encontrar la frecuencia.
Cuando finalmente la encontré, oí una voz que hablaba y no era la mía ni ninguna de las otra tres de la escuadrilla. Esta voz respondería a algunas preguntas.
Debo precisar que ni yo ni los otros tres pilotos hicimos ninguna pregunta, y aún así la calidad de la transmisión era tan perfecta como si utilizáramos las radios de la Base. La comunicación era clarísima, la pronunciación y la utilización de las vocales, excelente, sólo que las palabras eran pronunciadas muy lentamente. Más tarde el Coronel dijo que había sido él a preguntar. Dijo: No he formulado preguntas con la voz, las he pensado simplemente y ellos no han respondido a todas las preguntas, sólo a un par de ellas. Dijo también que la primera pregunta fue:
‑ ¿Creéis en Dios?...
Había preguntado esto porque si se trataba de criaturas inteligentes creyentes en Dios se podía presumir que no tenían intenciones hostiles. La respuesta la habíamos escuchado todos:
‑ Vosotros debéis aprender y aceptar que hay más de 150 billones de Universo.
La otra pregunta había sido la siguiente:
‑ ¿De donde Venís?...
La respuesta había sido ésta: Nuestras escuadrillas están compuestas por individuos provenientes de los planetas que vosotros llamáis Venus, Júpiter, Mercurio, Marte, Saturno.
El resultado de esta aventura fue que cuando aterrizamos no nos teníamos en pie. Estábamos literalmente destruídos, no nos encontrábamos preparados para lo que había sucedido, deseábamos sólo no seguir formando parte de la misión y marchar­nos, y así lo dijimos claramente. Se nos facilitaron tranquilizantes y seguido el Coronel nos dijo: No habléis a ninguno de esta comunicación. Decid sólo que hemos visto los UFOS, pero no hablad del tema de la radio.
El siguiente día fuimos relevados de la misión especial y nos llevaron al servicio regular. Pero era un problema el vivir después de haber pasado aquella experiencia. Yo he hablado con veteranos de guerra, he visto las consecuencias psicológicas del combate cuerpo a cuerpo. Es la misma cosa, se juzga a la humanidad, se juzga el propio modo de pensar, el mundo etc...y se pregunta uno cómo se puede conciliar esta experiencia con mi vida, con mi habitual forma de vida.
Pero ésta es tan sólo la primera parte de la historia.
Dos meses después el Coronel me telefoneó y me dijo: Venga a mi casa, quisiera hablarle. Fui contento porque esperaba que un coloquio con él me ayudaría.
Cuando llegué vi a los otros dos pilotos, habían ya llegado. El Coronel estaba nervioso, caminaba de arriba para abajo y al final nos dice: yo deseo hablar con alguien, debo decir lo que sucede. Lo escuchaba conteniendo la respiración, yo debo tomar una decisión. Continuó Pero tengo la necesidad de hablar con alguno que me pueda entender. Cree que solo vosotros estáis en grado de comprender. Yo he descubierto la verdad. Calló un momento y después continuó: yo soy a pesar de todo un oficial de este país, hago parte de la Fuerza Aérea y tengo deberes y responsabi­lidades. Y la verdad que he descubierto no se concilia con todo esto. Debo tomar una decisión. No sé que hacer, pero ciertamente ellos no hacen saber nada de cuanto ha de suceder. Dudó un poco y luego concluyó: Esto es cuanto puedo deciros, nos veremos pronto.
Nos telefoneó después de un par de semanas: Venid tengo algo que deciros. Aquella comunicación no fue la primera; es la primera que junto a mí había alguno más. Después nos contó alguna cosa de su experiencia y no creo que nos haya dicho ni una décima parte de cuanto sabía, pero aún así para nosotros era mucho. Nos dijo también que los discos no pueden volar de un planeta a otro. Las naves madres sirven para el transporte interplanetario de estos discos. Ellos provienen de diversos planetas incluso fuera de nuestro sistema solar.

Durante un vuelo hacia Luke. Base Aérea de Phoenix (Arizona) había hablado por primera vez con los pilotos de estas naves. Ellos le habían informado que habían organizado un encuentro a bordo de un UFO. A 18 Kms. de Phoenix, el Coronel había entrado en un disco de 150 pies de diámetro que se encontraba en un rincón solitario del campo, apoyándose sobre tres soportes.



Después el Coronel nos enseñó un pequeño disco metálico. Le había sido dicho que retuviera el disco con las manos en el estómago para no sufrir daños en la entrada del campo de fuerza del UFO. A bordo le fue presentado un Maestro y había comenzado a hacerle preguntas sobre el porqué se encontraba allí y sobre lo que se esperaba del futuro. Me dijeron, contó el Coronel, que eran responsables de este planeta que un futuro no se encontraría en condiciones favorables. Nuestro planeta es considerado como un purgatorio donde vienen encarnados quienes tienen proble­mas de fondo por resolver. Ellos me explicaron qué era la reencarnación.

El Maestro hizo una serie de previsiones, incluso sobre el futuro de California. Ellos me anunciaron el inicio de una nueva Era cuyo influjo se estaba ya notando pero que se sentirá plenamente hacia el año 2.000. Como preparación deseamos hacer numerosos cambios políticos, revoluciones religiosas y sociales. Los habitantes de la Tierra producen vibraciones de tipo permanentemente negativas. Nuestro mundo es materialista y no cree mas en lo que ve. Los hombres prefieren cosas tangibles, pero debemos aceptar que no poseemos nada, ni siquiera a nuestros propios hijos.
El Coronel dijo después que nosotros los hombres habíamos recibido en cierta medida una licencia para gobernarnos solos. No sabía quién había concedido tal licencia, pero éramos libres de utilizarla tierra, el agua, el aire. No teníamos tasa que pagar por este uso sino cumplir lo que ordenaba la Ley Universal de Causa‑Efecto.

El Coronel había pedido explicaciones a propósito de lo que nosotros llamamos Karma. El Maestro había dicho: La reencarnación es simple, como la escuela elemental; se va por primera vez y se aprende lo que es necesario, al final de año se afronta el examen y se es admitido en la clase siguiente que abre mayores posibili­dades de enseñanza. Segundo, se suspende y se debe repetir clase. Tercero, se está en el curso todo el año y se retira uno justo al examen; en este caso, se debe estar por centenares de años, quizá miles, fuera de la escuela antes de coger el nivel de conciencia que consiste en afrontar la prueba.

El Maestro había dicho también: Los niños son vuestra única esperanza. A los cuatro años los habéis ya influenciado con vuestros Perjuicios, desconfianza, odio, egoísmo hasta el punto de encontrarse ya en el camino equivocado. Nosotros comenzamos ya educar a los niños a los 3 meses de edad. A los 15 años ya son campeones de la telepatía. Esto es concluyó el Coronel ahora sabéis todo, podéis hacer lo que queráis, aceptarlo o no aceptarlo.

En 1.957 nos separaron y no retorné a Connecticut. Dos anos después recibí un telegrama del Coronel; estaba en el aeropuerto de White Plants y me daba su número de teléfono. Lo llamé y él me invitó a ir a encontrarlo, porque tenía cosas importantes que decirme. Cuando llegué salió a mi encuentro muy contento. ¡He decidido irme con ellos! exclamó. yo le dije: Coronel, han pasado 2 años, me debe poner al corriente. ¿Qué quiere decirme?. Lo que le he dicho: dentro de tres días me voy con ellos.
‑ ¿Tiene miedo?...
‑ ¡Nada!. Soy el hombre más feliz del mundo. Espero este momento como un niño espera a Papa Noel. Sé donde iré y esto es muy importante.
Desde entonces le llamé por teléfono cada día. Si estaba en vuelo, me llamaba él a su regreso. El 27° día lo busqué en el aeropuerto y se me informó que estaba en misión sobre el Atlántico, dejé dicho que me llamase, pero no lo hizo, entonces volví a telefonear y me dijeron que su avión no había regresado. Esperé un par de horas y volví a llamar: Lo estamos buscando, se ha perdido. A la mañana siguiente volví a llamar: Ninguna señal de él ni de su aparato. Renunciamos a buscarlo.

Seguidamente, paso a sintetizar para el lector, los principales aspectos que se dan en este contacto.

1° El testimonio nos viene dado por un oficial de las Fuerzas aéreas Americanas. En este aspecto militar podemos observar, como ya en aquel tiempo las Grandes Superpotencias amonestaban a sus pilotos para mantener en silencio la realidad Ovni y Extraterrestre.

2° Vosotros debéis de aprender y aceptar que hay más de 150 billones de Universos...
Esta respuesta a la pregunta ¿Creéis en Dios?, debe hacer reflexionar a las personas de la Tierra que todavía se creen ser los únicos seres inteligentes del Universo. A estas personas las invito a meditar lo siguiente.
Según revelación extraterrestre, este Edificio Macrocósmico el cuál apenas perci­bimos. está compuesto por más de 150 billones de Universos en contínua expansión.
Si tenemos en cuenta que cada Universo está compuesto por millones y millones de Galaxias como nuestra Vía Láctea o más grandes. Y si cada Galaxia está compuesta por millones y millones de sistemas Solares como el nuestro o más grandes, iremos teniendo una Tierra que viene a ser como un grano de arena frente al desierto de Sahara. De lo que se deduce, que el creernos los únicos seres inteligentes del Universo, es el mayor acto de presunción en el que puede caer el ser humano.
Por otro lado, si el hombre se observara más interiormente, vería como hay una innata predisposición, que tarde o temprano le empuja hacia lo alto. Esta es la Deidad que todo hombre lleva dentro de si, y que reconoce al Cosmos Infinito como su real Patria.
Un día también el hombre de la Tierra viajará por ese Cosmos. con las gratificantes experiencias que ese logro le ofrecerá. Pero antes el hombre deberá saber quien es, que hace aquí, y cual debe ser su relación con el Todo que le rodea. Solamente entonces podrá ingresar en la Confederación Intelestelar de Mundos redimidos. Nunca antes.

3° La procedencia de las naves extraterrestres de: Venus. Marte, mercurio, Saturno etc., es avalado por el testimonio de otros Contactados. Así mismo, el encontrarnos en estos momentos viviendo un cambio de Era, es un hecho no solamente avalado por los grandes contactados de nuestro tiempo. sino también por casi todas las corrientes espiritualistas.
Sobre el futuro de California, aunque Mel Noel no se pronuncia, existen varias fuentes de información que anuncian el inminente hundimiento de los Angeles, San Francisco y de casi toda California debido al estado precario en que se encuentra la falla de San Andrés.

4° Hemos podido observar como la Reencarnación no es solamente exclusiva propiedad de algunas Religiones de la Tierra. Sino que el extraterrestre la tiene asumida y aceptada en su conciencia.
Efectivamente, la reencarnación es una constante en el Universo entero. No solamente se reencarnan las humanidades, también lo hacen los reinos inferiores. Así mismo, los sistemas Solares y las Galaxias, una vez terminados sus ciclos de fecundidad también se reencarnan. No en vano fue dicho: De polvo a roca y de roca a polvo. Todo muta. Toda cambia. Para servir y ser servido.

TRANSCRIPCION PARCIAL DEL LIBRO:

Voces del Mas Allá, de Carlos G. Fernández



Pagina 152

El Universo según la TCI

Resulta poco menos que imposible calcular cuantas personas en todo el mundo están convencidas de que contactan con el Mas Allá a través de un simple magnetófono. Las psicofonias están siendo utilizadas desde hace décadas como un medio sencillo de comunicar con personas ya fallecidas, proporcionado a miles de familias una esperanza sobre la supervivencia a la muerte.

Los diversos aspectos que conforman la cosmogonía de la transcomunicacion instrumental son muy amplios y ricos en conceptos.
El Mas Allá estaría conformado por mundos también materiales donde quien muere en la Tierra “renacería” en este lugar, adoptando nuevos compromisos y obligaciones, como un estadio más dentro de una progresiva evolución.

En un mensaje recibido por el matrimonio Harsch-Fischbach se describe brevemente como es este mundo: Nosotros tenemos un cuerpo como el suyo. Él se origina sobre una base de vibraciones mas finas…Aquí no existen enfermedades, los miembros que faltan crecen nuevamente. Los cuerpos que en su mundo estaban atrofiados, aquí son regenerados.

Según los interlocutores del Mas Allá, los cuerpos sufren una transformación reparadora y adquiere la apariencia de una persona de entre veinticinco y treinta años: Las personas que en la Tierra mueren con edad avanzada, llegan aquí totalmente conscientes, después de un sueño reparador. Ese sueño de reposo tiene un a duración terrestre de cerca de seis semanas. En algunos casos puede durar un poco menos. Los niños que llegan son cuidadosamente recibidos y cuidados por sus parientes fallecidos. Los niños crecen y continúan desenvolviéndose hasta alcanzar la edad media de 25 a 30 años. Vivimos en compañía de otras formas de vida, con seres humanos que antes de la muerte física habitaban otros planetas..( Harsch-Fischbach).

Según los interlocutores de la TCI, se trata de un lugar casi paradisiaco: Los paisajes son impresionantemente bellos…Cerca de sesenta billones de humanoides se encuentran aquí, provenientes de todos los mundos existentes. La amistad y la camaradería continúan siendo cultivadas. (HF).

Este hipotético mundo donde residen los muertos recibe, en las presuntas comunicaciones Harsch-Fischbach, el nombre de Marduk, y estaría ubicado en un universo paralelo, en una dimensión imposible de acceder en nuestras coordenadas espacio-temporales. En Marduk vivirían varios billones  de seres, algunos fallecidos recientemente y otros hace siglos, de la Tierra y de otros planetas, como un lugar de paso hacia otros mundos más evolucionados. Y es que, desde el punto de vista de la TCI, la evolución de los seres esta marcada por un progresivo paso por mundos cada vez mas sutiles, hasta alcanzar las máximas cotas de evolución. Así es como la forma de entender la vida y la muerte difiere del espiritismo reencarnacionista para aproximarse a los conceptos del espiritismo ingles, donde la evolución estaría marcada por el paso a través de diferentes mundos cada vez más sutiles.

En el “mundo siguiente” vivirían varios billones de seres de diferentes razas y etnias. Algunos de ellos han fallecido recientemente, y otros hace algunos siglos. Viven en el seres de la Tierra y de otros planetas, ya que seria apenas un lugar de paso hacia otros mundos mas evolucionados.

Según las  comunicaciones recibidas por los transcomunicadores, las características propias de la personalidad y el carácter de las personas que llegan a este plano no experimentan grandes cambios en el momento del “salto” a este nuevo mundo. Es a partir de iniciar esta nueva vida donde el ser tiene la oportunidad de aprender y superar sus propias limitaciones.

En las comunicaciones prestadas por el matrimonio de Luxemburgo se explica que Marduk esta iluminado por tres soles. El planeta gira en torno a uno de ellos, pero otros dos iluminan su superficie de forma continua. Como resultado de esta disposición, la temperatura es constante, muy suave y agradable. Y al igual que la Tierra, posee una Luna en su orbita.

Marduk esta surcado por un gran río, que recibe el poético nombre de Río de la Eternidad. Este se extiende a través de varios miles de kilómetros por la superficie de este mundo.  A sus márgenes viven muchos y muy variados seres, normalmente agrupados por pautas culturales o de afinidad, constituyendo grupos que a veces resultan muy heterogéneos; pero que se encuentran en el mismo plano de existencia debido a su estadio de evolución.

Los vegetales y los animales experimentan también este “salto dimensional” hacia este mundo. Por ello es por lo que el paisaje del mundo siguiente esta cubierto de abundante vegetación y poblado por todo tipo de especies animales, incluso de alguna que ya se han extinguido en la Tierra. Sin embargo la vida animal en este plano se desarrolla bajo la premisa de que ningún animal debe morir para que la vida siga desarrollándose.

La llegada de nuevas personas a este mundo tras su muerte en la Tierra esta siempre arropada por otros seres que instruyen al recién llegado sobre los diferentes aspectos de su nueva vida. Estos son generalmente personas con afinidades culturales y espirituales –muchas veces sus propios familiares- que permiten un mayor entendimiento con los recién llegados. Los niños que fallecen prematuramente en la Tierra son especialmente atendidos por los familiares que los precedieron, recibiendo todo el amor y los cuidados hasta que crecen y se desarrollan hasta alcanzar una edad de veinticinco a treinta años.

Tras tomar consciencia de las características de su nueva vida, con todas las ventajas de un estadio evolutivo más alto, algunos seres llegan a olvidar que alguna vez han vivido en la Tierra, o simplemente lo consideran “un mal sueño”. Otros en cambio, conservan algunas costumbres propias de su anterior vida terrena. Razón por la que pueden mantener relaciones sentimentales e incluso sexuales, aunque muchos abandonan estas practicas cuando van alcanzando nuevos estadios evolutivos. De todos  modos, la procreación no es posible en este mundo, ya que los nuevos habitantes solo aumentan con la llegada de nuevos seres provenientes de mundos como la Tierra.

Según se ha podido determinar a través de las comunicaciones por TCI, Marduk estaría ubicado en el tercer plano dentro de la escala evolutiva. Este estadio lo ocupan los seres que –camino de su superación- esperan aprender y desarrollarse espiritualmente y poder acceder así a planos de evolución superiores. A medida que estos seres van accediendo a estos planos mas elevados, su consciencia tiene acceso a nuevos campos de conocimiento espiritual, que lo acercarían hasta la propia esencia de Dios.

Siempre según la filosofía de la TCI, nuestro mundo –la Tierra- estaría en el “primer plano”. El segundo correspondería a lo que muchas religiones han dado en llamar el Hades, Infierno o el Purgatorio. En este plano, los seres conservan muchos de de las características menos evolucionadas, muy propias de los seres que habitan en la Tierra.

La comunicación con el Mas Allá

La comunicación entre la Tierra y ese mundo paralelo se establece por iniciativa de los habitantes del otro lado, quienes han construido estaciones emisoras desde donde emitir sus mensajes.

La supuesta objetividad que presenta la tecnología como medio para trasmitir un mensaje estaría subordinada a las capacidades psíquicas del operador, y por supuesto a  la voluntad de los comunicantes. Por ello es por lo que los transcomunicadores afirman que ningún equipo por si solo puede garantizar la comunicación con el otro mundo. Así es que el conjunto formado por el equipamiento electrónico y la psique humana –en especial sus pensamientos- serian el alma máter de cualquier transcomunicacion, formando lo que se conoce como Campo de contacto.

Según la TCI, existirían en nuestro planeta puntos a través de los cuales los comunicantes del Mas Allá podrían –no sin esfuerzo- enviar objetos materiales, tal como si fueran “aportes”. Algunos transcomunicadores –Maggy Harsch, por ejemplo dicen haberlos recibido.


sábado, 22 de diciembre de 2012

Venimos del otro lado de la Galaxia

Venimos del otro lado de la Galaxia

Todo ocurrió muy cerca de Heinola, en Finlandia. Era el año 1970. Aarno Heinonen y Esko Viljo habían salido a las gélidas montañas para esquiar. Sobre un claro del bosque  se situó una nave extraterrestre y de ella descendió un ser de pequeña estatura. Aquel fue el inicio de una serie de avistamientos y encuentros con diferentes seres llegados de las estrellas, tal como el que tuvo Heinonen con una mujer extraterrestre, la cual le dijo: : “Venimos del otro lado de la galaxia, de un agradable país verde.”

Este contacto con seres extraterrestres, narrado en el libro Encuentros con humanoides, de Antonio Ribera y Jordá, tiene todos los componentes necesarios para hacerlo aglutinador de diferentes fenómenos: el avistamiento de una nave, la visión de seres extraterrestres, los efectos físicos que les produjeron a Heinonen y Viljo, los sucesivos contactos hasta el año 1975 y el mensaje recibido. Por ello lo he transcrito íntegramente del citado libro.

Si analizamos los hechos, encontramos en un principio que los testigos elegidos por los extraterrestres para  contactar son seres humanos de una condición social humilde: Los extraterrestres casi nunca eligen personas situadas en estamentos sociales elevados, ya que se arriesgarían a que su mensaje nunca llegara a la sociedad,  pues precisamente esos mismos dirigentes o políticos tendrían miedo de enturbiar su imagen o estar condicionados a estructuras de mando que se lo impedirían.

Otra cuestión a resaltar, son la descripción del lugar de origen de los extraterrestres, ya que hacen mención a distancias difíciles de imaginar para la mente humana (el otro extremo de la galaxia se encuentra a 100.000 años luz de distancia). Por tal motivo, si la extraterrestre hubiese hablado con un científico, este la hubiese descartado desde el principio como fantasiosa e iluminada, ocultando el encuentro. Pero si repasamos el mensaje recibido por otros contactados, tales viajes intergalacticos son un hecho cotidiano para las civilizaciones extraterrestres, incluso viajando de una galaxia a otra como es el caso de la galaxia Andrómeda, donde se halla el Consejo de Andrómeda que aglutina y reune a los seres evolucionados del Grupo Local de Galaxias,  localizandose precisamente en ese sector la Vía Láctea.

En relación con la tecnología extraterrestres utilizada para semejantes viajes, a los seres humanos se  torna ahora inconcebible, igual que siglos atrás llegar hasta la Luna era una quimera de locos y ahora  en el tiempo  presente es un hecho incuestionable.


Transcripción parcial del libro Encuentros con Humanoides, de Antonio Ribera Jordá :

Pagina 18

3. EL OVNI «MILAGROSO»

El humanoide de Imjarvi

Dos rudos esquiadores finlandeses tuvieron un encuentro, en un bosque nevado de su país, que de haber ocurrido en otro lugar, época y a cuenta de otras personas más crédulas y sencillas (niños, tal vez), hubiera originado una “aparición mariana” más que añadir al catálogo donde figuran La Salette, Lourdes, Fátima, Garabandal, La ,Codosera e incluso, El Palmar de Troya. Pero el encuentro de los finlandeses con un extraño ser «que descendió del cielo en un rayo de luz» es interesante, porque nos permite ver lo que pasó en Fátima desde una nueva óptica y comparar ambos casos.

Vamos a relatarlo sucintamente. El extraño incidente saltó. por primera vez a la luz pública en la sección «World round-up» (De todo el mundo) de la revista inglesa Flying Saucer Review, en su número de mayo-junio de 1970. Se trataba de un informe enviado a la FSR por el investigador sueco Sven-Olof Fredrikson, miembro de un grupo llamado GICOFF, de Gotenburgo.
Por aquel entonces, el señor Frédrikson era un estudiante de física en aquella universidad.

El informe Fredrikson

El incidente tuvo lugar el miércoles 7 de enero de 1970, a las 4.45 de la tarde, hora local, en un bosque de las afueras de Imjarvi, poblado situado 16 km al nornordeste de la ciudad de Heinola,  en la Finlandia meridional. A su vez, Heinola se encuentra a 130 km al nordeste de Helsinki. Los dos testigos, el guardabosques Aarno Heinonen, de treinta y seis años, y Esko Viljo, labrador, de treinta y ocho, según queda dicho, habían salido a esquiar. Ambos eran esquiadores de fondo, habiendo tomado parte en muchas carreras; también practicaban el atletismo, participando en, competiciones locales. Los dos son abstemios y no fuman.

Ambos descendían por la ladera de una pequeña colina, cuando se detuvieron en un calvero para hacer una breve pausa. El Sol iba a la puesta y empezaban a verse algunas estrellas.

Hacía mucho frío: 17 grados C bajo cero, y no soplaba un hálito de viento.
Llevaban unos cinco minutos de pie en el calvero, cuan do oyeron un zumbido.
Distinguieron entonces una luz que se movía por el cielo; La luz se aproximaba a ellos desde el norte, describiendo una amplia curva, lo que dio por resultado que se acercase entonces desde el sur. Al mismo tiempo descendió, mientras el zumbido, débil al principio, se hacía más fuerte: La luz era muy intensa cuando se detuvo. Ambos vieron entonces que una nube luminosa giraba a su alrededor. Era cómo una niebla, entre gris y rojiza, que pulsaba con una luminosidad, fantasmal. Al mismo tiempo, de la parte superior de la nube salían vaharadas de humo Los dos hombres permanecían inmóviles, mirando hacia lo alto y sin pronunciar palabra.

La nube descendió hasta unos 15 metros de altura, y fue entonces cuando; en su interior, pudieron ver un objeto redondo, plano por abajo y de aspecto metálico. Les pareció que medía unos tres metros de diámetro. En su parte inferior se observaban tres hemisferios y, en el centro, un tubo de unos 25 cm de diámetro, que salía unos 20 centímetros.

El objeto permaneció suspendido en el aire unos momentos, mientras seguía oyéndose el zumbido. Éste fue aumentando de -intensidad, paulatinamente, mientras el objeto descendía con lentitud. Simultáneamente, la niebla gris
rojiza comenzó a esfumarse. El objeto detuvo su descenso cuando se encontraba a tres o cuatro metros del suelo; al mismo tiempo cesó el zumbido. Heinonen manifestó que lo tenía tan cerca que podría haberlo tocado con su bastón de esquiar.

De pronto, del tubo inferior brotó un brillante rayo de luz que describió un par de círculos antes de detenerse, creando un círculo, brillantemente iluminado, sobre la nieve. Éste medía cosa de un metro de diámetro y estaba rodeado por un borde negro, de varios cm de ancho. Los dos hombres seguían muy quietos,
mientras una niebla rojo grisácea empezó a descender sobre el lugar.

Cedamos la palabra a Heinonen: "De pronto sentí como si alguien me hubiese agarrado por la cintura y tirase de mí hacia atrás. Creo que di un paso hacia atrás y en aquel mismo instante vi al ser. Estaba de pie, dentro del –rayo de luz, con una caja negra en las manos. Por una abertura redonda de la caja surgía una luz amarillenta y pulsante El ser medía unos 90 cm de alto; sus brazos y piernas eran muy delgados. Su rostro era pálido, cerúleo. No reparé en sus ojos, pero sí en la nariz, que era muy extraña. Más que una nariz parecía un pico ganchudo. Las orejas eran muy pequeñas y se estrechaban hacia la parte superior. Aquel ser llevaba una especie de mono de un material verde claro. Calzaba unas botas de un color verde más oscuro, que le llegaban hasta más arriba de las rodillas. Vi también que llevaba unos guanteletes blancos que le subían hasta los codos, y los dedos con que sostenía la caja negra parecían unas garras curvas.»

Veamos cómo Esko Viljo, por su parte, describe a esta extraña criatura: «Yo también lo vi. -El ser estaba en el centro de la luz brillante y despedía una luminosidad fosforescente, pero su cara era muy pálida. Tenía los hombros muy delgados y caídos, con unos brazos finos como los de un niño. No pensé en sus ropas) sólo observé que tenían una coloración verdosa. Sobre la cabeza llevaba un casco cónico que brillaba como si fuese de metal. El ser medía menos de un metro y era muy delgado.»

Mientras los dos esquiadores permanecían de pie, contemplando al humanoide, éste se volvió ligeramente y, con la abertura de la caja, apuntó hacia Heinonen. La luz pulsante era muy brillante, casi cegadora. Mientras el pequeño ser permanecía en el interior del rayo luminoso, una espesa niebla, entre gris y rojiza, descendió del ovni, y del círculo luminoso trazado sobre la nieve brotaron enormes chispas. Las chispas eran muy grandes, pues medían casi 10 cm de longitud. Su coloración era roja, verde y lila. Surgieron flotando en amplias curvas; para alcanzar a los dos hombres, pero éstos no notaron nada. La niebla se fue espesando cada vez más, hasta el punto que Heinonen y Viljo no podían verse. Por último, incluso el ser del rayo de luz dejó de ser visible. Para entonces, calculan que lo estuvieron viendo durante unos 15 o 20 segundos.
«Súbitamente —sigue relatando Esko Viljo—, el círculo sobre la nieve se fue encogiendo y el rayo luminoso ascendió, flotando como una llama temblorosa, hasta desaparecer en el interior del tubo que el objeto tenía en su parte inferior. Entonces pareció como si algo “apartase” la niebla, y sobre nuestras cabezas vimos el cielo estrellado y vacío.»

Ambos continuaron-allí, sin moverse, quizá durante tres minutos más. «No teníamos miedo —dijo Heinonen— y permanecimos allí, sin hablar y sin hacer nada.» Pero unos dos minutos después de haberse disipado la niebla, Aarno Heinonen notó que su costado derecho estaba insensible, y cuando trató de dar un paso adelante con sus esquís, cayó al suelo.
«Había tenido el lado derecho de mi cuerpo —dijo— vuelto hacia la luz: me dolía la pierna derecha y la tenía completamente insensible desde el pie hacia arriba. No conseguí levantarme por mí mismo, aunque lo intenté varias veces.»
Tuvo que dejar sus esquís en el lugar; Viljo le ayudó a levantarse y a recorrer los 2 km que los separaban del poblado: Invirtieron aproximadamente una hora en recorrer esta distancia Cuando finalmente llegaron a casa de los padres de Heinonen, éste no se encontraba nada bien. Le dolía la espalda y tenía las extremidades entumecidas y doloridas. Por si fuese poco, sufría una fuerte jaqueca y no tardó en sentir vómitos.
Cuando más tarde fue al lavabo, observó que tenía la orina negra como café. (Este síntoma se mantuvo durante cosa de un mes.) También le costaba respirar.

A las ocho de aquella misma tarde fue a ver al doctor Pauli Kajanoja, de Heinola. El médico le tomó la presión arterial y la encontró mucho más baja de lo normal, lo cual era indicio de shock. Recetó a Heinonen un somnífero. El día 8 de enero volvió a visitar al mismo facultativo, quien esta vez le prescribió un sedante. Los síntomas no remitían, le dolían brazos y piernas y a veces sentía vértigos. Tenía frío, pero no mostraba temperatura elevada.

El 14 de enero fue por tercera vez al médico; éste le administró un medicamento destinado a regular la circulación. Pero su cuadro clínico continuaba y le impedía trabajar. A mediados de mayo escribió a Fredrikson lo siguiente: «Aún sigo enfermo. Tengo jaqueca y dolores en la nuca, así como en el estómago y la espalda. Me siento la mano derecha pesadísima. No puedo trabajar. Mi estado apenas ha experimentado mejoría desde el invierno. Los médicos de Heinola ya no saben qué recetarme. ¿Es tan pobre el Gobierno que no puede ayudarnos? He tratado de obtener algún subsidio de las autoridades, pero no he conseguido nada. Creo que tendrían que pagarme, pues yo no sé por que estoy enfermo. Estuve en el sitio donde vimos el objeto y después mi estado ha empeorado.»
Heinonen sufría también una amnesia parcial. Tardó algún tiempo en recordar plenamente el incidente. A principios de junio aún seguía muy débil. Apenas probó bocado desde enero.

Antes del 7 de enero se hallaba en -una espléndida forma física, pero después del incidente el menor trabajo le dejaba exhausto.
En cuanto a su compañero Esko Viljo, éste no notó nada anormal inmediatamente después del encuentro, pero una hora después se le puso la cara hinchada y rojiza, y su andar se hizo titubeante. El doctor Kajanoja le recetó dos píldoras somníferas. A la mañana siguiente, a Viljó le costaba mantener el equilibrio y notaba como una falta de peso, especialmente en las piernas. Las manos y el pecho también se le enrojecieron. El 9 de-enero de. 1970, el médico le prescribió un sedante; Durante un par de días tuvo dolor de, cabeza.

El 12 de enero visitó un oftalmólogo de Lahtis, porque le dolían los ojos, que tenía hinchados y enrojecidos. El facultativo le recetó un colirio. Dos días después, un médico de Heinola le aconsejó que tomase un producto para la circulación. El 17 volvió al mismo médico, quien lo encontró normal. Pero en la sauna, su cuerpo adquirió una rojez desacostumbrada.
En una carta que escribió a Fredrikson, a mediados de mayo, comenta: «Algunas personas que visitaron el lugar de los hechos, se sintieron mal un par de días después.
¿Podría esto ser algún tipo de infección?»
El doctor Kajanoja, tras un detenido reconocimiento de ambos, declaró: «Creo que estos dos hombres han experimentado un tremendo shock. La cara de Esko Viljo, estaba muy colorada y presentaba cierta tumefacción. Ambos parecían como ausentes, distraídos. Hablaban muy aprisa y de modo incoherente. No encontré nada anormal, clínicamente, en Heinonen. No se sentía -bien, pero podía ser una reacción de su estómago ante la impresión sufrida. Los síntomas que me describió son iguales a los que presentan las personas sometidas a una dosis de radiactividad. Por desgracia, yo no disponía de instrumental para medirla.

En cuanto a la orina negra, me parece algo inexplicable. Posiblemente debía de contener una elevada proporción de sangre, pero una situación así no puede prolongarse durante meses,. (Solamente le duró un mes.) En consecuencia, no puedo prescribir ninguna medicación determinada.» Sin embargo, en las muestras de tierra analizadas no había radiactividad.

Cuando Bo Ahlqvist, reportero enviado por la revista sueca Fib-Aktuellt, visitó él lugar de la aparición, con un fotógrafo, a comienzos de junio y en compañía de Viljo y Heinonen, ocurrió el siguiente fenómeno: al cabo de un rato de permanecer en el sitio, las manos de Viljo, Heinonen y un intérprete que los acompañaba, enrojecieron. Heinonen se vio obligado a abandonar el, lugar a causa de un repentino dolor de cabeza.

Hechos corroborativos En primer lugar señalemos que tanto Viljo como Heinonen gozaban de una excelente reputación en la comunidad, donde se los consideraba personas serias e incapaces de urdir una historia tan extraña. Por otra parte, varias personas vieron una luz inexplicable en el cielo, el día 7 de enero, coincidiendo con el supuesto encuentro de los dos esquiadores, y no sólo desde Imjárvi, sino también desde Paaso, localidad situada a 10 km al norte de Imjárvi. Pero hay más: un año antes, un muchacho de dieciséis años, llamado Matti Kontulainen, había visto una luz extraña, en un lugar a sólo cien metros del calvero donde Viljo y Heinonen vieron el ovni.

Diez años después En setiembre de 1980, la FSR publicó lo que pudiéramos llamar un posz-scriptum al caso de Imjarvi Su autor era Anders Liljegren, director de la publicación ufológica sueca AFUs Uyhetsblad, de Sodertalje En realidad, el artículo de la FSR era la traducción al inglés del publicado por Liljegren en el número 18 (enero-marzo de 1980) de la publicación citada. A su vez, el artículo sueco se basaba en una serie de artículos aparecidos en la revista finesa Ufoaika, en 1972 y 1973, por una parte, y por otra en la correspondencia sostenida -entre Aarno Heinonen y un investigador colega de Liljegren, llamado, curiosamente, Jorma Heinonen. Según aclara Liljegren, esta coincidencia de apellidos es puramente casual. Asimismo, Liljegren mantuvo estrecha relación con Sven-OIof Fredrikson, de Góteborg (Gotenburgo) y con el periodista Bo-Ahlqvist, que se mantenía asiduamente en contacto con los testigos.

La información recogida a través de estas diversas fuentes por Liljegren es desconcertante y nos ofrece un cuadro muy complejo. En efecto: además de un encuentro con un humanoide y su nave, seguida de efectos fisiológicos, la cosa se complica y tenemos un contacto de tipo mesiánico de Heinonen, e incluso una posible abducción del mismo. Aparecen en escena más humanoides —uno de ellos femenino y que recuerda extrañamente a la «Señora» de Fátima—;por todo ello, este caso adquiere unas dimensiones mayores y se coloca a caballo de un simple C III, un contacto mesiánico y una abducción. Por desgracia, estas noticias, que se remontan a 1973, es lo último que sabemos sobre el caso y sus extrañas secuelas. Después de esa fecha, Heinonen y Viljo parecen esfumarse Liljegren afirma que ha rebuscado en vano en la literatura ufológica mundial, pero no ha hallado más información sobre el caso Imjarvi con posterioridad a 1973.

Aarno Heinonen: ¿un predestinado? Por lo que pudo averiguar Liljegren, el encuentro de 1970 quizá tendría que considerarse como un eslabón más en una continuada cadena de acontecimientos: ¡Heinonen aseguraba que ya en 1964 había visto un ovni! En su número 10 (1972) Ufoaika informaba que hasta el 15 de agosto de 1972, Aarno Heinonen había efectuado nada menos que veintitrés observaciones de ovnis. Y también se había convertido en un contactee. En una carta a Jorma, fechada el 8 de noviembre de 1972, Heinonen afirmaba haber visto unos treinta fenómenos luminosos (discoidales en cuatro ocasiones) y humanoides en cinco ocasiones distintas, el 7 de enero de 1970 inclusive. Y en tres ocasiones se había encontrado con una mujer humanoide, con la que sostuvo una conversación... ¡en finés!


Por su interés documental, voy a transcribir el relato que hizo el -propio Heinonen de su supuesto primer encuentro con-la «mujer»: "El 5 de mayo de 1972 oí tres “señales sonoras” y luego una voz femenina, desconocida, que me pedía que fuese a encontrarme con ella en un lugar situado a las espaldas de un granero rojo, situado cerca de la encrucijada de Jaala y Voikoski. Yo tenía que ir solo, y no debía llevar mi cámara fotográfica ni mi grabadora. La voz era aguda y parecía “cansada”

»Me dirigí al lugar indicado, en mi Vespa. Eran las diez y cuarto de la noche. Cuando llegué a la parte posterior del granero vi a una mujer vestida con un traje y pantalones amarillo vivo y con largos cabellos rubios, de puntas levantadas, que le caían sobre los hombros. Su traje era muy ajustado y relucía cuándo ella se movía. Vi que calzaba zapatos pateados con rosetas rojas En su mano izquierda sostenía algo que me pareció una bola plateada, conectada a una varilla que empuñaba con la diestra. De la bola saltan tres antenas, de unos -30 cm de largo. Las tres estaban apuntadas hacia mí; »Yo no tenía miedo y me dirigí hacia ella. La mujer vino a mi encuentro y me tendió la mano, diciendo: “Hyvaa Paivaa (Cómo está usted?, en finés.) Yo le estreché la mano, que me pareció suave y fría.
Ella dio entonces dos pasos atrás, y entonces reparé en la presencia de otra persona, un hombre, de pie e inmóvil, a unos 70 m de nosotros. El vestido del hombre también era amarillo, algo más claro quizá, y se tocaba con una especie de sombrero. En aquella oscuridad no pude verlo con demasiado detalle.

»Pregunté a la mujer que de dónde venían (la llamé “señorita” porque no vi que llevase ningún anillo en sus dedos) Ella me contestó: “Venimos del otro lado de la galaxia, de un agradable país verde.” Luego me dijo que tres especies distintas de “humanoides” habían visitado Imjarvi. Primeramente seres pequeños, luego gente como ella (medía 1,40 m) y, por último, una especie más alta, de casi dos metros de estatura. Me contó que la visita efectuada por el pequeño humanoide, en 1970, había -durado tres minutos, aunque nosotros creímos que sólo había durado unos segundos. La mujer también me dijo que tenía 180 años, aunque sólo aparentaba veinte.»

Este «contacto» casa en muchos de sus detalles con otros incidentes similares. La «bola luminosa» aparece en numerosos casos de encuentro, desde Carlos Villa Paz a Olavarría (ambos en la Argentina, y que examinaremos adelante). La conversación en la lengua del testigo también es un detalle clásico: aparece desde el caso de Gary Wilcox (inglés) hasta el de Pere Ribalta Puig (catalán) y Fátima (portugués). –El aspecto de la «mujer», repito, recuerda el de la «Uraniana» de Fátima, con su «traje resplandeciente», su pequeña estatura y sus facciones juveniles, casi aniñadas. Si en vez de un rudo guardabosques finlandés, el testigo hubiese sido un pastorcillo de un país católico del sur de Europa, hubiéramos tenido una «aparición mariana» más.
Segundo encuentro con la entidad En este segundo encuentro, que paso a transcribir, Aarno vio el «vehículo» de la «señorita» cósmica. (Aquí, en efecto, se trataba de una «señorita»; no de una «Señora» como en Fátima.)

Pero continúa la atmósfera de «aparición mariana» en todo el extraño episodio:
«El 18 de junio de 1972, a la misma hora que la primera vez, volví a recibir instrucciones por medio de la voz femenina. Esta vez tenía que ir al cruce de caminos de Antinhaara. De allí sale un sendero, de unos cien metros, que lleva lo alto de un otero. Allí fue donde encontré a la mujer, esta vez sola.
»Hablamos de las mismas cosas que en la primera ocasión. Cuando yo le pregunté cómo había llegado hasta allí; me contestó: “Vuelve a tu casa y verás el hermoso vehículo en que hemos venido.” Así lo hice, y a unos ciento cincuenta metros de mi casa ya distinguí la nave.
Estaba a baja altura, quizás a no más de cien metros. Se balanceó y dejó de moverse, para quedarse suspendida sobre mí.
Detuve mi scooter y la observé desde abajo. Aquel objeto, de forma discoidal, no emitía luz alguna, pero vi que su color era plateado. Tampoco vi ventanas ni ojos de buey. Calculé que su diámetro era de cinco a siete metros. Al cabo de un momento se elevó lentamente en el cielo.

»En ambas ocasiones hablé con la mujer durante unos cinco minutos. Ella hablaba muy aprisa, con voz que parecía “tensa”; sus palabras, sin embargo, le salían de la boca. Le pude ver los dientes, que tenían una anchura doble a la de los nuestros. Tenía la cara y las manos muy blancas y era extraordinariamente hermosa. Parecía tener la nariz respingona. Ya he dicho que medía aproximadamente un metro cuarenta, y llevaba un traje de dos piezas con un cuello muy alto, tipo cuello de cisne. Sus zapatos no estaban unidos al pantalón. Tenía unos ojos muy grandes, de un azul maravilloso.

»Durante ambos encuentros, ella sostuvo constantemente la bola plateada en sus manos como la uraniana de Fátima). De lado de partida era muy singular parecia irse flotando” hasta qué desaparecía. (También como en Fátima).daba muy envarada sin doblar las rodillas. Aarno Heinonen contó a los investigadores finlandeses otros detalles más bien de corte «keeliano»: un ser de rostro indiscernible que se materializó un día en la cocina de Viljo; algún fenómeno de tipo poltergeist, un encuentro en Heinola con otro humanoide que medía más de dos metros, y que entregó a Aarno una pluma o bolígrafo rojo etcétera.
Dijo, además, que los "extraterrestres" le habían implantado en la espalda (sic) un pequeño aparato por medio del cual le controlaban y le impartían órdenes. También afirmó que aquellos seres —que nos llevaban un adelanto tecnológico de 5 000 a 7 000 años— estaban entregados a la tarea de «limpiar» la atmósfera de nuestro planeta...y otras cosas igualmente increíbles.

¿Qué debemos pensar del extraño giro que tomó la vida de Aarno Heinonen de su compañero Viljo no se nos dice nada— después del encuentro en la nieve, de 1970? Manifiesta muy a las claras el «síndrome del contactado», puesto de manifiesto en otros casos que conocemos. ¿Hay que tomar sus declaraciones al pie de la letra, o bien con ellas nos adentramos en el terreno de la psicopatología? Nada hace presumir que sea así: Heinonen era un hombre sano, robusto y sin complicaciones, a sus treinta y ocho años, edad en que ocurrió el encuentro con el humanoide. Soltero, vivía con sus padres en una casita sin electricidad. Sus principales aficiones eran la pesca y el deporte. El tema de los ovnis y los extraterrestres no le interesaba en absoluto; sus conocimientos al respecto eran prácticamente nulos. De ser todo ello una fabulación, ¿por qué la historia presenta tantos puntos de contacto con otros relatos de supuestos contactados, ocurridos en lugares situados a miles de kilómetros de Finlandia? ¿Y qué podemos decir de los rasgos «marianos» de la «mujer extraterrestre»?

Pero hay otro detalle que, curiosamente, ningún comentarista del caso menciona... o no quiere mencionar. Y es el siguiente.
La nave En efecto: ni Fredikson ni Liljegren —ni tampoco Adell— hacen el menor comentario acerca de la «nave» vista por Heinonen y Viljo en el calvero del bosque de Imjarvi, aquel día, 7 de enero de 1970. Sin embargo, es una nave famosa en la historia y la leyenda de los ovnis. ¡Es nada menor que el Venusian -scout ship (la nave de reconocimiento venusiana) de George Adamski! Sí, la misma, con sus tres hemisferios en la parte inferior, su forma discoidal acampanada y su cúpula (solamente entrevista por Viljo y Heinonen desde su posición inferior). Pero la parte baja de la, nave es idéntica a la que aparece en las famosas fotografías de Adamski, que datan de 1952 (compárese la nave que aparece en la reconstrucción del incidente, con la de una nave adamskiana).



De aceptarse el episodio del bosque de Imjarvi, ello significa un serio respaldo a la autenticidad de las fotos de Adamski. Pero hay más: volvemos a encontrar la nave discoidal, con las tres bolas inferiores, en un caso de abducción muy sólido: el del sargento Moody, de la aviación norteamericana. Charles L. Moody fue supuestamente abducido la noche del 12 de agosto de 1975, en Alamogordo (Nuevo México). El hercúleo sargento fue llevado por sus captores al interior de la navecilla, donde le mostraron su «sala de máquinas». En ella vio.., la parte interior, o hemisferios, de las tres semiesferas que antes había visto por fuera de la nave. En un próximo libró pienso ocuparme con detalle del caso del sargento Moody, y de paso, establecer unas interesantes comparaciones.

En resumen el caso de Imjllrvi y sus extrañas secuelas constituye un verdadero compendio de eventos ufológicos. En él tenemos desde la «nave tipo Adamski» hasta el pequeño humanoide, el haz de luz compacta, los efectos fisiológicos, psicológicos y parapsicológicos en los testigos, el «contacto mesiánico" una posible –indemostrada- abducción, y para que no falte nada, un paralelo con una de las más famosas apariciones marianas.
Pero las piezas de la «aparición mariana» se nos dan por separado, en Imjilrvi. Si la figurilla que descendió por el rayo de luz, desde el ovni (la «nube» en Fátima; pero es que el ovni de Imjarvi también apareció como una «nube»), hubiese sido la «mujercita» con que Heinonen se entrevistó dos o tres años después, el parecido hubiera sido perfecto. Sin embargo, en Finlandia la «uraniana» prefirió aparecerse al testigo de otra forma, acaso más «normal». Y el diálogo que ambos entablaron brevemente no tuvo nada de religioso, -por supuesto.
¿Qué o «quién» se oculta tras esa tramoya? Aarno Heinonen está en la línea de los hombres sencillos jóvenes y sanos, que «ellos» parecen preferir para sus contactos como depositarios de sus «mensajes». ¿Para ir creando «ciudadanos cósmicos», como postula el doctor Leo Sprinkle, el hombre que más supuestos abducidos ha estudiado y, por tanto, el hombre que más sabe sobre este aspecto importantísimo del problema?. Tal vez.


El escritor e investigador Antonio Ribera y Jordá, un adelantado a su tiempo.