Ríos, lagos y bosques marcianos: El verdadero color de Marte. (The true color of Mars)
Realmente… ¿Marte es tan inhóspito como lo presentan? Al parecer no, según se deduce de las investigaciones realizadas sobre fotografías enviadas por sondas como la Spirit, Opportunity y Curiosity se observa que Marte posee un cielo azul como la Tierra, además de lagos, ríos e incluso vegetación. Tal vez, desde la Tierra a través de los telescopios pueda presentarse como un planeta de color rojizo, posiblemente por cierta concentración de polvo en suspensión en la atmosfera, lo que en la Tierra denominamos como “calima” *, un fenómeno meteorológico que no invalida la propia existencia de la vida…
* La calima o calina es un fenómeno meteorológico
consistente en la presencia en la atmósfera de partículas muy pequeñas de
polvo, cenizas, arcilla o arena. (Fuente:
Wikipedia)
Tal vez, si analizamos un sinfín de películas, el
planeta rojo se nos ha presentado desde siempre como un peligro potencial para
los seres humanos, véase La Guerra de los Mundos, de (War
of the Worlds) año 2005, de Steven Spielberg, basada en la
novela homónima de H.G.Wells publicada en 1889; pero también Marte se nos muestra
insistentemente como un lugar árido e inhóspito, reflejado en películas tales
como Marte
(The Martian) (2015), Planeta
Rojo, (2000), Misión a Marte, (2000), Desafío
Total (Total Recall) (1990), protagonizada por Armold Schwarzenegger, Vida
(Life) (2017) o John Carter (2012). Y obviamente, el
cine juega un papel fundamental en la desinformación, una herramienta que los
poderosos manejan con soltura y promiscuidad… inoculando en las mentes de todos
nosotros una idea que tal vez no se corresponde con la realidad.
Es un hecho admitido por la ciencia oficial
terrestre que la zona habitable planetaria* de nuestro Sistema Solar incluye los
planetas Venus, Tierra y Marte,
es decir, que en dichos astros se dan las condiciones necesarias para la vida:
temperatura, agua y atmósfera… Si es así, entonces porque la obsesión por
presentarnos a Marte como un lugar donde nadie quisiera ir…
* En astrofísica, se denomina zona de habitabilidad estelar
a la región alrededor de una estrella en la que el flujo de radiación incidente
permitiría la presencia de agua en estado líquido sobre la superficie de
cualquier planeta (o satélite) rocoso que se encontrase en ella y que contase
con una masa comprendida entre 0,5 y 10 M⊕ y una presión atmosférica superior a 6,1 mbar. (Fuente: Wikipedia)
A
continuación un pequeño extracto del libro La conspiración reptiliana, un libro escrito por el
investigador J.L.Camacho, que sin ninguna duda recomiendo leer. A mí personalmente me ha parecido un
trabajo de investigación muy bien llevado y digno de reconocimiento.
.......................................................................................
Del libro La conspiración reptiliana,
de J.L.
Camacho
El MISTERIO DE MARTE
Marte siempre ha
sido un reto y un misterio para el hombre. Las antiguas culturas lo
consideraban el dios de la guerra. Su brillante color rojizo iluminó en la
imaginación de las personas la idea de que se trataba de un dios bélico.
No fue hasta después del Medievo
cuando se descubrió la naturaleza planetaria de Marte, y hasta el
siglo XVII no se realizaron los primeros estudios y observaciones de las áreas
oscuras de la superficie, casquetes polares, rotación, etc. A finales del siglo
XIX, el aristócrata Percival Lowell, gracias a un telescopio más
avanzado, pudo ver con claridad una serie de canales que confirmaban las
primeras observaciones y dibujos que Giovanni Schiaparelli había
hecho de la superficie del planeta en 1877. Las declaraciones de Lowell
fueron sorprendentes y encendieron la imaginación de muchos escritores de
ciencia ficción que especulaban sobre la posible vida inteligente en Marte.
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Percival Lowell |
En 1960 los soviéticos lanzaron
la primera misión al planeta rojo, la sonda Marsnik 1960A, pero
fallaron estrepitosamente en el lanzamiento. A lo largo de los siguientes 11
años, la Unión Soviética intentó alcanzar el planeta rojo en 11
ocasiones, sin lograr su objetivo. Curiosamente, los norteamericanos, con mucha
menos experiencia y con solo tres intentos, consiguieron su objetivo en 1969
con el Mariner VI. La llamada «carrera del espacio» se ponía claramente
del lado norteamericano, dejando tras de sí hasta el año 2000 una estela de
fracasos: de 35 intentos de llegar a Marte, solamente 10 tuvieron
éxito.
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Mariner VI |
Después de la llegada del hombre
a la Luna, el éxito más sorprendente se produjo el 20 de julio de 1976, cuando
la nave Viking I consigue colocar un satélite en órbita y hacer amartizar
un aterrizador o módulo de descenso robotizado para efectuar análisis de la
superficie y atmósfera marciana. Las primeras fotografías entregadas por la Viking
I son todavía históricas y, misteriosamente, tienen la misma calidad
que las presentadas por la moderna Curiosity, un laboratorio
rodante con la más alta tecnología actual, lanzada 35 años después.
Lo cierto es que esos miles de
imágenes presentadas por las misiones Viking I, Viking II, Pathfinder,
Spirit, Opportunity y Curiosity, hechas por robots que han alcanzado
con éxito la superficie de Marte, nos muestran un planeta rojizo
con unos cielos ocres y un entorno en el que solamente dominan los tonos
pardos. En ninguna fotografía encontramos tomas azules o verdes. Eso es lo que
la NASA nos muestra. No obstante, algo extraño estaba ocurriendo,
ya que en las fotografías, los colores de la bandera norteamericana, en su zona
blanca y su zona azul, parecían haber sido teñidos de rojo, como si alguien
deliberadamente hubiese colocado un filtro de ese color.
El verdadero color de Marte
Siempre nos han mostrado Marte
como si fuese un planeta totalmente oxidado. Fue King Bubarrato
quien, en el año 2000, se percató de un curioso hecho al analizar con
detenimiento las fotografías de los módulos Viking I y Viking
II. En algunas de las fotos aparecía una carta de color situada en el
propio módulo, utilizada para corregir la gama cromática de color y la
intensidad de brillo, semejante a la famosa carta de ajuste que aparecía en los
televisores, con la que podíamos optimizar los colores, manipulando los diales
de tono, brillo y color. King observó que las cartas de color
estaban desajustadas, así como los colores de la bandera de los Estados
Unidos que la nave tenía pintada en uno de sus paneles.
Era fácil ver que los colores
blancos tenían una acusada tendencia hacia el amarillo, como si las fotografías
hubiesen pasado por algún tipo de filtro de color. Después de cargar las
imágenes en un programa de tratamiento de color, corrigió el blanco de las
barras de la bandera de los Estados Unidos hasta que estas quedaron totalmente
blancas. Para hacer esto tuvo que añadir, aproximadamente, un 50 % de tonos
azules al conjunto de la foto, así como un 25% de verdes. Para su sorpresa, en
aquella foto, el cielo marciano no era rojizo, ¡su tonalidad era de un azul
semejante al cielo terrestre! Asimismo, ¡la superficie dejaba de ser rojiza
para convertirse en marrón!
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Imágenes de Marte |
También son muy curiosas las declaraciones de un ciudadano norteamericano, llamado Ian Fleming, quien se percató de un importante detalle tras escuchar una grabación en la que se entrevistaba a diferentes miembros de la familia Levin, algunos de los cuales habían dedicado toda su vida a la ciencia: «Recientemente, he tenido la oportunidad de escuchar una entrevista en formato realaudio del Show de Laura Lee. El archivo me fue entregado el pasado mes de julio. Los invitados eran el doctor Gil Levin y su hijo Ron Levin, quien en la actualidad es físico del MIT (Massachusetts Institute of Technology) en Boston, (Estados Unidos). Toda la conversación transcurrió hablando de cuestiones familiares, pero en un momento de la entrevista, Ron describió algo que jamás había oído. Comentó que cuando contaba con 20 años y era un joven estudiante que se encontraba en el JPL (Get Propulsión Laboratory), cuando llegaron desde Marte las primeras fotografías de la Viking I, tuvo ocasión de ver en aquellas imágenes originales un cielo azul y rocas con manchas verdosas. También añadió que los técnicos de imagen del JPL ajustaron rápidamente aquellas tomas para que el cielo y las piedras adquiriesen el tono rojizo con el que estamos familiarizados. Levin continuaba diciendo que no encontró ninguna explicación científica de por qué se estaban efectuando semejantes ajustes de color.
El cambio se efectuó porque
los científicos deseaban oscurecer aquellas manchas verdosas en las piedras,
que podían demostrar que en Marte sí existía alguna forma primitiva de vida
vegetal en la superficie del planeta.
Marte es como la Tierra: La prueba definitiva.
Esta historia parecería otra de esas
leyendas anónimas si no fuera porque sus protagonistas fueron Ron Levin,
un importante físico del MIT, y su padre, coautor de los
recientes e importantes experimentos de agua líquida en Marte, en los que jugó
un papel relevante. No se trata de fuentes anónimas, responsables de la mayoría
de las historias descabelladas que circulan, por lo que me tomé muy en serio el
tema de las manipulaciones fotográficas que están saliendo a la luz pública.
Las primeras imágenes que
aparecieron en los medios del amartizaje de la sonda Viking I
mostraban un cielo azul que más tarde se convirtió artificialmente en rojo.
Según las versiones autorizadas de los hechos, se efectuaron las modificaciones
de color porque los colores se estaban recibiendo incorrectamente dirigidos
hacia el espectro cromático del azul, debido a un problema óptico; de modo que
se corrigieron hacia el rojo, pues este debía ser su color original. La
explicación no me parece muy verosímil. De ser así, pienso que, antes de mandar
las dos sondas, se habrían dado cuenta de la existencia de cualquier problema
de sobreexposición azul en los filtros de las lentes del equipo.
Ron Levin también
hizo un curioso comentario que me sorprendió. Afirmó que el telescopio
orbital Hubble había tomado imágenes de Marte que mostraban un
cielo azul, dato que posteriormente pude verificar en el sitio oficial del Hubble
HST41. En aquellas imágenes se apreciaba de forma nítida una
especie de halo azulado que rodeaba el planeta. Aparentemente, los
científicos del Hubble realizaron varios informes, que se difundieron
en algunos medios de comunicación, en los que aseguraban que el robot Pathfinder,
al amartizar, debería poder ver un cielo azul.
Pero eso no es todo. Existen
zonas en Marte que han sido fotografiadas por distintas misiones
y la variación de los colores es notable. Un claro ejemplo es el cráter Gusev,
zona donde, supuestamente, aterrizó el robot Spirit. Las fotos
satélite que la NASA envió del cráter muestran un sitio marrón
con severos tonos grises. Por el contrario, gracias a la ESA y a
la Mars Express, podemos observar que los colores que aparecen en
la zona del cráter Gusev son naranjas y verdes.
¿Cómo explicamos esta notable
diferencia? ¿Acaso los colores de un jardín se transforman de verde brillante
en marrón árido dependiendo del modelo de cámara que utilicemos al tomar la
foto? Evidentemente, podrán existir diferencias en el tono y en el contraste,
pero el verde seguirá siendo verde y el naranja, naranja. Sin embargo, debemos
recordar que la auténtica diferencia entre las misiones de la NASA
y la ESA radica en sus países de procedencia. Pero no pensemos
por esto que la ESA se ha comprometido en una campaña de
transparencia en lo que se refiere a la cuestión marciana. La ESA
únicamente ha entregado algo más de 260 fotografías del suelo marciano y
algunas de ellas son desarrollos de otras. Por el contrario, los
norteamericanos han publicado más de 170.000 fotografías correspondientes a su
misión Mars Odyssey. No sabemos cuál es el motivo de que la
agencia europea publique tan exiguo número de fotos... ¿tacañería o
encubrimiento?
Continuemos hablando de otras
pruebas más evidentes sobre la falsificación de los colores marcianos. El robot
Spirit, lanzado por los norteamericanos a mediados del 2003, antes
de surcar las enormes distancias que separan la Tierra de Marte
fue fotografiado en la Tierra por los medios de comunicación. En
esas fotos se aprecia al flamante robot Spirit con sus paneles y
sistemas, así como con una serie de bandas de colores situadas en torno a un
pequeño mástil que indica la orientación solar. Aquellas bandas tenían en sus
ángulos los colores azul, rojo, verde y amarillo. Cuando comparamos la misma
pieza del Spirit sobre diversas fotografías que el propio robot ha efectuado
de Marte, dos de los colores han cambiado notablemente. La parte que
tenía en la Tierra un vivo color azul aparece de un intenso rojo y la
que tenía color verde se muestra de un amarillo pardo. Esto demuestra
claramente que la NASA está invirtiendo la gama cromática del espectro
azul al rojo en su misión Spirit. Las causas de esta inversión no
son otras que eliminar el 90 % de los tonos verdes y azules; pero ¿qué
pretenden aplicando filtros a sus instantáneas marcianas? Ni más ni menos que
eliminar los cielos azules y el verdor que aparece en buena parte del suelo y
de las rocas marcianas. De este modo, podrán mantener la tan esperada noticia
de vida en Marte en stand by, a la espera de un momento propicio.
La ocultación de información es
grave, pero la desinformación es doblemente grave, ya que con ello están
privando de una profunda verdad a toda la humanidad. Esa verdad no es ni más ni
menos que el universo es un vergel de vida, y que esta se abre paso en los
lugares más insólitos e inhóspitos del cosmos; pero sigamos aportando más
pruebas, pues parece que estas no cesan de demostrarlo.
En una importante rueda de
prensa ofrecida en el JPL por los responsables del Spirit, estos
proporcionaron una serie de fotogramas proyectándolos en una pantalla. En
dichas fotografías aparecía un nítido cielo azul marciano, que rivalizaría en
belleza con el cielo de un día despejado en la Tierra, así como
un suelo marrón claro, que en nada recuerda al rojizo suelo marciano que nos
muestra habitualmente el robot Spirit.
Los hechos no concluyen aquí. Hay
más pruebas y cada día que pasa aparecen nuevos datos que apoyan la audaz y
verdadera imagen que se oculta tras las tergiversadas fotografías marcianas.
Por consiguiente, tenemos que derribar el mito de un Marte rojo y árido,
al igual que hicimos con el de la «piel verde de los marcianos». En no pocas
ocasiones la verdad está a 1800 del punto al que dirigen nuestra
atención.
El 4 de agosto de 2004, el rover
Spírit efectuaba un lento avance hacia la cima del cráter Gusev.
Poco antes de coronar la cima, la NASA indicó al vehículo que
efectuase una serie de secuencias fotográficas orientadas hacia una formación
rocosa próxima. El misterio de aquellas imágenes no estaba en el área que mostraban...
Lo patético de aquella toma era el descarado fraude al manipular los colores
originales hacia el espectro del rojo, que daban al paisaje una absurda
tonalidad rojiza más propia de una película de serie B que de un espectáculo
natural.
Cualquier lector de este libro
puede hacer la prueba. Si acude al sitio de la NASA donde se
almacenan las presuntas fotos originales y efectúa una corrección de color y un
ajuste de los niveles de saturación con cualquier software de edición de
imagen, será capaz de obtener la correcta representación que fotografió la
sonda antes de ser manipulada. La falsificación de los colores se aprecia de
manera evidente al observar la «rueda de colores» original del rover, así como
la rojiza bandera norteamericana que se muestra en alguna de sus tomas.
Construcciones, lagos y arboles en Marte. - Fotografías de la NASA
Pero ¿qué razones impulsan a
la NASA para falsificar el color? Bien, la respuesta es compleja, no
obstante, podemos inclinarnos a pensar que, si la NASA nos mostrase
cielos azules, rocas verdosas (con musgo) y charcos de agua, no podría ocultar
por más tiempo la profunda realidad de que Marte es un vergel en
determinadas áreas, que el oxígeno y el nitrógeno abundan, que la temperatura
ambiental no es extrema y, por ende, que la vida tiene un fuerte arraigo en ese
planeta y que su hábitat natural se asemeja notablemente a la taiga siberiana,
con temperaturas más suaves, similares a la Tierra.
Cientos de investigadores amateur
que analizan cuidadosamente las imágenes que la NASA publica en
su sitio web han llegado a conclusiones asombrosas al descubrir muchas
anomalías. La NASA, y en especial la Malin Space Science Systems
(MSSS), está censurando, presuntamente, todo el material fotográfico
procedente de las diversas misiones a Marte, donde las pruebas más
obvias son refutadas con excusas y análisis peregrinos. Según Richard
Hoagland (entre otros científicos de alto nivel), el señor Michael Malin,
responsable de este instituto privado, está distorsionando42
digitalmente y borrando, literalmente, todas las posibles anomalías que
presenta la superficie marciana. Malin es el encargado del
análisis científico que las diversas sondas enviadas a Marte por Estados
Unidos transmiten a la Tierra. Hemos tenido ocasión de
ver cómo manipulaba análisis tomográficos limpiando las anomalías presentadas
en el subsuelo marciano, gracias a una sofisticada máquina capaz de traspasar
el suelo de Marte con un complejo sistema denominado Themis43.
El borrado digital de lo que, sin lugar a dudas, parece ser una enorme ciudad
sumergida bajo las arenas marcianas. Personalmente, tuve la posibilidad de ver
aquellas fotografías tomográficas y lo que allí aparece es ¡sencillamente
alucinante! Una gigantesca ciudad con calles, edificios, plazas y rascacielos...
Todo con una extraña apariencia, pero con un indiscutible aspecto de ciudad,
donde ángulos rectos y todo tipo de formas regulares eran apreciables a simple vista.
42. Véase la web del señor
Richard Hoagland: http://www.enterprisemission.com/skull.htm.
43. Véase la web del señor
Richard Hoagland: http://wwv.r.enterprisemjssion.com/ir _analysis. html.
Marte tiene inmensos lagos y bosques.
Enormes lagos en Marte.
Hagámonos eco a continuación del
trabajo del anónimo propietario de la web www.marsanomalies.com. quien
ha recopilado una excelente cantidad de informes y análisis en los que estudia
pormenorizadamente diversas instantáneas que la censura de la MSSS ha
pasado por alto, quizá por descuido..., o quizá no. Realicemos un rápido
recorrido por esas curiosas anomalías:
1. Ríos y lagos
Tanto los orbitadores norteamericanos
como la Mars Express europea han mostrado con sus cámaras de alta
resolución cómo en ciertas zonas se aprecian claramente grandes depósitos de
agua líquida que incluso parecen fluir como ríos por la superficie marciana.
Tanto es así que, si se analizan detenidamente algunas imágenes, se puede
apreciar oleaje en las orillas y el movimiento fluido del agua con sus
ondulaciones naturales. Sin embargo, la NASA se empeña en
decirnos que esas masas de agua azul son, en realidad, tierra y que los nítidos
canales fluviales son dunas de arena.
2. Géiseres marcianos
He podido ver una serie de
fotografías en las que se aprecian enormes chorros de agua líquida que fluyen
de la superficie del planeta; se trata, claramente, de géiseres marcianos.
Mientras tanto, la NASA y la ESA afirman
constantemente que sí hay agua en Marte, pero solamente en estado
sólido, algo que entra en claro conflicto con esos géiseres observados.
3. Bosques marcianos
Hay una serie de imágenes tomadas
por la Mars Odyssey en las que se pueden ver lo que parecen ser
enormes zonas boscosas muy densas, que incluso bordean nítidamente grandes
masas de agua que parecen ser lagos o grandes lagunas. Curiosamente, esas
fotografías nunca nos las han mostrado en color y solo nos han llegado imágenes
en blanco y negro, quizá para evitar que se descubra la incómoda verdad.
4. Tubos marcianos
Hay una interesante serie de
fotografías donde se aprecian los llamados «tubos marcianos», una especie de
formas tubulares simétricas que surgen de la superficie marciana para después
desaparecer de nuevo bajo ella. Elementos que parecen artificiales o
prefabricados en los que incluso se puede percibir una cierta transparencia en
algunos de ellos.
5. Extrañas formaciones metálicas
Asimismo, existen una buena
cantidad de fotografías donde se pueden ver curiosas formaciones, dispuestas
con orden militar y con aspecto brillante, que obedecerían a una superficie
perfectamente pulimentada y probablemente metálica. Estas fotografías fueron
tomadas en zonas muy próximas al polo norte marciano.
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Escultura gigante de un rostro humano en Cydonia, Marte |
![]() |
Cydonia, Marte |
![]() |
Monolitos gigantes en Marte, imagen enviada por el Mars Observer el 21 de Mayo de 1999 |
6. Objetos artificiales
En la superficie de Marte
hay una serie de formaciones que, debido a su simetría, angularidad y aparente
geometría, parecen ser lo que, a juicio de un observador no muy experto, podría
denominarse como «objetos artificiales producidos por una manipulación
inteligente». Series de formaciones que la naturaleza por sí misma sería
incapaz de generar.
7. Accesos gigantes
En algunas de las imágenes
mostradas por los diversos orbitadores marcianos, tales como la Mars
Reconnaissance Orbiter o la Mars Odyssey, se pueden
apreciar enormes oquedades que parecen accesos a zonas interiores del planeta.
8. Vehículos marcianos
He tenido la oportunidad de
observar en unas coordenadas del planeta Marte lo que parece ser
un enorme vehículo de transporte que sigue una ruta perfectamente delimitada
sobre la superficie. En dicha ruta, se atraviesan lomas, colinas y cráteres, adaptándose
a la forma del terreno hasta llegar a un lugar donde una serie de cráteres
rodean una zona que parece agua.
9. Ubicaciones inteligentes
Fue Richard Hoagland,
exingeniero de la NASA, quien astutamente descubrió que en la
zona marciana denominada Cydonia Mensae había una serie de
promontorios y elevaciones rocosas que parecían estar ubicados inteligentemente.
Hoagland desarrolló un estudio en el que descubrió que las
distancias entre algunas de estas formaciones geológicas y los grados
existentes entre ellas obedecen a una configuración inteligente, basada en lo
que Hoagland denominó «física hiperdimensional».
10. Pequeños animales y aves
En algunas de las fotografías
enviadas por los robots marcianos Spirit y Opportunity;
se pueden apreciar lo que parecen ser animales similares a pequeños roedores,
que cambian de ubicación entre toma y toma de las distintas secuencias
fotográficas. Del mismo modo, en las que se aprecia el cielo marciano, se
pueden ver en la lejanía lo que parecen ser aves semejantes a las que hay en la
Tierra.
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Robot Opportunity |
El misterio de la Spirit y la
Opportunity
El 4 y el 25 de enero de 2004
aterrizaron en la superficie de Marte, con éxito, los robots Spirit
y Opportunity. Ambos rover eran gemelos. La duración de las
misiones estaba prevista para un máximo de 90 días marcianos (recordemos que el
día marciano es prácticamente igual al de la Tierra, con una diferencia de solo
37 minutos más). Misteriosamente, la Opportunity, después de 10 años,
sigue funcionando, moviéndose y enviando datos de la superficie de Marte; sin
embargo, la Spirit finalizó su actividad en 2O11 después de 7 años en
activo. Las dos misiones superaron con creces el tiempo programado de
existencia. Muchos lectores podrán pensar que esto fue debido a la excelente
fabricación y diseño de ambos robots, pero hay una serie de cuestiones que no
parecen encajar del todo en este extraño asunto.
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Robot Spirit |
El misterio de los paneles solares
Debemos recordar que estos robots
se alimentan por energía solar. En su parte superior existen una serie de
paneles que cargan de energía las baterías, pero hay algo que no entendemos
y es cómo es posible que después de 10 años los paneles solares sigan limpios y
brillantes, teniendo en cuenta que están moviéndose a través de desiertos donde
hay constantes tormentas de arena.
Le proponemos un experimento.
Deje su vehículo en las proximidades de un desierto o atraviese uno con él.
Pasados unos meses, regrese. Podrá comprobar cómo su vehículo está totalmente
cubierto por una fina capa de polvo; y si usted opta por dejar su vehículo en
esa ubicación sin limpiarlo durante 5 años, descubrirá que esa fina capa de
polvo ya no es tan fina e impide incluso descubrir el color original del
vehículo y, por supuesto, la visibilidad a través de las lunas. Sin embargo,
estos robots que han estado muchos años funcionando perfectamente no parecen
sufrir los efectos de las arenas del desierto sobre su mecánica ni la
transparencia de sus paneles.
En julio de 2007 se desató una
tormenta a escala planetaria en Marte que afectó severamente al
robot Opportunity y, según la NASA, ocasionó
dificultades para que los robots produjesen energía. Sin embargo, esa inmensa
tormenta de arena no impidió que estos robots siguieran operando durante años (recordemos
que la Opportunity sigue funcionando en la actualidad).
¿Cómo es posible que los paneles
se mantengan limpios si no disponen de mecanismos de limpieza automática? ¿Cómo
es posible que, después de esas tormentas, la mecánica de sus ejes y servos no
haya sufrido importantes daños? La respuesta posiblemente la encontremos en
algunas fotografías, efectuadas por los propios robots, en las que parece que
una mano imposible estuviese limpiando selectivamente los paneles solares. No
hay más que observar cómo la tornillería en sus hendiduras está llena de polvo,
pero, en cambio, sus mecanismos metálicos móviles están limpios y brillantes,
al tiempo que en los bordes de los paneles solares se aprecian importantes
restos de arena seca acumulada. ¿Quién está limpiando los rovers marcianos?
El extraño diseño del robot Curiosity
El robot móvil marciano Curiosity
forma parte del llamado Programa de Investigación de Marte,
promovido por la NASA, podríamos decir que es la tercera
generación de robots marcianos que se han enviado al planeta rojo. Fue lanzada
el 26 de noviembre del año 2011 y aterrizó con éxito en Marte el 26
de agosto de 2012. El diseño de esta tercera generación implicaba importantes
cambios con respecto a los anteriores rovers, como, por ejemplo, la eliminación
de los paneles solares y la incorporación de una célula atómica de generación
termoeléctrica de radioisótopos, desarrollada por el Departamento de
Energía (MMRTG). Dicha célula genera calor con la descomposición
natural del plutonio 238 y produce una corriente eléctrica de 110 vatios de
potencia. Con el nuevo cambio, el problema que presentaban los paneles solares
de la Spirit y la Opportunity se solventaba y ya
nadie podría conjeturar sobre cómo es posible que después de una década, en un
desierto, los paneles siguieran recibiendo energía eléctrica. En esta ocasión,
ese factor había sido eliminado, si bien es cierto que el tamaño de la Curiosity,
similar al de un pequeño automóvil, supuestamente hacía precisa la utilización
de fuentes energéticas más potentes. No obstante, nos parece curioso que este
robot opere con una potencia de 110 vatios, según la NASA,
mientras que los anteriores robots de menor tamaño dispusieron de una
producción de 140 vatios con sus paneles solares.
Cuando tuvimos la oportunidad de
analizar el diseño previo del esqueleto, así como su operatividad en el desierto
de Atacama (Chile), donde la NASA realizó las pruebas
del robot, descubrimos algo extraño. En las especificaciones iniciales, el
bastidor estaba dotado de pintura y cromados azules que posteriormente fueron
eliminados, dejando el rover marciano solo con tonos grises, negros, blancos,
rojos y amarillos. Incluso el colorido cableado inicial fue sustituido por
cables amarillos, exclusivamente, como si intentasen impedir que, al efectuar
fotografías, el robot marciano mostrase los tonos verdes y azules modificados
que delatarían la utilización de filtros rojos. Así mismo, el robot no tenía la
flamante bandera americana visible para las cámaras; suponernos, entonces, que
la intención era que en ninguna de las imágenes se pudiese apreciar cómo los
azules habían sido modificados al rojo, algo que pudimos ver perfectamente en
muchas fotografías de la Viking.
Otro aspecto que nos parece
curioso es la ubicación del llamado «sundial», utilizado para
identificar la posición del sol y la corrección de color, en un lugar del robot
donde prácticamente no es visible en ninguna fotografía; y, en las pocas en las
que aparece, son tomas en blanco y negro. De ese modo se evitaban incómodas
preguntas con respecto a la corrección del color de las imágenes. También fue
incorporada una carta de color en la parte inferior del robot, en la que, en
vez de utilizar colores vivos para poder ajustar correctamente la tonalidad
cromática, utilizaron misteriosamente tonos pastel que impiden una correcta
visualización del auténtico color.
Este nuevo rover construido en el
año 2011 está dotado de 5 cámaras, desarrolladas por la Malin Space
Science Systems (MSSS). Todas dotadas de sensores CCD que
no alcanzan los 2 megapíxeles, y las imágenes en color real de mejor calidad
tienen una resolución de 1,5 megapíxeles. Algunos de ustedes estarán pensando
que cómo en el año 2010 se desarrolla un robot de última generación con la más
avanzada tecnología para enviarlo a 100 millones de kilómetros, en un carísimo
viaje de miles de millones de euros y 6 meses de duración, dotándolo, como
elementos de investigación, de cámaras digitales con resoluciones muy
inferiores a las de los teléfonos móviles que, por entonces, cualquier persona
podía tener. Recordemos que, en el año 2000, el teléfono móvil de la marca Samsung
SCHV200 ya tenía una cámara de 0,35 megapíxeles, y en julio del 2004 la
marca de teléfonos Sprint lanzó el móvil PM8920 con
una cámara de 1,3 megapíxeles, capaz de efectuar fotografías con la misma
resolución que la Curiosity. Pero, si nos movemos al año 2010,
fecha en la que se desarrolló el rover Curiosity, Samsung
lanzó el teléfono I8510 con una resolución ni más ni menos que de
8 megapíxeles, y su versión M8910 del año 2009 alcanzó unos
increíbles 12 megapíxeles. En el año 2010 había móviles, como el Sony
Ericsson S006, con 16 megapíxeles. En el primer trimestre de 2012,
fecha de lanzamiento de la Curiosity, Nokia lanzó
un teléfono móvil, llamado PureView 808, dotado de una cámara con
41 megapíxeles.
Usted y yo nos estamos haciendo
la incómoda pregunta de cómo es posible que un ciudadano de a pie tuviera en su
bolsillo una cámara con una resolución 27 veces mayor que la de las cámaras que
fueron incorporadas en la carísima misión Curiosity. Pero les
daremos un dato más sangrante: en 1999, la comisión científica STOA
(Evaluación de las Opciones Científicas y Tecnológicas -Scientific and
Technological Options Assessment) entrega un informe al Parlamento
Europeo en el que afirma que, ya por entonces, existían cámaras de
vigilancia de circuito cerrado con 100 megapíxeles de resolución.
Si el lector tiene la curiosidad
de comprobar la calidad de las imágenes tomadas por el primer robot marciano Viking
I en el año 1976, podrá ver que, casi 40 años después, las imágenes
tienen el mismo aspecto. Debemos recordar al lector que las capacidades de
transmisión de datos hace 40 años, así como su capacidad de compresión, eran
infinitamente menores a las actuales; y podemos afirmar con total seguridad que
en la actualidad es posible enviar gigabytes de información desde Marte
a la Tierra sin problemas.
Es posible que usted haya visto
algunas fotografías de la Curiosity en las que se aprecia una
panorámica del paisaje marciano. Dichas fotografías son de varios megapíxeles,
pero esto lo consiguen haciendo lo que se denomina «mosaico de imágenes»:
múltiples tomas adyacentes que se colocan una junto a otra para producir una
panorámica de gran tamaño, en ocasiones comprometiendo el aspecto del entorno,
algo que va contra el método científico, que bien se hubiera podido subsanar
con una sencilla cámara de 10 megapíxeles.
El misterio de las ruedas del
Curiosity
Algo extraño comenzó a ocurrirle
al robot marciano Curiosity. Las 6 ruedas de aluminio con las que
había sido dotado para moverse por la superficie marciana comenzaron a
deteriorarse muy rápidamente. Apenas había recorrido 15 kilómetros en los
primeros 515 días sobre la superficie marciana cuando las ruedas mostraron
importantes abolladuras y roturas en la superficie del aluminio especial con el
que habían sido construidas. Este hecho podría parecer normal o anecdótico
debido a la utilización del robot en condiciones extremas, pero el lector debe
recordar que este robot fue probado en un desierto de la Tierra
sobre una superficie muy dura sin que se produjeran desperfectos en ninguna de
las ruedas. Quizá algún lector pueda pensar que esto no reviste demasiada
importancia, pero si tenemos en cuenta que la gravedad en Marte
es solo del 38 % con respecto a la Tierra, esas ruedas deberían
haber resistido sobradamente la superficie marciana. Adicionalmente, la NASA
había enviado ya tres robots con distintos diseños de ruedas y en ninguno de
ellos se había observado ningún desperfecto en ellas. Las preguntas son
inevitables: ¿cómo es posible que en diseños anteriores no existan estos
problemas y en diseños posteriores sí? ¿No se supone que deberían haber
aprendido errores solventados en el pasado.
Asimismo, debemos recordar que el
robot tiene una velocidad máxima de 4 centímetros por segundo, y las zonas
donde se han originado los deterioros no son mucho peores que donde circularon
los robots Spirit y Opportunity. Recordemos,
además, que estas dos últimas misiones recorrieron muchísimos más kilómetros y
estuvieron en la superficie más de 10 años sin que sufrieran desperfecto
alguno. Teniendo en cuenta todos estos factores, nos hacemos una pregunta
lógica: ¿ha recorrido el Curiosity solo 15 kilómetros o han sido
muchos más y no se han mostrado a los medios de comunicación? Quizá, puestos a
especular, podríamos preguntarnos si el Curiosity está realmente
en Marte; o si no estará, por el contrario, mucho más cerca de
nosotros, por ejemplo, en algún lugar secreto de la Tierra, y toda esa misión
sea una puesta en escena, como presumimos que se hizo con la misión Apollo.
Insectos en Marte
El día 65 de la misión Curiosity,
esta fotografió algo muy extraño que nos pareció de especial interés. Se
trataba de algo que, a simple vista, parecía una crisálida de insecto de
pequeño tamaño. Cuando tuvimos la oportunidad de ver la imagen, observarnos
claramente que las comparaciones con las crisálidas de los insectos de la Tierra
eran idénticas, incluso se podía apreciar un grado de transparencia en aquel
cuerpo extraño. La NASA, apresuradamente, comunicó que esa
parte correspondía a un trozo de plástico desprendido del robot y que el viento
lo había llevado hasta esa ubicación. Pero hay varias cuestiones que nos
parecen sorprendentes. En primer lugar, el robot marciano fue enviado a Marte
en un entorno de limpieza semejante al de un quirófano. Todos los elementos
extraños, por minúsculos que fueran, incluso bacterias, fueron eliminados de
este robot. ¿Cómo es posible que 65 días después se desprenda un trozo de
plástico que no corresponde a ninguna pieza conocida del vehículo y que este
sea fotografiado casualmente sobre la superficie marciana? Todas estas
cuestiones y muchas más, desde nuestro punto de vista, superan la casualidad y
afianzan en nuestra mente la hipótesis de que algo muy raro está sucediendo con
este robot enviado a Marte.
![]() |
Jose Luis Camacho, investigador y autor del libro La Conspiracion Reptiliana.. Dirige el canal de YouTube mundodesconocido.es https://www.youtube.com/user/mundodesconocido que puede definirse como un icono en Internet sobre la investigación del fenómeno OVNI |
(Parte 1) Científicos Encuentran la EVIDENCIA de vida en Marte
(y Parte 2) Científicos Encuentran la EVIDENCIA de vida en Marte
Científicos encuentran HONGOS en Marte
…………………………………………………………………………………..
Durante más de 20 años el Grupo Aztlán, España,
mantuvo comunicación telepática con un extraterrestre de nombre Geenom; habitante
del planeta
Apu; un mundo que orbita alrededor de la estrella Alfa B a 4,7
años-luz de la Tierra, en la constelación de Centauro. En un
momento dado, el periodista Jose Antonio Campoy se sumó al grupo
contactista, y durante dos años, realizó una entrevista al apuniano cuya
civilización esta situada dos peldaños por encima de la evolución humana. Finalmente,
aquella comunicación se plasmó en un libro donde curiosamente se hace mención a
la evolución de Marte, sus civilizaciones y geología.
He aquí un pequeño extracto del libro Entrevista a un extraterrestre: Geenom,
que de alguna forma reafirma al planeta Marte como un astro capaz de
albergar vida, muy al contrario de la versión “oficial” tendente a desinformar…:
Del libro Entrevista a un extraterrestre:
Geenom, de Jose Antonio Campoy
-(J.A.Campoy) Bueno, pero eso significaría que en
estos momentos hay extraterrestres actuando en la Tierra...
-(Geenom) Por supuesto; los hay.
-(J.A.Campoy)¿Y de dónde proceden?
-(Geenom) En estos momentos, de cuatro lugares:
de Ganimedes, de Neptuno, de Titán y del interior de vuestro propio planeta.
Todos ellos de nivel 4.4.
-(J.A.Campoy) La verdad, me sorprende tu respuesta.
Las sondas espaciales han confirmado que en el sistema solar no hay vida. Al
menos, ésa es la información que poseemos.
-(Geenom) Ciertamente, las sondas espaciales han
tomado ya fotografías de casi todos los planetas de vuestro sistema solar, pero
lo que envían son datos electrónicos que se convierten en imágenes y datos
sobre la composición atmosférica y, en ocasiones, sobre la estructura de la masa.
Pero no contemplan la posibilidad de vida en el interior tendente a hacer
habitable el exterior. Y es que ignoran que las atmósferas de los planetas no
se generan, generalmente, por influencias externas, sino internas; a eso se
llama Cosmotecnología. Y está siendo aplicada allí por seres humanos altamente
cualificados 4.4, 4.5 y algunos 4.3 allí desplazados.
-(J.A.Campoy) ¿Quieres decir que en Titán, Neptuno
y Ganimedes la vida se desarrolló en el interior del planeta?
-(Geenom) En Neptuno, no.
-(J.A.Campoy) ¿En los otros si?
-(J.A.Campoy) ¿Y hay vida en otros planetas de
nuestro Sistema Solar?
-(Geenom) Sí, hay más planetas habitados, pero
no sé si debo decirlo.
-(J.A.Campoy) ¿Por qué?
-(Geenom) Porque a veces una respuesta que no
puede ser corroborada de forma inmediata y que, además, es aparentemente
contradictoria con los descubrimientos terrestres actuales, puede originar que
se desmorone una idea. Me refiero a que si yo digo que hay vida en Venus, por
ejemplo, y resulta que según las sondas espaciales y fotografías, etc., los
científicos dicen que eso es absolutamente imposible dada la temperatura del
planeta y el tipo de atmósfera, el que reciba la respuesta puede poner en duda
o negar la veracidad de las demás informaciones. Y como la vida en Venus
existe, pero no se va a descubrir en mucho tiempo, prefiero callarme.
-(J.A.Campoy) ¿Esta respuesta puedo transcribirla
en la entrevista? (Se produce una inesperada pausa).
- (Geenom) Si lo deseas, puedes.
-(J.A.Campoy) En este caso, ¿podrías decirme si hay
vida en Marte?
-(Geenom) No en su superficie.
-(J.A.Campoy) Sin embargo, se han fotografiado en
ella unas formaciones que semejan ser pirámides y una cara con aspecto humano.
¿Es tal vez un efecto óptico producido por las sombras de la orografía al
incidir el Sol o son reales?
-(Geenom) Corresponden a monumentos megalíticos
construidos hace ya muchos miles de años.
-(J.A.Campoy) Perdona, pero ¿puedes ampliarme la
información?
-(Geenom) Se trata de formaciones piramidales
que datan de hace unos 100.000 años y que fueron construidos por sus antiguos
habitantes para intentar reequilibrar los desarreglos telúricos que entonces
sufría el planeta a causa de una serie de desajustes en su órbita alrededor del
Sol, lo que terminó alterando gravemente su eje de rotación. Desgraciadamente,
la catástrofe no pudo finalmente evitarse, aunque esas formaciones
consiguieron, al menos, retrasarla unos 25.000 años. Los canales de Marte son,
en muchos casos, grietas por donde se sumió el agua, que quedó embalsada en un
porcentaje respetable (alrededor de un 60%) en el subsuelo marciano.
En cuanto a la “esfinge”, se construyó para
llamar la atención de otros mundos en una especie de llamada de auxilio cósmico
ante lo que se preveía.
-(J.A.Campoy) ¿Y tienen alguna semejanza esas
pirámides con las de la Tierra?
-(Geenom) Ciertamente. Las pirámides marcianas
fueron también construidas en piedra y son muy similares a las de Keops y sus
hermanas. Tened en cuenta que la información, cuando es útil, circula por los
“mentideros” siderales con profusión. Es más: las tres grandes pirámides
egipcias de la meseta de Gizéh son una copia de unas que hay en Neptuno. Bueno,
no sé si siguen existiendo porque la verdad es que la datación de la
información que tengo es de hace unos 50.000 años.
-(J.A.Campoy) Pensé que la información que me estás
proporcionando la recogías mentalmente y de forma prácticamente instantánea del
archivo akáshico.
-(Geenom) No, hombre. Yo soy un ser humano como
vosotros, aunque el nivel evolutivo de nuestra humanidad esté dos peldaños por
delante en la escala evolutiva. Y aunque es verdad que tenemos mayor capacidad
para acceder al archivo akáshico, lo que te estoy diciendo pertenece a mi
propio bagaje cultural; y cuando tengo alguna duda o me falta información, lo
que hago es consultarlo con algún compañero o con los archivos de datos. Aquí
también tenemos bibliotecas.
Contactos con extraterrestres del planeta Apu.
.............................................................................
Del libro Los grandes contactados, de Manuel Navas Arcos
DANIEL WALTER FRY
Dentro de la temática
extraterrestre el fenómeno del contacto, ha sido cuestionado por que éste, se
ha dado algunas veces en personas humildes y con poca formación cultural. Por
ello, quiero traerles las experiencias del famoso contactado norteamericano de
los años 50 Daniel Fry, ingeniero en misilística espacial.
Realmente, lo que ocurre es que
la lógica de estos seres del espacio, se diversifica y se hace polivalente a la
hora de elegir a sus contactados. Por un lado contactan con científicos,
ingenieros etc... y por otro con personas más predispuestas en el plano
espiritual o transcendente, como es el caso de: Enrique Castillo,
Eugenio Siragusa, Máximo Camargo o Sixto Paz.
Y todo ello con un solo fin: llevar la realidad de su presencia y de su
mensaje, a todos los niveles de conciencia de esta humanidad.
![]() |
Daniel Walter Fry |
Las experiencias de Daniel
Walter Fry nos las cuenta el investigador Fabio Zerpa en
su libro Dos científicos viajan en un Ovni. Dice así:
La noche del 4 de Julio de 1.950.
Daniel se encontraba en la Base de Proving Grounds, cerca de Las
Cruces, en Nuevo México. Hacía calor, así que decidió dar
un paseo, por el cercano desierto. Pero dejemos que sea el propio protagonista
quien nos lo cuente.
Mis ojos escudriñaban el cielo,
de pronto una luz se movió y aumentando rápidamente su diámetro, estaba
viniendo directamente hacia mí. Antes de aterrizar había disminuido su
velocidad. La maniobra de la nave fue silenciosa.
Una vez parada en el suelo,
me acerqué cuidadosamente y toqué la superficie metálica. Repentinamente una
voz rompió el silencio:
-Mejor
no toque el casco, todavía está caliente.
-¿Quiere significar que el casco es altamente
radiactivo?, pregunté.
-No, no
es radiactivo (fue la respuesta). El casco tiene un campo a su alrededor que
rechaza toda la materia. Sus físicos lo describirían como el anti aspecto de la
fuerza de atracción del átomo.
Posteriormente la voz me dijo:
-¿Le gustaría entrar en la nave
y hacer un pequeño vuelo?
Se oyó un clik, y rápidamente en
la nave se formó una abertura de unos cinco pies de altura por tres de ancho.
Agaché ligeramente mi cabeza y entré. Una vez dentro, la voz me dijo: entre y
tome asiento, me senté en el asiento delantero izquierdo que estaba más cerca
de la puerta, y lo hallé confortable. Si usted está listo pondré en marcha la
nave. Instintivamente me afirmé en el asiento y me así a los costados con mis
manos. Un momento más tarde la Tierra pareció caer desde la nave
con increíble rapidez. Al fondo pude distinguirla línea delgada y oscura del Río
Grande que separa El Paso de su gemela, la Ciudad
Juárez de México. Seguidamente oí decir a la voz:
-Usted está a trece millas de la
superficie de la Tierra. Y está ascendiendo aproximadamente media
milla por segundo. Lo hemos hecho ascender lento para que usted pudiera
apreciar mejor desde el aire la vista de sus ciudades locales. En pocos minutos
estaremos sobre la vertical de Nueva York, a una altura de 20
millas.
Desde esa altitud las luces de la
ciudad eran más brillantes y tenían más individualidad. Parecían una vasta
colección de millones de diamantes blanco azulados dispersos ante mí,
centelleantes y fulgurantes sobre un fondo de terciopelo negro.
-Con todo lo hermosa que es esta
escena, -pensé- y lo interesante que ha sido este viaje, lo cambiaría
gustosamente por un viaje de cinco minutos en la nave nodriza.
-Lamento que no haya tiempo
suficiente para arreglar esa excursión, -fue la respuesta-. Deberemos dejar muy
pronto esta zona. Pero cuando regresemos haremos contacto con usted nuevamente.
Efectivamente después de ser
dejado nuevamente en Proving Ground y pasado algún tiempo. Daniel
Fry tuvo dos encuentros más con el extraterrestre Alan.
En estos encuentros Daniel Fry como hombre de ciencia que era, le
hizo a Alan múltiples preguntas de aspecto científico: gravedad,
campos energéticos, vida en la nave nodriza, origen de Alan etc.
ORIGENES DE ALAN
Hace decenas de miles de años,
algunos de nuestros antecesores vivían en la Tierra. Había en esa
época un pequeño continente en una parte hoy cubierta por el mar que ustedes
llaman Océano Pacífico. Algunas de sus primitivas leyendas se
refieren a esta masa de tierra sumergida como el Continente Perdido de Mu
o Lemuria. Nuestros antepasados habían construido un gran imperio
y una ciencia vigorosa sobre este continente. En la misma época había otra raza
que se desarrollaba rápidamente sobre otra parte de tierra en el área central y
sur del actual Océano Atlántico. En sus leyendas este continente
ha sido denominado Atlántida. Había rivalidades entre las dos
culturas en sus progresos científicos. Al principio eran amistosas, luego se
volvieron más amargas con el correr de los años, y cada raza hacía alarde de
sus conquistas ante los otros.
En pocas centurias su ciencia
había sobrepasado el grado de desarrollo que existe ahora aquí. No satisfechos
con liberar pequeñas porciones de la energía del átomo, como hacen en la
actualidad sus físicos, ellos habían aprendido a rotar toda la masa sobre eje
energético. De la rotación de un trozo de materia del tamaño de un penique de
cobre, resultaba la liberación de setenta y cinco millones de sus
kilovatio/horas.
Con el constante aumento de la
tirantez entre las dos razas y con el constante aumento de los recursos
destructivos, era inevitable que eventualmente se destruyeran entre ellas. Las
energías liberadas en esa destrucción fue más allá de toda la imaginación
humana. Ellas fueron suficientes para provocar el mayor cambio en la
configuración superficial del planeta; y las radiaciones concomitantes fueron
tan intensas y extendidas, que la superficie de la Tierra se volvió totalmente
inhabitable para el ser humano durante miles de años. Como le dije antes,
nuestros antecesores fueron un grupo de sobrevivientes de este último colapso
completo de la civilización de su planeta.
Hace más de treinta mil años,
según miden el tiempo en la actualidad, ellos habían desarrollado una ciencia
material que en algunos aspectos por lo menos era considerablemente más
avanzada que en el momento actual. Ellos siguieron las leyes naturales, en vez
de amenazarse los unos a los otros como hace su ciencia. Sus máquinas eran por
consiguiente más simples. Sin embargo pudieron realizar cosas que ustedes no
han sido capaces de hacer. Ellos también fracasaron en darse cuenta de la
absoluta necesidad de un desarrollo parejo de los valores espirituales y
sociales. Entre las dos naciones más importantes de esa era, se desarrolló una
fisura.
La fricción entre ambas aumento año tras año hasta que explotó una
guerra de aniquilación. Armas de energía absoluta fueron usadas por ambas
naciones, armas cuyo poder destructivo eran mil veces superior a la bomba H que
amenaza a su raza en la actualidad. No era cuestión de victoria o derrota.
Simplemente se destruyeron una a la otra. Hubo pocos sobrevivientes y las
radiaciones a nivel de toda la superficie del planeta se habían elevado más
allá de la tolerancia humana. Esto no significó que todos los
sobrevivientes estuviesen inmediatamente condenados a muerte por las radiaciones,
pero significa el deterioro progresivo de las funciones mentales y biológicas.
Esto, junto con el gran número de mutaciones en sucesivas generaciones, eventualmente
retrogradó su nivel de existencia.
EL TIBET
En una meseta elevada, que ahora
es el País del Tíbet, aterrizaron seis de nuestras naves aéreas y
se realizó un concilio para determinar si se podía hacer alguna cosa. Se
sugirió de realizar un intento de llegar a otro planeta. Los aparatos
aéreos en uso en aquel tiempo eran capaces de viajar en el espacio y
frecuentemente habían sido usados para alcanzar unos pocos de cientos de millas
de altura sobre la Tierra. Sin embargo, no se había hecho todavía ningún
intento para salvar las enormes distancias entre planetas, y los miembros de la
tripulación estaban muy lejos de la certeza de que tal intento pudiese tener
éxito.
El planeta que ustedes conocen como Marte,
estaba entonces en conjunción con la Tierra,
y por esa época las condiciones de su atmosfera, temperatura, agua etc., eran
mucho más apropiadas para la sobrevivencia del hombre que las condiciones que
sus astrónomos refieren existir en la actualidad. Se realizó una votación, y
los miembros de la tripulación de cuatro de las naves eligieron llevar a cabo
la gran aventura, en la esperanza de preservar de ese modo, por lo menos una
parte de la cultura de su raza.
La remanente tripulación optó por
quedarse en la Tierra. Ellos creían que debido a la elevación de la meseta en
la cual estaban reunidos y el comparativo bajo nivel de las radiaciones que existían
allí, podrían continuar viviendo en esa área sin sufrir completa degeneración
física y mental en ellos y en su descendencia. Puedo ver la pregunta que se
forma en su mente, así que le explicaré que nuestra raza había logrado la
perfecta igualdad de los sexos y ambos estaban igualmente representados en el
concilio.
De las cuatro naves que ensayaron el salto, tres llegaron a su destino. No hay noticias en nuestra historia de la suerte de la cuarta. Por muchas generaciones la lucha formidable para sobrevivir demandó todo el tiempo y la energía del pueblo. Esas fueron las edades oscuras de la nueva raza, y tenemos comparativamente poco conocimiento de ese período. Los miembros de la tripulación original, inmediatamente después de su llegada al nuevo planeta, escribieron una cuidadosa historia de las razas de la Tierra, recalcando las causas del derrumbe. A través de las centurias, esta historia fue cuidadosamente conservada. Es conocida como La Gran Lección y es la primera cosa que es enseñada a nuestros jóvenes cuando empiezan a prepararse para la vida activa.
De las cuatro naves que ensayaron el salto, tres llegaron a su destino. No hay noticias en nuestra historia de la suerte de la cuarta. Por muchas generaciones la lucha formidable para sobrevivir demandó todo el tiempo y la energía del pueblo. Esas fueron las edades oscuras de la nueva raza, y tenemos comparativamente poco conocimiento de ese período. Los miembros de la tripulación original, inmediatamente después de su llegada al nuevo planeta, escribieron una cuidadosa historia de las razas de la Tierra, recalcando las causas del derrumbe. A través de las centurias, esta historia fue cuidadosamente conservada. Es conocida como La Gran Lección y es la primera cosa que es enseñada a nuestros jóvenes cuando empiezan a prepararse para la vida activa.
A medida que la batalla para la supervivencia era gradualmente ganada,
el desarrollo de la ciencia material reasumió su ritmo normal. Con la lección
del pasado constantemente delante de
nuestro pueblo, hemos mantenido, siempre, los valores materiales en relación
con los más importantes valores sociales y espirituales.
VIDA EN LA NAVE NODRIZA
Nuestra nave es un sistema
cerrado. Toda sustancia dentro de la nave queda dentro de ella; nada es
emitido, excretado o perdido.
Hemos aprendido métodos simples
para reducir todos los compuestos a sus elementos y recombinar estos elementos
para obtener lo que necesitamos. Por ejemplo, respiramos en la misma manera que
ustedes. Es decir, nuestros pulmones toman oxígeno del aire y expulsan
anhídrido carbónico.
Por consiguiente el aire de
nuestra nave pasa constantemente a través de soluciones que contienen
organismos vegetales que absorben el anhídrido carbónico y desprenden oxígeno,
como hacen las plantas sobre la Tierra.
Los organismos vegetales usan el
carbono para su propio crecimiento. En ciertas ocasiones estas plantas pueden
transformarse en uno de nuestros alimentos.
Las docenas de ciclos naturales a
través de los cuales la vida se crea y se mantiene sobre un planeta como el de
ustedes, son duplicados dentro de nuestra nave.
Desde que el tamaño de la nave
que contiene a nuestra raza es pequeño con respecto a un planeta, los ciclos
deben cumplirse más rápidamente y bajo condiciones de control muy preciso; pero
en cualquier otro aspecto los ciclos de vida y reproducción son los mismos.
Por supuesto, hay pérdida de
energía durante estos ciclos, que debe ser recuperada de alguna fuente externa.
Cuando estamos en la proximidad de estrellas como el Sol, podemos captar más
fácilmente más energía de la necesaria, así como su planeta recibe del Sol
más energía útil de la que emplean.
Durante nuestros viajes
interestelares, nuestra nave puede viajar por varias generaciones a regiones
más bien remotas con respecto a cualquier estrella, pero todavía podemos
recoger cantidades de energía que llegan de millones de estrellas y galaxias
remotas y también hay por supuesto otras fuentes de energía de los rayos
cósmicos y las diferencias de temperatura que también son aprovechables.
Puede ser difícil para usted
concebir una raza de seres inteligentes que pasan sus vidas dentro de los
confines relativamente estrechos de su nave espacial. Y dentro de su limitada
comprensión, ustedes pueden sentirse inclinados a tener piedad por tal raza.
Nosotros, por nuestra parte, nos sentimos inclinados a tener piedad por razas
primitivas que todavía están confinadas sobre la superficie de un solo planeta,
donde son incapaces de poder controlar muchas de las condiciones que los rodean
y se vuelven victimas desamparadas de terremotos, inundaciones, tornados,
mareas, nevadas, sequías y otros riesgos que constantemente amenazan a los que
viven en la superficie de un planeta.
Cada aspecto de nuestro ambiente
es controlado con precisión. La temperatura es mantenida constantemente dentro
de una fracción de grado. La humedad, la presión atmosférica y aún la fuerza
gravitacional que nosotros creamos dentro de nuestra nave son mantenidos
exactamente en su punto óptimo. Mientras nuestros cuerpos raramente dejan la
nave, nuestra tecnología nos ha provisto de una casi ilimitada prolongación de
nuestros sentidos, así que, con el propósito de observación, aprendizaje y
comprensión, podemos estar íntimamente presentes en cualquier momento, en
cualquier lugar que nosotros elijamos para observar o visitar, siempre que el
punto que deseamos alcanzar o ver este a unos pocos millones de millas de
nuestra nave.
A través de esta habilidad que puede parecer extraña a ustedes pero que
es bastante normal entre nosotros, somos capaces de generar y aplicar fuerzas
simples a distancias considerables de nuestra nave. Nuestras habilidades
pueden parecer algo sorprendentes e increíbles a su gente, pero son tan
sorprendentes e increíbles como vuestras actuales capacidades científicas
comparadas con las capacidades de vuestros propios antecesores hace unos pocos
cientos de años.
Cualquier logro científico o
técnico parece increíble a aquellos que no lo han alcanzado porque ellos no lo
entienden. Usted está perfectamente en lo cierto cuando señala que el símbolo
del árbol y de la serpiente es común en la historia y en las leyendas de su
planeta. También es común en el nuestro. La explicación es que tenemos por lo
menos en parte, antecesores comunes.