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domingo, 8 de julio de 2018

Año 1967: Un OVNI penetró en el espacio aéreo cubano y se ordenó scramble (ataque) a dos MIG-21, minutos después, uno de los pilotos les chilló a los controladores de tierra que el aparato del jefe de vuelo había sido desintegrado.


Año 1967: Un OVNI penetró en el espacio aéreo cubano y se ordenó scramble (ataque) a dos MIG-21, minutos después, uno de los pilotos les chilló a los controladores de tierra que el aparato del jefe de vuelo había sido desintegrado.


 ¿Por qué los gobiernos dan orden de atacar  naves extraterrestres? ¿Realmente se piensa en las consecuencias de estos actos? Me temo que no. Respecto a la primera pregunta, se entiende que en lo más profundo del ser humano subyace un instinto tribal de territorialidad, algo así como el dilema que plantean los niños: ¿amigo o enemigo? y tal vez esa filosofía nos lleve directamente hasta los militares, que, en la mayoría de los países, son quienes custodian “oficialmente” la defensa del territorio frente a “cualquier enemigo potencial”. Pero… ¿deberíamos considerar enemigos a los extraterrestres? Mi opinión es que no, por la sencilla razón de que, si verdaderamente lo fuesen, tal vez dichos extraterrestres ya nos hubiesen borrado de la faz de la Tierra; teniendo en consideración su tecnología millones de años más avanzada que la nuestra.


 Siempre lo he dicho, reacciones como la orden de ataque por parte de los cubanos, allá en el año 1967, viene de la mano de un sentimiento tribal muy humano: “el miedo a lo desconocido”, que no es ajeno, por supuesto, a aquellos que visten de uniforme. Habría que sugerirle a la milicia, aplicando la más pura lógica, que antes de atacar es necesario identificar si todo aquello que se ve y desconocemos, es realmente un peligro potencial”.

Kenneth Arnold
Analizando la casuística OVNI, desde que oficialmente se tiene constancia de los extraterrestres ( tiempo que se inició allá en el año 1947, cuando Kenneth Arnold volando su avioneta particular, vio sobre Mount Rainier, estado de Washington, nueve platillos volantes desplazandose en formación), llegaríamos a la conclusión y sin ninguna duda que los viajeros estelares que visitan la Tierra desde miles de años atrás, pudieran tener entre otras muchas misiones,  el estudio científico de los seres humanos y no precisamente la aniquilación de la raza humana como en infinidad de películas de Hollywood machaconamente nos quieren inculcar, tal vez, en la línea de meternos miedo en el cuerpo y crear una animadversión artificial hacia los extraterrestres, con el fin de  retrasar al máximo el momento de transmitir oficialmente la noticia de la humanidad: Que en esta y otras galaxias la vida es una norma y no una excepción; que existen otras razas extraterrestres que nos visitan y quienes esperan pacientemente que “los seres humanos” pasemos página de esa “adolescencia violenta”, convirtiéndonos en “adultos pacíficos integrados en una Comunidad de Mundos”.

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 Del libro Fuera de control, de Andreas Faber Kaiser

CUBA: SE DESINTEGRA UN MIG-21

Conocemos un incidente importante y grave en el que se vio envuelto un OVNI y dos cazas MIG-21 cubanos, gracias a un especialista de seguridad asignado al 6947 Escuadrón de Seguridad del Servicio de Seguridad de la US Air Force (AH Force Securíty Service/AFSS), con base en la Homestead Air Force Base, justo al sur de Miami.

En marzo de 1967 dicho especialista se hallaba ocasionalmente en el Destacamento A del escuadrón, en la Key West Naval Air Station en Boca Chica Key, en el extremo sur de Florida, a 97 millas de la costa cubana.
Varios de estos escuadrones se hallan repartidos geográficamente para facilitar a los equipos direccionales la localización de estaciones de radar terrestres fijas o móviles y el trazado de los movimientos de los aviones a partir de sus transmisiones de vuelo, como medida de salvaguarda contra posibles ataques.


 OVNI Esférico (vídeo Teotihuacan 2)




OVNI esferico
Estando, pues, en el Destacamento A el citado especialista, los operadores de interceptación de habla hispana oyeron cómo los controladores de radar de la defensa aérea cubana informaban acerca de un OVNI que se estaba aproximando a la Isla desde el nordeste. Cuando el OVNI penetró en el espacio aéreo cubano, a algo más de 1.000 kilómetros por hora y a una altura de 10.000 metros, se decidió el scramble (despegue en misión de interceptación) de dos cazas a reacción MIG-21. Guiados por el radar de tierra hasta una distancia de unas tres millas del intruso, los pilotos pudieron detectarlo visualmente y describirlo como una gran esfera metálica sin marcas ni apéndices. Los intentos de contactar por radio con el objeto no fructificaron, por lo cual el jefe de la formación recibió del Mando de la Defensa Aérea cubana la orden de destruir al desconocido intruso. El piloto comunicó que su radar estaba fijando al objeto y que sus misiles estaban listos. 


 En cuestión de segundos, el otro piloto les chilló a los controladores de tierra que el aparato del jefe del vuelo había explotado. Una vez recompuesto, informó que no se veía humo; ni llamas, y que el MIG-21 de su jefe se había desintegrado. El operador de radar cubano observó cómo el OVNI aceleró rápidamente y ascendió hasta los 30.000 metros de altura. Posteriormente fue localizado viajando en dirección sur-sudeste hacia Sudamérica.
La unidad del AFSS estaba bajo control operacional de la Agencia de Seguridad Nacional, de forma que le fue remitido un informe de Inteligencia a la citada agencia, una práctica habitual en los casos de pérdidas de aviones por parte de naciones hostiles. Cuando el Destacamento A del 6947 Escuadrón del AFSS no recibió el acuse de recibo de su despacho volvió a remitirle un nuevo informe a la Agencia de Seguridad Nacional. En esta ocasión recibió órdenes de enviar todas las cintas y datos pertinentes a la Agencia de Seguridad Nacional norteamericana.


También se le comunicó que registrara la destrucción del aparato cubano en sus propios archivos como «mal funcionamiento del equipo». Entre quince y veinte personas tuvieron conocimiento del incidente en el Destacamento A. Presumiblemente, los datos suministrados a la Agencia de Seguridad Nacional incluían mediciones de localización direccional que potencialmente podrían haber sido usadas para triangular las posiciones de los cazas. Si el equipo de radar del AFSS fue lo suficientemente sensible, el OVNI mismo podría haber sido captado por su reflexión de las ondas de radar cubanas: No se ha llegado a saber si el propio radar norteamericano llegó a captar a los MIG-21 o al OVNI.


El investigador Andreas Faber Kaiser