Aquel OVNI
escoltó por varios minutos al U-2. Poco después, en segundos, el espacio se
tornó color naranja y en la aeronave se sintió una fuerte explosión.
¿A qué se debe la persistente obsesión por abatir OVNIS?
Si damos por hecho que las grandes potencias entienden que los extraterrestres poseen una tecnología miles de años más avanzada que la nuestra… ¿Entonces, por
qué ciertas naciones se empeñan en atacar dichas naves prodigiosas, sabiendo ya
de antemano que irremediablemente perderán siempre en ese enfrentamiento? Ahí
dejo la pregunta… aunque, aplicando la lógica, intuyo que tras esos
enfrentamientos bien pudiera esconderse un
“plan
a largo plazo”, es decir,
“un
modo de incomodar a esas civilizaciones estelares que desde miles de años atrás visitan la Tierra; impidiendo un
acercamiento paulatino que habría de darse una
vez superada toda sorpresa inicial”.
Se da por hecho
que los
extraterrestres deberían estar mucho más avanzados tecnológica, espiritual y
socialmente que los seres humanos
y que
no verían con buenos ojos lo que está ocurriendo actualmente en la Tierra; es decir,
el
desastre ecológico y humano que arrastramos desde siglos atrás: Es ahí
donde están los poderosos, aquellos que administran las naciones del mundo,
incomodados frente a nuevas alternativas sociales que harían peligrar su estatus
de poder, que precisamente ven como un privilegio inherente y que de ninguna
manera quisieran perder.
Por ello, tal vez, las elites de poder en la Tierra
han creado una entelequia, un engaño, una teoría para convencer a todas las
naciones del mundo sobre la necesidad de ocultar esta realidad: ¿Cuántas
noticias sobre avistamientos de OVNIS o extraterrestres aparecen en
televisión, en las noticias de países occidentales?... Ninguna y cualquiera mínimamente
observador puede comprobarlo. Por ello, si analizamos aquello que se entiende
como “un
plan de ocultación planetario”, las elites mundiales tendrían asimilado
que de ninguna manera pueden dar a conocer a la opinión pública en general la
existencia de seres extraterrestres en nuestro planeta, ya que teóricamente, la civilización que
conocemos se desplomaría, aunque bien es cierto que serian ellos mismos, los
poderosos mandatarios, los militares, las grandes corporaciones empresariales y
las religiones quienes tendrían que dejar paso a otras ideas, a una visión de nuestro planeta distinta
donde el hambre, las guerras y desigualdades sociales de los seres humanos
serian sustituidos por un nuevo horizonte dentro de la Comunidad de Mundos en
nuestra Galaxia.
Se trata de la realidad cierta, de la ocultación sistemática
y planificada respecto a
“la gran noticia para la humanidad”…
mientras que tal vez, a través de naves estrelladas, determinadas potencias intentarían
“copiar
esa tecnología extraterrestre” con la finalidad de afianzar aun mas su
poder sobre la
Tierra durante el mayor tiempo posible. (Existen testimonios
como el de
Robert Lazar, ingeniero que trabajó en el
S4 del
Área
51,
Nevada, USA, quienes afirman que esa tecnología inversa se estaría
llevando a cabo desde 1947, año del estrellamiento de
Roswell, Nuevo México.
También
otros como
John Lear, experto piloto de pruebas de la
USAF y la
CIA
o el
coronel
Philip J. Corso, autor del libro
El día después de Roswell nos hablan
de esa tecnología inversa recuperada de
OVNIS. Obviamente, son sus
testimonios frente a la negación por parte de las autoridades… y podemos
creerles o no, aunque ciertamente existen en
Internet infinidad de
otros testimonios, por ejemplo de pilotos civiles narrando sus encuentros con
naves estelares, así como fotografías y videos donde pueden verse naves de
origen extraterrestre, cuya tecnología se aproxima al concepto de la magia para
los seres humanos.
He traído algunos ejemplos de esos enfrentamientos
contra naves extraterrestres, una representación quizás, de lo absurdo, donde
los militares luchan contra fuerzas desconocidas y mucho más poderosas, que a
la vista de los acontecimientos, en muchos casos rehúyen de utilizar
precisamente esa tecnología superior.
……………………………………………………………………….
FUENTE: Revista REPORTE OVNI N.º 43 (año 1995)
OVNIS
CONTRA LA FUERZA AÉREA SOVIÉTICA
DESDE OUE OCURRIÓ EL DESMEMBRAMIENTO DE LA UNIÓN
SOVIÉTICA, LA FUERZA AÉREA MAS GRANDE
DEL MUNDO (LA SOVIÉTICA) SE DIVIDIÓ EN PARTES.
Por Alfonso Salazar Mendoza
Antes de su fragmentación, la Unión Soviética contaba con
una extensión territorial de 22.3 millones
de kilómetros cuadrados. Tanto para las comunicaciones
civiles, como para el patrullaje militar aéreo, este gigante necesitaba a su
vez de una Fuerza Aérea muy grande, la cual incluía 900 bombarderos, 6.100
aviones caza y 600 aviones de transporte, sin considerar los aviones de líneas
comerciales.
EI primer reporte que se tiene sobre el encuentro
de OVNIS
y la Fuerza
Aérea Soviética se remonta, sin especificar el día, al mes de agosto de
1950, cuando sobre el mar de Japón un avión de patrulla
marítima, posiblemente un Beriev-BE-12 Tchaika, escoltado por
dos aviones jets MIG-I5, realizaba un vuelo de reconocimiento. En ese tiempo, la
Unión
Soviética apoyaba abiertamente a los norcoreanos en su guerra contra
los sudcoreanos y los aliados norteamericanos.
Esta patrulla aérea soviética fue avistada desde un
barco de carga con bandera japonesa. Intempestivamente surgió un objeto en
forma circular del que emanaba gran luminosidad.
El OVNI llevaba una
trayectoria recta hacia los tres aviones, los cuales tuvieron que realizar una
maniobra evasiva para así evitar un choque.
 |
MIG-15 |
Uno de los aviones
MIG-15 hizo varios
desplazamientos sobre el
OVNI y se preparó para entablar el
combate aéreo con aquel inesperado enemigo. Cabe mencionar que los pilotos soviéticos
tenían gran nivel de preparación por todo lo que experimentaron durante la
guerra fría.
Desde el barco japonés observaron aquel encuentro.
Los militares nipones vieron que el MIG-15 se lanzó sobre el OVNI,
dispuesto a abrir fuego con sus dos cañones de 23 milímetros y el mortífero
cañón de 37 milímetros que causó bajas durante los encuentros entre aviones
norteamericanos y rusos de la guerra en Corea.
El avión de
combate, según las declaraciones de los marinos japoneses, quedó suspendido por
unos instantes en el espacio y posteriormente empezó a vibrar y desintegrarse
en miles de pedazos.
Según los testigos, el OVNI alcanzó una altura
estratosférica en cuestión de segundos, perdiéndose de vista. Poco después, la
tripulación del avión de reconocimiento del MIG-15 enfiló sus aviones
hacia territorio soviético. Por su parte, el barco mercante japonés siguió su
travesía.
El siguiente incidente tuvo lugar sobre territorio
soviético. Según la inteligencia militar soviética, se había detectado el ingreso
de un avión enemigo que había violado el espacio aéreo desde la frontera de Turquía.
Era el 10 de mayo de 1960 y estaba en su apogeo la
guerra fría. El avión que se había internado en el espacio aéreo soviético era
un Lockeed
U-2 denominado “La Dama Negra del Espionaje”, el
cual era piloteado por Francis Cary Powell.
UN
OBJETO EN FORMA DE DISCO DERRIBO AL AVION HACIA LAS CINCO DE LA MAÑANA
En ese tiempo la altura alcanzada por este
extraordinario avión era de 25.500 metros, y algunos periódicos de aquella
época publicaron que el avión fue derribado a las 5.21 de la madrugada.
Según declaraciones posteriores, el piloto de
apellido
Powell pudo ver un objeto en forma de disco muy luminoso que
irradiaba una intensa luz color naranja.
 |
U-2 |
Todos sus sistemas de vuelo, navegación e
inerciales estaban marcando erróneamente y las agujas de otros instrumentos giraban
sin control; el piloto dijo que sólo un poderoso campo magnético podría ser la
causa de esas fallas.
Aquel OVNI escoltó por varios
minutos al U-2. Poco después, en
segundos, el espacio se tornó color naranja y en la aeronave se sintió una
fuerte explosión.
El avión empezó a realizar un alabeo (movimiento
hacia cualquiera de sus dos lados sobre su eje transversal). En este caso se
inclinaba hacia el lado derecho, iniciando movimientos como de un barril sin
control. El piloto se vio obligado a saltar desde esa gran altura. Lo curioso
es que en el lugar no se encontraba ningún avión soviético que lo localizara.
AI caer en un campo, fue recibido por los
habitantes de la zona, los cuales observaban aquel objeto de color naranja con
forma de disco que estaba suspendido sobre la zona a gran altura. El
OVNI
desapareció de la vista, mas después se comprobó que los radares captaron dos “tráficos”,
uno de los cuales era el avión
U-2; pero el otro, ¿a qué
correspondía?
EN
LAS HISTORIAS DEL SIGLO XX LOS OBJETOS VOLADORES TIENEN UN CAPITULO APARTE
Durante 1959
y 1960 se observó una gran cantidad de OVNIS sobre territorio soviético, en
especial sobre las bases de cohetes nucleares.
La revista “Mundos de Ayer, Hoy y Mañana”, de
fecha 2 de diciembre de 1969, publicó un artículo sobre el tema “Historias
del Siglo XX”. Una relación de avistamientos titulada “OBJETOS VOLADORES NO IDENTIFICADOS”, hace
referencia en la 6a. parte del artículo a lo siguiente:
“Los OVNIS han sido observados en todo el mundo,
sobre las ciudades, las montañas, los océanos; por científicos, en el Polo Sur
o por pilotos rusos en las cercanías del Polo Norte”.
A este respecto se informó que el piloto soviético
Valentín
Akkuratov, junto con el personal que viajaba en su avión, tuvo la
oportunidad de tener un encuentro en pleno vuelo con un objeto de origen
desconocido.
Según ellos, era un disco
plateado que se desplazaba a una velocidad muy alta. Esta observación duró
pocos segundos, pero fueron suficientes para que toda la tripulación pudiera
ver perfectamente el objeto.
Esto sucedió cerca del Polo Norte el día 10 de
abril de 1973. Esta información fue dada a conocer por un investigador del fenómeno.
EN OTRO CASO
LOS TURBORREACTORES DEJARON DE FUNCIONAR Y LOS INSTRUMENTOS ENLOQUECIERON...
Otro encuentro tuvo lugar sobre los cielos de aquel
país, cuando un avión comercial de la línea aérea Aeroflot, que cubría la
ruta Voroshilov-Volgograd,
fue interceptado por un OVNI. La tripulación, así como el capitán del avión, notaron con terror que
los turborreactores se detenían en pleno vuelo y la alteración de los
instrumentos del avión amenazaba con poner en peligro el viaje.
Por un momento toda la tripulación guardó silencio.
El capitán intentó encender los turborreactores, sin resultado. El experto
capitán logró planear el avión mientras el
OVNI se mantenía cerca de la
aeronave, escoltándola. Por varios minutos se mantuvo el objeto volador sobre
el aeroplano. Después el
OVNI se elevó sobre el avión y se
colocó a 800 metros de distancia, según calcularon elementos de la tripulación.
Pocos segundos después los turborreactores del
avión soviético volvieron a funcionar, recobrándose también las funciones de
todos los instrumentos indicadores de presiones hidráulicas neumáticas, indicadores
de turborreactores e indicadores de vuelo. El avión aterrizó posteriormente sin
ningún otro problema.
OTRO CASO
FUE DADO A CONOCER: UN “TUPOLEV” OUE VOLABA LA RUTA BILIZITALIN SE ENCONTRO CON
UN OVNI…
El investigador Sergei Vulantzev dio a
conocer otro caso cuando un avión, también de la compañía Aeroflot, un “Tupolev”,
volaba la ruta Bilizi-Talin en el año de 1984. La aeronave se encontró con un OVNI a
las 4:10 de la madrugada. El piloto notó que una luz que procedía del cielo
iluminaba gran parte de las casas de un poblado, y llegó un momento en que casi
toda una población estuvo iluminada.
Posteriormente, el rayo de luz se dirigió hacia el
avión y la tripulación vio una luz blanca que los deslumbraba, rodeada de
círculos de colores concéntricos.
 |
Talin, Estonia |
Aquella luz descendió hacia el avión y dejó una
nube verde. Cabe mencionar que la tripulación informó que el
OVNI oscilaba de derecha a izquierda y
que después ascendió para bajar después por el lado derecho del avión. El
OVNI
continuó escoltando al avión, de lo cual también se percataron los pasajeros.
Al aterrizar, la tripulación se enteró de que el
OVNI fue detectado por el
radar de
Talín, Estonia. Al parecer el avión era un
Tupolev TU-134 de
Aeroflot.
Otro informe da cuenta de que el 21 de marzo de
1990, el general de las Fuerzas de Defensa Aérea de la
entonces Unión Soviética reportó que esa noche un avión de la Fuerza
Aérea interceptó un OVNI sobre la región de Pereslavi-Salesskiy
(al este de Moscú).
El avión caza era tripulado por el teniente coronel
A.A.
Semechenko, y por órdenes del alto mando empezó a seguir al OVNI
por varios minutos en espacio soviético. Según informaciones del investigador José
Antonio Huneus, la persecución fue fotografiada desde la carretera de Yaroslavskiy.
Las fotos fueron publicadas en el diario soviético Rabochaya-Tribuna, en su
edición del 19 de abril de 1990.
EN
ESE CASO TAMBIÉN EL RADAR DE MOSCU DETECTO EL OVNI
Cabe mencionar que la persecución fue seguida por
el radar militar de Ia base aérea de Moscú.
Otro caso dado a conocer por el mismo investigador
de apellido Huneus, precisaba que la tripulación de otro avión militar
soviético resultó afectada por la luminosidad de un rayo emitido por un OVNI
lanzado contra el avión.
La
tripulación informó que habían sentido mucho calor cuando el OVNI se acercó a
ellos y que al aterrizar el avión sentían un gran calor y tuvieron que ser llevados
a un hospital, en donde posteriormente el piloto murió a consecuencia de
cáncer, como resultado de alta exposición a un tipo de radiación.
Uno de los grandes investigadores del fenómeno OVNI
es sin duda Antonio Ribera, quien ha presentado importantes investigaciones
y ha escrito libros sobre el tema. De él mencionaremos uno de los casos más
importantes que le tocó analizar.
En el año de 1969 presentó un informe sobre algunos
casos sucedidos sobre espacio aéreo soviético. Uno de ellos tuvo como escenario
el pueblo de
Voronezh, 20 años antes de que se reportaran seres
extraterrestres descendiendo en el parque.
Su trabajo habla en forma textual sobre lo sucedido
en ese año: En mayo de aquel mismo año
de 1969, un OVNI -en forma de cigarro- evolucionó sobre la ciudad de Voronezh aterrorizando
a la población.
“Se calculaba que tenía una longitud de 250 a 300
metros y se mantenía a 600 metros de altitud. Al llegar los MIG
enviados para interceptar el OVNI, éste desapareció. Finalmente,
el objeto desconocido reapareció y después partió a una velocidad de por lo
menos ¡16.000 kilómetros por hora!,
para desaparecer definitivamente”.
Según el mismo informe:
“En 1959 se observaron CENTENARES DE OVNIS sobre la
comunidad de Sverdlowsk durante 24 horas. Esta población alberga el
mando de proyectiles tácticos del ejército rojo. Varios cazas interceptores
persiguieron a algunos de los misteriosos aparatos y dispararon contra ellos,
sin lograr dar en el blanco”.
Don Antonio Ribera se basa en
informaciones dadas a conocer por las agencias de noticias Reuters y está
convencido de que dichas intercepciones ocurrieron realmente. Por su parte, la
Fuerza Aérea ex soviética dice que efectivamente se
enfrentaron a los “BIudzas”, como los rusos llaman popularmente a los OVNIS.
……………………………………………………
Del libro Los desconocidos del espacio, de Donald
E. Keyhoe
El juego
oculto
Justo antes del amanecer del 24 de septiembre de
1959, un gran disco volador descendió cerca de Redmond, Oregón,
iniciando una de las más desesperadas persecuciones jamás intentadas por la Fuerza
Aérea y casi destruyendo la censura de la misma. Hacia las cinco de la
mañana el OVNI fue visto mientras flotaba cerca del aeropuerto de Redmond.
Los testigos, que formaban parte de la estación de comunicaciones del tráfico
aéreo, eran miembros de la FAA (la Administración Federal de Aviación).
A las cinco y diez la FAA mandó un informe
urgente a la Fuerza Aérea. A las cinco y dieciocho, seis cazas reactores F-102
salieron rugiendo de su base en Portland, dirigiéndose a Redmond.
Mientras despegaban, la torre habló por radio con los pilotos de un bombardero B-47
y un caza F-89, que estaban realizando vuelos de rutina por las
cercanías, y les ordenó que se uniesen a los F-102 en la misión
secreta. El propósito de la misma:
capturar al OVNI... y a su tripulación, si es que había alguna a bordo.
Todos los pilotos se daban perfecta cuenta de que
en otros intentos de captura se habían producido accidentes fatales y
escapatorias por los pelos. Pero también conocían la tremenda importancia de la
misión. Si el
OVNI estaba aún flotando a baja altura, quizá pudieran
derribarlo sin graves daños. Pero aun así, la misión podía no tener éxito. La
espacionave podría ser destruida ya en tierra ... o bien por su tripulación, o
por control remoto si no había nadie a bordo.
Pero si el
aparato quedaba intacto, la Fuerza Aérea
tendría su tan soñada oportunidad de enterarse de los secretos técnicos delos
OVNI. El vehículo sería trasladado a un lugar seguro y oculto, y entonces
científicos e ingenieros de primera categoría, con o sin la ayuda de la
tripulación, analizarían el sistema de energía, los controles y cualquier arma
avanzada. Una vez obtenidas las respuestas, el Departamento de Defensa se apresuraría a iniciar un programa para
duplicar los aparatos alienígenas, y también a construir cohetes superiores
utilizando la propulsión del tipo OVNI.
Si los Estados Unidos eran los
primeros en construir una fuerza de OVNI
armados, ninguna otra nación de la Tierra
se arriesgaría a atacarles. Y si ninguna otra nación se enteraba de esos secretos,
eso podría significar una liberación de todo peligro de guerra.
Este era el objetivo... el trascendental propósito
que había tras la misión de Redmond.
El primer testigo conocido en Redmond fue un policía de
la ciudad, el agente Robert Dickerson, que estaba patrullando
por los límites de la villa. Cuando el disco brillante cayó del cielo, pensó
que se trataba de un avión ardiendo, a punto de estrellarse. Se quedó muy
asombrado cuando se detuvo a sesenta metros de altura y vio su forma de disco.
Durante algunos minutos, la extraña máquina
permaneció inmóvil. Luego se alzó pasando frente al aeropuerto de Redmond
y se detuvo de nuevo, flotando al nordeste de dicho campo. Dickerson fue con toda
rapidez hasta el aeropuerto e informó sobre el OVNI al especialista de
vuelo Laverne Wertz.
A través de unos prismáticos, Wertz y otros miembros de
la FAA
(Administración
Federal de Aviación) observaron el disco durante varios minutos. El brillo
había disminuido y podían ver con toda claridad extrañas lenguas de fuego
(rojas, amarillas y verdes) apareciendo y desapareciendo del borde.
A las cinco y diez,
Wertz teletipo al
Centro
de Control del Tráfico por las Rutas Aéreas en
Seattle. Su informe fue
transmitido inmediatamente al Servicio de Vuelos Militares en la base de la
Fuerza
Aérea de Hamilton,
California. Al cabo de pocos
minutos, la
Fuerza Aérea le dijo a
Seattle que los reactores de
Portland
estaban despegando y que también el radar de la
Fuerza Aérea estaba
siguiendo al
OVNI en
Klamath Falls, Oregón.
En Redmond, los observadores de la FAA
estaban aún contemplando el OVNI cuando oyeron el rugido de los
reactores. Mientras los aviones picaban
hacia la espacionave, las lenguas de fuego desaparecieron. Entonces, una
tremenda emisión de gases surgió de la parte inferior del disco. Acelerando a
una terrible velocidad, saltó directamente hacia arriba, casi en la trayectoria
de los reactores.
El piloto más cercano dio un bandazo frenético para
evitar una colisión. Y mientras el OVNI pasaba junto a él, otro reactor,
atrapado en la onda de choque del escape de la máquina, casi perdió el control.
Otros tres pilotos salieron de sus picados y subieron tras el disco que huía.
Pero, incluso con la velocidad extra que les suministraban sus posquemadores,
quedaron rápidamente atrás.
Mientras el OVNI desaparecía entre las nubes, a
más de cuatro mil metros de altura, un piloto de la Fuerza Aérea, guiado por
su radar de puntería, subió tras el artefacto invisible. Aparentemente, su
aproximación fue detectada a bordo del disco, pues instantáneamente cambió de
rumbo, como pudo comprobar el radar medidor de altura de Klamath Falls. Incluso
después que los pilotos de la Fuerza Aérea abandonasen la inútil
persecución, los operadores de radar aún seguían observando al OVNI,
que realizaba maniobras de alta velocidad entre los 2.000 y los 16.000 metros
de altura.
Cuando aterrizaron los pilotos, aún en tensión tras
su alucinante experiencia, fueron llevados apresuradamente ante los miembros de
Inteligencia, para que tuvieran una sesión informativa. Tras describir el
encuentro con el OVNI les fue ordenado que no discutieran la persecución, ni
siquiera entre ellos mismos.
Pero centenares de ciudadanos de Redmond habían
oído el picado de los reactores. Varios de ellos habían visto los interceptores
y algunos afirmaron haber contemplado un extraño brillo en el cielo. La Fuerza
Aérea, temiendo que su intento de captura pudiese ser descubierto, se
apresuró a explicar el vuelo como una comprobación de rutina, causada por un
falso eco en el radar. El brillo fue dejado de lado, como si fuera algo
imaginado por los testigos excitados.
Al cabo de unas horas, una nueva situación
trastornó a la
Fuerza Aérea. Cuando el
Cuartel General se enteró de la
emisión de gases del disco, se temió que el
OVNI estuviese usando
energía nuclear. Por medio de la
FAA (
Administración Federal de
Aviación) de
Seattle, se ordenó al especialista
de vuelo
Wertz que efectuase un reconocimiento aéreo en busca de una
radioactividad anormal. Utilizando un
contador Geiger,
Wertz
y el piloto de una
avioneta Tri-Pacer trazaron círculos a diversas alturas en el
área en la que había flotado el
OVNI. Los resultados, teletipados a
la
Fuerza
Aérea, nunca fueron hechos públicos. Pero, de algún modo, un periodista
se enteró de esta prueba e hizo pública la historia.
La filtración alarmó al
Cuartel General: la
FAA(
Administración
Federal de Aviación) no estaría comprobando la existencia de radiación
a menos de que realmente hubiese sido visto un objeto aéreo desconocido. Si se
permitía que se divulgase esta prueba de la realidad de los
OVNI,
después de todas las negativas de la
Fuerza Aérea, esto causaría una
conmoción en el Congreso y posiblemente iniciaría un pánico.
Para bloquear este proceso, tenía que explicarse el
objeto misterioso del que hablaba el periodista. Tras una fútil búsqueda de
alguna explicación plausible, el Cuartel General corrió el riesgo de
dar esta increíble explicación oficial: “El objeto visto ascendiendo cerca de Redmond
era, probablemente, un globo meteorológico”.
Para cualquiera que conociese las evidencias,
aquello resultaba ridículo. Los globos flotan con el viento; no tienen motores
excepto los lentos y ya pasados de moda dirigibles. Era imposible que cualquier
globo dejase atrás reactores volando a casi mil kilómetros por hora. Los
periodistas sabían que la explicación era falsa, pero el poder del Cuartel
General de la Fuerza Aérea les impedía ridiculizarla como se merecía.
Para los hombres encargados de mantener el secreto,
ésta había sido una situación muy grave. Ya se hallaban bajo agudas críticas
por parte de algunos oficiales de alto rango por poner temerariamente en
peligro las vidas de los pilotos de la Fuerza Aérea. Lo sucedido en Redmond ocasionó nuevas peticiones de que terminasen las
persecuciones de los OVNI.
Pero para el grupo de censores a alto nivel no
había otra alternativa. Al menos otras
cinco naciones importantes estaban interviniendo en esta batalla invisible para
lograr los secretos tecnológicos de los OVNI.
Para la seguridad del país, la Fuerza Aérea tenía que
lograr ser la primera en conseguir esta información, utilizando cualquier medio
que fuera necesario para ello. Si lo lograba, aquello justificaría todas las
cacerías, por peligrosas que hubiesen sido, incluso aquellas en que se hubieran
producido víctimas.
A medida que se calmaba la excitación creada en
Redmond, los censores del
Cuartel General se relajaron, muy
aliviados. Ahora, pensaron, el caso de Redmond estaba enterrado con toda seguridad,
aunque había sido un asunto muy grave.
Pero, sin que la
Fuerza Aérea lo supiese,
el
NICAP
había obtenido copias legalizadas de los diarios de la
FAA (
Administración Federal de
Aviación). En años anteriores, la
FAA había sido obligada a menudo a
mantener silencio... como también ha ocurrido posteriormente. Pero en aquel
momento no había ninguna orden rígida maniatando a la agencia, y muchos
miembros de la misma estaban preocupados por los intentos de mantener el
secreto.
Los diarios entregados al NICAP describían el OVNI,
sus maniobras, las extrañas llamaradas, el tremendo escape de gases y el
despegue vertical del disco para eludir a los interceptores. También incluían
las confirmaciones de la Fuerza Aérea del seguimiento por
radar, el despegue de los reactores de Portland, y el informe de Klamath
Falls acerca de las operaciones evasivas del OVNI después que hubiese
fracasado el ataque de la Fuerza Aérea.
Los diarios oficiales estaban firmados por L. E.
Davis, jefe de la Estación de Comunicaciones del Tráfico Aéreo
de Redmond, y por William F. Zauche, jefe del Centro de
Control de Tráfico de las Rutas Aéreas de Seattle. También fueron
confirmados por carta por Eugene S. Kropf, asistente del
gerente regional, Región 4 de la FAA (Administración Federal de Aviación),
Los
Ángeles. Un informe separado del especialista de vuelo Wertz
verificaba toda la operación.
Cuando la Fuerza Aérea se enteró de que el NICAP
tenía los diarios de la FAA, hubo una gran consternación en
el Cuartel
General. La FAA era una agencia muy competente, y sus estaciones en los
aeropuertos y en las rutas aéreas estaban servidas por personal cuidadosamente
entrenado. ¿Qué es lo que iba a creer el público y el Congreso... los informes
legalizados de los observadores expertos de la FAA(Administración Federal de
Aviación) , o las débiles tentativas de ridiculización de la Fuerza
Aérea?
Amenazado con el fin del secreto, el
Cuartel
General se arriesgó a dar el único paso que podía salvarle. Se denunció
a la
FAA
por suministrar información falsa y toda su evidencia fue negada. Durante un
tiempo, la
Fuerza Aérea se aferró a la explicación del globo. Pero tras
una lucha llevada a cabo por diversos legisladores y el
NICAP, tuvo que rendirse
y admitir que aquello era un error. Entonces, el
Cuartel General anunció
que había hallado la verdadera explicación:
Los observadores de la FAA y
los testigos de Redmond habían sido
llevados a equivocación por el planeta Venus,
al que tomaron por un objeto desconocido, maniobrando cerca de la Tierra.
Esto era tan ridículo como la historia del globo,
si no más. Si los observadores de la FAA eran así de estúpidos, la
agencia debería despedirlos por incompetentes. Los altos cargos de la FAA
insistieron en que los datos suministrados en los diarios eran correctos, pero
la Fuerza
Aérea rehusó proseguir con aquellas discusiones. La explicación de Venus
sigue siendo listada como la solución probada... uno de los mayores
engaños de la larga hilera de intentos por mantener el secreto.
Cuando, al
principio, la Fuerza Aérea se dio cuenta de que los OVNI eran espacionaves, el
Mando de Defensa Aérea tomó la decisión de capturar uno de esos aparatos tan
avanzados. Esto me fue confirmado en una entrevista personal por el general
Sory
Smith, subdirector de Información y el mayor Jeremiah Boggs,
oficial de Inteligencia del Cuartel General. En contraste con las
posteriores negativas, Boggs admitió abiertamente que la Fuerza
Aérea había dado una orden especial a sus pilotos para que tratasen de
capturar a los OVNI.
«Naturalmente,
nos sentíamos ansiosos por tener en nuestras manos uno de esos cacharros. Les
dijimos a los pilotos que, prácticamente, podían hacer cualquier cosa para
conseguirlo, aunque fuera necesario que los atrapasen por la cola.»
Después, hablé con un piloto de interceptores que
conocía y que había participado en dos cacerías. Cuando le cité las palabras de
Boggs acerca de atrapar a un OVNI por la cola, me miró con
aspecto hosco.
«Eso está
mucho más cerca de la verdad de lo que puedes imaginarte, aunque él lo dijese
en plan de broma. Al menos en nuestro escuadrón, nos dijeron que tratásemos de
chocar contra uno de ellos y luego saltar en paracaídas, si es que había
posibilidad de hacerlo sin sufrir daños personales. No sé de nadie que lo
intentase ... a mí desde luego ni se me ocurrió. Después de lo que le pasó a Mantell, uno tendría que estar muy loco
para intentar una cosa así.»
En los primeros meses de observaciones masivas, la
mayor parte de científicos e ingenieros aeronáuticos se burlaban de las
informaciones referentes a las tremendas velocidades de los OVNI.
Parecía imposible que ninguna máquina pudiera viajar con tal rapidez por la
atmósfera, ya que el calor de la fricción con el aire debería haberla
incendiado. Cuando la Fuerza Aérea verificó los informes
de sus seguidores de radar acerca de las altas velocidades, algunos de sus
técnicos decidieron que los OVNI debían de estar construidos con
un supermetal que podía resistir el calor y también las tensiones producidas
durante las bruscas maniobras.
Pero había una cosa de la que la Fuerza
Aérea y sus analistas técnicos estaban totalmente convencidos: ningún
ser vivo podía soportar el intenso calor y los giros a alta velocidad.
Entonces el Cuartel General descubrió un
asombroso informe que había sido enterrado en la base de la Fuerza Aérea de
MacDill, en Florida. El principal testigo era el capitán Jack
E. Puckett, veterano de los combates de la Segunda Guerra Mundial y,
posteriormente, subjefe de seguridad de vuelo, Mando Aéreo Táctico en el
campo de Langley.
 |
C-47 |
El 1 de agosto de 1946 el capitán
Puckett
volaba en un transporte
C-47 Langley a Mac Dill, con el
teniente
Henry F. Glass como copiloto y un ingeniero de vuelo del que
desconocemos el nombre. A unos 50 kilómetros de
Tampa vieron un gran
OVNI
que aceleraba hacia ellos en una trayectoria de colisión.
«Aproximadamente
a unos mil metros -informó el capitán Puckett-giró
para cruzar nuestro camino. Observamos que era un objeto largo y cilíndrico, de
aproximadamente el doble de tamaño de un bombardero B-29.»
Aparentemente el artefacto estaba propulsado por
cohetes, pues le seguía un penacho de fuego de la mitad de su largo.
Desapareció a una velocidad estimada entre 2.400 a 3.200 kilómetros por hora.
Pero la parte más asombrosa, para los analistas de
la Fuerza
Aérea, fue este descubrimiento:
La nave
desconocida tenía una hilera de ventanillas. Era el primer informe acerca
de que los OVNI tuvieran ojos de buey. Luego fueron detectados más casos
similares.
Por
increíble que parezca, las ventanillas indicaban que había seres vivos a
bordo... o al menos que el OVNI estaba preparado para transportar algún
tipo de seres, a pesar de los giros y el calor.
Algunos analistas creyeron que las ventanillas eran
una ilusión causada por la alta velocidad. Pero posteriormente otros
observadores competentes divisaron OVNI con portezuelas o ventanillas.
Además de los casos citados en el capítulo 1, varios otros se hallaban listados
en el informe secreto del Proyecto Grudge:
Caso 144.
En la noche del 24 de julio de 1948, una nave con forma de proyectil fue vista
por el capitán C. S. Chiles y el primer oficial John B. Whitted de la Eastern Air
Lines. Ambos pilotos lo
describieron como de unos treinta metros de largo y con dos cubiertas, cada una
con su hilera de ventanillas.
Caso 168,
tomado de un informe a la Fuerza Aérea del gobierno holandés: Arnheim,
La Haya, 20 de julio de 1948: un objeto con dos cubiertas, sin alas,
visto cuatro veces... velocidad muy alta, comparable a la de una V-2
(el cohete alemán usado contra Londres en la Segunda Guerra Mundial).
Además de los casos de las ventanillas, el
Proyecto
Grudge incluía el informe oficial que eliminó la teoría del supermetal.
Caso 122.
El 6 de abril de 1948 unos seguidores de cohetes de la Armada y un científico
divisaron un OVNI de forma oval muy por encima del campo de pruebas de White
Sands. Seguido por los teodolitos, se descubrió que estaba volando a 29.000
km por hora. De repente inició una ascensión casi vertical, también registrada
por los teodolitos, subiendo 40 km en 10 segundos. La atracción gravitatoria
calculada para esta ascensión a alta velocidad resultaba casi increíble.
Como ya saben, a lo que habitualmente estamos
sometidos en la Tierra es a una gravedad (g), la fuerza que nos atrae hacia
abajo a causa del campo gravitatorio del planeta. Un piloto que vuela en
horizontal nota el mismo efecto. Pero si sube repentinamente, sufrirá varios g,
a causa de la tendencia de su cuerpo a continuar en línea recta (inercia). Los
astronautas sienten efectos similares durante los despegues, debido al poderoso
empuje hacia arriba de sus cohetes.
Con un tipo convencional de máquina voladora, una
repentina ascensión a 29.000 km por hora crearía un tirón hacia abajo de varios
centenares de g. En realidad, jamás se podría alcanzar una velocidad tan alta
en nuestra atmósfera, ya que el terrible calor causado por la fricción
incendiaría el artefacto y lo convertiría en cenizas.
La única explicación posible era la neutralización
de la gravedad. En aquel momento, si la antigravedad hubiera sido relacionada
públicamente con los OVNI, hubiera sido ridiculizada como
una fantasía de ciencia ficción. Pero un cierto número de famosos científicos e
ingenieros aceptaron, en privado, esta respuesta, tras analizar los datos sobre
este OVNI.
Entre ellos se hallaba el doctor Hermann Oberth, uno de los
diseñadores de la V-2 y autoridad en viajes espaciales, y fabricantes de aviones
tales como Grover Loening, Lawrence Bell e Igor Skorsky.
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Doctor Oberth |
Cómo funciona el control gravitatorio es algo que
me fue explicado por el
doctor Oberth mientras estaba en los
Estados
Unidos, ayudando al
Ejército a realizar investigaciones
antigravitatorias en el arsenal de
Redstone.
«En un OVNI equipado con gravedad artificial, el aire que lo rodea es
mantenido contra la máquina y se mueve con ella cuando éste se traslada ... tal
como la atmósfera del planeta es mantenida alrededor de la Tierra, a pesar de la
alta velocidad de rotación, por el campo gravitatorio terráqueo.
Dado que este “cojín”
de aire impide la fricción, el vehículo no se calienta. Y también se mueve en
silencio, ya que no hay remolinos, ni turbulencia ni estampidos sónicos.
Con la propulsión normal, las violentas
aceleraciones y maniobras de los OVNI pondrían en peligro a las espacionaves, aparte de que arderían a
causa del excesivo calor. Igualmente, las fuerzas aplastarían a cualquier ser que
se hallase a bordo contra los costados o el suelo de la máquina, aun antes de
que se quemasen.»
Como ejemplo, el doctor Oberth citó el
caso de Redmond.
«Obviamente
esa nave no fue dañada ni sufrió tensiones porque estaba operando con un campo gravitatorio
artificial. Incluso el poder aceleratorio de aquella violenta ascensión no haría
daño a ningún ser a bordo, dado que el campo gravitatorio se aplicaría a ellos
a la vez que a la espacionave. Incluso cuando estuviesen realizando rápidos
cambios de velocidad y dirección, esos pasajeros no sentirían nada.»
Cuando los investigadores de la Fuerza
Aérea se dieron perfecta cuenta de las asombrosas posibilidades de
esto, el Cuartel General persuadió a los científicos, compañías
aeroespaciales y laboratorios técnicos de que montasen proyectos de
investigación de la antigravedad, muchos de ellos bajo contratos secretos. Con
cada año que pasaba, el número de estos proyectos iba en aumento. En 1965 el
intercambio de información científica del Instituto Smithsoniano me confirmó
la existencia de 46 proyectos antigravitatorios no clasificados como secretos.
De los 46, 33 estaban controlados por la Fuerza Aérea. La Armada tenía 3; el Ejército
1; la Comisión de Energía Atómica 1; la NASA 2, Y la Fundación
Nacional de las Ciencias 6. Adicionalmente, había al menos 25 contratos
secretos que no podían ser listados.
Al principio, algunos investigadores le advirtieron
a la Fuerza
Aérea que no esperase un resultado inmediato... el conseguir las
respuestas podía llevar años. Para
reducir los riesgos, la Fuerza Aérea incrementó sus intentos por capturar algún
OVNI.
En 1952 se produjo un repentino incremento en las
observaciones y aproximaciones a baja altura. Temiendo un ataque, el Mando
de Defensa Aérea ordenó a los pilotos que disparasen contra las
máquinas alienígenas, siguiendo la política de cuatro fases de la Defensa
Aérea:
Detección,
identificación, intercepción y destrucción. La relación de esto con los
OVNI estaba
enfatizada en la
AFR 200-2, que, en aquel entonces, estaba restringida a los
mandos de la
Fuerza Aérea.
 |
AFR-200-2 (Air Force Regulacion 200-2) |
Pero algunos
oficiales de alto rango del Cuartel
General se dieron cuenta bien pronto de que la orden de tiro era un error.
Fue rápidamente cancelada y se reanudaron los intentos de captura.
Habitualmente, la Fuerza Aérea evita tales
acciones a baja altura para impedir que tengan publicidad. Pero en varias
ocasiones ha corrido el riesgo ... tal como sucedió en el caso de Redmond.
En la noche del 1 de agosto de 1953 un escuadrón de
cazas de la Fuerza Aérea volaba sobre el parque nacional de Sequoia-Kings,
en California.
Durante tres noches, un gran OVNI con forma de disco había
descendido sobre el parque, siendo visto en una ocasión, muy de cerca, por e!
superintendente del parque E. T. Scoyen y algunos miembros de
su equipo. La Fuerza Aérea se sentía asombrada por el interés mostrado por
los alienígenas por el parque, pero ordenó aquella misión especial por si el OVNI regresaba.
Justo antes de la medianoche, los pilotos vieron el
disco descendiendo a velocidad reducida. Cuando estaba muy por debajo de ellos
comenzaron a bajar, igualando la velocidad del OVNI mientras se
colocaban encima de él. A los pilotos les parecía imposible que la espacionave
subiese sin chocar con uno o dos de los reactores y dañar gravemente su nave.
Parecía posible que, en lugar de correr este riesgo, los alienígenas cederían y
aterrizarían en el primer lugar seguro.
Pero, de repente, sin frenar previamente, el OVNI
se detuvo en medio del aire. Al instante, los reactores pasaron de largo. Antes
de que los pilotos pudieran iniciar una maniobra de regreso, el disco subió en
vertical y desapareció.
Los informes de la prensa dijeron que algunos
testigos habían visto reactores picando hacia un
OVNI, pero como no había
pruebas documentales, como sucedería posteriormente en el caso de
Redmond,
el público se olvidó bien pronto de esta historia.
Justo después de la misión del parque
Sequoia-Kings,
varios pilotos de la Fuerza Aérea tuvieron alarmantes encuentros con los
OVNI.
Cerca de
Moscow, Idaho, el 9 de agosto, un disco de 60 metros picó hacia
tres cazas
F-86. Su aproximación de cabeza dio un buen susto a los pilotos
antes de que se apartase a un lado.
Durante una cacería sobre Dakota del Sur, tres
noches más tarde, un piloto de F-84 se asustó tanto que radió a su
base pidiendo que le permitiesen abandonar la persecución. Otros incidentes
similares hicieron que aumentase la tensión; algunos pilotos creían que estas
acciones eran advertencias de que los alienígenas podían devolver e! golpe por
el intento de captura de! parque.
Pero la mayor parte de los altos censores estaban
convencidos de que no había un grave peligro en esto. Incluso ahora, tras cuidadosas
valoraciones de la larga vigilancia, la mayor parte de los miembros de la
Fuerza
Aérea que controlan el asunto creen que tales ataques son poco
probables.
 |
F-84 |
Aquí tenemos algunas de sus razones para continuar
con este juego oculto:
En primer lugar, la extensa
vigilancia sin una abierta hostilidad debe significar que los alienígenas
tienen un importante propósito que requiere contactos pacíficos con los humanos
y un ajuste gradual, sin agresión.
En segundo lugar, el número de OVNI que observa nuestro planeta no es
lo bastante grande como para efectuar ataques a gran escala; probablemente la
mayor parte de ellos sean aparatos de observación desarmados, que pueden evitar
fácilmente a nuestros reactores gracias a sus maniobras de alta velocidad.
En tercer lugar, no estamos
totalmente indefensos. Tenemos numerosos cohetes capaces de alcanzar a las
espacionaves, incluso a muy grandes alturas.
En cuarto lugar, los alienígenas
han intentado, repetidamente, evitar hacer daño a los humanos, por lo que los
pocos casos de daños deben de haber sido accidentales. Un ejemplo
frecuentemente citado es el encuentro que tuvo la Armada en 1953. Un escuadrón de AD-3
con base en un portaviones estaba practicando maniobras de combate cuando una
enorme máquina con forma de cohete descendió hacia ellos. Desacelerando hasta
ponerse a la misma velocidad de los aviones, se estabilizó a unos 300 metros
por encima del escuadrón.
El comandante radió una orden apresurada y luego
guió a sus pilotos en una ascensión casi en vertical hacia la astronave.
Instantáneamente el OVNI giró de modo
que su cola apuntó en una dirección diferente a aquella por la que se
aproximaban los aviones. Luego, un tremendo escape de gases de propulsión
surgió de esa parte trasera y la máquina se alejó en la distancia. Pero si no
hubiera sido por ese giro apresurado, la masa de gases hubiera matado a algunos
pilotos, e incluso quizás a todos.1 Hay centenares de otros encuentros
en los que los alienígenas que van en los OVNI han evitado causar daño a los
humanos.
1. Confirmado al
contralmirante D. S. Fahrney y al autor por un comandante del Departamento de
la Armada.
Aunque algunas de estas razones parecen firmes,
según la lógica humana, no hay ninguna prueba de que estemos a salvo de una
represalia alienígena. Pero los esfuerzos llevados a cabo por otras naciones
para conseguir los secretos técnicos de los OVNI han hecho que la Fuerza
Aérea corriese el riesgo e intensificase sus intentos de captura.
OVNI abatido por los sovieticos.
Durante años, la
Inteligencia de la Fuerza Aérea
ha sabido de los esfuerzos realizados por las fuerzas aéreas extranjeras para
conseguir llevar al suelo a un
OVNI. Uno de los países más
determinados es la
Unión Soviética. Tras constantes fracasos de sus pilotos de
intercepción, los artilleros antiaéreos soviéticos recibieron la orden de
disparar contra los
OVNI. Aparentemente el alto mando soviético esperaba que una
astronave fuera averiada y obligada a aterrizar sin que eso destruyese sus
sistemas de energía y armamento.
Uno de tales ataques fue confirmado por la
valoración de la Academia de la Fuerza Aérea, realizada en 1968.
«El 24 de
julio de 1957 -afirma el informe de la Academia-,
las baterías antiaéreas rusas de las Islas
Kuriles abrieron fuego contra varios OVNI.
Aunque todas las baterías antiaéreas soviéticas de las islas entraron en
acción, no se consiguió ningún blanco. Los OVNI
eran luminosos y se movían con gran rapidez.»
Tal como ha sucedido en los Estados Unidos y en Rusia,
los pilotos militares han tratado de un modo persistente de obligar a aterrizar
a un OVNI
en Gran
Bretaña, Francia, Brasil, Canadá, la Unión Sudafricana, Noruega,
Holanda y varios países más. Algunos
pilotos extranjeros tienen órdenes de intentar establecer contacto por radio
para ordenar a los alienígenas que aterricen. Si el OVNI no obedece, debe ser
derribado, caso de que esto resulte posible. Un piloto de la Real
Fuerza Aérea holandesa tuvo una experiencia de este tipo el 26 de enero
de 1962, cuando se encontró con un extraño objeto volador sobre el este de Holanda.