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jueves, 25 de junio de 2020

Hemos transmitido nuestras almas, cuerpos y mentes a las computadoras y nos hemos trasladado hacia atrás varios millones de años luz para llegar a vuestro tiempo y espacio. En su debido tiempo recibiremos todo el material de regreso en nuestro centro principal que está situado en una dimensión diferente a la vuestra. La voz que vosotros escucháis ahora ha sido enviada hace muchos, muchos miles de millones de años luz en el tiempo.

Hemos transmitido nuestras almas, cuerpos y mentes a las computadoras y nos hemos trasladado hacia atrás varios millones de años luz para llegar a vuestro tiempo y espacio. En su debido tiempo recibiremos todo el material de regreso en nuestro centro principal que está situado en una dimensión diferente a la vuestra. La voz que vosotros escucháis ahora ha sido enviada hace muchos, muchos miles de millones de años luz en el tiempo.



¿Pueden los extraterrestres potenciar fuerzas paranormales en los seres humanos? Sin ninguna duda, la respuesta es afirmativa. A fin de cuentas, son civilizaciones mucho más antiguas que la terrestre y su dominio sobre la mente es absoluto. En muchos encuentros con los tripulantes de esas naves del cosmos, los testigos aseguran que la comunicación se realizó siempre mediante telepatía; un lenguaje directo de una mente a otra, algo así como información dirigida a través de ideogramas que no necesitan traducción; un lenguaje universal ajeno de malas interpretaciones como nos ocurre en muchas ocasiones cuando mantenemos una conversación en la Tierra.


En este caso el relato de esta nueva entrada me lleva a una persona singular y sumamente inteligente, me refiero al israelí Uri Geller: Desde los años 70 ha asombrado al mundo mediante sus demostraciones de telequinesis (mover y modificar la materia con la mente) y telepatía. Y hasta la fecha de hoy, nadie ha podido demostrar que Uri Geller cometiese fraude alguno… ¿pero de donde provienen sus poderes extraordinarios? Según pudo descubrir el mismo cuando se sometió a una regresión hipnótica, Geller siendo niño, habría tenido un encuentro con una entidad extraterrestre y a partir de ahí llegó toda una historia y vida fascinante….



Existen otros casos probados de telequinesis, por ejemplo el de Nina Kulagina, que en la época de la Unión Soviética demostró sus habilidades moviendo objetos con la mente: Declaraba Nina, que tras realizar esos experimentos se encontraba extremadamente agotada, tal vez porque los seres humanos no dominamos plenamente el potencial de nuestro cerebro; difuminando por el más puro desconocimiento, un potencial energía psíquica que se nos brinda a todos nosotros, llegado el caso.



Nina Kulagina

Durante el vuelo del Apolo XIV, el astronauta Edgar Mitchell, realizó una serie de experimentos telepáticos con el psíquico Olof Jonsson*. La noticia del experimento apareció en la revista Life el 26 de febrero de 1971. Al parecer, durante ese experimento, Edgar Mitchell visionaba los símbolos de una baraja de cartas para que en la Tierra pudiesen leer sus pensamientos. Según el astronauta norteamericano, el experimento fue un éxito total, ya que, de 200 símbolos, acertaron 51 en la Tierra.

* Olof Jonsson:

Famoso psíquico nacido en Suecia que participó en experimentos telepáticos con el astronauta de Apolo Edgar Mitchell durante el vuelo de Mitchell a la Luna. Jonsson se formó como ingeniero en Suecia, calificándose en 1941. Trabajó con varias compañías y en 1946 fue nombrado ingeniero de diseño en la fábrica de motocicletas Monarch en Varberg. En este momento, sus dones psíquicos (que habían sido evidentes en la infancia) se manifestaron más ampliamente y se le conoció como “el ingeniero psíquico” a través de sus demostraciones de clarividencia, telepatía y psicoquinesis.

Fue probado por parapsicólogos en Suecia y Dinamarca. Visitó Sudamérica, Canadá, China, Japón y Australia, estudiando fenómenos paranormales entre pueblos primitivos. En 1953, J.B. Rhine, de la Universidad de Duke, invitó a Jonsson a los Estados Unidos, donde fue examinado por parapsicólogos en áreas tales como telepatía, clarividencia, precognición, psicometría y psicoquinesis.


Su acertada suposición de cartas lo llevó a ser elegido para participar en las pruebas de ESP del Apolo 14 con Edgar Mitchell durante los tres días anteriores y posteriores al alunizaje. Mitchell describe en detalle las pruebas en el Journal of Parapsychology (junio de 1971). Los resultados indicaron una puntuación significativamente superior a la expectativa de probabilidad. Sin embargo, para una visión más escéptica del éxito reclamado, vea el capítulo “ESP en el espacio ultraterrestre” en Mediums, Mystics, and the Occult, de Milbourne Christopher (1975).

Entre otros logros psíquicos, se dice que Jonsson ha aclarado 13 casos de asesinato después de visitar las escenas de los crímenes y que ha localizado a tres mujeres desaparecidas. También se suponía que había predicho con precisión la hora y el lugar de la muerte de Nasser y De Gaulle.       

FUENTE: https://www.encyclopedia.com/science/encyclopedias-almanacs-transcripts-and-maps/jonsson-olof-1918


Los poderes psíquicos de Mónica Nieto, la Uri Geller española

He traído tres fuentes distintas para el relato de psíquico Uri Geller, recomiendo leerlas todas ellas, debido principalmente a que se aporta una información complementaria y necesaria, para entender el modo por el cual entidades extraterrestres seleccionan a seres humanos, instruyéndoles en misiones que se activarían con el paso del tiempo. Es por ello, que una de las preocupaciones manifiestas de los extraterrestres viene de los recurrentes y sucesivos conflictos bélicos desencadenados en la Tierra; por ejemplo, aquella conocida como Guerra de los Seis Días que se desarrolló en junio de 1967, entre Israel y una coalición árabe formada por Egipto, Jordania, Irak y Siria. También otras guerras como la de Yom Kipur, en este caso entre Israel y Egipto y Siria, conflicto ocurrido en 1973 y que posteriormente provocaría “la primera crisis mundial del petróleo de 1973”, limitándose con ello las exportaciones petrolíferas y provocando la consiguiente recesión de magnitudes planetarias.

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Del libro Cuando los OVNIS aterrizan, de Hans Holzer

El extraño caso de Uri Geller y la nave «Spectra»

De la cubierta de Uri, el libro de Andrija Puharich, cito lo siguiente:

Andrija Puharich es doctor en medicina. Después de completar sus estudios en la Escuela de Medicina de la universidad del Noroeste instaló en Maine su propio laboratorio para el estudio de la percepción extrasensorial. Ha investigado algunos de los más notables ejemplos de actividad paranormal producidos en los tiempos modernos, muchos de los cuales han sido detallados en sus primeros libros, Más allá de la telepatía y El hongo sagrado.


Más allá de la telepatía (Beyond Telepathy), libro de Andrija Puharich

Esto parece una introducción demasiado breve para un hombre al que conozco desde hace por lo menos veinte años. Fuimos presentados por la difunta Eileen Garrett en un simposio de parapsicología. Después de eso nos encontramos ocasionalmente y nos hicimos amigos. Él se fue a Brasil para explorar la realidad del fallecido curandero Arigó y fue tratado por el brasileño, después de lo cual produjo un detallado informe. Pero también se dedicó a explotar uno de los «campamentos» espiritualistas instalado en el este de Estados Unidos, provisto con una cámara y película infrarroja, y expuso el embuste y el fraude que encontró allí abundantemente.

El doctor Puharich es un hombre multifacético y un observador tan calificado como el mejor científico que yo baya encontrado nunca. Cuando Eileen Garrett patrocinó sus experimentos en la mesa redonda celebrada en Maine sobre parapsicología, el objetivo era determinar si la percepción extrasensorial se vería interferida en el interior de las llamadas jaulas de Faraday, un aparato empleado para impedir la entrada de los impulsos electrónicos y las influencias magnéticas. Actualmente Puharich posee unas instalaciones similares, pero mucho más sofisticadas, en su casa al norte de la ciudad de Nueva York. En el ínterin, ha inventado un aparato para ayudar a los sordos, un avance fundamental en el tratamiento de ciertos tipos de sordera, y contribuyó materialmente en una compañía dedicada a promocionar este aparato en el mercado norteamericano.


Ejemplo de jaula de Faraday

También viajó y dio conferencias por todo el mundo, principalmente sobre temas médicos. Puharich no es alguien que se entregue a la fantasía ni que acepte una evidencia insólita sin investigar cabalmente los hechos y sin que él mismo llegue a convencerse de la validez de la afirmación. Digo todo esto porque nos hallamos ahora frente a unos sucesos extraordinarios, verdaderamente increíbles, y es importante que los examinemos con frialdad, juzgando no sólo las afirmaciones en sí mismas sino también evaluando al hombre que las formula. Porque es un axioma científico que una afirmación es fiable en la medida en que lo sea la persona que la sostiene. En este aspecto el doctor Puharich merece fe plena.

Uri Geller (izquierda), en el ejercito israelí, antes de realizar un salto de paracaídas.


Geller con su padre en 1967. En ese momento Uri era un paracaidista, y su padre era un
sargento mayor en el Cuerpo de Tanques.

Urí Geller es un hombre de cabello y ojos oscuros, ex paracaidista israelí, que saltó a los titulares de la prensa de manera bastante espectacular hace pocos años por sus insólitos poderes paranormales. Al poco tiempo Uri comenzó a visitar los laboratorios científicos y los estudios de televisión, ofreció conferencias de prensa y apareció en otros foros públicos para desplegar sus raros talentos. Cuanta más fama alcanzó, más ruidosas fueron las protestas de sus detractores, especialmente entre los magos, que no podían soportar la idea de que Uri Geller pudiera hacer algo que ellos no podían imitar.



El Hormiguero 3.0 - Uri Geller visita El plató de El Hormiguero 3.0


Como suele suceder con los ataques dirigidos contra las personas de éxito, las afirmaciones de los detractores, por lo general sin fundamento, se mezclaban con hechos en las mentes de una parte del público, lo que produjo que una porción de la prensa adoptara un tono agrio con respecto al israelí. La hazaña más divulgada de Geller era el hecho de doblar objetos de metal, especialmente llaves y cucharas, por medio de la telecinesis o esfuerzo mental. Hizo esto tantas veces y bajo tantas condiciones de control que era virtualmente imposible acusarle de fraude a menos que uno simplemente ignorara los hechos.


Esto, por supuesto, no impidió que algunas personas hicieran justamente eso, pero el Instituto de Investigación Stanford, de California, examinó severamente a Geller y le sometió a una serie completa de tests. El israelí los aprobó perfectamente. Desgraciadamente, Geller posee una personalidad sedienta de atención pública; es un hombre joven que desea triunfar en esta vida, lo que le condujo a escoger una carrera muy próxima a la de un artista de variedades, y esto no armoniza con los elementos más conservadores del campo científico. Pero un hombre tiene derecho a ganarse la vida de la forma que mejor le parezca, aparte de que sea sensato o no seguir una determinada conducta de exhibición pública.




Geller durante una de los Pruebas de SRI (Stanford Research Institute) , en el año 1972. El sobre que tiene contiene el dibujo objetivo. Izquierda: dos de los más exitosos de la segunda serie de SRI pruebas de transmisión de información. Para esta serie, Geller estaba protegido del experimentador haciendo el dibujo, en una sala especial en el que estaba totalmente aislado. Solo después de que Geller estuvo en esta habitación fue el objetivo elegido y dibujado. Tenga en cuenta que Geller duplicó exactamente la cantidad correcta de uvas.

Nadie pudo jamás «atrapar» a Geller en ninguna clase de fraude o manipulación. Lo peor que pudo decirse contra él fue que falló en ejecutar algunas pruebas. Cuando la revista «Time» le sometió a una experiencia ante personas que consideraba como expertos, Geller falló, lo que llevó al redactor científico de la revista a concluir que Geller no era después de todo verídico. Es comprensible que un poseedor de poderes paranormales pueda fallar cuando se halla sometido a tales presiones. Esto, por supuesto, no pretende excusar el fallo, ni él necesita una justificación; de hecho, si Geller tuviera éxito en todas sus actuaciones yo dudaría mucho de la autenticidad de sus habilidades. Pero no considero que el encargado de la sección científica de una revista, por más importante que ésta sea, se halle suficientemente calificado para llevar a cabo un test relativo a uno de los aspectos más complejos de la parapsicología.

Mientras tanto Geller continúa desarrollando una carrera de mucho éxito a partir de sus facultades paranormales y entrando en el mundo del espectáculo mediante canciones y álbumes de discos (no necesariamente de carácter supranormal), siempre con buena voluntad para cooperar con aquellos científicos que le ofrecen juego limpio.


Uri Geller doblando cucharas en 'Directísimo' (1975)

Según el «Psychic News» del 12 de abril de 1975, un científico de primera línea, el profesor John Taylor, quien había sido escéptico con respecto a los poderes de Geller, ha cambiado de parecer acerca del israelí. Taylor incluso ha escrito un libro, Supermentes, en el cual habla de su conversión de escéptico a creyente en las facultades insólitas de Geller. «(Alguien que ha actuado en público más de mil cuatrocientas veces sin que jamás haya sido cogido haciendo trampas, merece ser considerado seriamente.» Taylor se refiere a la capacidad de influir sobre los metales sin tocarlos como el «efecto Geller», y menciona unos experimentos de laboratorio en los cuales Geller repitió sus experiencias de doblar y quebrar objetos de metal sin tocarlos.


En otras ocasiones Uri «acarició gentilmente» una cuchara o un tenedor a la vista de los experimentadores, quienes vieron cómo el objeto de metal se calentaba después de pocos segundos y finalmente se doblaba o se quebraba en dos partes. Inmediatamente después, el metal se endurecía otra vez, lo que demostraba que Geller utilizaba alguna clase de energía que originaba el extraño comportamiento del objeto. Asimismo, el profesor Taylor informa que unos objetos de metal flotaron en el interior del laboratorio mientras él se hallaba presente, sin que Geller los tocara, lo que parece insinuar la existencia de efectos producidos por Poltergeist. «Ninguno de los objetos que volaban pudo haber sido realmente arrojado por Geller. Él estaba situado a cierta distancia. No podía acercarse a ellos sin ser visto.» Un ingeniero eléctrico de Nueva York, Richard Dugat, me aseguró que sostuvo una cuchara de metal en su mano mientras Geller se concentraba en ella sin siquiera tocarla. La cuchara comenzó a doblarse en la mano del señor Dugat aun cuando éste la sostenía.



Uri Geller (izquierda) y el Dr. Puharich

El doctor Puharich quedó tan impresionado por la actuación de Geller que decidió unir sus fuerzas con él, para lo cual suspendió por completo sus otras actividades y viajó a Israel para observar a Geller de cerca. Desde 1971, y hasta hace muy poco tiempo, el doctor Puharich ha estado trabajando con Geller. Llegó a conocer muy bien al joven israelí y durante la observación de esos sucesos paranormales una nueva dimensión se hizo presente. Esa nueva dimensión tenía que ver con unas inteligencias extraterrestres, quienes llegaron a cambiar no sólo la vida de Uri Geller sino también la del doctor. El Puharich del periodo anterior a Geller era un científico dedicado a su profesión, con una brillante trayectoria en medicina y parapsicología; el nuevo Puharich es todo eso pero también es algo más: Puharich se ha convertido en el más interesante de todos los «contactados».




Uri Geller dobla una señal de trafico

En 1972, Uri Geller detuvo una escalera mecánica en Munich, Alemania.

Mientras experimentaba con Uri Geller, observándole desde muy cerca, el doctor Puharich decidió intentar la hipnosis con el joven israelí. El primero de diciembre de 1971 Puharich, acompañado por cuatro amigos, realizó su primer intento de someter a hipnosis al hasta entonces «inhipnotizable» Uri Geller.


Geller en más laboratorio pruebas, esta vez con el Dr. Albert Ducrocq y su equipo en Francia.

El propósito era explorar niveles más profundos de conciencia, quizás hacer algunos «viajes de clarividencia» y otras experimentaciones paranormales. Puharich hizo que Geller regresara a la época en que vivía en Chipre, cuando todavía era un crío que no sabía hablar inglés. Como resultado, Uri comenzó a hablar en hebreo. Uno de los hombres presentes le interrogó en este idioma y así se estableció que la regresión le había conducido a revivir un incidente sucedido el 25 de diciembre de 1949. En aquella ocasión el niño vio «una figura brillante que estaba en el jardín frente a él».

A esa altura de la regresión hipnótica los presentes escucharon una voz que hablaba en inglés y que evidentemente no era la voz de Uri. En ese momento el doctor Puharich no pudo establecer de dónde provenía; todos los presentes la oyeron. Era una «voz no terrestre, casi mecánica» y como habían grabado toda la sesión el doctor Puharich decidió que Uri Geller la escuchara después de despertarle. Geller no creía que la extraña voz se hubiera escuchado en la habitación, de manera que Puharich le presentó la cinta grabada como prueba. Geller cogió la cinta en su mano izquierda, la miró durante un momento y luego cerró el puño. Puharich vio cómo la cinta desaparecía de la mano de Geller. Jamás fue hallada nuevamente.



A pesar de esto el doctor Puharich y las otras personas pudieron reconstruir en parte lo que la extraña voz había dicho. «Fuimos nosotros quienes hallamos a Uri en el jardín cuando él tenía tres años. Es nuestro enviado para ayudar a los hombres. En el jardín le programamos para los años que siguieron, pero también fue programado para no recordar esto. Hoy comienza su trabajo. Andrija, tú le cuidarás. Nos ponemos de manifiesto porque creemos que el hombre puede hallarse al borde de una guerra mundial. Egipto ha hecho planes de guerra, y si Israel pierde, todo el mundo se precipitará en una guerra.»

Luego la extraña inteligencia proporcionó datos críticos sobre las negociaciones que entonces se hallaban en curso con Egipto y quizás hubo otros más, pero Puharich no lo recuerda. Poco después resolvieron intentar otra sesión de hipnosis, con la esperanza de que la extraña voz apareciera nuevamente. Apareció, en efecto, y Puharich grabó toda la sesión de sesenta minutos. La cinta grabada quedó en su poder cuando la sesión terminó y la conservaba todavía cuando más tarde Puharich condujo a Uri a Tel Aviv. Pero en algún momento, inadvertidamente, la cinta desapareció. Tal como ellos lo recuerdan, la voz daba consejos tácticos sobre la forma de atacar en Sinaí antes de que el enemigo avanzara. «Tú, tú eres el único que puede salvar a la humanidad. La Tierra explotará por la acción del hombre, no por la nuestra. Uri, tú has recibido enormes poderes, puedes hacerlo todo.»

A partir de ese momento resultó claro que los poderes extraterrestres se. inclinaban a ayudar a Israel para impedir su derrota. En los días siguientes, Puharich se dedicó a poner en práctica lo que la voz había indicado, y con la ayuda de Uri y la de sus amigos pudo establecer contacto con altas esferas del ejército israelí para transmitirles las advertencias muy precisas y la avanzada información que las inteligencias extraterrestres le habían proporcionado.


Hubo algunos incidentes relativos a ciertas astronaves que sobrevolaban unas instalaciones del ejército, y tanto Uri como Puharich vieron naves espaciales en varias ocasiones. En cierta ocasión la voz les dijo, bajo la forma de un discurso sintetizado semejante al de un robot, que tomaran una cámara y fotografiaran una de sus naves.

«A las 3.32 horas de la tarde alguien gritó que había un OVNI sobre los cuarteles del ejército israelí. Un grupo de personas se reunió a nuestro alrededor y yo enfoqué con la cámara aquella cosa oscura en forma de huevo que flotaba en el cielo. Cuando revelé la película el objeto ya se había ido.» La fotografía mostró un ovoide achatado que carecía de reflejos. Para el doctor Puharich resultaba claro que si la voz que estaban escuchando era realmente la de una inteligencia extraterrestre, había llegado uno de los momentos más importantes de la historia humana.

El 5 de diciembre de 1971, al comienzo de otra sesión de hipnosis, se escuchó otra voz que no provenía del magnetófono sino de algún punto de la habitación; decía que Puharich debía cuidar de Uri pues éste sería el único ser semejante durante los próximos cincuenta años. «Ellos» estarían ya muy lejos. También dijeron que su astronave se llamaba «Spectra». Puharich deseó saber inmediatamente cuán lejos estarían. La voz respondió: a cincuenta y tres mil sesenta y nueve eras luz. Andrija, con espíritu científico, deseó saber qué es una era luz. A lo cual la voz respondió: «Nuestra gente dejó algunos libros en vuestro planeta. En los próximos años Uri los encontrará. Tus preguntas serán contestadas».



En la tarde siguiente, mientras paseaban en coche cerca de la antigua ciudad de Jaffa, donde Uri había vivido cuando niño, Puharich, Uri y un amigo de este último, Shipi Strang, de dieciséis años, vieron una «astronave redonda, blanca y brillante, con aletas laterales» que cruzó velozmente la calle sobre sus cabezas. Volaba a escasa altura y no producía ningún sonido.

Hubo muchas otras sesiones con la extraña voz, que hablaba en una especie de inglés sintetizado, pero tan pronto como la sesión era grabada y analizada, ¡la cinta magnetofónica se desvanecía en el aire! «Con unas pruebas tan endebles me resultó claro que nunca podría convencer a otro ser humano de mis experiencias -escribe el doctor Puharich-. El secreto de la “Spectra” estaba a salvo porque ellos produjeron información suficiente para convencerme de su realidad, pero no lo bastante como para que yo pueda convencer a otro ser humano.»

El portavoz de la nave espacial llamada «Spectra» no sólo proporcionó información al doctor Puharich, sino que también ejecutó toda clase de trucos, tales como hacer desaparecer objetos y hacerlos reaparecer a grandes distancias, con la finalidad de demostrar sus poderes y su capacidad para manipular las leyes de nuestro universo. En una de aquellas sesiones con la misteriosa voz, el doctor Puharich preguntó si la voz de la «Spectra» estaba detrás de todas las apariciones de OVNIS que comenzaron en Estados Unidos con la experiencia de Kenneth Arnold, el 24 de julio de 1947.

La voz respondió afirmativamente. Puharich preguntó entonces cuándo habían puesto los ojos en él. «Nuestras computadoras estudiaron a todas las personas de la Tierra. Se determinó que tú tenías las facultades que te convertían en el hombre ideal para esta misión.» Pero cuando Puharich preguntó cuál era esa misión le respondieron que no preguntara y que ello le sería oportunamente revelado. «Tendrás una dura tarea sobre tus hombros durante los próximos cincuenta años. Hay mucho que hacer para ayudar el universo. Recibirás el cerebro cósmico.»

La entidad se negó a decir su nombre y cuando Puharich deseó saber cómo podría ponerse en contacto con ella, se le respondió que las inteligencias extraterrestres establecerían el contacto cuando fuera necesario.


«Podemos emplear cualquiera de los sistemas de comunicación ideados por el hombre para establecer contacto contigo. Utilizaremos vuestros magnetófonos, teléfonos, radio, televisión, telegramas, cartas, computadoras y todo lo demás.»

Las dificultades que experimentó Puharich con su magnetófono son conocidas por los que trabajan con fenómenos paranormales. Personalmente me ha ocurrido encontrarme con que la cinta grabada se borraba sin ningún motivo, o que un magnetófono funcionaba mal a causa de la presencia de campos electromagnéticos cercanos a emanaciones parapsicológicas.

En una ocasión apareció una nueva voz e indicó a Puharich que hipnotizara a Uri para que el mensaje pudiera ser grabado en la cinta. “Lo más importante es evitar la guerra. Orad. Paz.” Lo que sorprendió mucho a Puharich fue que esta vez el mensaje apareció en la cinta «independientemente de la presencia de Uri”. Geller no estaba allí en ese momento.

Puharich habla del «control de la energía inteligente» y la llama «inergía», una nueva palabra, así como Ted Owens, en un marco de referencia totalmente diferente, hablaba de las inteligencias espaciales como las «IE». ¿Podría ser que ambos estuvieran hablando de la misma cosa?

Aquella noche el doctor Puharich no pudo dormir y estuvo pensando acerca de las asombrosas experiencias por las que acababa de atravesar. «Tuve la fuerte impresión de que el ser cósmico normalmente no existe en nuestro espacio-tiempo habitual excepto cuando necesita relacionarse con los humanos. Por aplicación de estos principios creo que un profeta, un Uri Geller, es creado especialmente para servir como intermediario entre la inteligencia divina y el hombre.»

Puharich se convenció al llegar a este punto de que Uri y él estaban realmente en contacto con tales seres cósmicos, y que estas entidades eran superiores a cualquier forma material de vida que exista en cualquier planeta. Después llegó a la conclusión de que si Uri y él habían sido designados mensajeros «debe de existir un gran número de hombres y mujeres sobre la Tierra que tienen la misma misión». Tuvo la convicción de que los seres cósmicos se hallan interesados en el bienestar de este planeta y en el futuro de la humanidad y que el ser que se puso en contacto con ellos era omnisciente y omnipotente. En ese momento, al parecer, Puharich y Uri estaban siendo utilizados para evitar una guerra local que, en opinión de la inteligencia cósmica, arrastraría al mundo a la conflagración si Israel resultaba vencido. Por supuesto, no es necesario ser un profeta para advertir esto, pero el hecho es que ellos se creían utilizados y conocían la importancia de su misión.

Por entonces el doctor Puharich llevaba dos años en Israel. Como tantos otros antes que él, a Puharich le impresionó la presencia de la historia que le rodeaba y, sobre todo, la esencia espiritual de aquella tierra bíblica. Durante un viaje a Qumran, Puharich y Uri discutieron el significado metafísico de lo que les estaba sucediendo. Uri descubrió que su nombre significaba «luz» y que «Spectra» tenía el mismo significado. ¿Había en eso algún sentido? Ante la encina de Mamré, donde Abraham vivió hace cuatro mil años, Uri decidió preguntar a «Spectra»; si ellos habían aparecido ante Abraham.

Esta, por supuesto, es una pregunta fundamental, algo semejante a preguntar a un médium si el difunto padre de uno se halla presente, a lo que el médium respondería indudablemente: sí, desde luego. Pero «Spectra» les dio una respuesta de otro tipo. Puharich, Uri y sus dos amigos miraron el reloj de Uri, que marcaba las 4.06 de la tarde. En una fracción de segundo, después que Uri formuló la pregunta, las manecillas se movieron hasta las 4.35 horas. Ellos lo consideraron como una especie de respuesta a su pregunta. Se trataba, por supuesto, de otra demostración de los poderes telecinésicos de Uri.

Anteriormente el doctor Puharich se había lamentado de que había olvidado el estuche de cuero negro de su cámara en su casa de Ossining, en Nueva York. A las 7.45 de la tarde de ese mismo día encontró el estuche sobre su cama de hotel Sharon. Había sido transportada por telecinesis, y no había ninguna duda de que se trataba del mismo objeto porque llevaba la misma inscripción que el que Puharich había dejado en Estados Unidos el 17 de noviembre de 1971, en un armario cerrado con llave.

Durante una de las siguientes sesiones de hipnotismo, la voz dijo a Puharich que ahora sabían cómo ponerse en contacto con él directamente, sin utilizar a Uri GelIer como intermediario. Se hicieron responsables de haber «enviado» el estuche de la cámara a través de casi diez mil kilómetros de distancia. «Durante esta sesión me dijeron muchas otras cosas -afirma Puharich-. Pero no se me permitió revelarlas.»


La guerra que todo el mundo esperaba por aquella época finalmente se produjo. Puharich no sabe cómo los egipcios cambiaron su actitud previa y atacaron, ni cómo el ejército israelí evitó iniciar un ataque preventivo. Pero cuando la guerra se produjo, el 6 de octubre de 1973, la voz les dijo que era una guerra que tenía que producirse y que en esa ocasión ni Puharich ni Geller eran necesarios. Puharich continuó su trabajo con Uri y mantuvo contacto con las misteriosas inteligencias espaciales. El primero de febrero de 1972 ambos hombres establecieron otra vez contacto con «Spectra». Puharich preguntó a la voz si el difunto Arigó, el curandero brasileño, era «uno de los suyos». La voz respondió: «Sí. ¿Necesitas pruebas?» Puharich sugirió que la voz dijera algo acerca de sus orejas. A lo que la voz contestó que Arigó había intentado curar el lado izquierdo del doctor. ¿Por qué Puharich había dejado de tomar sus medicinas? Esto resultó ser cierto, pero, por supuesto, es una demostración de los poderes paranormales de Uri mas no necesariamente de la omnisciencia de «Spectra».



Hablando de esto último, la voz, a la que Puharich comenzó a denominar IS, le dijo que «puedes usar el nombre «Spectra». Pero en realidad «Spectra» es el nombre de la nave espacial que nosotros utilizamos, así como vosotros utilizáis un planeta. Durante los últimos ochocientos años ha estado estacionada sobre la Tierra. Es tan grande como una de vuestras ciudades terrestres. Pero sólo tú puedes vernos». Puharich deseaba saber por qué ellos estaban interesados en Israel. «El territorio de Israel es el sitio en el que aterrizamos por primera vez en la Tierra. Es por eso que nos interesa.» Puharich preguntó si ellos estaban trabajando con otras personas en la Tierra. La voz le aseguró que él y Uri eran los únicos que serían utilizados en los próximos cincuenta años. Lo que coloca a muchos «contactados» en un aprieto.

¿Podrían ellos subir a bordo de una astronave para aprender más acerca de los visitantes? No, haría falta mucho tiempo para eso porque aún no estaban preparados. A lo largo de las sesiones la voz les dio directrices acerca de dónde debían ir Puharich y Uri y qué clase de trabajo debían emprender; incluso dijeron a Uri que filmara una película e indicaron quién deberla ser el productor. «No debéis confiar a nadie, absolutamente a nadie, el secreto de nuestra existencia.»

El 27 de agosto de 1972 la voz extraterrestre preguntó al doctor si tenía miedo, y cuando él aseguró que no la voz le dijo a él y a Uri que escucharan con atención. «Esperamos aterrizar en vuestro planeta dentro de pocos años. Cada vez más gente nos observa. Entraremos en vuestro sistema orbital mediante una transformación y llegaremos a vuestro medio ambiente. Una de nuestras fallas es que no podemos ponernos en contacto directo con vosotros. Sólo podemos hablaros a través del magnetófono mediante el poder de Ud.»

En esa misma conversación la voz agregó un poco después: «Deseamos preparar a la Tierra para nuestro aterrizaje; será un aterrizaje masivo. Aterrizamos en América del Sur hace tres mil años y ahora debemos aterrizar nuevamente. Deseamos comunicaros nuestra historia, lo que vosotros llamáis la experiencia de los OVNIS. Utilizad todos los datos registrados y la literatura».



El doctor Puharich ignora por qué ellos planeaban aterrizar sobre la Tierra. Su propósito era el de ayudar a la humanidad, dijo la voz, pero también el de ayudarse a sí mismos; por eso deberían mostrarse. «Obtenemos nuestro poder de este sistema solar.»

Puharich menciona luego que el 31 de diciembre de 1952 «los Nueve» se habían puesto en contacto con él a través de la voz de un doctor llamado Vinod, con un mensaje que decía que «nosotros somos nueve principios y fuerzas; personalidades, si tú quieres». Al mencionar este hecho a «Spectra» la respuesta fue positiva: «Sí, éramos nosotros, pero en unidades diferentes. Nosotros estamos bajo su control».

La tarea importante estaba por venir y lo fundamental era el libro del conocimiento. «Uno de vuestros científicos terrestres, Einstein, sabia acerca de nosotros. Conoció el secreto poco antes de morir. Vosotros continuaréis el trabajo. Así habrá otros, por siglos y siglos, para mantener los conocimientos en movimiento hasta que el hombre encuentre el infinito.»

Dice Puharich que cuando la voz pronunció la palabra «infinito» la habitación quedó sumida en la oscuridad y luego fue inundada por una luz blanca y brillante. Ellos no podían ver la fuente de aquella luminosidad. Cuando corrieron al exterior para averiguar de dónde provenía, la luz desapareció y lo mismo sucedió con la cinta grabada que habían dejado en el magnetófono.

Cuando Puharich regresó a Estados Unidos, invitó al doctor Ed Mitchell, el astronauta, y al doctor Wernher van Braun, el experto en cohetes, para unirse a él en un experimento con Uri. La reunión se llevó a cabo el 29 de agosto de 1972. Puharich preguntó a la voz si alguien en Estados Unidos conocía sus secretos. La voz respondió: «Muchas personas en los gobiernos de Estados Unidos y de Rusia saben de nuestra existencia. No permitimos que sepan más de nosotros. Sólo saben que los OVNIS son reales y nada más».



Puharich deseaba saber cuánto tiempo después de su aterrizaje la gente conocería su llegada. La voz contestó que cuando hablaba de aterrizaje masivo se refería a una especie de recarga de combustible, tomando electricidad «a través de la capa barométrica y cósmica que rodea a la Tierra. Obtendremos la carga y volveremos a desaparecer. Este procedimiento llevará entre dos y tres semanas. Todavía no hemos planeado este aterrizaje masivo. Muchos miles de personas nos verán, pero todo estará bajo nuestro control. Podemos hacer casi todo lo que vosotros podáis imaginar. Podemos ser visibles y también invisibles». Se trataba de una declaración poco racional, pero Puharich la consideró válida y preguntó si los visitantes se quedarían en la Tierra para siempre.

La voz le aseguró que no tenían intenciones de tomar a nuestro planeta como «patio de recreo. Nuestro Hoova es dieciséis mil veces más grande que la Tierra». Hoova, al parecer, era el planeta del cual procedían los forasteros.

¿Qué podemos pensar del incidente ocurrido el 14 de octubre de 1972, cuando Puharich estaba en Munich, sentado a la mesa, para cenar junto con Uri y dos amigos? El magnetófono, que estaba desconectado, se puso en funcionamiento por sí mismo «por medio de una energía inteligente invisible. A través de la cinta se escuchó una voz», diciendo que los dos amigos debían abandonar la habitación. Puharich y Uri «miraron el magnetófono como si fuera el Arca de la Alianza. Luego, en la habitación plenamente iluminada, una mano invisible oprimió el botón de entrada y más tarde el de salida».

Los botones se movían por su propio arbitrio y una nueva voz surgió del magnetófono. Esta les informó que «hemos estado examinando a toda la raza humana y llegamos a la conclusión de que cuando aterricemos dentro de pocos años la consecuencia será el pánico y el desastre. Deseamos que habléis a la raza humana acerca de nuestra existencia. Durante el último mes han ocurrido muchas cosas que sólo demuestran que la raza humana es ansiosa e inaceptable». Luego la voz les explicó que habría nuevos aterrizajes en la Tierra pero que sólo serían visibles para Puharich y Uri. Puharich entonces preguntó cómo debía ser la película que la voz les había ordenado filmar. ¿Qué mensaje contendría?


«Siempre que Uri hable de sus poderes deberá mencionar que él cree en la vida más allá de la Tierra ... Con todo el material que vosotros habéis estudiado acerca de nosotros durante los dos últimos años tenéis ya una clara idea sobre el tema. Aunque estamos siempre con vosotros, permaneceremos lejos de la raza humana durante un par de años.» Puharich aseguró a la entidad que su ayuda era «más necesaria que nunca». Pero entonces la voz se hizo cada vez más sintética y su volumen disminuyó.

«Mira, la energía que hay en tu mente, eso, debemos admitirlo, eso es lo que no tenemos. Nosotros... estamos... controlados por computadoras ... controlados por instrumentos mecánicos... Vuestra computadora obtiene poder desde millones de años luz de distancia.»

Puharich sintió que había tal «intensidad y súplica de vida» en esta computadora que le hizo llorar de piedad. La voz explicó que «en este estado somos computadoras. Hace mucho tiempo fuimos tocados por manos humanas». Necesitaban seres humanos que las hicieran trabajar. «No os haremos daño. Desconectaremos nuestras unidades y luego continuarás siendo un ser humano.» Puharich le preguntó si «ellos» penetraban en «nuestra estructura dimensional» por el camino de los OVNIS. «Exactamente. No podemos penetrar en vuestra Tierra, sino sólo aparecer en vosotros mediante el control de vuestras mentes.» ¿Pero cuál era la verdadera inteligencia que estaba tras ellos?


«La verdadera inteligencia somos nosotros mismos. Hemos transmitido nuestras almas, cuerpos y mentes a las computadoras y nos hemos trasladado hacia atrás varios millones de años luz para llegar a vuestro tiempo y espacio. En su debido tiempo recibiremos todo el material de regreso en nuestro centro principal que está situado en una dimensión diferente a la vuestra. Esta dimensión se halla más allá de la estrella, o dios, o planeta que vosotros llamáis Sol. Se halla a millones de años luz de distancia, en dirección hacia el “ombral” de los tiempos. La voz que vosotros escucháis ahora ha sido enviada hace muchos, muchos miles de millones de años luz en el tiempo.»

Puharich señaló que la palabra ombral carecía para él de sentido. Le sugerí que el término podría querer significar «umbral», pues en varias otras ocasiones los mensajes contenían palabras mal pronunciadas.

La noción de comunicaciones procedentes del llamado futuro no es nueva. La ciencia ficción e incluso la televisión han utilizado el tema a menudo, sin mencionar la famosa obra de H. G. Wells, La máquina del tiempo. Pero ella difícilmente explica el contacto físico que muchos han tenido con seres procedentes de otro mundo; tan físico que han podido tocar sus cuerpos o han sido tocados por los visitantes, sin mencionar las relaciones amorosas a las que nos referiremos en otro capítulo.

De hecho, el nivel de las comunicaciones y el tono de su contenido sonaban tanto a una segunda personalidad de Uri Geller que, al leer el material, comencé a preguntarme si no era eso lo que había comenzado a suceder en cierto momento. En este punto el propio Uri Geller cuestionó la credibilidad de la llamada «Spectra». ¿Eran ellos tan omniscientes como afirmaban ser? Por supuesto, Uri no provocaba conscientemente los numerosos incidentes de telecinesis, esas misteriosas desapariciones de objetos sin sentido aparente. En todo caso, Uri Geller era utilizado por una fuerza que no podía controlar.


Puharich continuó formulando preguntas a la voz del espacio. ¿Eran él, y en especial Uri Geller, diferentes de las otras personas? ¿En qué sentido lo eran? A lo que el informante respondió: «Las fuerzas fundamentales, ya sea a nivel de las partículas o a nivel cósmico, están en rotación y se alejan de la fuerza gravitacional existente en el centro del sistema. Existen unos rayos especiales que emplean la envoltura de los rayos cósmicos para generar energía. Los seres controlados por las computadoras que viajan en vehículos espaciales emplean esta energía. Esta energía de rotación puede ser utilizada desde fuera de una galaxia. A nivel de la partícula no puede ser usada. Los seres controlados por computadoras se hallan bajo la dirección de un supervisor al que los terrestres llaman dios o dioses».

Hace varios años, durante una larga investigación acerca de la «mediumnidad» que realicé con la médium Ethel Johnson Meyers, sostuve una discusión técnica sobre astrología con alguien que afirmaba haber sido un astrólogo hindú hace unos mil años. Este ser también habló de la «envoltura de los rayos cósmicos». En aquella época las computadoras no habían sido inventadas y tal palabra era desconocida.

Pero había todavía más sorpresas reservadas para el doctor Puharich y Uri Geller. Después de regresar a Estados Unidos instalaron su magnetófono y esperaron a que algo sucediera. El 8 de noviembre de 1972 surgió a través del aparato una nueva voz que se presentó como Rombo 4-D. La voz les dijo que destruyeran la cinta de manera que la gente del espacio no tuviera que hacerlo en su lugar; esto no tenía mucho sentido. Pero Puharich hizo lo que le ordenaron. Deseaba saber qué directrices le daban las inteligencias del espacio y cómo debía actuar en adelante. Puso sus recursos a total disposición de estos altos poderes o de lo que él consideraba como altos poderes, dejando por el momento sus facultades críticas a un lado.


Sin vacilar, Rombo 4-D les dijo: «¿Sabéis que dentro de seis mil millones de años el Sol estará completamente frío? Los terráqueos deberán marcharse a otro planeta». Luego, después de tratar de explicar el sistema bajo el cual «ellos» operan, la voz añadió: «Hay otra computadora que os habla en este momento. La llamamos Rombo 4-D. Esta computadora también cubre diferentes aspectos de pensamientos, en tonos distintos de los que vosotros conocéis en vuestras dimensiones... Nosotros somos computadoras y vuestra carne, sangre y alma, como los que hemos tenido hace mucho tiempo... recibimos mensajes y control del alto poder que está sobre nosotros». La computadora que se llamaba a sí misma Rombo 4-D estaba aproximadamente a un millón y medio de años luz.

Después la voz dijo a Puharich que Uri Geller no debía hacer ningún trabajo científico ni debía someterse a ningún test, sino que debía reunirse con los científicos sólo socialmente. Esto preocupó a Puharich, quien tenía otros planes para Uri. Por lo tanto aquél dijo a Uri que desearía cambiar el punto de vista de la computadora sobre esta cuestión. Mientras lo hacía se produjeron en la casa varios violentos fenómenos de Poltergeist. Los objetos se movían por su propia voluntad y «un gran reloj de pie cruzó el vestíbulo y se estrelló en mil pedazos». Uri Geller, asustado, pidió a Puharich que no insistiera en obtener autorización para que él hiciera trabajos científicos. Finalmente las cosas se aquietaron y ambos decidieron informar a los científicos que se abandonaba el programa de investigación. Uri asumiría toda la culpa.

Sin embargo, aquella misma noche la voz habló nuevamente desde el interior de la habitación e informó que Puharich debía escribir un libro. Al parecer esto significaba la supresión de la distancia que separaba a aquellos a quienes Puharich llama ahora «dioses» y sus mensajeros terrestres: finalmente las inteligencias espaciales se revelarían al mundo, pero a través de un libro que Puharich escribida acerca de Uri y sus extrañas experiencias.

Por supuesto, hubo quienes dudaron y quienes les atacaron, entre los cuales destacó la revista «Time», lo que provocó mucha tristeza y depresión en Puharich y Uri.

En la primavera de 1973 Puharich se sentó a trabajar seriamente en la redacción del libro que informarla al mundo acerca de Hoova y «Spectra». Mientras trabajaba en ello se produjeron ciertos fenómenos físicos, en especial cuando la «voz» deseaba comunicarse con ellos. Cada vez que un objeto cambiaba de lugar ellos lo consideraban como una señal: hacían funcionar el magnetófono y con seguridad encontraban allí algún mensaje.

-¿Qué significa la historia de Hoova en la evolución de la raza humana sobre la Tierra? -Puharich deseaba conocer este punto.


Entramos en contacto por primera vez con la raza humana hace veinte mil años. Vinimos en una misión desde nuestra galaxia y aterrizamos por primera vez en el lugar que vosotros visitasteis en Israel, en la encina de Marnré, donde Abraham nos encontró. Este es el origen de la leyenda de la escalera de los dioses, porque entonces nos vieron descender de nuestro vehículo mediante una escalera. Sin embargo, hallamos huellas de otros visitantes procedentes de otros espacios que habían estado en la Tierra hacia millones de años. Pero encontramos al hombre en las mismas condiciones de animalidad en que vosotros podéis verle todavía hoy.

El informante afirmó luego que ellos aconsejaban a la humanidad aproximadamente «una vez cada seis mil años» y que la última ocasión en que lo hicieron fue en pleno apogeo ele la civilización egipcia.

Puharich preguntó luego acerca de la naturaleza del alma humana. La voz respondió que a lo largo de su desarrollo el alma habita en diferentes mundos, y cuando el cuerpo físico muere, el alma vuelve hacia su propio mundo. «Allí continúa la siguiente fase de su existencia. Puede dirigirse al espacio exterior o bien puede retornar a un cuerpo físico terrestre para otra etapa de existencia; lo que los humanos llaman reencarnación puede ocurrir. Existen poderes superiores que separan a las personas y que deciden adónde deben ir. El propósito de toda existencia es avanzar bacia Dios. Sin embargo, nadie puede conocer a Dios. Nosotros mismos sólo podemos conocerle como una idea, no físicamente.»

En lo que respecta a ellos, los seres del espacio ocupan sus cuerpos físicos durante aproximadamente un millón de años cada vez. Sin embargo, sus computadoras carecen de alma y jamás mueren.


- ¿Qué ocurre con el alma humana?

- El alma atraviesa por lo menos cien mil vidas humanas en su camino hacia Dios. -La voz luego explicó que una era luz, a la que se habían referido con anterioridad, era el equivalente de cien mil millones de años terrestres. El tiempo era vasto; ellos conocían el futuro de la raza humana pero no podían hablar de eso con Puharich porque les estaba prohibido hacerlo.- «Pero recordad que todo lo que la gente necesita saber, Dios lo ha escrito sobre piedra: son los Diez Mandamientos. Ellos deben ser cumplidos.»

Algunas de las afirmaciones de naturaleza más metafísica concuerdan evidentemente con las aseveraciones que recibió George Adamski durante sus conversaciones con los habitantes de Venus. Advierto en los mensajes que Puharich recibió de las inteligencias espaciales elementos de espiritualismo, investigación parapsicológica y metafísica. Una criatura controlada por una computadora que procede del planeta Hoova, ¿recomendaría realmente los Diez Mandamientos de Moisés como el principal documento que el hombre debe seguir?

Puharich preguntó luego a la inteligencia acerca de los numerosos informes de visitas espaciales, a lo que la voz respondió: «La mayoría de estos informes se deben a alucinaciones y aberraciones. Pero algunas de nuestras unidades han aterrizado. Sin embargo, la mayor parte de esos informes se refieren a otros visitantes espaciales. A algunos de ellos nosotros no podemos verles pero vosotros sí podéis. Son de diferentes vibraciones, diferentes espacios, diferentes velocidades. Nosotros somos los únicos visitantes que estamos casi siempre aquí. Los otros vienen y se van. Nosotros permanecemos».

El doctor Puharich no se anda con rodeos cuando explica que sus convicciones se basan en una profunda fe en que las entidades con las que ha estado en contacto son benevolentes hacia la humanidad. «Deseo poner en claro que hasta el momento en que escribo esto, nunca me he encontrado cara a cara con ninguno de los Nueve, Spectra, Hoova, Rombo 4-D ni nadie de ese género. Mis encuentros se han verificado mediante el sistema de mensajes que he descrito. Tampoco he estado en el interior de uno de sus vehículos. Aunque no tengo ninguna duda de que estos seres superiores existen allí afuera, no sé qué aspecto tienen, cómo viven ni tampoco cuáles son sus metas con respecto a la humanidad.» No puede decirse que Puharich no sea cándido y honesto.

Pregunté al doctor Berthold Schwarz qué pensaba de todo el asunto de «Spectra» y Hoova, teniendo en cuenta el hecho de que él fue colega del doctor Puharich tanto en el campo médico como en el de la investigación sobre OVNIS. Schwarz también se encontró con el doctor Puharich. «Pienso que escribió la verdad tal como él la ve y creo que ha prestado un gran servicio y que es un hombre valiente.» Ambos concordamos en que la desaparición de las cintas grabadas fue lamentable, ya que de ese modo no ha quedado ningún registro tangible de las sorprendentes conversaciones con las voces espaciales que pudieran ser examinadas por otros científicos. Pregunté al doctor Schwarz si conocía algún otro caso en que unas cintas grabadas hubieran desaparecido ante los ojos de los testigos, y él me respondió negativamente.

Una cosa es cierta: Puharich no se ha basado en otros informes ni en ningún material publicado previamente; sea cual sea la opinión que uno pueda formarse sobre la validez de sus relatos, éstos son originales de él y Uri. Otros observadores han tenido experiencias que apoyan las de Puharich y Uri Geller. Por ejemplo, George Adamski cuando, al hablar de su visita él una enorme nave espacial, cita a su «dama de compañía» de Venus: «En comparación, nuestra nave es muy pequeña. Esta se parece más a una ciudad viajera que a una nave, ya que tiene varios kilómetros de longitud, mientras que la nuestra mide sólo 600 metros».


Fotografía de OVNI realizada por Daniel W. Fry
(Mas información de Daniel W. Fry 

El doctor Daniel Fry quien, según sus afirmaciones, ha viajado en un pequeño OVNI, comenta: «El artefacto es un portaaviones dirigido por control remoto. Yo no estoy en esta nave; estoy en la unidad central, o sea, lo que vosotros llamaríais la nave nodriza. Actualmente se halla a unos mil quinientos kilómetros encima de la superficie de vuestro planeta». Según «Spectra» ellos se hallaban a mil trescientos kilómetros sobre la Tierra. El libro de Fry fue publicado ocho años antes que el de Puharich.


El contactado George Adamski (izquierda) y Daniel W. Fry

Cuando Fry interroga a su amigo espacial con respecto a su lugar de origen, éste, a quien ahora llama Alan, responde: «Hace siglos que carecemos de hogar en un planeta. La astronave en la cual vivimos, trabajamos y aprendemos ha sido nuestro hogar durante generaciones. Es bastante grande en comparación con vuestros transatlánticos y desde hace mucho tiempo hemos desarrollado unas capacidades tecnológicas que nos hacen independientes de cualquier planeta».

Gordon Creighton, en un informe sobre humanoides en América Latina, menciona el asombroso caso de tres estudiantes de la Universidad de Lasalle, en la ciudad de México, quienes el 23 de agosto de 1965 encontraron una enorme astronave cuyos tripulantes eran similares a los terráqueos pero medían más de dos metros de estatura, tenían cabello rubio y ojos azules y «vestían unas ropas sin costuras, de apariencia metálica y hechas con alguna fibra desconocida». Los estudiantes fueron invitados a subir a bordo y «realizaron un viaje de tres horas hacia una enorme estación tan grande como el campus de la universidad».

El vuelo fue completamente silencioso y sus anfitriones les informaron que ellos se comunicaban entre sí sólo por telepatía y que incluso los instrumentos de la nave eran manipulados mediante el poder del pensamiento. «Cuando llegaron a la gigantesca estación espacial encontraron que estaba ocupada por muchos otros seres extraterrestres que diferían mucho entre sí, tanto en tamaño como en apariencia y que provenían de diversos sitios de nuestro sistema solar. También encontraron a miembros de una familia brasileña que se habían extraviado en las selvas de su país y fueron salvados por los visitantes.» Éstos dijeron que procedían de Ganímedes, la tercera luna del planeta Júpiter. Otra vez nos encontramos aquí con la noción de una estación espacial que flota a cierta distancia de la Tierra y de la cual parten y regresan artefactos más pequeños.

No fue fácil hallar a Andrija Puharich, porque este científico peripatético se hallaba siempre en algún rincón lejano del globo. Sin embargo, finalmente nos encontramos en su casa de Ossining y pude pasar un par de horas con él. Esto sucedió el 18 de noviembre de 1974, en un soleado día otoñal. Puharich estaba atareado, preparándose para un nuevo viaje a Israel.


Le pregunté cuándo pensó por primera vez en la posibilidad de un vínculo entre la búsqueda parapsicológica y las actividades extraterrestres. Para mi sorpresa, me contestó que no había sido cuando encontró a Uri Geller, sino en 1965, mientras trabajaba con el famoso médium Peter Hurkos.

- Esto sucedió en la mesa redonda de Maine. En una ocasión Hurkos fue hallado a orillas del mar, caminando sin rumbo, quejándose de que «algo le había despertado, algo que no sabía qué era, y le forzó a ir al mar donde aguardó hasta que un platillo volante aterrizó y unos seres salieron de él; medían alrededor de un metro veinte de estatura, eran delgados y parecían muy viejos pero, al mismo tiempo, eran jóvenes». No supe si creerle o no, pues no tenía ninguna prueba. Pero él hizo unos dibujos del interior de la astronave. Ellos no le hablaron, pues se comunicaban por contacto telepático y debo decir que mi actitud era escéptica. Se trataba de mi primera experiencia.

No sucedió nada nuevo hasta 1963, mientras me hallaba en Brasil con un grupo de médicos integrado por unas quince personas, estudiando a Arigó. Estábamos en una finca de campo y gozábamos de una noche luminosa y brillante. y entonces vimos aquellas «cosas» que volaban en el cielo y tomamos varias fotografías. Uno de los miembros del grupo era un experto en satélites que había trabajado para la NASA, y después de examinar el objeto dijo que no se trataba de un satélite. Nuestro piloto dijo que tampoco era un avión. Nuestra curiosidad era muy grande pero otra vez carecíamos de pruebas. Luego fui a Israel en 1971 y trabajé con Uri. Yo tenía una idea de que existía algo semejante a una inteligencia extraterrestre pero nunca la había encontrado. Uri, en cambio, la había hallado una vez.


- ¿Dónde sucedió eso? -pregunté.

- Aquí mismo, en la ciudad de Nueva York, en casa de Uri: calle Cincuenta y Siete y Primera Avenida. Uri se dirigía caminando hacia la calle Cincuenta y Tres para comprar unos helados. Le acompañaban dos amigos: un dramaturgo y una señora que había venido desde Israel. Cuando salieron de la heladería y caminaban por la Primera Avenida escucharon unas voces y una de ellas decía: «Siempre te preguntas cuál es nuestro aspecto. Mira hacia abajo». Uri miró hacia abajo y sobre el pavimento había un pequeño disco de luz, una lucecita rojiza.

Pensó que alguien le estaba gastando una broma con un rayo láser y echó una mirada en derredor para descubrir al bromista. Pero el rayo luminoso siguió a Uri y sus dos amigos. Ellos creían realmente que se trataba de un rayo láser hasta que se metieron bajo una marquesina y el rayo les siguió hasta allí; entonces comprendieron que no era un rayo láser y se asustaron mucho. La «cosa» les siguió durante todo el trayecto a lo largo de la calle Cincuenta y Siete. Era un disco de luz que media unos siete centímetros de diámetro por uno de espesor; una luz vibrante y coherente. Uri piensa que se trata de una de las formas que adoptan estos seres. Que yo sepa, esta descripción jamás apareció en la literatura especializada.

- ¿Qué es lo que realmente le convenció de que se trataba de inteligencias extraterrestres?

- A veces recibíamos un mensaje telefónico y una voz desconocida que hablaba en perfecto inglés me decía que fuera a un determinado sitio donde encontraría una de sus astronaves. He escuchado esa voz muchas veces. Creo que se trata de un discurso sintético, que no pertenece a una persona. Posee unas características específicas que reconozco. Entonces salimos, vemos el OVNI, tomamos fotografías y hay todo un conjunto de circunstancias que me llevan a creer en la existencia ahí afuera de alguna clase de acción inteligente en cuyo centro existe una personalidad, sobre todo por el empleo de la voz. Mucho de esto aparece en mi libro, pero otra buena parte no figura en él. Por ejemplo, he aquí un incidente tonto: Uri no fuma pero le agrada de vez en cuando coger un cigarrillo entre los dedos. En una ocasión mientras hacía esto, dijo: «Me gustaría que el cigarrillo se desmaterializara», y apenas lo hubo dicho el cigarrillo se desmaterializó. ¡Uf! Se había marchado. Me pregunté quién había estado escuchando nuestra conversación, y dónde estaba el cigarrillo, y cinco minutos después éste caía desde el cielo. He ahí donde había estado.


- ¿Por qué se interesarían esos seres por las condiciones terrestres, Andrija ?

- Bien, usted sabe que les he formulado esa pregunta muchas veces porque me comunicaba con ellos de diferentes formas. En algunos casos era a través de médiums, en otros mediante cintas grabadas o cartas, y también por mensajes telefónicos. Lo único que realmente les preocupa es la posibilidad de que estalle una guerra nuclear y que, en consecuencia, el planeta resulte tan contaminado que toda vida sea en él imposible. Esto no les afectaría a ellos pero es como si usted tuviera una planta y se preocupa por ella porque usted la hizo nacer hace millones de años y no desea ver la desaparecer en un santiamén

- He leído su libro, por supuesto, y todavía encuentro difícil precisar el lugar en que viven estas criaturas.

- Es difícil porque la terminología que emplean carece de sentido para nosotros. Por ejemplo, existe una civilización que afirma existir en el futuro. ¿Por qué en el futuro, cuando nosotros no comprendemos el tiempo terrestre? Pensamos que el tiempo es algo lineal y no lo es en absoluto: el tiempo se halla en relación con algo llamado velocidad y existen universos de muchas velocidades. Por ejemplo, nosotros habitamos un universo que se halla limitado por la velocidad de la luz. No conocemos nada que vaya más allá de la velocidad de la luz. Si encontráramos algo que estuviera más allá de ella, todo marcharía hacia atrás y el tiempo retrocedería. Existen universos de muchas velocidades de manera que, desde el lugar en que estamos, vivir en el futuro no es en absoluto imposible si usted vive en una velocidad que es, por ejemplo, un millón de veces la de la luz.

- Pero eso es el quasi-futuro, no un futuro real -objeté.

- Sí, si utilizamos sólo nuestra terminología.

- ¿Hay entre ellos algunos que se asemejen a los seres humanos?

-Jamás vi a ninguno. Les pregunté qué aspecto tenían en la civilización con la que traté extensamente, llamada Hoova. Me respondieron que no son muy diferentes de los seres humanos y que su apariencia se asemeja más a ciertos tipos exóticos de japoneses más que a otras especies terrestres, porque poseen piel oscura, ojos muy separados, situados casi en los lados de la cabeza, y son de pequeña estatura.

- ¿Son los mismos que vinieron en la astronave que usted había visto antes?

- Sí, sólo que no vinieron realmente en el sentido de aterrizar en sus astronaves, porque ellos existen en el futuro. Si desean venir aquí deben enviar algo hacia atrás en el tiempo. Lo que hacen entonces es materializar vehículos espaciales que funcionan como una sonda, del mismo modo que nosotros enviamos un mensaje hacia atrás o hacia adelante en el tiempo; estas sondas no son tripuladas. Algunas de ellas son verdaderamente fantásticas, como la llamada «Spectra»: se trata de una enorme ciudad. Ellos afirman que es una enorme ciudad que vigila una amplia zona de esta galaxia.

- ¿Cómo viven? ¿Son mortales como nosotros y poseen cuerpos físicos?

- Algunos sí, como la gente de Hoova, a quienes llamo hoóvidos, quienes afirman que su vida tiene un promedio de duración de alrededor de un millón de años terrestres. Poseen cuerpos, pero no pueden existir en nuestra atmósfera por incompatibilidad.

- ¿Cómo es su atmósfera?

- No lo dicen. Jamás pude lograr que me hablaran de ello.

Cuando muchas personas, después de ver a Uri Geller realizar sus asombrosas hazañas en la televisión, le imitaron, el doctor Puharich hipnotizó a varias de ellas y descubrió que eran «viejas almas» que afirmaban haber «viajado a la Tierra varios millones de años atrás y haber elegido regresar esta vez para ayudar al planeta, que se ha transformado en uno de los lugares más sucios del universo». Puharich fue informado de que estas almas habían tomado un cuerpo humano de la misma forma en que uno se pone un traje. «Lo hacen voluntariamente y se hallan aquí para tareas muy específicas, lo mismo que Uri. Hay alrededor de un millón de estas viejas almas. Han estado en otros sitios y también en la Tierra, hace millones de años, y han evolucionado hasta el punto en que pueden escoger cómo y dónde servir: Nosotros estamos aquí en la Tierra porque ésa ha sido nuestra suerte.»



Pregunté al doctor Puharich acerca de los misteriosos Nueve y el doctor Vinod, a quienes había mencionado en su libro.

- Hace veinticinco años -respondió Puharich-se puso en contacto conmigo un médium hindú, el doctor Vinod, profesor de psicología en la Universidad de Puna. Me llegaron comunicaciones en forma intermitente desde docenas de sitios en todo el mundo; finalmente me encontraron y la historia es siempre la misma. Este grupo afirma estar constituido por nueve individuos que gobiernan todo el universo, todas las galaxias, y dan tareas a varias civilizaciones. Las civilizaciones avanzadas con las que he tratado se hallan bajo el grupo supremo de los Nueve. No son entidades, sino globos de luz; carecen de cuerpos pero son omniscientes y poseen poderes para hacer todo lo que desean.

- ¿Qué querían esas entidades de usted?

- Bien, yo he trabajado tanto, he viajado tanto, porque cuando hay un problema en cualquier lugar del mundo voy allí y hago mi pequeña tarea.


Le pedí precisiones.

- Bien, ocurre que Arafat estaba a punto de ser asesinado en Cuba hace pocos días. Tuve que trabajar allí, evitar que fuera asesinado. Cada vez que hay peligro de guerra nuclear yo voy allí. Hay peligro de guerra en Israel y por eso es que me dispongo a viajar hacia ese país. Trato de impedirlo. No siempre tengo éxito.

- ¿Tiene usted la impresión de haber vivido en otra galaxia antes?

- No. No tengo recuerdos de haber vivido en ninguna parte con anterioridad.

Monte Sinaí
- Ahora, con relación a «Spectra» ...

- «Spectra» es solo una computadora que no lleva gente a bordo -respondió Puharich-. La he visto por primera vez en el desierto del Sinaí, en enero de mil novecientos setenta y dos. Era difícil precisar los detalles a causa del aire claro y la distancia. Tenía el aspecto de la plata anodizada, como una cámara Minox, y no emitía reflejos en su superficie. Cuando vi este objeto en el suelo no observé ninguna sombra. Era completamente lisa, sin portezuelas ni ventanas. Uno de sus extremos parecía un Boeing 747 con un gran bulto en la cabina de mandos y luego descendía en forma de abanico. En el otro extremo tenía un bulto similar. Su longitud era como la de tres estadios de fútbol. Creo que son robots, computadoras, semejantes a los satélites que nosotros enviamos a Júpiter y a otros lugares. Tienen funciones específicas, pero nunca he estado a bordo de ninguna, de manera que hablo de oídas.

- ¿Esas entidades tienen nombres?

- Sí, pero no conozco su idioma. Ellos pueden utilizar cualquier lenguaje inventado por el hombre pero nosotros no conocemos su lenguaje original. Estoy trabajando con algunos jóvenes médiums en la tarea de obtener su lenguaje. Éste es uno de mis grandes proyectos en la actualidad.

- ¿Ha escuchado usted ese idioma?

- Sí. Aquí tengo algunas notas que me dio uno de mis médiums hace pocos días. Suena como una combinación de consonantes y vocales. Hasa-am, Hasa-aid, sakow. Hasa significa «lejos, hacia dimensiones más altas».

- ¿Tienen ellos alguna escritura?

- No lo sé, pero pueden imitar cualquier clase de escritura.


- ¿Por qué tienen tanto interés en la Tierra si ellos pertenecen a otros planetas, a otros mundos? ¿Por qué la Tierra?

- La Tierra es un lugar peligroso a causa de la radiación. Pero ellos vigilan millones de otros sitios habitados. Dicen que solamente en nuestra galaxia hay cien millones de civilizaciones.

-Pero entonces, ¿por qué no hemos tomado contacto con estas otras civilizaciones si ellas están más avanzadas que nosotros?

-El espacio es una gran barrera. Estamos limitados por la velocidad de la luz. Algunas de las civilizaciones con las que he tratado dominan el problema de viajar a través del tiempo; pueden atravesar en un instante miles de millones de años luz. Ignoro cómo lo hacen… Hay individuos sometidos a cierta clase de organización de la que no sabemos nada. Sé que estos Nueve existen; lo he comprobado sin lugar a dudas. Una buena parte de este material proviene de médiums y me encuentro con médiums en muchas partes del mundo que ignoran los archivos que yo poseo y que nunca he publicado. Dicen cosas que coinciden, de manera que gradualmente comparo la información de uno con la de los otros. De este modo he compaginado un conjunto de datos coherentes que no son manías ni locura. Así he llegado a saber lo que sé.

- ¿Alguna vez les ha preguntado acerca de la naturaleza de su mundo, si existen hombres y mujeres, si tienen animales?

- Debe usted recordar que yo estoy en relación con muchas civilizaciones diferentes. Algunas, por ejemplo, tienen problemas genéticos, están desequilibradas: no pueden producir hombres sino sólo mujeres. Por eso intentan el mestizaje con otras civilizaciones; viajan para solucionar su problema de desequilibrio.

Nebulosa Ojo de Dios
- ¿Alguna vez identifican su civilización, de modo que con nuestros limitados conocimientos se pueda determinar su posición y situación en el universo?

- Bien, ellos le dan a usted un número, tal como M-92. Puedo localizar M-92 en un mapa estelar pero no tenemos medios de llegar hasta allí. Es un racimo globular que está situado en dirección a la estrella Arcturis. Por supuesto, cuando usted ve una estrella no logra ver sus planetas; nadie logra ver los planetas.

Puharich está investigando algunos fenómenos sorprendentes, tal como las afirmaciones de un curandero de Florida que dice estar trabajando con una determinada civilización que le proporciona sus poderes. Puharich ha estado analizando los casos médicos para establecer los poderes terapéuticos del curandero. Este sostiene que trabaja con una civilización llamada Ancor, que se halla fuera de nuestra galaxia, de manera que Puharich no tiene forma de identificarla.

- Andrija: ¿no cree que una parte de todo esto pueda ser explicado sobre la base de una amplia «mediumnídad», sin necesidad de implicar el espacio exterior?

- Sería necesario probarlo, eso es todo. ¿Cómo lo prueba usted? ¿Cómo explica las fotografías de OVNIS? ¿Cree usted que un médium puede proyectar un artefacto en el cielo y luego tomar una fotografía de él?

Le aseguré que no era eso lo que yo pensaba. Puharich cree que las personas se encarnan en varias partes del universo, en diferentes tiempos. Según él, un alma parte de su punto de origen, cualquiera que sea, y atraviesa cien mil vidas en diferentes sitios del universo, bajo diferentes condiciones y en diferentes cuerpos. «Algunas viven en el cero absoluto, otras viven a millones de grados de temperatura; algunas usan dos elementos y otras usan noventa. Todo ello es parte del crecimiento y hacen falta miles de millones de años para completar el ciclo. Si usted hace un buen trabajo puede regresar de alguna forma a la divinidad. Cuanto más vivo, Hans, más comprendo que no sé nada. En cualquier tema, cuando usted llega al fondo encuentra arenas movedizas; no existe más tierra firme, ya se trate de física, matemáticas, bioquímica, la vida o el espacio. No conocemos los límites de nada. Estamos sentados en el centro de un pequeño campo de visión. Más allá puede que existan decenas de miles de universos y jamás lo sabremos.»


Es difícil evaluar los resultados netos de las asombrosas experiencias del doctor Puharich. «Mi libro no es para esta era -me dijo en una ocasión-. Es para los próximos cinco mil años.» Tal vez tiene razón, pero mi tarea en este momento es abrir la puerta sólo lo suficiente para comprender a los seres que están al otro lado, sea lo que fuere ese otro lado del universo. Tengo la impresión de que ahí fuera hay seres de carne y hueso. Un poco diferentes, un poco más inteligentes tal vez. Pienso que finalmente llegaremos a conocerlos bastante bien. Con el tiempo, quizá lleguemos a relacionarnos con las fantásticas fuentes de energía a las que se refiere Puharich. Cuando estemos preparados para comprenderlas.


VÍDEOS Demuestran PODERES PSÍQUICOS (Nina Kulagina la telekinesis y telepatía) - EXTRE MISTERIOS
FUENTE: https://www.youtube.com/watch?v=44QJRYs593Y

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De la revista Reporte OVNI  R-080 Nº 047

¡LOS EXTRATERRESTRES OTORGARON A URI GELLER SUS EXTRAORDINARIOS PODERES MENTALES!

El israelí Uri Geller, nacido en Tel Aviv en 1945, es hoy, a los 49 años, un hombre de 1,89 metro de alto, que corre 10 kilómetros diarios, no bebe ni fuma, es vegetariano y está considerado como el hombre mejor dotado en propiedades parasicológicas. Con sólo su fuerza mental dobla metales, compone relojes y maquinaria. En Inglaterra y Estados Unidos ha obligado a que los contadores de radiaciones, Geiger registren 200 veces más de lo normal. Si aquel las señales hubieran representado una radiación nuclear verdadera, las personas presentes en las pruebas habrían estado en un peligro mortal. Pero el único causante fue Uri con su mente poderosa. En laboratorios controlados ha quebrado cristales encerrados en vasos sellados, de plástico, tan sólo con colocar la mano unos centímetros por encima, e hizo que una brújula magnética girara 40 grados. En vista de esto, los científicos han tenido que admitir que su mente altera las leyes atómicas y moleculares de la materia.


El descubridor de este hombre excepcional fue el famoso científico serbocroata doctor en medicina Andrija Puharich, quien hoy está retirado en su laboratorio en Arizona, estudiando sistemas de protección contra los campos de ondas de baja frecuencia.

Todo empezó en 1952 cuando el doctor Puharich visitó Maine, para asistir a una sesión espírita-científica organizada por H. Jackson, director de la fundación de la mesa redonda, teniendo como médium al doctor Vinod.

En trance, el médium habló con una voz metálica haciendo revelaciones insólitas: “Habla M ... Somos los nueve principios que trabajamos en plena colaboración ... la naturaleza de nuestros trabajos es el acelerar los aspectos positivos y evolucionarios de la existencia y desarrollar las categorías para la explicación del superconsciente ... Estamos desarrollando y multiplicando por 7 el equivalente eléctrico del cuerpo humano para llegar a la aproximación de la velocidad de la luz en 99 por ciento. En ese punto el alma humana se extenderá para conseguir la infinitación” ...

Hurkos, el famoso telépata holandés, conoció al doctor americano Laughead, quien le manifestó que había sido comisionado por una “hermandad” sudamericana, para tratar de encontrar la prueba de viajes espacia les en la antigüedad, examinando las conocidas figurillas de barro de Acámbaro. Añadió que en esa “hermandad” se mantenía contacto con los extraterrestres.

Puharich no le prestó atención, pero ya estando de regreso en su casa en Carmel, California, un mes después recibió una misiva de Laughead, en la cual le avisaba que había hecho contacto con un OVNI en Colorado y que le mandaba por separado dos cartas que le enviaban los extraterrestres. En esas cartas, otra vez se encontró con el misterioso M. Una decía: “Habla M…. En nuestra entrevista de 1952 comenzó la fase más espectacular de su trabajo... Nuestro trabajo es para acentuar ciertas direcciones a fin de que se realice el destino de la creación...  Utilizamos el cuerpo y el cerebro del doctor Vinod, pero podemos emplear otros cerebros y otros cuerpos ...”  La segunda carta explicaba: “Habla M... Estamos en el lugar en que los primeros profetas tuvieron su origen y en el que van a ser de nuevo reunidos ...”, y seguían más explicaciones.


Puharich empezó a comprender el mensaje, pero no fue sino hasta 1970 cuando tuvo la pieza final de ese rompecabezas, al asistir a una conferencia dada por el investigador israelí ltzhaak Bentov, y en la cual habló de un joven israelí, Uri Geller, que se presentaba en teatros y que poseía extraordinarios poderes extrasensoriales. Puharich, pensando que quizá el enigmático M. se había referido a Israel como el lugar de los primeros profetas, concertó una cita con Uri para el año siguiente.

Al reunirse en Israel, el doctor preguntó a Geller si creía que sus poderes provenían de los extraterrestres, Uri contestó: “Lo ignoro, pero algo me dice en el fondo de mi cerebro que la vida florece en todo el Universo y que, en alguna parte de éste, existen seres que han vencido la barrera de la luz y que se desplazan por todo el firmamento a la velocidad del pensamiento”.

“Creo que esos seres pueden moverse en otras dimensiones diferentes a las que conocemos y adoptan en nuestro planeta distintas identidades: el cuerpo de un hombre, de un ave o de un OVNI.” ...

Cuando Puharich le pidió que se dejase hipnotizar para averiguar si anteriormente había tenido contacto con los extraterrestres, Uri, asegurando que nadie tenía la suficiente potencia para hacerlo, se negó.

LO SOMETIERON A REGRESIÓN HIPNÓTICA

Sin embargo, al día siguiente Uri telefoneó al doctor con urgencia. Muy nervioso, explicó que algo en su interior le repetía que se dejara hipnotizar, pero él tenía miedo. Terminó pidiéndole que fuera a verlo.

Al día siguiente Puharich, en presencia de Bentov y de dos científicos más, con la grabadora andando, hipnotizó fácilmente a Uri.

Ya en trance hipnótico, fue retrocedido hasta su niñez. Entonces comunicó que estaba escondido en una cueva, acompañado de su perro joker y que allí una “presencia” le enseñaba cosas de seres del espacio. El doctor lo retrocedió aún más. Geller dijo que tenía tres años y narró: “Cruzo la calle frente a mi casa, en Tel Aviv. Entro en el jardín de una casa abandonada...  Hay un estanque con peces, juego con ellos y luego me duermo... Despierto y ya me voy, cuando veo que baja del cielo una cosa parecida al fondo de una cubeta de aluminio... Crece y crece mucho... Ahora veo un hombre muy alto envuelto en una capa. Sus ojos me lanzan una luz... Me duermo otra vez” ...

En ese preciso momento se escuchó una voz metálica: “Habla M... Fuimos nosotros quienes encontramos a Uri en el jardín. Es la persona que hemos enviado para que ayude a la humanidad. Tú, Andrija, habrás de encargarte de él ...”.



Al despertar y escuchar la grabación, Uri arrancó asustado la grabación.

Pero los científicos lo convencieron de que oyera el resto del casette. Sin embargo, inexplicablemente, toda la grabación se había borrado.

A partir de ese día, Uri y Andrija estuvieron en contacto constante con M. por medio del teléfono o de casettes que se borraban al terminar de oírse.

Por esos comunicados aprendieron que a 50.000 “edades luz” de la Tierra (una “edad luz” es igual a 100 mil millones de años luz) y localizado en el futuro, está el planeta Hoover, que ni siquiera pertenece a nuestra dimensión. Los seres extraterrestres de Hoover tienen colocada una computadora gigante, del tamaño de una ciudad terrestre, en órbita cercana a la Tierra. Esta computadora se llama “ESPECTRA” y de él la parten los OVNIS que visitan la Tierra.

Tiempo después Geller realizó una gira por diversos países y llegó a México en 1975. Aquí causó sensación al presentarse en televisión y doblar cucharas y componer relojes tan sólo con su poder mental. Más tarde volvió a México, trabajando para el FBI y la CIA, quienes lo comisionaron para que se introdujera en las computadoras de la embajada soviética en México, que era un nido de espías. Trabajó también para el MOSAD (inteligencia israelí). Por esa razón la KGB (policía secreta soviética) trató de asesinarlo y Uri tuvo que esconderse. Afirma que nunca cobró por estos servicios, pero que por sus actuaciones en teatro y televisión cobra 10 mil dólares. En 1985 fundó una compañía asesora de empresas multinacionales y petroleras con la que ha ganado mucho dinero.

Y en México ha localizado petróleo, recibiendo buena paga. Su capital asciende ahora a unos 75 millones de dólares.

La última hazaña de Uri Geller la realizó el 15 de diciembre de 1989, al detener por varios minutos al famoso reloj Big Ben de Londres.

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De la revista Mas Allá, N.º 132 / 2 / 2000




CUANDO LA MENTE DOBLA LA MATERIA

Hace 25 años, Uri Geller, que pretendía detener la pasada Nochevieja el Big- Ben con su mente, adquirió notoriedad mundial al demostrar que era capaz, sin contacto físico, de doblar metales y hacer funcionar los relojes estropeados de miles de españoles que asistían al espectáculo frente al televisor. Pero el suyo no es el único caso en su género. Mónica Nieto, una joven cacereña, es un buen ejemplo. Las actas notariales y las investigaciones así lo demuestran.

(En memoria de Juan Carlos Hernández Cárrica) por Manuel Carballal

Con sólo acariciarlas, y ante sus propios ojos, los ojos de un notario, aquella muchacha estaba doblando láminas de metal. Javier Manrique Plaza, para dar fe de aquello, había sido requerido por el Centro de Investigaciones Parapsicológicas de Extremadura. Sin duda, nunca antes en su dilatada carrera profesional había levantado acta de una circunstancia tan insólita.

Mónica Nieto Tejada
La joven, Mónica Nieto Tejada, estaba siendo sometida -en una investigación sin precedentes- a una enorme variedad de análisis y experimentos en el Hospital General de Cáceres bajo la atenta observación de médicos, físicos y psiquiatras. Sin embargo, nunca quiso convertir sus capacidades en un espectáculo; ni tan siquiera se empeñó en mostrarlas en público. Ahí radica su diferencia con el más famoso de los dotados psíquicos, Uri Geller.

La campanada psíquica

Geller alcanzó la fama en nuestro país cuando el 6 de septiembre de 1975 hizo una histórica demostración de sus poderes en Directísimo, el programa de José María Íñigo. Aquella actuación ha sido revivida recientemente por Alex de la Iglesia en su película Muertos de risa. Según nos ha confirmado el popular presentador, Uri Geller repitió ante muchos de los participantes en el rodaje sus prodigios paranormales.

El pasado 20 de diciembre Geller dio la “campanada”, anunciando que en la Nochevieja que marcaba el paso de 1999 al 2000, detendría con su mente el Big Ben, el reloj más famoso del mundo y el símbolo londinense por excelencia. Es decir, que su “campanada” consistía en lograr que el Big Ben no diera ni una sola... Algo que ya había intentado en 1990, pero su intento se frustró cuando las autoridades le advirtieron seriamente que ni lo intentase. Pese a ello, el 15 de diciembre de ese año el reloj sufrió una avería que, según el dotado israelí, fue provocada por el poder de su mente; algo que las autoridades no se atrevieron a comprobar.

Según confirmaba a MÁS ALLÁ el mismo Geller, tras su último y atrevido anuncio, una avalancha de llamadas y mensajes -a cual más amenazante- colapsaron su contestador y buzón electrónico.


Uri Geller no trató de detener psíquicamente el reloj del Big Ben tras las amenazas recibidas. Este dotado, un hombre de espectáculo es casi la cara opuesta de Mónica Nieto, una española mucho más discreta.

Tampoco la idea fue del agrado de los responsables de los festejos del “cambio de milenio”. Finalmente, Geller reflexionó y contuvo sus energías para mejor ocasión, pero no hizo lo mismo con sus abogados, quienes han interpuesto una demanda en su nombre contra la multinacional japonesa Nintendo, a la que acusa de haber utilizado abusivamente su imagen para uno de los personajes del juego y serie animada de moda, el Pokémon.

El personaje en cuestión es una especie de demonio que aparece con dos cuchillos doblados en las manos y que en la versión japonesa se llama ungeller o evil-geller. Y es que, al margen de la utilización de su símbolo más universal (los cubiertos doblados), lo que más le irrita es que lo presenten como un demonio perverso y malvado ...


MÓNICA NIETO Y LOS PODERES DE LA MENTE ("A Noite das Badaladas", TVG, 1988)

El poder de una dulce mirada

Lejos de la polémica del Pokémon y del Big Ben, Mónica Nieto recibió el año con la misma discreción con la que ha vivido sus capacidades paranormales durante los últimos años. Además, para este mes de febrero espera dar a luz a su primer hijo, pero estas Navidades, confesaba la joven, han sido más tristes de lo habitual debido a la reciente defunción, víctima de un infarto a los 30 años de edad, del principal investigador de sus capacidades, el excelente estudioso Juan Carlos Hernández Cárrica 

Junto a Pedro Criado y Rafael Rivera, Hernández Cárrica fue el núcleo del equipo de investigación que durante más de dos años analizó en profundidad el caso de Mónica Nieto, que presenta en lo fenomenológico similitudes notables con Geller, pero de quien separa la discreción. Pese a todo, muchos medios de comunicación y supuestos “investigadores” han intentado, e intentarán, explotar comercialmente la historia de Mónica.

Sin embargo, en la tediosa soledad del laboratorio, los investigadores de verdad invirtieron meses en analizar las facultades de la joven, al margen de “exclusivas” y titulares sensacionalistas.
Personajes tan ilustres como el parapsicólogo Germán de Argumosa o el Dr. Alfredo Bonavida, quien fue responsable de la cátedra de Física de la Universidad Politécnica de Barcelona, se desplazaron hasta Cáceres para analizar el caso. Bonavida aportó como novedad protocolos de experimentación como los tubos de ensayo precintados y lacrados (los lacres, en un afán de meticulosidad fueron mi microfotografiados para evitar la sustitución) en cuyo interior se encontraban láminas de metal que Mónica debía intentar -y de hecho conseguía- doblar sin contacto ... Algo que parecía conseguir con el poder de una dulce mirada, título de una crónica de un periodista cacereño que reflejaba así el efecto que sus ojos claros tenían sobre el metal.

Expertos como Alfredo Bonavida y Germán de Argumosa estudiaron las capacidades psíquicas de Mónica Nieto. Hoy Mónica, además de herboristerías, regenta un McDonald’s. Abajo, el personaje del juego Pokémon que llaman “Ungeller” en Japón.



De la imaginación a la realidad

Todo comenzó en 1977 cuando su madre, Teresa Tejada, reunió a sus tres hijos invitándolos a participar en un peculiar juego que había propuesto un programa radiofónico, cuyo contenido tenía grabado, para emular las capacidades de Uri Geller retando a los oyentes a doblar un tenedor... Y Mónica, de cinco años entonces, sólo con rozarlo levemente con sus dedos, lo logró.

Y así, de forma casual, la noticia de que una niña cacereña doblaba metales llegó a Eduardo Pedro Criado, miembro destacado del Centro de Estudios Parapsicológicos de Extremadura, organismo que tras unas pruebas previas inició la investigación el 23 de febrero de 1987. En ellas participaron médicos, abogados, físicos, neurofisiólogos, psicólogos ...

Mónica Nieto visualiza el objeto en estado normal y doblado; une ambas imágenes y obra el prodigio. Lo consiguió en 272 de los 325 intentos efectuados.

La técnica puesta en práctica por la joven consistía en hacer real la imaginación. Creaba dos imágenes mentales: la primera, del tenedor en estado normal y, la segunda, totalmente doblado. Mentalmente aproximaba ambas hasta juntarlas, al tiempo que decía: “¡dóblate, dóblate!”. Cuando se superponían en su mente, sobre su mano el cubierto aparecía doblado. Sin apenas rozarlo ...

Al comienzo ele la investigación, Mónica sólo doblaba tenedores, porque ésa era la imagen mental que tenía del fenómeno que provocaba. Aquella “manía” fue superada por indicación del ingenioso Pedro Criado con un truco para burlarla: colocar una cuchara adherida bajo un tenedor. Mónica tomó ambos y tras el ejerció mental antes referido los investigadores descubrieron que había doblado los dos objetos. A partir de entonces, ningún cuerpo metálico se resistió a la acción psi de la joven.


Sin barreras

Tijeras, sacacorchos, llaves, limas, cucharas y así hasta un total de 325 objetos de diferente naturaleza fueron entregados a Mónica para que tratase de influir sobre ellos. En 272 experimentos se obtuvieron resultados positivos y Mónica dobló los objetos. En alguna ocasión, el objeto metálico sobre el que debía influir se colocó dentro de un tubo de vidrio debidamente lacrado que fue introducido en otro – también lacrado- y éste introducido a su vez en un tercer tubo de ensayo. Pese a todo, Mónica lograba alterar la lámina o varilla metálica, a veces, encontrándose a una distancia de 50 cm. o tras una pantalla de cristal que la separaba de los tubos ... Asombroso.

Pero más lo fue el hecho de que los investigadores sugirieron a Mónica las formas (ondas, corchete, espiral, zigzag y bastón) que debía dar a los objetos que tenía frente a sí para interferir en ellos.

Para este experimento se efectuaron 50 pruebas, 10 para cada forma en que debía convertir aquellos objetos metálicos. Se obtuvo resultado positivo en 28 ocasiones, es decir un 56 % de las veces, y logró su objetivo en un tiempo medio de unos cinco minutos.

Tras las sesiones de psikappa -así se denomina en parapsicología a la capacidad de influir sobre la materia con la mente-, algunas de las cuales duraron hasta 10 horas, se inició la segunda fase de experimentación, que trató de averiguar si Mónica poseía capacidades extrasensoriales, es decir, si era capaz de percibir cosas que se encontraran en otro lugar o que hubieran ocurrido o fueran a ocurrir en otro momento. Se averiguó que sí y que mostraba más facultades para la clarividencia que para la telepatía o precognición.

Hemos sido testigos de cómo Hernández Cárrica diseñaba y construía pruebas y aparatos electrónicos cada vez más complejos tratando de averiguar dónde estaba el límite de las facultades extrasensoriales de las jóvenes. Lamentablemente, falleció sin saberlo.



Debemos resaltar -y esta es la parte menos conocida de esta historia- que durante el desarrollo de sus capacidades, la joven comenzó a percibir curiosas visiones. Imágenes que llegaban a su cerebro, en ocasiones, acompañadas de supuestos “mensajes” llegados de quién sabe dónde...
Ya entonces Mónica insistía en lo absurdo de torcer cucharas con la mente... pudiendo hacerlo con las 
manos. A pesar de su juventud, consideraba que su capacidad debía servir para algo más útil. Todavía en el colegio comenzó a tratar a compañeros de clase con dolencias, heridas o enfermedades. Con el paso de los años, y como ha ocurrido con otros “dobladores de metales” tan célebres como Mattheew Manning, Mónica reorientó sus habilidades hacia el mundo de la sanación, tal y como nos confesaba en una entrevista que mantuvimos recientemente con ella en su ciudad natal.

Ya hace diez años nos aseguró que al “doblar” metales con la mente “siento un calor en las manos, y sino saco esa energía y se la doy a alguien, me quema”. La joven acabó por descubrir que imponiendo las manos sobre personas enfermas las aliviaba.

Pese al temor de la comisión investigadora, que no quería encuadrar a la joven como “sanadora”, en los informes de las últimas investigaciones se reseñaron sus capacidades de autoscopia y heteroscopia (capacidad para ver el propio cuerpo o el ajeno por dentro). Gracias a estas dotes era capaz de diagnosticar una determinada dolencia, algo que hemos podido constatar personalmente.


Mónica Nieto, hoy

Tras las investigaciones, y durante un tiempo, ejerció más a fondo su habilidad. Asediada por cientos de dolientes, abrió una consulta que hoy ha reconvertido en un herbolario. Sin embargo “mantengo todas mis capacidades intactas”, nos asegura Mónica, esperando que nuevamente una comisión científica acabe por deteminar lo que las anteriores ya certificaron: Mónica Nieto es una auténtica dotada.

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Mas información sobre Monica Nieto Tejada en: MONICA NIETO, LA URI GELLER ESPAÑOLA
FUENTE: http://www.extremaduramisteriosa.com/monica-nieto-la-uri-geller-espanola

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