Dijo el extraterrestre: El que está en la
cama va a abandonar su envoltura física. La utiliza desde hace más de
quinientos años y ahora desea tomar una nueva, para regenerarse y continuar a
partir de elementos más recientes.
¿Qué pueden decirnos los extraterrestres
sobre la muerte? En realidad, los seres de las estrellas ya han
explicado en ciertas ocasiones lo que representa para ellos el deterioro
irreversible del cuerpo, aquello que los seres humanos intentan apartar de sus
pensamientos ya que les atenaza, bloquea y en la mayoría de los casos,
aterroriza (salvo en los casos donde hay un sufrimiento extremo y la muerte quizás, se entiende como una forma
liberación), pudiendo aplicarse de este modo la máxima del “miedo frente a lo desconocido”; pero afortunadamente las cosas han ido cambiando con el discurrir de los
tiempos y la información que se ha ido destilando a través de algunos
contactados, médicos internistas y otras muchas personas, entre ellas técnicos electrónicos, que han utilizado la Transcomunicación Instrumental (TCI) como herramienta de estudio. Investigaciones realizadas valiéndose de aparatos electrónicos (micrófonos,
cámaras de video, grabadoras, ordenadores, etc.) para propiciar el contacto con personas ya
fallecidas.
Y es ahí donde tendríamos el primer punto de inflexión: quienes creen en la “pervivencia tras la muerte de algo llamado alma” y aquellos que por el contrario niegan tal posibilidad, aludiendo que el cuerpo físico es lo único que nos ata con esta realidad, esa que únicamente somos capaces de percibir con los cinco sentidos, es decir, la material. Personalmente me inclino por la primera opción, entre otras cosas porque existen cientos de testimonios en los cuales personas fallecidas se ponen en contacto con familiares que se han quedado “a este lado”: En el libro Estoy bien, de JJ Benítez, se recogen muchos de esos testimonios donde destaca una coincidencia común, el deseo por parte de los que nos han dejado de transmitir la idea precisamente de que “están bien, pero en otra dimensión” otro lugar que se nos escapa a nuestra comprensión. Además, este hecho se reafirma con las pruebas recogidas y grabadas en aparatos electrónicos mediante la TCI (Transcomunicación Instrumental), voces y fotografías que evidencian “algo físico y constatable” que nos acercan a conclusiones difíciles de rebatir…
Y es ahí donde tendríamos el primer punto de inflexión: quienes creen en la “pervivencia tras la muerte de algo llamado alma” y aquellos que por el contrario niegan tal posibilidad, aludiendo que el cuerpo físico es lo único que nos ata con esta realidad, esa que únicamente somos capaces de percibir con los cinco sentidos, es decir, la material. Personalmente me inclino por la primera opción, entre otras cosas porque existen cientos de testimonios en los cuales personas fallecidas se ponen en contacto con familiares que se han quedado “a este lado”: En el libro Estoy bien, de JJ Benítez, se recogen muchos de esos testimonios donde destaca una coincidencia común, el deseo por parte de los que nos han dejado de transmitir la idea precisamente de que “están bien, pero en otra dimensión” otro lugar que se nos escapa a nuestra comprensión. Además, este hecho se reafirma con las pruebas recogidas y grabadas en aparatos electrónicos mediante la TCI (Transcomunicación Instrumental), voces y fotografías que evidencian “algo físico y constatable” que nos acercan a conclusiones difíciles de rebatir…
En la historia
de la humanidad siempre ha habido momentos de confusión, ideas erróneas que
pervivieron durante siglos, como por ejemplo aquella por la cual se aseguraba que la
“Tierra era plana” cuando es precisamente ahora que esas teorías nos parecen absurdas
y hasta graciosas: Podemos visualizar a Tales de Mileto ó tal vez Anaximandro, situados en una
elevación de terreno, de espaldas al mar, explicando a sus discípulos que la Tierra
es algo parecido a una moneda enorme, un disco gigantesco, mientras que en el horizonte, el
océano les mostraba claramente la curvatura de una esfera, ¡pero por Dios, si tenéis
las pruebas delante de vosotros mismos! podría exclamarse y además, si hubiese
sido cierto… ¿Qué ocurriría con el agua de los mares en una superficie plana? ¿Se vaciarían, tal vez…?.
Aristóteles, sosteniendo la Ética a Nicómaco y señalando el mundo visible, junto a Platón que sostiene el Timeo y señala hacia arriba, hacia el Mundo de las Ideas.(FUENTE DE LA IMAGEN: auladefilosofia.net )
Fue Aristoteles,
en el siglo IV a. C. quien marcó una nueva pauta, razonando que la Tierra era una esfera al observar como las constelaciones “se elevaban” cuando los viajeros
iban hacia el Sur; hecho que solo podía darse si se desplazaban por una superficie esférica, evidenciando que la posición relativa de los astros cambiaban en la distancia. Aun así, la cerrazón humana hizo que, aun siglos después, todavía muchos no
aceptasen la redondez de nuestro planeta y algunos como Lactancio (245-325) no asumieran estas hipótesis y este mismo dijese: ¿Existe acaso alguien tan insensato como para creer que hay personas
cuyas huellas están más altas que sus cabezas? ¿Que las simientes y los árboles
crecen cabeza abajo? ¿Que las lluvias y las nieves caen hacia arriba hacia el
suelo? No tengo palabras para dar a aquellos que, una vez que han errado,
perseveran insistentemente en su locura y defienden una cosa vana tras otra.
FUENTE: http://es.wikipedia.org/wiki/Tierra_plana
Este pequeño vistazo a la historia de la humanidad viene dado por el hecho que en el momento actual, como ya ocurrió miles de años atrás, las teorías erróneas permanecen “artificialmente” en la psique de los seres humanos ayudadas por la desidia del pueblo ó bien, por la intencionalidad insana de quienes les gobiernan y un ejemplo de ello se refiere precisamente a la presencia extraterrestre en este planeta. Las autoridades han elegido ocultar a la población terrestre que efectivamente coexisten e interactúan con la Tierra otras civilizaciones extraterrestres muchísimo más desarrolladas y temen perder una posición de poder cimentada en el engaño. Lo grave de todo ello nos llega si pensamos en todas las posibilidades que estarían desaprovechando los seres humanos si acaso hubiese un contacto definitivo y oficial con inteligencias extraterrestres que ayudasen a los habitantes de este planeta en diferentes aspectos: Con total seguridad el horizonte de la humanidad se ensancharía hasta límites nunca soñados. Las enfermedades desaparecerían, eliminándose el sufrimiento y hambrunas provocadas por las sucesivas guerras que asolan el planeta y alcanzando un nivel de conocimiento superior respecto a otras realidades que se escapan a nuestros sentidos, esas que nos llevarían a descubrir exactamente todo aquello cuando la vida llega a su fin y el “alma” se desplaza a otras dimensiones, permitiendo de este modo evolucionar hacia planos superiores de comprensión.
Este pequeño vistazo a la historia de la humanidad viene dado por el hecho que en el momento actual, como ya ocurrió miles de años atrás, las teorías erróneas permanecen “artificialmente” en la psique de los seres humanos ayudadas por la desidia del pueblo ó bien, por la intencionalidad insana de quienes les gobiernan y un ejemplo de ello se refiere precisamente a la presencia extraterrestre en este planeta. Las autoridades han elegido ocultar a la población terrestre que efectivamente coexisten e interactúan con la Tierra otras civilizaciones extraterrestres muchísimo más desarrolladas y temen perder una posición de poder cimentada en el engaño. Lo grave de todo ello nos llega si pensamos en todas las posibilidades que estarían desaprovechando los seres humanos si acaso hubiese un contacto definitivo y oficial con inteligencias extraterrestres que ayudasen a los habitantes de este planeta en diferentes aspectos: Con total seguridad el horizonte de la humanidad se ensancharía hasta límites nunca soñados. Las enfermedades desaparecerían, eliminándose el sufrimiento y hambrunas provocadas por las sucesivas guerras que asolan el planeta y alcanzando un nivel de conocimiento superior respecto a otras realidades que se escapan a nuestros sentidos, esas que nos llevarían a descubrir exactamente todo aquello cuando la vida llega a su fin y el “alma” se desplaza a otras dimensiones, permitiendo de este modo evolucionar hacia planos superiores de comprensión.
Estoy convencido que los extraterrestres, una vez la
Tierra evolucionase positivamente sobre patrones “realmente civilizados”, ayudarían
a los seres humanos en la búsqueda espiritual de esa comprensión y ello
imprimaría de paz y sosiego a la existencia de los terrestres, “siempre
atenazados por la idea de la muerte y el confuso pensamiento sobre un irremediable final de la existencia”,
cuando por contra realmente se atisba en base a diferentes pruebas y testimonios "que mas allá de la muerte se sobrevive", eso
sí, en “lugares distintos”, en dimensiones
“vibracionalmente mas sutiles,
pero que necesariamente también lo son reales...” Y es posible a través de esas comunicaciones
que poco a poco van llegando desde el “otro lado” deducir que “nuestros
actos en esta vida implican consecuencias directas para con la existencia en
esas otras dimensiones” , acciones reprobables tales como asesinar a un semejante ó bien el propio suicidio, que no serian una
buena forma de entrar en esos nuevos planos dimensionales. En lugar de ello,
frente al vértigo de la propia vida, bien podrían tomarse como validas otras
opciones, tales como buscar un propósito de ayuda hacia los demás, hacer el
bien en suma.
He hecho un
pequeño compendio que nos pueda llevar a la comprensión de este dilema
existencial y nos aparte del miedo acervado a la muerte; un resumen desde
diferentes fuentes de información donde se nos explica la realidad de una
supervivencia al momento final. En primer lugar, he traído un pequeño extracto
del libro Alianza, de Anne Givaudan, quien habría contactado con seres
de Venus, quienes en un momento dado le habrían explicado, mostrándole, la
forma mediante la cual se desarrolla ese tránsito hacia el Mas Allá. Debido a
su alta tecnología, a su manejo dimensional, aquellos extraterrestres serian capaces de observar el instante preciso en el cual “el alma” abandona el cuerpo
físico y como ese mismo espíritu reencarnara después y vivirá nuevamente para seguir
aprendiendo y perfeccionándose hacia una búsqueda de la Suprema Fuerza Creadora,
es decir, de Dios.
Anne Givaudan utiliza la técnica del desdoblamiento astral, experiencia extracorporal mediante la cual el “cuerpo astral” se separa del “cuerpo físico”, método que permite desplazarse hasta lugares recónditos e incluso otras dimensiones, permaneciendo el “cuerpo físico” inmóvil en la cama. Puede decirse que los viajes astrales son experiencias “subjetivas”, difíciles de probar por la ciencia oficial, pero a la fecha de hoy, son tantos los testimonios ocurridos a personas de diferentes lugares y culturas distintas, que rebatir en contra de ello es ciertamente difícil.
Anne Givaudan utiliza la técnica del desdoblamiento astral, experiencia extracorporal mediante la cual el “cuerpo astral” se separa del “cuerpo físico”, método que permite desplazarse hasta lugares recónditos e incluso otras dimensiones, permaneciendo el “cuerpo físico” inmóvil en la cama. Puede decirse que los viajes astrales son experiencias “subjetivas”, difíciles de probar por la ciencia oficial, pero a la fecha de hoy, son tantos los testimonios ocurridos a personas de diferentes lugares y culturas distintas, que rebatir en contra de ello es ciertamente difícil.
Como
información añadida diré que una persona a la cual considero de absoluta confianza
me explico cómo en su día ella misma había tenido una experiencia astral, hecho
que se dio de una forma totalmente involuntaria: Según me dijo, aquello le
ocurrió concretamente en dos ocasiones mientras descansaba en la cama; al
parecer, repentinamente sintió como “su propio yo se elevaba” y podía
contemplar, desde un plano muy próximo al techo, a su “cuerpo físico” tendido
en la cama. Me comentó también, que en las dos ocasiones que ocurrió el
fenómeno astral tuvo verdaderamente miedo porque temió no poder regresar a su
cuerpo físico y sintió mucha angustia debido a que fue un fenómeno que le
ocurrió de forma involuntaria. Me dijo
también, que no sabía cuál había sido el desencadenante de aquel desdoblamiento
astral y temía que no lo pudiese controlar. Yo le pregunté que si de algún modo
su mente siguió intacta en todo momento, a lo que me respondió que sí; teniendo
siempre en cuenta que “efectivamente había ocurrido una separación
entre cuerpo y alma”, por llamarlo de algún modo.
Por
simplificar la cuestión, a veces los seres humanos preferimos negar la
existencia de fenómenos que se escapan a nuestra comprensión, tales como la
telepatía ó los OVNIs, que obviamente no
dejan de ser otra cosa que “maquinas” constituidas de materia (la detección en
radares dan prueba de ello), en vez de afrontar el reto e intentar resolver hechos
que se nos presentan enigmáticos ó desconcertantes para “nuestra lógica”. Y qué
decir tiene si nos aproximamos a otras cuestiones cercanas a la metafísica, como
por ejemplo, ¿Qué hay más allá de la muerte? , entonces de forma automática
la mayoría de las personas eluden directamente pensar en ello, aun sabiendo que
tarde o temprano deberían buscar una explicación, tal vez porque el miedo les
atenaza.
Quien sí que dio un paso hacia delante fue el doctor Raymond A. Moody. Después de escuchar muchos testimonios de E.C.M. (experiencias cercanas a la muerte) se interesó por un tema ciertamente difícil de encasillar en la ortodoxia médica y recopiló una serie de casos que fructificaron finalmente en el libro Vida después de la Vida (Life after live, 1975). Sucesos en los cuales “enfermos clínicamente muertos” abandonan su cuerpo físico, desplazándose a continuación por un túnel en dirección hacia una luz, donde son recibidos por seres espirituales y familiares que ya no están en este mundo. ¿Pero qué relación tiene este asunto con los extraterrestres? Mi intuición me dice, que tal vez, esas civilizaciones, capaces de manejarse en muchas dimensiones, lo son también capaces de interactuar precisamente con esos “otros lugares espirituales donde habitarían las almas ó espíritus” que ya habrían sufrido ese “desdoblamiento definitivo”, por llamarlo de alguna manera.
Tal vez, llegado el día, estas cuestiones de vital importancia para los
seres humanos nos serán finalmente explicadas, precisamente, por esas
civilizaciones extraterrestres. Sin descartar tampoco la hipótesis en la cual los extraterrestres,
de algún modo, sean ya capaces de comunicarse directamente con ese mundo espiritual, con todas las implicaciones
que ello conllevaría.
Desde
diferentes libros he rescatado información que considero necesaria para tener
una visión amplia respecto a lo que entenderíamos sobre el Mas Allá, de aquello que los extraterrestres ya han dicho a algunos
contactados y de las investigaciones realizadas por personas de este planeta,
en los campos de la Transcomunicación Instrumental (T.C.I.) ó la medicina.
Recomiendo leerlos todos y dejar reposar las ideas… luego de una forma, llamémosla
natural, nuestro subconsciente reconfigurara ciertos conceptos, que sin lugar a
duda se alejan de creencias ó religiones aproximándolos de una forma natural a una definición cercana a la Suprema Fuerza Creadora; es como si al final, la comprensión de la
pervivencia a la muerte señalara hacia otro tipo de evolución, por supuesto, en
otras dimensiones. Tal vez, esa certeza pueda ayudar a muchos en la visión de
su propia existencia y en la esperanza de reencontrarse con quienes nos han
dejado en este plano existencial.
……………………………………………………………………………………………
(A continuación, la contactada Anne
Guivaudan narra su experiencia con seres de Venus, estableciendo
comunicación de forma astral.)
Un gran silencio apacible inunda el espacio.
…Desde el fondo de mi noche
estrellada, oigo la voz del Maestro: -“Aquí la muerte no es más que un pasaje
semejante al nacimiento….” Pero mejor, mira... Entonces, en la pantalla
de mi noche aparece una escena del interior de un edificio similar al de la
Escuela de Sabiduría. Allí, en una sala con luces suaves en toda la gama de azules
violeta, distingo tumbado en una especie de lecho en forma de concha, un hombre
rubio de la misma edad que el Sabio con el que estamos. Una música que parece
ser la melodía de las esferas, fluye suavemente por el aire perfumado de la
habitación. Todo lo que emana del lugar está impregnado de belleza, de armonía
y de serenidad. Sobre la pared frente al lecho, aparecen símbolos luminosos, letras...
El hombre tumbado sonríe a una
persona que, sentada a su lado, parece hablarle por telepatía. –“Nos encontramos
en una de las salas del Templo de las Desencarnaciones.
El
que está en la cama va a abandonar su envoltura física. La utiliza desde hace
más de quinientos años y ahora desea tomar una nueva, para regenerarse y
continuar a partir de elementos más recientes. Ha procurado terminar lo
que le parecía importante para esta vida para los meses que vosotros llamáis
curiosamente ni que después de la vida en los que se irá preparando para sus nuevas
funciones. Ahora, sus allegados le han dejado con el acompañante de su
elección. Saben que el que parte necesita calma y serenidad, para que el viaje
sea lo más agradable posible. Antes de llegar a este lugar, el habitante de
este cuerpo ha contactado a sus futuros padres. Han preparado su partida y su
regreso minuciosamente.
…En la estancia de las
desencarnaciones, el hombre tumbado piensa y emanan de él ondas de colores,
rostros, escenas. Todo parece fluido. Un poco como si, antes de levantar el
vuelo, hiciera el balance de su vida a punto de terminarse. Veo acontecimientos
felices, otros menos, pero en cada secuencia, el acompañante que lo asiste le escucha
y desata los cabos sueltos cuando es necesario. Los colores que rodean al que
parte se vuelven más y más pastel, más y más transparentes, más y más luminosos.
Las escenas se interrumpen
súbitamente, como si la película hubiese terminado. El acompañante se levanta y
va a situarse a la cabeza del hombre rubio que parece dormir muy ligeramente.
Percibo entonces una bruma ligera que envuelve su cuerpo, o mejor dicho que
sale por arriba de su cabeza. Poco a poco esta bruma toma forma: la
silueta del ser tumbado abandona su envoltura física. Mientras duraba
este proceso, los símbolos se han iluminado y apagado unos tras otros. Son doce
y su color va del rojo al blanco cristal, pero no acabo de comprender toda su utilidad.
El ser ahora está de cara a
nosotros, a su acompañante y a mí, y con mucha suavidad, nos hace una seña
amistosa con la mano. La silueta ha desaparecido y el acompañante queda en
meditación un rato más...
“Acompaña durante unos instantes
al que parte, como cuando a veces hacemos un trozo de camino con un amigo
querido. Después, el que se va continúa su ruta solo y durante algunas semanas,
o tal vez meses, se construirá una nueva personalidad, unas nuevas bases sobre
las que podrá apoyarse.
Contactará con los siete Sabios de la Vida, y con otros venidos de otros planetas y de universos diferentes. Esto le permitirá aprender lo necesario para su futura encarnación, en todos los planos de su ser. Sabrá precisamente qué lazos le quedan por afinar, por liberar, pues su alma continúa su evolución y su aprendizaje del amor total. Va a recapitular, como te gusta llamarlo. Luego llegará el momento de su nueva encarnación, que aceptará alegremente, porque sabe que la vida continúa unas veces bajo una forma y otras veces bajo otra. Este futuro cuerpo es un regalo del Amor hacia la Vida, a su vida, sin límite de tiempo, de materia o de espacio. Encontrará a sus futuros padres y con ellos construirá las bases de lo que será su vida. Los encuentros entre ellos serán frecuentes. Pero esto pronto lo vas a ver.”
Contactará con los siete Sabios de la Vida, y con otros venidos de otros planetas y de universos diferentes. Esto le permitirá aprender lo necesario para su futura encarnación, en todos los planos de su ser. Sabrá precisamente qué lazos le quedan por afinar, por liberar, pues su alma continúa su evolución y su aprendizaje del amor total. Va a recapitular, como te gusta llamarlo. Luego llegará el momento de su nueva encarnación, que aceptará alegremente, porque sabe que la vida continúa unas veces bajo una forma y otras veces bajo otra. Este futuro cuerpo es un regalo del Amor hacia la Vida, a su vida, sin límite de tiempo, de materia o de espacio. Encontrará a sus futuros padres y con ellos construirá las bases de lo que será su vida. Los encuentros entre ellos serán frecuentes. Pero esto pronto lo vas a ver.”
La noche estrellada se difumina
poco a poco; nuestro anfitrión nos hace seña de seguirle, invitándome a salir. Tomamos
un camino bordeado de vegetación verde, rosa y blanca que nos conduce a un
pequeño edificio redondo, con el techo en cúpula, de un material cristalino e irisado.
Anne Givaudan, sobre su libro Alianza, 2 de 4
Anne Givaudan, sobre su libro Alianza, 4 de 4
Anne Givaudan, sobre su libro Alianza, 1 de 4
Anne Givaudan, sobre su libro Alianza, 3 de 4
Anne Givaudan, sobre su libro Alianza, 4 de 4
………………………………………………………………………..
(A continuación dos testimonios
donde personas fallecidas vuelven desde
del Mas Allá para comunicarse con sus familiares; testimonios recogidos en el
libro Estoy Bien, del investigador y
escritor J.J.Benitez)
Del
libro Estoy Bien, de J.J.Benitez
TRIDIMENSIONAL Y TRANSPARENTE
El
2 de agosto de 1987 falleció en España el padre de una distinguida dama
norteamericana a la que llamaré Cruz.
El
dolor la destrozó.
Pues
bien —según me relató—
a los cinco días del entierro, cuando caminaba por la calle
Reina
Mercedes, en Sevilla (España), sucedió algo para lo que no tiene explicación.
Vi
a mi padre, entre la gente...
Avenida Reina Mercedes, Sevilla (España) |
Sólo
vi la cabeza...
Flotaba
a escasa distancia...
La
gente la atravesaba...
Yo,
entonces, estaba muy atormentada. No lograba superar la muerte de mi querido
padre...
Él
me miraba con mucha intensidad. Sus ojos eran muy penetrantes...
Era
una cabeza tridimensional, con volumen, y algo más grande de lo normal...
Entonces
me dijo: «Estoy bien... Estoy bien.»
A
partir de ese momento dejé de sufrir...
Ahora lo sé: mi padre
sigue vivo...
TIRANTES COLOR VINO
Puede
que esté equivocado. No sé...
En
el asunto de los «resucitados», los testimonios de los médicos siempre me han
parecido especialmente atractivos. Veamos uno que me impactó.
José
Aldrich es un reconocido reumatólogo.
Vive
en Estados Unidos de Norteamérica.
He
sostenido con él numerosas conversaciones.
He
aquí una síntesis de su especialísima vivencia:
—Mi
padre —relató José— se llamaba José Joaquín Aldrich
Fábregas. También era médico...
»Falleció
el 6 de septiembre de 1998 a las cinco y media de la madrugada...
»Yo
estaba con él...
»La
causa de la muerte fue una arritmia cardíaca...
»Ese
día, más o menos hacia las doce de la mañana, cuando acompañábamos a mi madre
en su casa, él, mi padre, se presentó...
»Mi
madre se sintió cansada y decidió sentarse en un banco...
»Nos
hallábamos en un corredor acristalado...
»Entonces,
en la calle, vi una gran luminosidad...
»Era
una especie de media naranja de color blanco, muy intenso...
»Se
hallaba en el suelo...
»Podía medir cuatro o
cinco metros de diámetro y tres de alto...
»Estaba muy cerca del corredor...
»Y allí descubrí a mi padre, entre
la semiesfera y los cristales del corredor...
»Me miraba...
»Yo quedé perplejo. Hacía siete
horas que había muerto...
»Se le veía feliz...
»Levantó el brazo izquierdo y me
lanzó un beso...
»Yo me froté los ojos, pensando
que veía visiones, pero no. Aquello era real...
»Después alzó el brazo derecho,
despidiéndose...
»Dio media vuelta y se dirigió
hacia la cúpula luminosa...
»Ahí desapareció...
—Vayamos por partes —le interrumpí—. ¿Cómo era la media naranja?
—Luminosa, de un blanco fuerte,
pero se podía mirar sin que lastimase los ojos.
Solicité
de nuevo las dimensiones y Aldrich repitió lo ya dicho: cuatro o cinco metros
de diámetro y otros tres de altura, aproximadamente. El padre se hallaba a
cinco metros de
José.
Le
pedí que dibujara el corredor y la posición de la «media luna», así como la
ubicación del padre. Como ya he dicho, sólo comprendo lo que puedo dibujar...
—Era una cúpula (?) muy singular —añadió
Aldrich—. Era opaca.
No se veía a través de ella. Detrás había coches aparcados, pero no se
distinguían.
El médico buscó un símil.
El médico buscó un símil.
—Parecía agua sólida. ¿Recuerdas
la película Stargate?
—Sí.
—Pues eso... Era como un sólido
acuoso.
— ¿Qué impresión te produjo?
—No lo interpreté como un
vehículo. Más bien me pareció una «puerta»... Una forma de pasar de un lado a
otro.
— ¿Estás pensando en otra
dimensión?
—Sí.
—Empecemos de nuevo. Tu
padre había fallecido y tú te encontrabas en la casa de tu madre...
—En efecto. Mami sufría un severo
Alzheimer. Mis hermanos y yo estábamos acompañándola. Y a eso de las doce o
doce y media, cuando cruzábamos por el referido pasillo acristalado, mi madre
se sintió cansada y optó por sentarse en un banco.
— ¿Llovía?
—No, pero el cielo presentaba
nubes altas, de tormenta. Fue en esos momentos, al sentarse, cuando vi la
seminaranja. Estaba muy cerca de la casa. Y allí, entre la cúpula luminosa y el
corredor, se presentó mi padre...
—Murió a las cinco y media
de la madrugada...
—Así es. Yo estaba con él. Y lo
acompañé hasta las ocho de la mañana.
—Y dices que tu padre estaba
feliz...
—Tenía una sonrisa enorme, como si
fuera el día más feliz de su vida.
Aldrich
pensó lo que iba a decir y lo manifestó con total seguridad:
—Si algo me ha dado tranquilidad
fue esa cara de felicidad. Lo tenía todo: belleza, amor, paz... Lo siento: no
sé describírtelo.
— ¿En qué momento lo viste
por primera vez?
—Cuando ayudaba a mi madre a
sentarse. Como te digo, me froté los ojos. Allí estaba, al otro lado de los
cristales, mirándome. Tenía los brazos caídos y la mano izquierda sobre la
derecha. La sonrisa era pícara, como el que sabe que va a dar una sorpresa...
—Háblame de su aspecto.
—Representaba unos cuarenta y
cinco años. Mi padre tenía ochenta y dos cuando falleció. Lo vi en plena forma.
Pelo negro, con algunas canas, bigote, ligeramente blanco, y la dentadura
perfecta; la suya...
—No entiendo.
—Al morir, mi padre usaba
dentadura postiza. No había separación entre los dientes. Cuando lo vi, después
de muerto, sí existían esas separaciones. La dentadura, por tanto, era la suya.
— ¿Cómo vestía?
—Llevaba un polo blanco, de manga
corta, con cuello y botones. El pantalón era beige, con tirantes. Eran los
tirantes habituales, muy llamativos: rojos (color vino), de cuatro o cinco
centímetros de anchura, y bandas exteriores también color beige.
— ¿Usaba tirantes a los
cuarenta y cinco años?
—No. Eso me extrañó. Empezó a
utilizarlos a los setenta, cuando empezó a perder peso.
— ¿Y los zapatos?
—Negros, tipo mocasín, con
calcetines blancos.
— ¿Hubo algo en la
indumentaria que te llamara la atención?
—Además de los tirantes, el polo.
Él no usaba prendas que no tuvieran bolsillos. Le gustaba cargar una pluma... Y
otro detalle: la ropa aparecía muy bien planchada. Eso no era habitual en él.
Era muy descuidado.
— ¿Dirías que, físicamente, estaba en lo mejor?
— ¿Dirías que, físicamente, estaba en lo mejor?
—Sin lugar a dudas. Y también
mentalmente.
— ¿Llevaba alguna joya?
—No vi la cadena que colgaba
habitualmente de su cuello. Era una imagen de la Virgen del
Carmen. Sí observé el reloj de
pulsera en la muñeca izquierda, como siempre.
— ¿Alianza?
—Creo que no la tenía.
— ¿Cómo era la textura de la
piel?
—La que corresponde a una edad de
cuarenta y cinco años.
Aldrich
recordó otro dato; algo que consideró interesante:
—No daban sombras...
— ¿Quién?
—Él y la cúpula. Ninguno de los
dos daba sombra.
— ¿Y qué pasó?
—Mientras yo me frotaba los ojos,
él giró ligeramente hacia su derecha, levantó la mano izquierda y me lanzó un
beso.
— ¿Era un gesto habitual en
él?
—No. Conmigo sólo lo hizo una vez:
cuando yo marchaba de Cuba. Después, como te dije, alzó el brazo derecho y se
despidió. Dio media vuelta y caminó hacia la media naranja luminosa. Y
desapareció.
— ¿Se introdujo en la cúpula
luminosa?
El
doctor dudó.
—No estoy seguro. Al entrar (?),
él desapareció, y la media luna se hizo más pequeña o se fue tras mi padre. No
sé concretarlo.
—Tus hermanos estaban allí.
Y también tu madre. ¿Alguien vio algo?
—Que yo sepa no. Nadie dijo nada,
y yo tampoco. Mi hermano sí recuerda que le llamó la atención la manera de
frotarme los ojos.
— ¿Cuánto pudo durar la
visión?
Alrededor de veinte segundos.
— ¿Dirías que tu padre sigue
vivo?
—Con absoluta certeza.
A
las dos semanas de la muerte de su padre, el doctor Aldrich regresó a su
clínica. Y sucedió algo no menos sorprendente:
—Recibí a una paciente —resumió
el doctor—. La atendí
y, al marcharse, observé que lloraba...
»Me dejó preocupado...
»Esa misma tarde la llamé por
teléfono y pregunté qué le sucedía...
»La mujer explicó que, durante la
consulta, había visto a un hombre junto a mí...
»En la consulta estaba solo. Nadie
me acompañaba...
»Pero ella insistió...
»Y le pedí que lo describiera...
»Dibujó a mi padre, tal y como yo
lo había visto desde la casa de mi madre...
»Habló, incluso, de los tirantes
color vino...
»Casi se me cayó el teléfono...
JJ Benitez habla de su libro Estoy Bien. (Hay vida después de la muerte) entrevistado por el investigador mexicano Yohanan Diaz Vargas
…………………………………………………………………….
(A continuación el testimonio del
contactado Giorgio Dibitonto donde los extraterrestres le muestran justo
el instante en el cual un ser humano fallece y su “alma ó espíritu” abandona el
cuerpo y es recibido por familiares y guías espirituales.)(En este mismo blog
hay la entrada, Otras Dimensiones: Cruzando la Barrera Celeste
que comparte una parte de la temática dimensional)
Del libro Angeles
en Astronave, de Giorgio Dibitonto
…En aquel
momento entraron Rafael, Orthon y otros cuatro hombres y tres mujeres. Se
sentaron junto a nosotros, después de habernos saludado. Rafael nos invitó a
prestar atención porque se nos mostrarían algunas escenas. La voz de Kalna prosiguió: “Ahora
veréis algunas escenas, -dijo-, referentes al suceso que llamáis muerte y que
nosotros llamamos paso”.
De la habitual nube coloreada, se formaron unas figuras como ya habíamos
visto la vez anterior. Apareció la imagen de un hombre enfermo en la cama de
una habitación. Respiraba muy fatigosamente, y algunas personas, seguramente
los familiares, estaban junto a él en su cabecera".
“Es una escena terrestre, -dijo
Kalna-, la que os mostramos. Está
sucediendo realmente en este momento en vuestro planeta. Tenemos la posibilidad
de mostraros escenas del pasado, del presente y tal vez del futuro. Observad
ahora lo que va a suceder”.
Miré con curiosidad, y al rato me pareció como si el hombre se estuviese
desdoblando. Una imagen completamente semejante a la suya, pero muy ligera, se
alzó horizontalmente de la cama, dio la vuelta por el aire de la habitación y
se puso suavemente en pie sobre el pavimento. Al mismo tiempo la otra figura,
la que yacía en la cama, se quedó quieta, dejó de respirar fatigosamente, y los
familiares le cerraron los ojos y empezaron a llorar y a lamentarse en alta
voz.
El cuerpo del hombre en la cama, inmóvil y sin vida tenía ahora los ojos
cerrados, mientras su doble miraba, con una expresión de sorpresa, ya a su
cuerpo en la cama, ya a los familiares llorando. El intentaba consolar a los
suyos, hacerles comprender que no estaba verdadera y definitivamente “muerto”,
pero ellos no lo notaban y proseguían sus lamentaciones en torno al cuerpo de
la cama.
“Este
hombre, este hermano de la Tierra, ha terminado su existencia terrena, -comentó
Kalna- Ahora él vive con un nuevo cuerpo en un nuevo ritmo vibratorio vital.
Está extrañado de ver su cuerpo material
muerto en la cama, y ha tardado algunos minutos en comprender la verdad de las
cosas. Querría comunicar con los parientes que lloran su muerte física, pero no
ha comprendido todavía que vive en una dimensión distinta de la material. Este
hermano está viviendo ahora dos realidades en sí mismo: la maravillosa sorpresa
de haber descubierto que se vive también después de la muerte y ya sin el
sufrimiento físico que le había afligido hasta el tránsito, y la tristeza de no
poder comunicar con los que aún están en la vida material. Ahora ha comprendido
que puede verlos y sentirlos, mientras que ellos no pueden darse cuenta de su realidad”.
Kalna se interrumpió y nos dio la oportunidad de seguir la escena que
mostraba sus inútiles esfuerzos para decir a aquellas personas que todavía
estaba vivo y que la muerte física no quita la vida.
“Ahora veréis otra fase,- anunció Kalna; -éste es
el primer contacto con Hermanos de otras dimensiones que han sido traídos de
otros mundos para acoger al hermano que ha pasado de la dimensión material a
otra forma de vida. Ya os lo decimos: en toda la creación a nadie se deja
abandonado”.
Vimos llegar a aquel lugar, como
a través de las paredes, algunos hombres y mujeres, cuya edad parecía
comprendida entre los quince y los cuarenta años, al menos en apariencia. El
más joven, un muchacho que parecía precisamente el de menos edad, se acercó al
hombre que acababa de morir, el cual aparentaba ahora unos cuarenta años,
mientras su cuerpo era mucho más viejo, y lo abrazó. Lo llamaba “papá”, y el
hombre echó los brazos al cuello del muchacho diciéndole: “¡Hijo mío qué alegría volver a verte!. ¡Cuánto te he echado de menos!.
¿De dónde vienes?” El muchacho le dijo que estaba muy bien y que lo esperaba
desde hacía tiempo. Hubo abrazos y palabras de emoción entre el hombre y todos
los que habían venido a recibirle.
El hombre miró su cuerpo, todavía y quería hablar a los parientes que lo
rodeaban llorando, pero los demás le explicaron que no era posible, añadiendo
que le enseñarían enseguida cómo comunicar con el pensamiento y el Amor con sus
familiares dejados en la Tierra.
Estaba sorprendido, y oía también la voz de Tina que repetía: “Es increíble, pero es algo maravilloso”.
Paolo dijo algunas palabras que expresaban
emoción por aquella verdad. “Y pensar, -añadió-, que los hombres de la Tierra
esperan la muerte con terror y lloran durante años a las personas queridas
muertas”.
Mientras la
escena estaba en aquel estadio todavía pregunté a Kalna por qué una verdad así
no se daba a conocer de algún modo a los hombres de la Tierra.
“Hay razones,- respondió-, por las que los hombres de la Tierra no pueden ser informados de estas realidades. Ellos, a través del dolor y de la ignorancia causados por su conciencia oscurecida y deteriorada, recuperan valores y adquieren la conciencia necesaria para insertarse después energéticamente en aquellas realidades vitales”.
“Hay razones,- respondió-, por las que los hombres de la Tierra no pueden ser informados de estas realidades. Ellos, a través del dolor y de la ignorancia causados por su conciencia oscurecida y deteriorada, recuperan valores y adquieren la conciencia necesaria para insertarse después energéticamente en aquellas realidades vitales”.
Mientras tanto, los Hermanos que habían
venido a acoger al terrestre fallecido, habían salido de allí con él, y se
acercaban hacia un lugar que no correspondía ya a la realidad de la casa y del
ambiente donde había sucedido la muerte.
“Estáis viendo ya la realidad
astral,-explicó otra vez Kalna-. Es
decir, ahora véis la realidad energético vital relativa a aquel lugar en un
ritmo vibratorio más sutil”.
EXPLICACIONES Y
ENSEÑANZAS.
Llegamos al
lugar del encuentro cuando ya se estaba poniendo el sol. Los viajeros de la luz
no se hicieron esperar mucho: reconocimos a Rafael, y con él estaban Firkon,
Orthon, Kalna e Ilmuth. Se acercaron. Nos saludaron muy calurosamente. Nos
sentamos sobre la hierba. Veíamos el valle allá abajo, y al fondo, el mar.
Detrás de nosotros, a pocos metros, empezaba el bosque de árboles.
Rafael
miró a Firkon y comprendí que la invitaba a tomar la palabra:
“Cuando os decimos que nuestras astronaves
recorren el espacio, -comenzó
enseguida Firkon con la vivacidad que le caracterizaba-, no nos referimos solamente a
espacios materiales. El espacio comprende sobre todo ilimitados Universos
Ultra-materiales. La única dimensión que cae bajo la observación de vuestra ciencia
es la relativa a la materia. Pero las dimensiones cósmicas son tantas y tales
como para que no podáis tener de ellas la más ligera idea. Se precisa mucho
conocimiento y mucho tiempo para poder experimentar cuanto estamos diciendo. Ni
siquiera vuestra imaginación, ahora, puede alcanzar lo más mínimo tales
realidades”.
Firkon
esperó a que nuestra mente hubiese asimilado un poco lo que nos había dicho. Ví
a los Hermanos del espacio muy atentos sentados a nuestro alrededor.
“En el Cosmos, -prosiguió-, no
existe solamente la dimensión material. Existen dimensiones ultramateriales que
no muestran solamente longitud, altitud y profundidad, sino una riqueza mayor,
realidades vitales en las cuales lo que llamáis detrás, delante, encima,
debajo, dentro y fuera se convierten en limites superados. Cuanto más
evolucionado es un Universo, más se expresa su energía vital en nuevas formas
más libres y la conciencia se amplía en un respiro universal más vasto. A cada
dimensión cósmica corresponde un cuerpo humano de grado evolutivo equivalente.
Cada nuevo Universo conquistado por el alma del hombre en evolución, se
presenta a él y a sus sentidos más evolucionados en una nueva síntesis, en un
nuevo significado y en una nueva lógica desconocida en la dimensión anterior
superada. Y así cada nueva dimensión comporta realidades nuevas y nuevos modos
de ser de la energía vital que derivan siempre de las mismas Leyes Universales
que regulan toda la Creación. Cuanto más evolucionadas son las dimensiones, y
por tanto más perfectas, más la conciencia de quien la experimenta conoce el
Amor con el cual todo fue creado y el Amor que subsiste en ellas. El Amor
Universal es la fuerza vital y unitaria de todo cuanto existe”.
…………………………………………………………………………………………….
(A continuación un pequeño
extracto del libro Voces del Mas Allá
donde se explica la utilización de la Transcomunicación Instrumental, es decir
medios electrónicos tales como micrófonos, grabadoras, altavoces, ordenadores,
etc. para contactar con personas que han cruzado hasta el Mas Allá y sorprende
como en muchas de esas comunicaciones, los fallecidos describen esos lugares
dimensionalmente distintos)
Del libro VOCES DEL MAS ALLA, de Calos G. Fernández
El mensaje: Hay un mundo más allá de la muerte
A LO LARGO de los capítulos anteriores hemos podido recorrer la diversidad de fenómenos que se engloban en la transcomunicación instrumental. Y tomando estos fenómenos como una revelación proveniente desde el Más Allá, los experimentadores han construido toda una filosofía propia, utilizando como fuente documental estos supuestos contactos tecnológicos. Pero la TCI es algo más que un conjunto de fenómenos interpretados desde la creencia en la supervivencia a la muerte. Es una forma de entender el universo y es también un incipiente movimiento social.
Además
de los transcomunicadores que se han citado a lo largo de estas páginas,
existen otros muchos anónimos. Miles de personas se han lanzado -desde hace ya
algunas décadas a la búsqueda de voces de sus seres queridos ya fallecidos.
En España, y en la mayoría de los países de habla hispana, los fenómenos fueron interpretados como manifestaciones de la propia mente, quizá por la escasa tradición espírita y por la propia idiosincrasia de nuestra cultura. Sin embargo, en otros países -especialmente los centroeuropeos no ocurrió lo mismo. Primero las voces y luego el resto de los fenómenos fueron interpretados casi exclusivamente como contactos con el Más Allá. Y en países como Alemania, Italia O Suiza surgieron asociaciones dedicadas tan solo a la obtención de esos «contactos». Bajo esta estructura, organizaban congresos y reuniones de trabajo, editaban boletines y realizaban otros eventos que intentaban unir a personas que bajo una motivación común buscaban el ansiado mensaje a través de un sencillo magnetófono o con sofisticados ingenios electrónicos.
Fue
durante la celebración de una reunión en Dartinton Hall, en Inglaterra, donde
representantes de casi veinte países debatieron sobre la idea de unirse con el
objetivo común de aunar esfuerzos entre los transcomunicadores. Allí fue donde
se establecieron las bases de la «Red», con el consenso de no construir una
estructura piramidal ni jerárquica.
En España, y en la mayoría de los países de habla hispana, los fenómenos fueron interpretados como manifestaciones de la propia mente, quizá por la escasa tradición espírita y por la propia idiosincrasia de nuestra cultura. Sin embargo, en otros países -especialmente los centroeuropeos no ocurrió lo mismo. Primero las voces y luego el resto de los fenómenos fueron interpretados casi exclusivamente como contactos con el Más Allá. Y en países como Alemania, Italia O Suiza surgieron asociaciones dedicadas tan solo a la obtención de esos «contactos». Bajo esta estructura, organizaban congresos y reuniones de trabajo, editaban boletines y realizaban otros eventos que intentaban unir a personas que bajo una motivación común buscaban el ansiado mensaje a través de un sencillo magnetófono o con sofisticados ingenios electrónicos.
Imagen obtenida mediante TCI |
La
creación de la Red Internacional de Transcomunicación Instrumental (RITI)
supuso un interesante paso para la unificación de criterios e intercambio de
información entre los investigadores en transcomunicación.
La RITI estuvo constituida por una veintena de personas, entre las que se encontraban médicos, psiquiatras, ingenieros en electrónica, diplomáticos y algunos investigadores de fenómenos paranormales. La mayoría de ellos son, más allá de sus profesiones, activos experimentadores en las diferentes técnicas de la TC!.
Pedro Amorós Sogorb, incansable investigador español de la TCI (mas informacion en su pagina web: http://www.pedroamoros.com/index.php?option=com_content&view=article&id=124:psicofonias-voces-de-otra-dimension&catid=31:general&Itemid=50
La RITI estuvo constituida por una veintena de personas, entre las que se encontraban médicos, psiquiatras, ingenieros en electrónica, diplomáticos y algunos investigadores de fenómenos paranormales. La mayoría de ellos son, más allá de sus profesiones, activos experimentadores en las diferentes técnicas de la TC!.
Aunque
diferencias personales dieron corta vida a la RITI, el contacto fluido entre
los transcomunicadores permitió una cierta homogeneidad en los conceptos
filosóficos y culturales, de donde surgió una nueva forma de entender el
universo, basada principalmente en los contenidos de las transcomunicaciones.
El universo
según la TCI
Resulta poco menos que imposible el calcular cuántas personas en todo el mundo están convencidas de que contactan con el Más Allá a través de un simple magnetófono. Las psicofonías están siendo utilizadas desde hace décadas como un medio sencillo de comunicar con personas ya fallecidas, proporcionando a miles de familias una esperanza sobre la supervivencia a la muerte.
Los
diversos aspectos que conforman la cosmogonía de la transcomunicación
instrumental son muy amplios y ricos en conceptos.
El
Más Allá estaría conformado por mundos también materiales donde quien muere en
la Tierra «renacería» en este lugar, adoptando nuevos compromisos y
obligaciones, como un estadio más dentro de una progresiva evolución.
En
un mensaje recibido por el matrimonio Harsch-Fischbach se describe
brevemente cómo es este otro mundo:
Matrimonio Harsch-Fischbach |
Nosotros
tenemos un cuerpo como el suyo. Él se origina sobre una base de vibraciones más
finas... Aquí no existen enfermedades, los miembros que faltan crecen
nuevamente. Los cuerpos que en su mundo estaban atrofiados, aquí son
regenerados.
Según los interlocutores del Más Allá, los cuerpos sufren una transformación reparadora y adquiere la apariencia de una persona de entre veinticinco y treinta años: Las personas que en la Tierra mueren con edad avanzada, llegan aquí totalmente conscientes, después de un sueño reparador. Ese sueño de reposo tiene una duración terrestre de cerca de seis semanas. En algunos casos puede durar un poco menos. Los niños que llegan son cuidadosamente recibidos y cuidados por sus parientes fallecidos. Los niños crecen y continúan desenvolviéndose hasta alcanzar la edad media de 25 a 30 años. Vivimos en compañía de otras formas de vida, con seres humanos que antes de la muerte física habitaban otros planetas... (Harsch Fischbach).
Según los interlocutores de la TCI, se trata de un lugar casi paradisíaco: Los paisajes son impresionantemente bellos... Cerca de sesenta billones de humanoides se encuentran aquí, provenientes de todos los mundos existentes. La amistad y la camaradería continúan siendo cultivadas. (HF).
Este hipotético mundo donde residen los muertos recibe, en las presuntas comunicaciones Harsch-Fischbach, el nombre de Marduk, y estaría ubicado en un universo paralelo, en una dimensión imposible de acceder en nuestras coordenadas espacio-temporales. En Marduk vivirían varios billones de seres, algunos fallecidos recientemente y otros hace siglos, de la Tierra y de otros planetas, como un lugar de paso hacia otros mundos más evolucionados. Y es que, desde el punto de vista de la TCI, la evolución de los seres está marcada por un progresivo paso por mundos cada vez más sutiles, hasta alcanzar las máximas cotas de evolución. Así es como la forma de entender la vida y la muerte difiere del espiritismo reencarnacionista para aproximarse a los conceptos del espiritualismo inglés, donde la evolución estaría marcada por el paso a través de diferentes mundos cada vez más sutiles.
En el «mundo siguiente» vivirían
varios billones de seres de diferentes razas y etnias. Algunos de ellos han
fallecido recientemente, y otros hace algunos siglos. Viven en él seres de la
Tierra y de otros planetas, ya que sería apenas un lugar de paso hacia otros
mundos más evolucionados.
Según las comunicaciones
recibidas por los transcomunicadores, las características propias de la
personalidad y el carácter de las personas que llegan a este plano no
experimentan grandes cambios en el momento del «salto» a este nuevo mundo. Es a
partir de iniciar esta nueva vida donde el ser tiene la oportunidad de aprender
y superar sus propias limitaciones.
En las comunicaciones
presentadas por el matrimonio de Luxemburgo se explica que Marduk está iluminado por tres soles. El planeta gira en torno a uno
de ellos, pero otros dos iluminan su superficie de forma continua. Como
resultado de esta disposición, la temperatura es constante, muy suave y
agradable. Y al igual que la Tierra, posee una Luna en su órbita.
Marduk está surcado por un gran río, que recibe el poético nombre de Río de la Eternidad. Este se extiende a través de varios miles de kilómetros por la superficie de este mundo. A sus márgenes viven muchos y muy variados seres, normalmente agrupados por pautas culturales o de afinidad, constituyendo grupos que a veces resultan muy heterogéneos; pero que se encuentran en el mismo plano de existencia debido a su estadio de evolución.
Los vegetales y los animales
experimentan también este «salto dimensional» hacia este mundo. Por ello es por
lo que el paisaje del mundo siguiente está cubierto de abundante vegetación y
poblado por todo tipo de especies animales, incluso de algunas que ya se han extinguido en la Tierra. Sin embargo, la vida animal en este plano se
desarrolla bajo la premisa de que ningún animal debe morir para que la vida
siga desarrollándose.
La llegada de nuevas personas a este mundo tras su muerte en la Tierra está siempre arropada por otros seres que instruyen al recién llegado sobre los diferentes aspectos de su nueva vida. Estos son generalmente personas con afinidades culturales y espirituales -muchas veces sus propios familiares-que permiten un mayor entendimiento con los recién llegados. Los niños que fallecen prematuramente en la Tierra son especialmente atendidos por los familiares que los precedieron, recibiendo todo el amor y los cuidados hasta que crecen y se desarrollan hasta alcanzar una edad de veinticinco a treinta años.
Tras tomar
consciencia de las características de su nueva vida, con todas las ventajas de
un estadio evolutivo más alto, algunos seres llegan a olvidar que alguna vez
han vivido en la Tierra, o simplemente lo consideran «un mal sueño». Otros, en
cambio, conservan algunas costumbres propias de su anterior vida terrena. Razón
por la que pueden mantener relaciones sentimentales e incluso sexuales, aunque
muchos abandonan estas prácticas cuando van alcanzando nuevos estadios
evolutivos. De todos modos, la procreación no es posible en este mundo, ya que
los nuevos habitantes solo aumentan con la llegada de nuevos seres provenientes
de mundos como la Tierra.
Según se ha
podido determinar a través de las comunicaciones por TCI, Marduk estaría
ubicado en el tercer plano dentro de la escala evolutiva. Este estadio lo
ocupan los seres que -camino de su superación-esperan aprender y desarrollarse espiritualmente y poder
acceder así a planos de evolución superiores. A medida que estos seres van
accediendo a estos planos más elevados, su conciencia tiene acceso a nuevos
campos de conocimiento espiritual, que lo acercarían hasta la propia esencia de
Dios.
Siempre según la filosofía de la TCI, nuestro mundo -la Tierra-estaría en el «primer plano». El segundo correspondería a lo que muchas religiones han dado en llamar el Hades, Infierno o el Purgatorio. En este plano, los seres conservan muchos de las características menos evolucionadas, muy propias de los seres que habitan en la Tierra.
La comunicación con el Más Allá
La
comunicación entre la Tierra y ese mundo paralelo se establece por iniciativa
de los habitantes del otro lado, quienes han construido estaciones emisoras
desde donde emitir sus mensajes.
La supuesta objetividad que presenta la tecnología como medio para transmitir un mensaje estaría subordinada a las capacidades psíquicas del operador, y por supuesto a la voluntad de los comunicantes. Por ello es por lo que los transcomunicadores afirman que ningún equipo por sí solo puede garantizar la comunicación con el otro mundo. Así es que el conjunto formado por el equipamiento electrónico y la psique humana -en especial sus pensamientos-serían el alma máter de cualquier transcomunicación, formando lo que se conoce como Campo de contacto.
Según
la TCI, existirían en nuestro planeta puntos a través de los cuales los
comunicantes del Más Allá podrían –no
sin esfuerzo-enviar objetos materiales, tal como si fueran «aportes».
Algunos transcomunicadores -Maggy Harsch, por ejemplo-dicen
haberlos recibido.
El sacerdote italiano Ernetti |
La Iglesia y la
transcomunicación
La
historia de la transcomunicación instrumental está de alguna manera vinculada a
la Iglesia católica. Recordemos que fueron dos sacerdotes italianos -Gemelli
y Ernetti-
los que comenzaron la primera investigación sobre las voces. y desde entonces
muchos sacerdotes se han implicado en la transcomunicación instrumental en los
últimos cincuenta años, en aparente contradicción con los preceptos
eclesiásticos sobre la comunicación con personas fallecidas.
En este sentido, uno de los principales divulgadores de la TCI en los últimos años es el sacerdote francés Francoise Brune. La publicación de su libro Los muertos nos hablan constituyó un importante foco de divulgación de la comunicación con presuntas personas fallecidas a través de medios técnicos, que se suma a los cientos de seminarios, conferencias, entrevistas e intervenciones en medios de comunicación de Europa y América que el sacerdote parisiense ha realizado en las últimas décadas.
El sacerdote frances Francoise Brune, investigador de la TCI y autor del libro Los muertos nos hablan. |
La TCI y la ciencia
Todo
lo que hemos visto en páginas anteriores podría simplificarse como un conjunto
de experiencias donde existe una supuesta comunicación con seres ya fallecidos
usando como soporte distintos aparatos electrónicos. Pero el carácter
probatorio de estas experiencias se reduce -en el más propicio de los casos-a
una convicción personal de los protagonistas. Y es que la ciencia no ha
aceptado aún la existencia de este fenómeno, y mucho menos que se trate de
comunicaciones con personas ya fallecidas.
En este vídeo el sacerdote Francoise Brune nos explica sus investigaciones sobre la Transcomunicacion Instrumental.
Porque
la tecnología es el soporte que sustenta a las presuntas comunicaciones, es la
propia técnica la que se hace cargo de las investigaciones, aunque avanza mucho
más lentamente que el ritmo que marca el propio fenómeno.
Conocer
cuáles son las investigaciones más importantes que se han realizado con
supervisión técnica, determinar cuáles son las características que definen a
las voces y saber qué dicen los análisis que compararon las voces de vivos y
muertos es la temática que abordaremos en el próximo capítulo, así como las
hipótesis alternativas que pretenden explicar todos los fenómenos de la
transcomunicación instrumental.
……………………………………………………………………………………………
(He traído un pequeño extracto del libro Vida después de la Vida, del doctor
Raymond A. Moody, médico internista que recopiló muchos testimonios de
personas que habían atravesado el umbral de la muerte. La coincidencia, en
general, de todas las descripciones de E.C.M. (experiencias cercanas a la
muerte) donde el paciente siente como se separa del propio cuerpo y se
“desplaza” por un túnel hacia una luz y es recibido por parientes ya fallecidos
asi como por seres espirituales, es concluyente…)
Del libro VIDA DESPUÉS DE
LA VIDA, (Título del
original inglés: LIFE AFTER LIFE (1975))
de RAYMOND A. MOODY, JR.
Encuentros
con otros
Algunos me dijeron que en determinado momento, mientras estaban
muriendo -a veces nada más iniciarse la experiencia, a veces después de que
habían tenido lugar otros acontecimientos- se daban cuenta de la presencia de
otros seres, que estaban allí para facilitarles la transición a la muerte o, en
dos casos, para decirles que su tiempo de morir no había llegado y debían
regresar a sus cuerpos físicos.
Tuve esta
experiencia cuando estaba teniendo un hijo. El parto fue difícil y perdí mucha
sangre. El doctor dio el caso por perdido y dijo a mis parientes que estaba
muriendo. Sin embargo, me daba cuenta de todo, y cuando le oí decir eso sentí
que volvía en mí. Cuando lo hice, me di cuenta de la presencia de multitudes de
ellos flotando por el techo de la habitación. A todos los había conocido en mi
vida pasada y ya habían muerto. Reconocí a mi abuela y a una compañera de la
escuela, así como a otros muchos parientes y amigos. Creo que, sobre todo, vi
sus caras y sentí su presencia. Todos parecían complacidos. Era una ocasión de
felicidad y sentí que habían venido para protegerme o guiarme. Era como si
estuviera volviendo a casa y ellos se encontraran allí para darme la
bienvenida. En ese tiempo tuve la sensación de que todo era luminoso y bello.
Fue un momento glorioso.
Un hombre recuerda:
El doctor Raymond A. Moody JR. |
Varias semanas antes de mi experiencia de proximidad a la muerte, Bob, un buen amigo mío, había sido asesinado. Cuando salí de mi cuerpo, tuve la sensación de que Bob estaba allí, a mi lado. Podía verlo en mi mente y sentir su presencia, pero era algo extraño. No lo vi con su cuerpo físico. Podía ver cosas, pero no en forma física, sino algo así como en su apariencia. ¿Tiene algún sentido todo esto? Él estaba allí y no tenía cuerpo físico. Era una especie de cuerpo transparente, y aunque podía sentir todas sus partes -piernas, brazos, etc.-, no las veía físicamente. En aquellos momentos no pensé que fuera extraño, pues no necesitaba verlo con mis ojos. No tenía ojos, además.
Le pregunté:
«Bob, ¿adónde voy ahora? ¿Qué ha ocurrido? ¿Estoy muerto?» Nunca me respondía,
no decía una palabra. A menudo, mientras estuve en el hospital, lo vi allí y le
repetí las preguntas; pero nunca respondió. El mismo día que el doctor dijo que
viviría, él desapareció. A partir de ese momento ni lo vi ni sentí su
presencia. Era como si hubiera estado esperando a que pasase esa frontera final
para hablarme y darme todos los detalles de lo que iba a suceder.
En algunos casos, los espíritus que encontraron no eran personas a
las que hubieran conocido en la vida física. Una mujer me contó que durante su
experiencia de separación del cuerpo no sólo vio su propio y transparente
cuerpo espiritual, sino el de otra persona que había fallecido recientemente.
No sabía de quién se trataba, pero hizo una observación muy interesante: «No
veía que esa persona, ese espíritu, tuviese una edad determinada. Ni siquiera
yo tenía un sentido del tiempo.»
En unos cuantos casos, los entrevistados han llegado a creer que
los seres con los que se encontraban eran sus «ángeles guardianes». A un hombre, el espíritu le dijo: «Te
he ayudado en este estadio de la existencia, ahora te haré pasar a otros.»
Una mujer me dijo que, mientras estaba abandonando el cuerpo, detectó la
presencia de dos seres que se identificaron como «ayudantes espirituales».
En dos casos muy similares me
hablaron de haber escuchado una voz que les decía que no estaban muertos y
debían regresar. Uno de ellos lo cuenta así:
Oí una voz.
No era una voz de hombre, sino algo que está más allá de los sentidos. Me dijo
lo que debía hacer -«regresar»- y que no debía
sentir miedo por volver a mi cuerpo físico.
Los seres espirituales pueden tener una forma algo más amorfa.
Mientras
estuve muerto en aquel vacío hablé con gente; en realidad no puede decirse que
hablase con gente corporal. Tenía la sensación de que había gente que me
rodeaba. Podía sentir su presencia e incluso sus movimientos, pero no pude ver
a nadie. De cuando en cuando hablaba con alguno de ellos, pero no podía verlos.
Siempre que preguntaba qué era lo que ocurría recibía un pensamiento de alguno
de ellos diciéndome que no pasaba nada, que estaba muriendo pero que sería
hermoso. Por tanto, nunca me preocupé de mi condición. Siempre obtenía una
respuesta a cada pregunta que hacía. No dejaron mi mente en la incertidumbre.
…………………………………………………………………..
(A continuación una pequeña parte del libro Los grandes contactados,
de Manuel Navas Arcos donde los
extraterrestres le explican al contactado Mel Noel, un coronel de la Fuerza Aérea
Norteamericana, la forma en la cual funcionan los ciclos de reencarnación así
como la existencia de Dios y el edificio macrocosmico del propio Universo.
Anteriormente existe una entrada en este mismo blog titulada ¿Creéis en Dios? Existen 150 billones de Universos
en expansión relacionada con esta temática.)
Del libro Los grandes contactados, de Manuel Navas Arcos
Vosotros debéis aprender y aceptar que hay más de 150 billones de
Universos en continua expansión...
LA
ALUCINANTE HISTORIA DE MEL NOEL.
(Año 1.953)
El Giornale del Misteri del mes de Enero de 1.975 nos cuenta una
alucinante historia de un oficial piloto de la Fuerza Aérea Americana, llamado Mel
Noel.
Después de haber callado por muchos años dado que fue obligado al
silencio por sus superiores, Noel se ha decidido finalmente a contar sus
personales experiencias. Mel Noel no ha buscado ni desea publicidad y no ha
recibido ninguna ganancia material por sus manifestaciones. Noel es conocido en
su ambiente como persona honesta y digna de estima. Asegura que el contenido de
su informe responde plenamente a la verdad y afirma estar decidido a hablar por
exigencias de romper, de una vez por todas, la barrera del silencio que la
autoridad guarda celosamente en torno al tema UFO. He aquí el informe.
Sucede en 1.953 y en los primeros meses de 1.954. Ninguno de
nosotros había tomado parte directa en la guerra de Corea porque todavía
frecuentábamos la Escuela de Vuelo. Habíamos sido asignados a una escuadrilla
aérea situada en una región occidental de los E.E.U.U. Poco tiempo después tres
de nosotros fuimos elegidos y se nos dijo que debíamos participar en una
misión. Se nos afirmó que estaba en juego la seguridad del Estado. Nunca
supimos por qué la elección había caído sobre nosotros. Se nos había dicho que
la misión tenía que ver con los Ufos. Se nos hizo también saber que todo
aquello que nos ocurriera en el curso de la misión, era estrictamente secreto y
que no podíamos hablar ni con los amigos ni con los familiares, ni siquiera con
los otros oficiales; ni tampoco entre nosotros mismos. Nos dijeron: ¡Haced
vuestro informe y después olvidad cualquier recuerdo de la mente, haceros la
idea de que nada sucedió!.
Por muchas horas seguidas se nos mostró films tomados por aviones
militares. Se nos enseñó centenares de fotografías de UFOS, muchos de estos
documentos provenían de los archivos gubernativos y otros habían sido
confiscados a civiles.
Recibímos instrucciones para específicas maniobras de vuelo y se
nos aseguró que todas las armas de nuestro Jet F‑86‑A habían sido sustituidas
por aparatos fotográficos y cinematográficos, y por películas infrarrojas.
Cuando fuimos instruidos suficientemente sobre la misión, nos
pusieron a las órdenes de un Coronel que no hacía parte de nuestra escuadrilla,
había venido directamente desde Washington. Durante todo el tiempo él fue
nuestro inmediato superior y enseguida se hizo un buen amigo y confidente.
Cuando estábamos en misión tenía un comportamiento militar; no hablaba nunca de
argumentos personales, sociales o de actualidad; pensaba sólo en el silencio.
Antes del inicio de la misión, nosotros estábamos convencidos de
que no sucedería nada especial y aunque sabíamos que nuestro trabajo tenía que
ver con los UFOS, no pensábamos encontrarnos con ninguno. ¡Y mucho menos
escucharlos!
Los primeros vuelos los hicimos para orientarnos con las más
diversas situaciones climáticas. Volamos en estrecha formación a cerca de
38.000 pies de altura sobre la región de Rocky Mountains de Idaho, en Utah y
también más al norte.
Cuando tuvimos el primer avistamiento, el Teniente X anunció:
Bogeys, son las nueve horas, nuestra misma altura. La palabra Bogeys hace parte
de una particular terminología del Air Force. Significa objeto volante
desconocido; cualquier cosa que no es nuestra y que la vemos junto a nosotros.
De esto éramos todos conscientes.
Eran 16 objetos en perfecta formación en V, volaban cerca de
nosotros a la misma velocidad; era de 680 nudos (1 nudo = 1.85 Km/h). A esta
velocidad era posible distinguirlos relativamente bien. Notábamos que estaban
rodeados de un aura, como si fuese una iluminación tenue parecida al neón.
Mi impresión. Estaba bastante confuso, no sabía lo que estaba
pasando. Nunca antes había visto ningún objeto semejante. No hablamos después
de volar juntos un rato.
Nos acercamos pero obedeciendo la orden de mantener una cierta
distancia. Sabíamos bien qué les había sucedido a los aviones que se habían
acercado mucho y no teníamos ningún deseo de acabar como ellos.
Los objetos rompieron la formación y se hicieron cuatro grupos de
cuatro objetos cada uno. Después de un minuto rompieron también esta formación
y nos enseñaron maniobras que son absolutamente imposibles para nuestros
aviones; se paraban de repente a velocidades no inferiores a 3.000 millas y así
como se apaga una luz. Después arrancaban de la misma forma. Cuando se paraban
podíamos distinguir bien los contornos. Tenían un diámetro de 150/180 pies y
una altura en su centro de 20 a 30 pies. Cuando aceleraban el color del aura
cambiaba como el espectro. No sentíamos ningún ruido.
Todas las maniobras duraron 8 minutos y después los UFOS
desaparecieron en la misma forma que habían aparecido. Nada más aterrizar se
nos volvió a recordar el mantener silencio sobre cuanto habíamos visto. Hicimos
nuestro informe. Nunca supimos si las cámaras fotográficas a bordo de nuestros
aviones habían tomado fotos, dado que las películas fueron recogidas apenas
habíamos aterrizado. Tampoco supimos donde habían sido llevadas.
Volamos durante algún tiempo sin tener ningún avistamiento. Luego
vimos los UFOS por segunda vez y eran 5 y también esta vez fue el Teniente X el
que los vió primero. Todo se desarrollo como la primera vez, pero estaban allí
y se movían oscilando de arriba a abajo. Las leyes físicas que habíamos
estudiado en la escuela nada tenían que ver con sus maniobras.
En el tercer avistamiento se nos ordenó cambiarla frecuencia de
nuestros aparatos de radio. Esta orden se nos trasmitió en código, en una forma
que nosotros llamamos código alfabético al revés. Tardé 20 o 25 segundos para
encontrar la frecuencia.
Cuando finalmente la encontré, oí una voz que hablaba y no era la
mía ni ninguna de las otra tres de la escuadrilla. Esta voz respondería a
algunas preguntas.
Debo precisar que ni yo ni los otros tres pilotos hicimos ninguna
pregunta, y aún así la calidad de la transmisión era tan perfecta como si
utilizáramos las radios de la Base. La comunicación era clarísima, la
pronunciación y la utilización de las vocales, excelente, sólo que las palabras
eran pronunciadas muy lentamente. Más tarde el Coronel dijo que había sido él a
preguntar.
Dijo: No he formulado preguntas con la voz, las he pensado
simplemente y ellos no han respondido a todas las preguntas, sólo a un par de
ellas. Dijo también que la primera pregunta fue:
‑ ¿Creéis en Dios?...
Había preguntado esto porque si se trataba de criaturas
inteligentes creyentes en Dios se podía presumir que no tenían intenciones
hostiles.
La respuesta la habíamos escuchado todos:
‑ Vosotros debéis aprender y aceptar que hay más de 150 billones
de Universos.
La otra pregunta había sido la siguiente:
‑ ¿De dónde Venís?...
La respuesta había sido ésta:
- Nuestras escuadrillas están compuestas por individuos provenientes de
los planetas que vosotros llamáis Venus, Júpiter, Mercurio, Marte, Saturno.
El resultado de esta aventura fue que cuando aterrizamos no nos
teníamos en pie. Estábamos literalmente destruidos, no nos encontrábamos
preparados para lo que había sucedido, deseábamos sólo no seguir formando parte
de la misión y marcharnos, y así lo dijimos claramente. Se nos facilitaron
tranquilizantes y seguido el Coronel nos dijo: No habléis a ninguno de esta comunicación. Decid sólo que hemos visto
los UFOS, pero no hablad del tema de la radio.
Saturno |
El siguiente día fuimos relevados de la misión especial y nos
llevaron al servicio regular. Pero era un problema el vivir después de haber
pasado aquella experiencia. Yo he hablado con veteranos de guerra, he visto las
consecuencias psicológicas del combate cuerpo a cuerpo. Es la misma cosa, se
juzga a la humanidad, se juzga el propio modo de pensar, el mundo etc...y se
pregunta uno cómo se puede conciliar esta experiencia con mi vida, con mi
habitual forma de vida.
Pero ésta es tan sólo la primera parte de la historia.
Dos meses después el Coronel me telefoneó y me dijo: Venga
a mi casa, quisiera hablarle. Fui contento porque esperaba que un
coloquio con él me ayudaría.
Cuando llegué vi a los otros dos pilotos, habían ya llegado. El
Coronel estaba nervioso, caminaba de arriba para abajo y al final nos dice: yo
deseo hablar con alguien, debo decir lo que sucede. Lo escuchaba
conteniendo la respiración, yo debo tomar una decisión. Continuó
Pero
tengo la necesidad de hablar con alguno que me pueda entender. Creo que solo
vosotros estáis en grado de comprender. Yo he descubierto la verdad. Calló
un momento y después continuó: yo soy a
pesar de todo un oficial de este país, hago parte de la Fuerza Aérea y tengo
deberes y responsabilidades. Y la verdad que he descubierto no se
concilia con todo esto. Debo tomar una decisión. No sé qué hacer, pero
ciertamente ellos no hacen saber nada de cuanto ha de suceder. Dudó
un poco y luego concluyó: Esto es cuanto puedo deciros, nos veremos
pronto.
Nos telefoneó después de un par de semanas: Venid tengo algo que deciros.
Aquella comunicación no fue la primera; es la primera que junto a mí había
alguno más. Después nos contó alguna cosa de su experiencia y no creo que nos
haya dicho ni una décima parte de cuanto sabía, pero aún así para nosotros era
mucho.
Nos dijo también que los discos no pueden volar de un planeta a
otro. Las naves madres sirven para el transporte interplanetario de estos
discos. Ellos provienen de diversos planetas incluso fuera de nuestro sistema
solar.
Durante un vuelo hacia Luke Base Aérea de Phoenix (Arizona)
había hablado por primera vez con los pilotos de estas naves. Ellos le habían
informado que habían organizado un encuentro a bordo de un UFO a 18 Kms. de Phoenix, el
Coronel había entrado en un disco de 150 pies de diámetro que se encontraba en
un rincón solitario del campo, apoyándose sobre tres soportes.
Después el Coronel nos ensenó un pequeño disco metálico. Le había
sido dicho que retuviera el disco con las manos en el estómago para no sufrir
daños en la entrada del campo de fuerza del UFO. A bordo le fue presentado un Maestro
y había comenzado a hacerle preguntas sobre el porqué se encontraba allí y
sobre lo que se esperaba del futuro. Me dijeron, contó el Coronel, que
eran responsables de este planeta que un futuro no se encontraría en
condiciones favorables. Nuestro planeta es considerado como un purgatorio donde
vienen encarnados quienes tienen problemas de fondo por resolver. Ellos me
explicaron qué era la reencarnación.
El Maestro hizo una serie de
previsiones, incluso
sobre el futuro de California. Ellos me anunciaron el inicio de una nueva Era
cuyo influjo se estaba ya notando pero que se sentirá plenamente hacia el año
2.000. Como preparación deseamos hacer numerosos cambios políticos,
revoluciones religiosas y sociales. Los habitantes de la Tierra producen
vibraciones de tipo permanentemente negativas. Nuestro mundo es materialista y
no cree más en lo que ve. Los hombres prefieren cosas tangibles, pero debemos
aceptar que no poseemos nada, ni siquiera a nuestros propios hijos.
El Coronel dijo después que nosotros los hombres habíamos recibido
en cierta medida una licencia para gobernarnos solos. No sabía quién había
concedido tal licencia, pero éramos libres de utilizarla tierra, el agua, el
aire. No teníamos tasa que pagar por este uso sino cumplir lo que ordenaba la
Ley Universal de Causa ‑ Efecto.
El Coronel había pedido explicaciones a propósito de lo que
nosotros llamamos Karma. El Maestro había dicho: La reencarnación es simple, como
la escuela elemental; se va por primera vez y se aprende lo que es necesario,
al final de año se afronta el examen y se es admitido en la clase siguiente que
abre mayores posibilidades de enseñanza. Segundo, se suspende y se debe
repetir clase. Tercero, se está en el curso todo el año y se retira uno justo
al examen; en este caso, se debe estar por centenares de años, quizá miles,
fuera de la escuela antes de coger el nivel de conciencia que consiste en
afrontar la prueba.
El Maestro había dicho también: Los niños son vuestra única
esperanza. A los cuatro años los habéis ya influenciado con vuestros perjuicios,
desconfianza, odio, egoísmo hasta el punto de encontrarse ya en el camino
equivocado. Nosotros comenzamos ya educar a los niños a los 3 meses de edad. A
los 15 años ya son campeones de la telepatía. Esto es concluyó el Coronel ahora
sabéis todo, podéis hacer lo que queráis, aceptarlo o no aceptarlo.
En 1.957 nos separaron y no retorné a Connecticut dos años después recibí un telegrama del Coronel;
estaba en el aeropuerto de White Plants
y me daba su número de teléfono. Lo llamé y él me invitó a ir a encontrarlo,
porque tenía cosas importantes que decirme. Cuando llegué salió a mi encuentro
muy contento. ¡He decidido irme con
ellos! exclamó yo le dije: Coronel, han pasado 2 años, me debe poner al
corriente. ¿Qué quiere decirme? Lo que le he dicho: dentro de tres días me voy
con ellos.
‑ ¿Tiene miedo?...
‑ ¡Nada! Soy el hombre más feliz del mundo. Espero este momento
como un niño espera a Papa Noel. Sé donde iré y esto es muy importante.
Desde entonces le llamé por teléfono cada día. Si estaba en vuelo,
me llamaba él a su regreso. El 27° día lo busqué en el aeropuerto y se me
informó que estaba en misión sobre el Atlántico, dejé dicho que me llamase,
pero no lo hizo, entonces volví a telefonear y me dijeron que su avión no había
regresado. Esperé un par de horas y volví a llamar: Lo estamos buscando, se ha
perdido. A la mañana siguiente volví a llamar: Ninguna señal de él ni de su
aparato. Renunciamos a buscarlo.
Seguidamente, paso a sintetizar para el lector, los principales
aspectos que se dan en este contacto.
1° El testimonio nos viene dado por un oficial de las Fuerzas
aéreas americanas. En este aspecto militar podemos observar, como ya en aquel tiempo
las Grandes Superpotencias amonestaban a sus pilotos para mantener en silencio
la realidad Ovni y Extraterrestre.
2° Vosotros debéis de aprender y aceptar que hay más de 150
billones de Universos...
Esta respuesta a la pregunta ¿Creéis en Dios?, debe hacer
reflexionar a las personas de la Tierra que todavía se creen ser los únicos
seres inteligentes del Universo. A estas personas las invito a meditar lo
siguiente.
Según revelación extraterrestre, este Edificio Macrocósmico el
cuál apenas percibimos está compuesto por más de 150 billones de Universos en continua
expansión.
Si tenemos en cuenta que cada Universo está compuesto por millones
y millones de Galaxias como nuestra Vía Láctea o más grandes. Y si cada Galaxia
está compuesta por millones y millones de sistemas Solares como el nuestro o
más grandes, iremos teniendo una Tierra que viene a ser como un grano de arena
frente al desierto de Sahara. De lo que se deduce, que el creernos los únicos
seres inteligentes del Universo, es el mayor acto de presunción en el que puede
caer el ser humano.
Por otro lado, si el hombre se observara más interiormente, vería
como hay una innata predisposición, que tarde o temprano le empuja hacia lo
alto. Esta es la Deidad que todo hombre lleva dentro de sí, y que reconoce al
Cosmos Infinito como su real Patria.
Un día también el hombre de la Tierra viajará por ese Cosmos con
las gratificantes experiencias que ese logro le ofrecerá. Pero antes el hombre
deberá saber quién es, que hace aquí, y cuál debe ser su relación con el Todo
que le rodea. Solamente entonces podrá ingresar en la Confederación
Intelestelar de Mundos redimidos. Nunca antes.
3° La procedencia de las naves extraterrestres de: Venus. Marte,
mercurio, Saturno etc., es avalado por el testimonio de otros Contactados. Así mismo, el encontrarnos en
estos momentos viviendo un cambio de Era, es un hecho no solamente avalado por
los grandes contactados de nuestro tiempo sino también por casi todas las corrientes
espiritualistas.
San Francisco, USA |
Sobre el futuro de California, aunque Mel Noel no se pronuncia,
existen varias fuentes de información que anuncian el inminente hundimiento de Los Angeles, San Francisco y de casi toda California debido al estado precario
en que se encuentra la falla de San Andrés.
4° Hemos podido observar como la Reencarnación no es solamente
exclusiva propiedad de algunas Religiones de la Tierra. Sino que el
extraterrestre la tiene asumida y aceptada en su conciencia.
Efectivamente, la reencarnación es una constante en el Universo
entero. No solamente se reencarnan las humanidades, también lo hacen los reinos
inferiores. Así mismo, los sistemas Solares y las Galaxias, una vez terminados
sus ciclos de fecundidad también se reencarnan. No en vano fue dicho: De polvo
a roca y de roca a polvo. Todo muta. Toda cambia. Para servir y ser servido.
(A continuación transcribo sintetizado un artículo aparecido en la
revista española Año Cero, que dirige
magistralmente Enrique de Vicente, donde
se analiza lo concerniente al Mas Alla,
estudios realizados utilizando la TCI (Transcomunicación Instrumental) e
incluso las aportaciones de algunos médiums. Destacar el testimonio de Juan Carlos Carmona, cuando su moto fue
embestida por un automóvil…)
De la revista Año Cero / Así es el Mas Allá Según
médiums, transcomunicadores y protagonistas de Experiencias Cercanas a la
Muerte
En su momento, entrevisté a decenas de protagonistas de
experiencias cercanas a la muerte (ECM). Para mi sorpresa, los relatos de todos ellos,
independientemente de sus creencias, nivel cultural y educativo, ideología,
etcétera, eran prácticamente similares en cuanto a la estructura de la
trascendente vivencia: el túnel con la luz al fondo, el repaso a la propia vida, él
encuentro con entidades espirituales y/o familiares fallecidos, la
indescriptible sensación de paz y bienestar y, por supuesto, el regreso a
nuestro mundo, la mayor parte de las veces en contra de la voluntad de los
propios individuos. « El paraíso existe y yo
estuve allí», solían repetirme los protagonistas
de ECM. Así
lo piensa también Juan Carlos Carmona, quien fue arrollado por un automóvil
cuando circulaba con su moto por la Ciudad Universitaria de Madrid.
Inmediatamente, contempló desde lo alto su cuerpo tirado en la carretera.
«De pronto, distinguí a lo lejos una luz roja muy potente, como el
Sol, pero no deslumbraba nada -me contaba Carmona-, Empecé a aproximarme hacia la misma, que iba
creciendo de tamaño según avanzaba. Me vi entonces en un túnel de energía, y
acabé atravesando la luz. Sentí lo mismo que cuando se para de golpe un
ascensor, y vi un paisaje verde y, al fondo, varios edificios blancos dentro de
una cúpula de cristal. Todo emitía una especie de resplandor indescriptible», En
ese momento, mi informante vio cómo se le aproximaba un ser luminiscente, que
le dijo: «Todavía no es tu momento, regresarás. Pero antes vamos a repasar tu
vida». Inmediatamente, empezó a contemplar toda su existencia. «Pasaba
muy rápido, pero lo entendía todo, al tiempo que sentía cómo habían afectado
mis acciones a otras personas. En esa época era cazador, y te juro que percibí
el sufrimiento de los animales, Nunca más volví a practicar la caza. De pronto,
noté otra vez como si un ascensor se parara, y desperté en mi cuerpo. Iba
dentro de un coche que me trasladaba a toda velocidad al hospital».
UNA
FELICIDAD INDESCRIPTIBLE
El contacto con esa inefable luz al final del túnel constituye,
según los protagonistas de ECM, el acceso a la auténtica existencia, al
paraíso, al nirvana, al cielo que tratan de explicar numerosas religiones. «Al
llegar a la luz sentí una felicidad tan inmensa que no existen palabras
que la puedan expresar -narra Adela de la Fuente en su libro Mi
experiencia en el Más Allá (Obelisco,
1996)-, Descubrí que la luz no me resultaba extraña. Por el contrario, presentí
haberla conocido desde siempre. En cuanto estuve a solas con la luz o con Dios,
porque para mí es lo mismo, lo comprendí todo: el para qué de nuestra
existencia y el porqué de la creación».
Efectivamente, esa sensación de plenitud absoluta, de entender la
razón de la vida, de comunión cósmica, se repite en muchos relatos de ECM. En
cuanto a esa inaprensible luminosidad, De la Fuente refiere lo mismo que
decenas de miles de personas que pasaron por el mismo trance: que la luz no
sólo es la Inteligencia Creadora, sino que nosotros mismos formamos parte de
ella, que somos chispas de Dios que, en su afán evolutivo, se «reparte» por
diferentes universos y mundos para experimentar todas las vivencias posibles En
definitiva, aquellos que protagonizaron una ECM reconocen a esa Luz-Dios porque
todos nosotros somos dicho «resplandor divino».
Pero, ¿por qué la
luminosidad siempre suele encontrarse al final de un túnel? Quizá la física
posea la respuesta, pues científicos de la talla de Albert Einstein y su más
estrecho colaborador Nathan Rosen, estaban convencidos de
que las partículas subatómicas -que constituyen la base de la materia-son en
realidad una especie de minúsculos agujeros negros. Según Einstein y Rosen, las partículas subatómicas podrían contemplarse
como distorsiones del espacio-tiempo, es decir, agujeros de gusano en el
espacio curvado. Recientemente, el gran astrofísico Stephen Hawking, a quien
algunos comparan con el mismísimo Einstein, retomó la idea del genio alemán
para demostrar que cuando los agujeros negros se evaporan, emiten un débil
resplandor de energía. Después de millones de años desprendiendo energía, el
agujero negro se encoge, alcanzando el tamaño de una partícula subatómica o, si
queremos expresarlo de otro modo, transformándose en realidad en una partícula
subatómica.
Esta teoría, plenamente aceptada por buena parte de los físicos teóricos, plantea unas trascendentes implicaciones, puesto que supondría que todas las partículas subatómicas del universo -y, por tanto, también los seres vivos-serían miniagujeros de gusano, o sea, ínfimas entradas a mundos paralelos, puesto que los agujeros de gusano no son otra cosa que puentes que conectan distintas regiones del espacio-tiempo. Por tanto, la realidad tridimensional en la que vivimos estaría conectada con esos otros universos. De este modo, cuando cesa la actividad física, nuestra esencia -esas partículas subatómicas-«escaparía» a través de un agujero de gusano (el túnel descrito en las ECM) hasta un universo paralelo (la luz al final del túnel)
UN LUGAR
REPLETO DE VIDA Y ARMONIA
Disponemos de infinidad de relatos de ECM, pero ¿qué
sabemos sobre lo que sucede cuando no hay posibilidad de regresar a nuestro
mundo? ¿Cómo es el Más Allá? ¿Qué actividades realizaremos en ese «otro lado »?
¿Nos reencarnaremos o viviremos eternamente en esa dimensión paralela? Las
decenas de miles de supuestas comunicaciones procedentes del Más Allá que han
recibido infinidad de médiums desde el año 1857, cuando Allan Kardec inició el
movimiento espiritista mundial, revelan que en primer lugar somos recibidos por
parientes y amigos ya fallecidos y, en ciertos casos, trasladados a una especie
de «casa
de reposo» donde ciertas entidades se encargan de que nos aclimatemos a
nuestro nuevo estado.
«Cuando llegan los fallecidos recientes, rodeados de algunos parientes
y amigos, son conducidos hacia un centro de recepción. Allí son estudiados para
ver si pueden viajar o más bien son enviados a la casa de reposo para un
período de reajuste», relata el investigador Hans Holzder, según la narración de
los numerosos médiums a los que pudo entrevistar. Otro estudioso, Harold
Sherman, llegó a idéntica conclusión tras consultar a un buen puñado de
espiritistas: «Alrededor de la Tierra existen unos lugares de reposo donde son
llevados los fallecidos para recibir cuidados y atenciones antes de pasar a
otras dimensiones o planos de existencia. La estancia en ellos dependerá
de los ajustes que necesiten para poder experimentar la nueva vida».
Según diversos médiums y aquellos que han vivido una ECM, el «otro
lado» sería igualmente físico, pero con una «densidad» menor que nuestra
realidad tridimensional. Habría edificios, jardines, una exuberante naturaleza,
bibliotecas, etc. y, por supuesto, seguiríamos siendo quienes somos, con
nuestro carácter, pensamientos y experiencias vitales. En su extraordinario
libro Crónicas del Más Allá (Zenith,
2013), la periodista e investigadora paranormal Sol Blanco-Soler escribe:
«Algunas
comunicaciones hablan de la increíble belleza del plano astral. Dicen que todo
el ambiente está como iluminado, que cada flor estalla en brillantes colores,
los árboles no tienen las hojas marchitas y las fragancias son exquisitas. Todo
está lleno de vida y armonía».
Otro médium, Edward G.
Randall, recibió el siguiente mensaje de uno de sus guías espirituales: «Nuestro
mundo se compone de materia tan definida y real como el vuestro, pero ésta
vibra a un nivel superior. Por consiguiente, vuestros sentidos sin desarrollar
no tienen una gran conciencia de ello. Nosotros provenimos de vuestro plano y
tenemos la experiencia de esta evolución; por ello, probablemente, resulta más
fácil para nosotros volver atrás que para vosotros echar un vistazo hacia
delante». Esta sorprendente comunicación va en la línea de la tesis
defendida por la mayoría de los físicos cuánticos, según la cual estaríamos
rodeados de otras dimensiones, pero no podríamos contemplarlas ni detectarlas
con nuestros más modernos desarrollos tecnológicos, al menos de momento.
Michio Kaku, profesor de Física Teórica en la Universidad de Nueva York y uno
de los mejores divulgadores científicos del momento, lo explica del siguiente
modo en su magnífica obra Universos para/e/os (Atalanta, 2005): «El Premio Nobel Steven Weinberg equipara esta teoría del universo múltiple a la
radio. A nuestro alrededor hay cientos
de ondas de radio diferentes que se emiten desde emisoras distantes. En
cualquier momento dado, nuestra oficina, coche o sala de estar está
repleta de ondas de radio. Sin embargo,
si conectamos la radio, podremos escuchar sólo una frecuencia cada vez; las
demás frecuencias están en decoherencia y dejan de estar en fase una con la
otra. Cada emisora de radio tiene una energía diferente, una frecuencia
diferente. Como resultado, nuestra radio sólo puede sintonizar una emisora cada
vez…»
Del mismo modo, en nuestro universo estamos “sintonizados” en una frecuencia que corresponde a la realidad física. Pero hay un número infinito de realidades paralelas que coexisten con nosotros en la misma habitación, aunque no podamos “sintonizarlas”. Aunque estos mundos son muy parecidos, cada uno tiene una energía diferente. Y como cada mundo consiste en millones y millones de átomos, esto significa que la diferencia de energía puede ser muy grande. Como la frecuencia de estas ondas es proporcional a su energía (según la Ley de Planck), esto significa que las ondas de cada mundo vibran a frecuencias diferentes y no pueden interaccionar entre ellas».
«SEGUIMOS
MANTENIENDO LA MISMA PERSONALIDAD»
Al igual que los mensajes recibidos por los médiums en el último
siglo y medio han conformado una cosmogonía sobre cómo es el Más Allá, también
las comunicaciones con el «otro lado» captadas por los
practicantes de la Transcomunicación Instrumental (TCI) -el contacto con los
espíritus a través de medios tecnológicos como grabadoras, radios
desintonizadas, televisiones, ordenadores, etc.-ofrecen una panorámica en
relación a lo que ocurre tras la muerte. Uno de los equipos de
transcomunicadores más activos, el formado por el matrimonio luxemburgués Maggy
y Jules Harsch-Fischbach, obtuvo una grabación, supuestamente
procedente de entidades del “otro lado”, en la que se puede escuchar lo
siguiente: “Nosotros no tenemos un cuerpo como el suyo. Este se origina sobre una
base de vibraciones más finas. Aquí no existen enfermedades, los miembros que
faltan crecen nuevamente. Los cuerpos que en su mundo estaban atrofiados, aquí
son regenerados”. Así, nuestro mundo tridimensional estaría en un
primer estadio evolutivo. Una vez fallecidos ascenderíamos a un segundo plano
de la existencia, que es el “lugar” de donde procederían por regla general las entidades
que contactan con los transcomunicadores.
En esa dimensión morarían billones de seres procedentes de todos los planetas habitados del universo, agrupados dependiendo de su nivel evolutivo. Algunos humanos prácticamente olvidan su paso por la Tierra, pero otros siguen conservando ciertas costumbres, llegando incluso a tener relaciones sentimentales y sexuales, aunque no es posible la procreación. Eso sí, mantendremos el carácter, convicciones y conocimientos que teníamos en la Tierra. Es decir, aunque nos desarrollemos en otro plano, seguiremos siendo nosotros mismos. La finalidad de la existencia en ese segundo plano consiste en aprender los conocimientos espirituales suficientes para “escalar” al siguiente nivel de evolución. Y así hasta llegar a las máximas cotas y fundirnos con “el origen de todo” o, dicho de otro modo, con Dios.
En esa dimensión morarían billones de seres procedentes de todos los planetas habitados del universo, agrupados dependiendo de su nivel evolutivo. Algunos humanos prácticamente olvidan su paso por la Tierra, pero otros siguen conservando ciertas costumbres, llegando incluso a tener relaciones sentimentales y sexuales, aunque no es posible la procreación. Eso sí, mantendremos el carácter, convicciones y conocimientos que teníamos en la Tierra. Es decir, aunque nos desarrollemos en otro plano, seguiremos siendo nosotros mismos. La finalidad de la existencia en ese segundo plano consiste en aprender los conocimientos espirituales suficientes para “escalar” al siguiente nivel de evolución. Y así hasta llegar a las máximas cotas y fundirnos con “el origen de todo” o, dicho de otro modo, con Dios.
………………………………………………………………………….
(En este caso he transcrito una
pequeña parte del libro El libro de los guardianes y vigilantes de los mundos, del contactado Sixto Paz Wells, quien estableció comunicación con extraterrestres
de Ganimedes, satélite de Júpiter. Según le explicaron, el Universo está
conformado en diferentes niveles de creación, de este modo, el universo
espiritual creó al mental y este, finalmente hizo posible el universo material.
Se deduce que todas las criaturas de niveles inferiores buscaran de forma
innata el modo de alcanzar ese Universo espiritual.)
Júpiter y su satélite, Ganimedes |
Del libro El libro de los guardianes y vigilantes de los mundos,
de Sixto Paz Wells
Durante la meditación más de uno nos sentimos impulsados a tomar
entre nuestras manos papel y lápiz, y transcribir lo que vertiginosamente venía
a nuestra mente. La sensación era
extraña, como de una presión intensa en la nuca y en la frente, así como mucho
calor y, como una energía extraordinaria concentrada sobre el brazo y la mano,
que la hacía muy pesada. Sin embargo
toda la captación era algo muy agradable, como si a uno le hablasen al oído.
A lo largo de la recepción nos permitimos ir haciendo preguntas
que nos ayudaran a profundizar los temas que se nos fueron planteando. El resultado final de ésta y otras
recepciones similares, es este gran mensaje o revelación sobre un tema tan
importante como es “El Plan Cósmico”, y que nos lleva a vislumbrar el rol y la
gran misión de la humanidad.
Los mensajes decían:
–Sí, Oxalc,
somos vuestros hermanos guías del cosmos en contacto desde nuestras naves que
se encuentran, unas orbitando vuestro planeta y otras en bases submarinas y
subterráneas.
– ¿Quiénes son ustedes realmente?
–Somos
viajeros por el tiempo y el espacio... Pertenecemos a diversos órdenes
jerárquicos.
– ¿De dónde proceden?
– De
diversos puntos de esta galaxia y de galaxias cercanas, así como de diferentes
planos de conciencia y diferentes dimensiones.
– ¿Cuántas civilizaciones distintas
están llegando a nuestro mundo?
–
Autorizadas y sin autorización suman unas sesenta.
– ¿Todas vienen con buenas
intenciones?
– El que
lleguen algunas sin permiso demuestra que hay de todo en el espacio como lo hay
en la Tierra. Pero sí es bueno aclararles, que no es tan
fácil que quienes no vienen con buenas intenciones puedan actuar libremente en
vuestro mundo.
En este
momento está establecida una cuarentena planetaria resguardándolos de las
arbitrariedades de algunos; aunque nunca falta quien logra burlar los controles
existentes.
– ¿Es que acaso hay como unos guardianes y vigilantes?
– Existen en
esta galaxia aquellos que son conocidos como los Sembradores de Vida o Ingenieros Genéticos, encargados de ayudar a
la naturaleza esparciendo la vida inteligente por los diversos rincones de la
galaxia; luego vienen los Guardianes y
Vigilantes cuya labor se concentra en el control de los procesos iniciados
en planetas seleccionados para la experimentación, o en la protección y
supervisión de los mundos en surgimiento; y finalmente vienen los Instructores, contingente a cargo del suministro de
información y conocimiento así como de la ayuda en la activación de mecanismos
que contribuyan al despertar de las conciencias y de las potencialidades
internas de la mente. Todos ellos están
bajo la coordinación y dirección de un Consejo principal de Ancianos conocido
como el Consejo de los 24 Ancianos de la
Galaxia o Consejo de la Confederación
de Mundos, que agrupa a todos los mundos más evolucionados de la galaxia en
capacidad de ayudarse y dar ayuda a otros.
– ¿Cómo puede ser que entre
civilizaciones tan avanzadas aún se encuentren algunas que sean agresivas?
–
Simplemente hay quienes vienen a lo suyo, sin importarles los procesos propios
de otros mundos; y hay otros que no están de acuerdo con el Plan Cósmico tal y
como está dispuesto, y consideran que su intervención en tal o cual planeta
está plenamente justificada si es útil para mantener un orden conveniente a
ciertos intereses que no necesariamente suelen ser los de la mayoría. Además el
gran avance tecnológico no es garantía de un similar avance ético y espiritual.
– Entonces, ¿ciertamente hay un
Plan Cósmico? ¿Cuál es y en qué consiste?
– Ustedes lo
han dicho... Pero vamos paso a paso para
que lo puedan entender.
– Hermanos Guías, ¿cómo empezó todo?
– Hermanos Guías, ¿cómo empezó todo?
– Al
principio de este nuevo principio del universo material, todo era ausencia y
oscuridad, luego, la Voluntad Suprema del Profundo Amor de la Conciencia
Cósmica que es la manifestación del Creador en el universo material, permitió
que se materializara la presencia y la luz, ocupando una parte del todo, y a
partir de ese momento, ha habido un continua sucesión de momentos de oscuridad
y de luz, de ausencia y presencia, dentro y fuera de todos y de todo, en una
lucha de primacía que mantiene la dinámica de evolución. Ha sido así hasta que llegue el tiempo sin
tiempo, en que la luz brote del interior de cada ser como cuando el agua brota
de una peña, y sea entonces que no importe la posible oscuridad exterior por
cuanto los pasos que se den serán intuitivamente seguros, y a la vez
conscientes de ser guiados por la reconexión alcanzada con esa Voluntad
Superior.
Esa luz la dará el conocimiento y la certeza del propósito de la vida y del Plan Cósmico para con la humanidad con la humanidad. Conocimiento que será revelado en al medida que vaya brotando en los seres la necesidad de búsqueda de respuestas. Y es que el conocimiento como el agua, es buscada afanosamente sólo cuando hay sed, porque cuando hay sed hasta el instinto mismo les ayuda a encontrarla.
La
comprensión y el conocimiento permitirán también descubrir la eterna presencia
que mora en todo y en todos, a partir de lo cual la soledad no existirá más.
– ¿Hubo más de un principio?
– Ha habido
muchos y muy distintos, porque el Creador –que está tras el universo de su
creación—, se experimenta a sí mismo a través de sus criaturas. El actual principio es uno más... Es como si
estuviésemos a la mañana de un nuevo día y el panorama se presenta innovador.
– ¿El universo es finito o
infinito?
– El
universo material tiene principio y tiene fin.
Empezó y terminará. Es como una
gran esfera, tiene fin pero no posee límites.
– ¿Hay sólo un universo?
– Hay
múltiples; pero esencialmente podemos sintetizarlos en tres universos, uno
contenido dentro de otro. El universo
inicial o primordial que es el interno es el llamado universo espiritual. Este ha generado al universo mental que es el
llamado eterno, y éste a su vez ha creado al universo material o externo. Cada uno actúa a través del otro.
El universo material posee siete dimensiones, por ello los seres conscientes y pensantes tienen siete cuerpos para actuar en aquellas siete dimensiones. Para despertar la conciencia en cada uno de esos siete cuerpos, se requiere activar los siete centros o vórtices de energía interior que se poseen ubicados a lo largo de la columna vertebral, y ello se logra cuando llegamos a conocer y vivenciar las siete leyes y principios universales que rigen la creación.
En la medida
que se va evolucionando los primeros vehículos se van tornando más sutiles,
pero con la posibilidad cada vez mayor de actuar e influenciar en los planos
más densos.
El contactado italiano Giorgio Dibitonto |
El contactado peruano, Sixto Paz Wells |