Civilizaciones
en el interior de la Tierra: ¡Ante nosotros divisamos lo que parece ser una
ciudad! ¡Es imposible! El avión parece ligero y extrañamente flotante. ¡Los
controles no responden! ¡Dios mío! ¡A nuestra derecha y a nuestra izquierda hay
aparatos de una extraña forma! ¡Se acercan y algo irradia de ellos!
¿Existen civilizaciones en el interior de nuestro
planeta? Inequívocamente, la respuesta es sí, teniendo en cuenta diferentes
testimonios de personas que han estado en aquellos lugares intraterrenos y han
vuelto para contarlo.
Siguiendo un razonamiento lógico y desde la óptica
de los seres humanos, alguien se preguntaría… ¿Por qué habrían elegido estos seres,
miles de años más evolucionados que nosotros, vivir en el interior de sus
planetas? ¿Acaso no sería mejor hacerlo en la superficie, donde hay un medio
natural benigno, una atmósfera que se renueva, bosques, ríos, océanos… y un
cielo estrellado donde maravillarse cada noche…?
Reflexionando, debe haber causas mucho más poderosas;
tal vez, aquellas civilizaciones buscaban resguardarse frente a un medio
natural hostil, quizás grandes maremotos, o tal vez atmósferas dañadas y
enrarecidas, aquello mismo que sucedió a una civilización del sistema
estelar de Rigel; seres que se refugiaron en el interior de su mundo a
consecuencia de sufrir un holocausto nuclear; una catástrofe
planetaria precisamente provocada por ellos mismos. Miles de años bajo la
superficie provocaron que su fisonomía antropomorfa evolucionase hacia “individuos
de menor estatura”, cuyo aparato digestivo y reproductor habría sido
seriamente dañado a causa de la radiactividad concomitante; un hecho este que llevó
a esta “irresponsable raza extraterrestre” a utilizar la clonación
como ultimo recurso para salvar su especie.
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Rigeliano, según descripción de testigos. |
Sin duda, existe en la Tierra la tecnología
capaz de crear espacios intraterrenos, y que mejor ejemplo que la conocida como
Área
51, una base ultrasecreta situada en el estado de Nevada y dependiente
de la Base de la Fuerza Aérea de Nellis. Tal como han narrado
testigos que han trabajado en esas instalaciones militares, se trata de una
base con al menos 7 niveles de profundidad, conectada mediante lanzaderas con
otras bases de los EE. UU. Podríamos decir sin lugar a dudas, que la profundidad
en este tipo de ingeniería solo es cuestión de medios, tomando como ejemplo el Pozo
Superprofundo de Kola*, (Proyecto KTB)con una profundidad de
12,2 km, situado en la Península de Kola, cerca de Múrmansk, Rusia (Los soviéticos
tardaron casi 20 años en taladrar esa distancia, suspendiendo finalmente los
trabajos porque a esos niveles brotaba agua a 180º C mezclada con gases ).
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Mirna, Siberia Central, Rusia. |
El Misterio del hoyo de Mel, el agujero más profundo del planeta
He traído diferentes relatos relativos a
civilizaciones que habitarían el interior de la Tierra, incluido aquel del almirante
Richard
Evelyn Byrd, explorador estadounidense de los polos ártico y antártico.
Precisamente, de su Diario Secreto se extrajo el concepto contemporáneo de “la
Tierra Hueca”, un lugar intraterreneo, accesible solamente desde los
polos Norte y Sur. Según ese Diario Secreto, Byrd
habría accedió a un “espacio habitado
por seres altos, de aspecto nórdico y miles de años mas desarrollados que los
seres humanos…”
Reconozco que es difícil concebir dicha teoría, o
tal vez una entelequia sobre la “tierra hueca” y es posible que Byrd accediese
efectivamente a un lugar enorme, una especie de cueva de proporciones
descomunales, cuyo acceso fuese precisamente a través de los polos terrestres,
aunque bien sea dicho, ello no significase que precisamente la Tierra
este hueca en su totalidad (esto es una apreciación personal mía y lo que mi
intuición dice), es decir, se trataría de espacios intraterrenos gigantescos dentro
de una configuración tal como la define
la ciencia actual, es decir, asumiendo que la Tierra tiene un núcleo,
manto y corteza. A pesar de ello, he incluido algún video de YouTube en el cual
se describe la “teoría sobre la Tierra hueca”, tal vez porque nos encontremos
frente a un paradigma aun no resuelto, donde la ciencia oficial afirma que
nuestro planeta es de composición sólida, con un núcleo formado principalmente
por hierro y níquel; que se encuentra a 6000 km de la corteza terrestre y a una
temperatura de entre 4000 y 6000 grados C.
Revelaciones Secretas sobre OVNIs
Destacar, además, que el Almirante Byrd, comandó allá
por el año 1947 la Operación High Jump*, expedición con destino a la Antártida,
que tenía “supuestamente como misión”, acabar con una Base que la Alemania nazi
habría construido en aquellos remotos confines australes.
(*EL FRACASO
DE LA OPERACIÓN HIGH JUMP
De acuerdo con su programación, la operación High Jump duraría un año, como mínimo.
Sin embargo, la misión fue abortada en los primeros días de marzo de 1.947.
Vale decir que sólo duró 3 meses. La
expedición había llegado al territorio antártico en febrero de aquel año. Una
vez arribados, los norteamericanos fueron objeto de fuertes ataques perpetrados
por fuerzas desconocidas.
Como resultado de estas agresiones, se perdieron
varios aviones de combate y algunos buques sufrieron daños severos. Según ha indicado
el investigador español Miguel Celades,
también se
perdieron 1.500 vidas. Así, el 03/03/47, las fuerzas expedicionarias
comandadas por BYRD, emprendieron su
temprana retirada.
En suma, la operación High Jump no cumplió con sus objetivos. Luego vendrían las
enigmáticas declaraciones que el legendario almirante brindaría a la prensa
chilena, citadas más arriba.
Según refiere el investigador español Felipe BOTAYA, conocido experto en el
estudio de los aspectos más enigmáticos de la Segunda Guerra Mundial existe una película de carácter documental
relativa a la operación High Jump, titulada Secret Land. La misma fue realizada
por orden del Departamento de la Marina
de EE. UU., con filmaciones originales recogidas durante el transcurso de
la expedición.)
FUENTE: Pablo Javier DAVOLI.
Del libro Los
hombres de negro y los OVNI, de Fabio
Zerpa
Las criaturas que salieron del centro de la Tierra
¿Hay vida en el centro de la Tierra?
¿Será verdad el viaje de Julio Verne?
¿Podremos vivirlo?
Corren diversas historias. Mineros que, de pronto,
se encontraron, cara a cara, con extraños seres, procedentes de las entrañas de
la Tierra. Arqueólogos y exploradores que desaparecieron
misteriosamente, sin dejar rastro, en distintas incursiones, realizadas por
cuevas y túneles dentro de cordilleras y montañas de nuestro planeta.
Sin embargo, en España ocurrió un
caso que, sin lugar a dudas, despejó algo de la incógnita que rodea a aquellos
que habitan la Tierra Hueca y habitan con nosotros el planeta Tierra. Estas
historias, cuya autenticidad es total, no deja de ser un acicate para pensar en
el verdadero significado de aquella célebre frase:
España. Corría el mes de agosto de
1887, en una población llamada Banjos. Eran las cinco de la
tarde. Unos campesinos que se encontraban cultivando unas parcelas de tierra,
cerca de una cadena de montañas, vieron salir de una de las grutas de la
montaña una niña y un niño. Vestían de una forma sumamente extraña para aquella
tarde de verano; pero no era aquello lo que llamó más la atención de los
granjeros. Lo más llamativo era el color de la piel de los chiquillos: Verdes
como las hojas de un árbol en primavera.
Asombrados ante semejante aparición, dos de los
campesinos se dirigieron hacia los runos, con la finalidad de entablar conversación
con ellos. Todo fue inútil: éstos hablaban un idioma desconocido.
La noticia cundió por el poblado de Banjos, como un
reguero de pólvora. Médicos y químicos, procedentes de Barcelona,
se dirigieron al pequeño pueblo, para estudiar el caso. La constitución
orgánica de las extrañas criaturas era diferente a la humana. Carecían de
páncreas, y poseían un solo pulmón, algo mayor en tamaño que el del cuerpo
humano conocido. El estudio químico de la constitución de la piel arrojó como
resultado que poseían fibras, que en nuestro planeta carecen de denominación,
ya que no existen.
Los niños, que precisaban cuidados, fueron
entregados al juez de paz señor Ricardo de Calvo.
Una vez alojados en la casa del señor De
Calvo, los huéspedes fueron sometidos a un intenso baño, con la
finalidad de quitarles el color verde; todo fue nuevamente inútil, la
pigmentación de la piel era... verde.
Los rasgos faciales de los muchachos eran
semejantes a los de la raza negra, pero sus ojos, de corte netamente oriental,
eran de color celeste y en forma de almendra. Eran unos rostros que ofrecían el
crisol de las razas.
El increíble caso de los niños verdes que decían venir del interior de la tierra
Se trató de alimentarlos a la manera terrestre,
pero ellos rehusaban esos alimentos, sobre todo la carne y sus derivados; hasta
el punto de no poder vencer una repugnancia manifiesta ante todo tipo de
proteínas.
Luego de una semana de mucho bregar para ofrecerles
alimentos adecuados, se les puso un plato de judías verdes, y otro de
guisantes; entonces aceptaron comer.
No obstante, el niño, muy debilitado, y de menor
fortaleza física que la niña murió; su hermana le sobrevivió.
La chica, que fue acostumbrándose paulatinamente a
la comida común, fue perdiendo su color verde y adquirió lentamente el color de
la raza blanca. Los rasgos fisonómicos permanecieron inalterables. La niña
aprendió gradualmente el idioma español y quedó como criada en la casa del juez
de paz; se le interrogó una vez que se pudieron entender y contó una historia
de ciencia-ficción, pero auténtica y verídica.
Provenía de un país subterráneo, donde no había sol,
en el que vivían en el crepúsculo permanente. Poseían bolas solares,
artificiales, que iluminaban su territorio y que permiten crecer las plantas.
El país de donde procedía la niña se encontraba
separado del nuestro por un ancho, anchísimo y caudaloso río. Dos días antes de
haber sido encontrados a la salida de la gruta, se produjo un cataclismo, un
maremoto que inundó su territorio, y ella y su hermano pudieron escapar por una
cueva, que estaba cerca del río que desbordó, y que, evidentemente, es la vía
de comunicación entre el mundo subterráneo y el mundo exterior, es decir, el
nuestro.
Se tejieron miles de historias y conjeturas
alrededor de la historia de los niños verdes; sin embargo, el siglo XIX no
estaba preparado para aceptar como una realidad, que hoy es casi tangible, la
existencia de seres en el Centro de la Tierra.
Como expresó al principio, corren variadas y
diversas historias en relación con los habitantes subterráneos. Sin embargo,
sumada a la experiencia vivida por los habitantes del poblado de Banjos,
en agosto de 1887, hay otra más reciente, ocurrida en setiembre de 1970, en la
provincia de La Rioja, en la República Argentina.
La cordillera de los Andes
corre sobre el límite oeste de la Argentina y sus picos más altos
sobrepasan los 4.000 metros. La provincia de La Rioja está
situada sobre la faja Noroeste de la cordillera de los Andes;
antes de alcanzar la cordillera propiamente dicha, hay una región montañosa,
denominada precordillera que, como su nombre indica, pertenece a las primeras
estribaciones de la cordillera.
Durante el año 1970, un jesuita argentino piensa en
la forma de llevar a cabo una experiencia de vida en comunidad cristiana. Expone
la idea a los fieles de su parroquia, y con un grupo de familias, como así
también jóvenes de sexos masculino y femenino aceptan con entusiasmo la
proposición y deciden llevar a la práctica lo que un tiempo antes sólo era una
fantasía en la mente de un joven y renovador sacerdote jesuita, muy
profundamente cristiano, y cuyo nombre daré a conocer a través de su nombre de
pila, sin apellido, por las razones justificadas, que ustedes apreciarán en el
relato. Guillermo, que así se llama el sacerdote, obtuvo de una
familia amiga un predio muy amplio, cerca de la precordillera, a la altura de
un cerro, denominado Cerro del Rosario.
Inicialmente partieron cinco familias, un médico y
un arquitecto, conjuntamente con el padre Guillermo. Comenzaron a
construir sus propias casas, a realizar una experiencia, que ellos designaron
con el nombre de Comunidad Cristiana, y que iba a resultar una
aventura, que despejaría una de las innumerables incógnitas, que cual una
ecuación matemática complicada, posee el mundo subterráneo.
En el mes de setiembre de 1970, los escasos
pobladores de la Comunidad Cristiana estaban prácticamente
instalados en sus casas, cuando en la noche del 23 de setiembre ocurrió algo
que si bien resultaba totalmente terrestre al principio de la aventura, su
continuación fue alarmante y fuera de los límites de nuestro viejo amigo, el
planeta Tierra.
Aquella noche, el padre Guillermo, el
médico de la comunidad y el arquitecto, se encontraban comiendo en la casa del
médico; eran las dos de la madrugada y conversaban sobre los futuros planes de
urbanización del poblado. Las horas pasaban volando; el café se agotaba en las
tazas cuando, de pronto, alguien golpeó débil, pero insistentemente la puerta.
El médico acudió a abrirla, y se encontró con un
hombre, cuyo cuadro clínico acusaba principio de infarto, y oclusión laríngea;
con voz ronca y segura pidió auxilio; fue atendido y reanimado por el médico y
sus invitados. Una vez en condiciones casi normales, relató lo siguiente: aquel
día 23 de setiembre, alrededor de las seis de la tarde, se encontraba con sus
cabras, a las que había llevado a pastorear, sobre la ladera del Cerro
del Rosario; apenas comenzó su tarea de arreo, empezó a soplar un
viento que bien pronto se convirtió en ráfagas ciclónicas; el huracán no
amainaba; hasta que, cansado de esperar comenzó a recorrer la cueva en la que
se había refugiado. Llamó su atención una serie de peldaños practicados en la
piedra y que se adentraban en las entrañas de la montaña. Pensando que se
trataría de una mina abandonada y ante la imposibilidad de salir de la cueva,
dado que el temporal seguía creciendo en intensidad, comenzó a bajar los
escalones que descendían en forma de caracol.
Llamó su atención el hecho de que en vez de
intensificarse la oscuridad a medida que descendía, una tenue claridad de color
anaranjado iba iluminando su camino; y la temperatura aumentaba, convirtiéndose
el ambiente reinante en un lugar cálido; contó trescientos sesenta escalones;
su asombro no tuvo límites al llegar al final de la escalera.
Ante sus desorbitados ojos apareció una ciudad
perfectamente conformada; con sistema edilicio desconocido en la superficie.
Edificios brillantes (como de aluminio o acero), todos
ellos terminaban en cúpulas que recordaban las mezquitas orientales o las
lamaserías del Tíbet.
Calles cuyo firme parecía ser de acrílico
transparente, bajo el cual corrían hilos de agua de variados colores; vehículos
que no circulaban por la calle, sino que se desplazaban silenciosos, flotando a
tres o cuatro metros sobre su cabeza.
Pero lo que terminó de asombrar a nuestro arriero
fueron los habitantes del lugar. Seres cuya talla sobrepasaba la de un ser
humano normal, dos metros y medio de estatura. Vestían túnicas blancas las
mujeres y negras los hombres. Estos seres en ningún momento prestaron atención
al arriero en cuestión. El comenzó a caminar siguiendo en línea recta a la
calle de acrílico, cuya iluminación provenía de unas bolas del tamaño de una pelota
de fútbol número cinco; eran incandescentes y flotaban en el espacio dando una
tonalidad naranja a todo el ambiente; no irradiaban ni calor ni frío. Nuestro
arriero cruzó ese mundo subterráneo de lado a lado siguiendo siempre su camino
por la extraña calle de acrílico, no se atrevió a internarse por las calles laterales
que cruzaban la que él transitaba. Llegó al final de la misma y se encontró con
otra escalera caracol, idéntica a la que utilizó para descender.
Cordillera de los Andes
Prácticamente despavorido, comenzó a ascender; casi desfalleciente por el esfuerzo de una ascensión de trescientos sesenta escalones, salió a la superficie, pero apareció por la cara opuesta del Cerro del Rosario a la que había descendido.
Una vez repuesto de su aventura, divisó el poblado
de la «Comunidad Cristiana», hacia el cual se dirigió en busca de
ayuda y, al descubrir el cartel de «médico» en la puerta no vaciló en llamar a
la misma.
Dudando de la veracidad de la historia contada por
el arriero, el padre Guillermo y el médico le pidieron les indicara
el lugar exacto por donde había ascendido a la superficie, con la finalidad de
investigar in situ.
Al día siguiente partieron el padre Guillermo
y el médico a fin de que, en caso de ser verídica la historia escuchada, poder
traer unas pruebas fehacientes de la existencia de extraños mundos.
El médico se internó en aquel poblado enclavado en
las entrañas de la Tierra. Guillermo quedó al pie
de la escalera, anonadado. Regresaron en silencio. No había palabras para
describir lo indescriptible. Se dirigieron al Gobierno de La Rioja
con el fin de informar sobre su hallazgo. Dicho Gobierno puso a disposición de
los investigadores equipo de hombres y equipo técnico adecuado para el caso.
Cuando llegaron al lugar donde se encuentra la
escalera de caracol, sólo se veían tres escalones. El resto se encontraba tras
un muro de piedra que cubría la entrada de forma total.
Rodearon el cerro y se dirigieron a la otra
entrada; idéntica sorpresa. Hasta el día de hoy, distintos investigadores se
han acercado al lugar, pero el muro continúa impenetrable e inexpugnable.
Aquel poeta con mente de futuro llamado Paul
Éluard dijo: «Hay otros mundos, pero están en este.» El mundo
subterráneo ya no es una quimera, es casi una realidad.
Seres venidos de las estrellas habitaron la
superficie del planeta; cataclismos y fenómenos telúricos les obligaron a
construir un mundo subterráneo a imagen y semejanza del que habitaban en el
exterior. Pero ello no hubiera sido posible si no fuese por el hecho de que
conocían lo que nosotros aún negamos: la Tierra es una esfera hueca.
………………………………………………………………..
Del libro La tierra hueca, de Raymond Bernard
El doctor Nephi Cottom de Los Ángeles dijo que uno
de sus pacientes, un hombre de ascendencia nórdica, le contó la siguiente
historia:
"Yo vivía cerca del Círculo Ártico en Noruega.
Un verano, un amigo y yo nos decidimos a ir lo más lejos posible al territorio
del norte. Colocamos provisiones para un mes en un pequeño bote de pesca y, con
una vela y un buen motor, salimos al mar. Al final de un mes, habíamos
penetrado bastante en el norte, más allá del polo, en una extraña y nueva
región. Nos sorprendimos mucho porque el clima era cálido, a veces, demasiado
para dormir. (Exploradores del Ártico que llegan muy al norte hacen
racontos similares del clima: a veces tan cálido como para quitarse los
abrigos. El autor.) Luego vimos algo tan extraño que quedamos anonadados. Más
allá de un mar cálido abierto veíamos que estábamos en una gran montaña. El
océano parecía vaciarse en la montaña en un punto determinado. Sin poder
creerlo, seguimos en la misma dirección y navegamos hasta entrar en un vasto cañón,
que llevaba al interior de la Tierra.
Continuamos y tuvimos una increíble visión: ¡un
sol brillaba dentro de la Tierra!
El océano que nos había llevado hasta el interior
hueco de la Tierra se convirtió en un río. Este río recorría, como nos
dimos cuenta después, todo el interior hueco de la tierra, de una punta a la
otra, por la superficie interna. Si uno lo sigue, va desde el Polo
Norte hasta el Sur. Vimos que la superficie interna
de la tierra estaba dividida, así como la otra, en tierra y agua. Hay mucho sol
y abunda tanto la vida animal como vegetal. Navegamos más y más dentro de esta
tierra fantástica, la llamo así porque todo era de un tamaño inmenso en
comparación con el exterior.
Las plantas son grandes, los árboles gigantescos y,
por último, llegamos a los gigantes.
Vivían en casas y pueblos, así como lo hacemos en
la superficie de la Tierra. Utilizaban una forma de vehículo eléctrico, como
una carreta monorriel, para transportar a las personas. Corría por el borde del
río, de un pueblo a otro.
Algunos de estos habitantes detectaron nuestro bote
y se sorprendieron. Eran muy amistosos; nos invitaron a comer con ellos en sus casas.
Así, mi compañero y yo nos separamos: él se fue con un gigante a su casa y yo
con otro.
Mi amigo gigante me llevó a su casa a conocer a su
familia. Yo estaba asombrado por el tamaño inmenso de los objetos en su casa.
La mesa para comer era colosal. En mi plato, colocaron una cantidad tan
abundante de comida, que me hubiera alimentado una semana. El gigante me
ofreció un racimo de uvas, cada una era el tamaño de un durazno. Probé una y la
hallé mucho más dulce que cualquiera que pudiera saborear en el “exterior”. En
el interior de la tierra, todas las frutas y verduras saben mucho mejor que las
que tenemos en la superficie.
Nos quedamos con ellos por un año. Disfrutamos
tanto de su compañía, como ellos de conocernos a nosotros. Observamos muchos fenómenos
extraños e inusuales durante nuestra visita a estas personas increíbles. Sus
avances científicos e inventos no dejaban de asombrarnos. En todo ese tiempo,
jamás fueron antipáticos con nosotros, y nos permitieron retornar a nuestro
hogar de la misma manera que llegamos. Es más, nos ofrecieron protección si la
hubiéramos necesitado para el viaje.
Es evidente que estos gigantes eran miembros de la
raza antediluviana de la Atlántida, que se establecieron en
el interior de la Tierra antes de la inundación histórica que sumergió su
continente.
Otro noruego, llamado Olaf Jansen, registró una
experiencia similar de una visita al interior de la tierra a través de las
aberturas polares, pero totalmente independiente de la anterior, en un libro de
un escritor americano, Willis George Emerson, The
Smoky God. El libro se basa en un informe que Jansen le hizo al señor Emerson
antes de morir, donde describe una experiencia verdadera de visitar el interior
de la tierra y a sus habitantes.
El título The Smoky God (El dios ahumado) se
refiere al sol central en el interior de la Tierra, que, al ser más
pequeño y menos brillante que el nuestro, parece “ahumado”. El libro
cuenta la experiencia verdadera de un padre e hijo escandinavos que, en su
pequeño bote de pesca e inmenso coraje, intentaron encontrar “la tierra más allá del viento del norte”,
ya que habían oído de su calidez y belleza. Una increíble tormenta de viento
los llevó la mayor parte del camino a través de la abertura polar hasta el
interior hueco de la tierra. Pasaron dos años allí y volvieron por la abertura
polar sur. El padre perdió la vida cuando un iceberg se partió en dos y
destruyó el bote. El hijo fue rescatado. Pasó 24 años recluido por demencia,
como resultado de contar la historia de su experiencia a gente incrédula.
Cuando por fin le permitieron salir, no volvió a contar la historia a nadie.
Después de 26 años como pescador, ahorró suficiente dinero para viajar a los Estados
Unidos y establecerse en Illinois y, luego, en California.
Cuando tenía más de noventa años, por coincidencia, Willis George Emerson se
convirtió en su amigo y conoció la historia. Al morir, le cedió los mapas, que
había hecho del interior de la tierra, y el manuscrito que describía la experiencia.
Se negó a mostrárselos a nadie mientras vivía, debido a que, en el pasado,
nadie le había creído y lo habían considerado demente.
La tierra es hueca V 3.0
El libro, The Smoky God, que describe el extraordinario
viaje de Olaf Jansen al interior de la Tierra, se publicó en
1908. Cuenta sobre las personas que viven dentro de la Tierra, que él y su padre
conocieron durante su visita, y cuyo lenguaje aprendió. Él contó que vivían
entre 400 y 800 años y que estaban muy adelantados en ciencia. Pueden
transmitir los pensamientos de una persona a otra por medio de formas de radiación
y tienen fuentes de mayor poder que la electricidad. Son creadores de los
platillos voladores, que están operados por ese extraordinario poder, extraído
del electromagnetismo de la atmósfera.
Tienen una estatura de cuatro metros o más. Es
increíble la semejanza entre los relatos de esta visita y la otra, sin embargo,
las dos son independientes. Además, el tamaño gigante de los seres humanos que habitan
en el interior de la Tierra concuerda con el de los
animales que observó el Almirante Byrd (vio un animal
semejante al antiguo mamut durante su viaje de 2.740 kilómetros más allá del
Polo Norte). Más adelante en el libro, presentaremos la teoría de Marshall
Gardner, de que los mamuts hallados en el hielo, en realidad no son
Prehistóricos, sino animales inmensos del interior de la tierra que fueron
llevados a la superficie por los ríos y luego congelados en el hielo formado
por el agua que los transporto.
La expedición de Richard
Byrd a la Antártida
Cartografiando un mundo perdido
Byrd viajó varias veces a la Antártida.
La primera ocasión fue en 1928. Su campamento base fue emplazado en la punta
norte de la isla Roosevelt, en el mar de Ross. La instalación contaba
con laboratorios, talleres, almacenes, y hasta una estación de radio y un
hospital. En aquella base, llamada “Little América”, Byrd
y sus 42 hombres vivieron 14 meses. Encargado de cartografiar 388.300 km² de
tierras inhóspitas, partió desde allí con su avión -acompañado de tres
componentes más de la expedición-, con el objetivo de dar la vuelta completa al
Polo
Sur, que sobrevoló, con éxito, el 29 de noviembre de 1929. Una
verdadera hazaña en su tiempo.
Su segunda expedición, realizada entre los años
1933 y 1935, fue todavía más espectacular: Byrd permaneció completamente
aislado en una cabaña, a 200 km. del campamento “Little América”, con el
propósito de llevar a cabo una serie de investigaciones meteorológicas. Durante
los cerca de seis meses que Byrd permaneció en medio de la nada, tan sólo se
comunicó con el resto de su equipo por medio de una radio. El resultado de la
expedición científica fue fructífero: además de los estudios personales de Byrd,
el resto de la expedición logró inspeccionar un vasto territorio de 1.165.000
km². Tierras desconocidas en aquel entonces. O quizá no tanto…
Se sabe que entre 1935 y 1939 volvió al continente
blanco para continuar con sus observaciones. Estas nuevas expediciones ayudaron
a los científicos a cartografiar con mayor precisión la Antártida.
Lo intrigante de Byrd y de sus
exploraciones en el sur del mundo -y también en el Polo Norte- es que varios
investigadores aseguraron que el aviador “penetró” en una entrada subterránea
durante uno de sus viajes. Supuestamente, Byrd habría descubierto una de las
entradas de la “Tierra Hueca”. Por si ello fuera poco, también se cree que, en
su nueva expedición a la Antártida, llevada a cabo entre 1946
y 1947, el explorador estadounidense tuvo como principal objetivo dar “caza” a
un grupo de supervivientes nazis que había huido -en secreto, desde Alemania-,
en los momentos finales de la Segunda Guerra Mundial.
Es conocido que desde antes de iniciarse la
conflagración bélica, tanto Alemania como otras potencias estaban interesadas
en la Antártida. ¿Había algo más allí que montañas o ríos por cartografiar?
¿Entradas
subterráneas a través de los polos?
En internet se puede encontrar el “diario secreto”
de Richard
Byrd. Nunca se ha podido confirmar su autenticidad. Pero ello no
importó: diversos escritores lo tomaron como la prueba concluyente de que la “Tierra
Hueca” existe.
Asumiendo que el diario fuera genuino, Byrd
no habla de un acceso a esa presunta tierra interna. Describe “verdes
pastos más allá de los hielos”, que observó desde su avión. Lo
inquietante es que aseguró que, en medio de ese paisaje imposible, un animal
grande, que parecía ser un mamut, caminaba a sus anchas. Esos mamíferos
gigantes, emparentados con los actuales elefantes, se extinguieron hace más de
4.000 años…
Tal vez, al haber mencionado en su presunto diario
que en un momento del vuelo dejaron de ver el Sol, los investigadores
de la “Tierra Hueca” creyeron que Byrd había entrado al
mundo intraterrestre. También se apoyan en una “segunda parte del diario”, en
donde Byrd afirma que la redacta de memoria, describiendo un
encuentro con los guardianes de Arianni:
el Imperio de los maestros del intramundo…
LA TIERRA INTERIOR – Mi diario secreto.
DIARIO DEL ALMIRANTE RICHARD E. BYRD (febrero-marzo
1947)
(30 diciembre 2007
del Sitio Web TheTruthSeeker traducción de Adela Kaufmann)
El Vuelo de Exploración sobre el Polo Norte
Debo escribir este diario en secreto y oscuridad.
Se refiere a mi vuelo Ártico del día diecinueve del mes de febrero del año de
mil novecientos cuarenta y siete.
¡Llega un momento en que la racionalidad de los
hombres debe desvanecerse en la insignificancia, y uno debe aceptar la
inevitabilidad de la Verdad!
Yo no estoy en libertad de divulgar la
documentación siguiente en este escrito... tal vez nunca verá la luz del
escrutinio público, pero debo cumplir con mi deber y grabar aquí para que todos
puedan leerlo algún día.
En un mundo de codicia y explotación de algunos de
la humanidad ya no se puede reprimir lo que es verdad.
REGISTRO DE VUELO - BASE CAMPO ÁRTICO - 02/19/1947
06:00 Horas - Todos los preparativos están
completos para nuestro vuelo hacia el norte y estamos en el aire con tanques de
combustible llenos a las 06:10 Horas.
06:20 Horas - La mezcla de combustible en el motor
de estribor parece demasiado rica, se ha realizado el ajuste y los Pratt
Whittney están funcionando sin problemas.
07:30 Horas - Chequeo por radio con el campamento
base. Todo está bien y la recepción de radio es normal.
07:40 Horas - Leve fuga de petróleo en estribor del
motor, sin embargo, el indicador de la presión de aceite parece normal.
08:00 Horas - Leve turbulencia observada en
dirección este a una altura de 2,321 metros, corrección a 1700 pies, ninguna
turbulencia adicional, pero la cola del viento se incrementa, ligero ajuste en
los controles del acelerador, las aeronaves funcionando muy bien ahora.
08:15 Horas - Chequeo por Radio con el campamento
base, situación normal.
08:30 Horas - Turbulencia encontrada otra vez,
altitud aumentada a 2900 pies, condiciones suaves de vuelo nuevamente.
09:10 Horas - Vasto hielo y nieve abajo, se observa
coloración amarillenta de la naturaleza, y se dispersa en un patrón lineal.
Alterando el curso para examinar mejor de este patrón de color más abajo, se
observa color rojizo o morado también. Circulando esta área en dos vueltas
completas volviendo a dirección asignada por la brújula. Comprobación de
posición nuevamente con el campamento base, y transmitiendo información sobre
coloraciones en el hielo y la nieve de abajo.
09:10 horas - Ambos compases magnético y
giroscópico comenzando a girar y tambalearse, somos incapaces de mantener
nuestro rumbo con la instrumentación. Tomamos orientación con brújula solar,
sin embargo, todo parece estar bien. ¡Los controles están bastante lentos en
responder y tienen una calidad lenta, pero no hay ninguna indicación de
formación de hielo!
09:15 horas - En la distancia hay lo que parecen
ser montañas.
09:49 Horas - 29 minutos transcurridos tiempo de vuelo desde el primer avistamiento de las montañas, no es una ilusión. ¡Son montañas consistiendo en una pequeña cordillera nunca antes vista!
09:55 Horas - Cambio de altitud a 2950 pies,
encontrando fuerte turbulencia otra vez.
10:00 horas - Estamos cruzando sobre una pequeña
cordillera y procedemos hacia el norte lo mejor que podemos comprobar. Más allá
de la sierra hay lo que parece ser un valle con un pequeño río o arroyo que
corre por la parte central. ¡No debería haber valle verde de abajo! ¡Algo está
definitivamente mal y anormal aquí! ¡Deberíamos estar sobre hielo y nieve! Por
el lado de babor grandes bosques crecen en las laderas de las montañas. ¡Nuestros
instrumentos de navegación siguen girando, el giroscopio oscila hacia atrás y
adelante!
10:05 Horas - Alteré la altitud a 1400 pies y
ejecuté una vuelta cerrada a la izquierda para examinar mejor el valle de
abajo. Es verde con musgo o bien un tipo de hierba muy unida. La luz aquí
parece diferente. Ya no puedo ver el sol. Hacemos otro giro a la izquierda y
detectamos lo que parece ser un gran animal de alguna especie por debajo de
nosotros. ¡Parece ser un elefante! ¡NO! ¡Se parece más a un mamut! ¡Esto es
increíble! ¡Sin embargo, ahí está! Disminuyo la altitud a 1000 pies y tomo los
prismáticos para examinar mejor al animal. ¡Se confirma - es definitivamente un
animal gigantesco parecido a un mamut! Reporto esto al campamento base.
10:30 Horas - Encontrando más colinas verdes ahora.
¡El indicador de temperatura externo lee 74 grados Fahrenheit! Continuando
nuestro rumbo ahora. Los instrumentos de navegación parecen normales ahora.
Estoy perplejo por sus acciones. Intenté ponerme en contacto con el campamento
base. ¡La radio no está funcionando!
11:30 Horas - El campo abajo es más llano y normal
(si se me permite usar esa palabra). ¡¡Más adelante detectamos lo que pareciera
ser una ciudad!! ¡Esto es imposible! El avión parece extrañamente ligero y
boyante. ¡Los controles se niegan a responder! ¡Mi Dios! Fuera de nuestro
puerto y el tablero de estrellas del ala está un extraño tipo de aeronave.
¡Están cerrando rápidamente a lo largo! Tienen forma de disco y radiantes.
Están lo suficientemente cerca como para ver las marcas en ellos. ¡Es un tipo
de Swástica! Esto es fantástico. ¿Dónde estamos? Qué es lo que ha ocurrido. Yo
tiro de nuevo de los controles. ¡No van a responder!! ¡Estamos atrapados en un
férreo control invisible de algún tipo!
11:35 Horas - Nuestra radio cruje y se escucha una
voz en inglés con lo que tal vez es un ligero acento nórdico o germánico! El
mensaje es:
“Bienvenido,
Almirante, a nuestro dominio. ¡Vamos a hacerlo aterrizar en exactamente siete
minutos! Relájese, Almirante, está en buenas manos.”
¡Observo que los motores de nuestro avión han
dejado de funcionar! El avión está bajo cierto extraño control y ahora se está
dando vuelta por sí solo. Los controles son inútiles.
11:40 Horas - Otro mensaje de radio recibido. ¡Comenzamos
el proceso de aterrizaje ahora, y en momentos el avión se estremece ligeramente
y comienza un descenso como si estuviéramos atrapados en algún gran ascensor
invisible! ¡El movimiento hacia abajo es insignificante, y aterrizamos con sólo
una sacudida leve!
11:45 Horas - Estoy haciendo una entrada
precipitada por última vez en el registro de vuelo. Varios hombres se acercan a
pie hacia nuestro avión. Son altos con el pelo rubio. A lo lejos hay una gran
ciudad reluciente que vibra con los colores del arco iris. No sé qué va a pasar
ahora, pero no veo ninguna señal de armas en los que se acercan. Oigo una voz
ahora ordenándome por mi nombre abrir la puerta de carga. Cumplo.
FIN DEL REGISTRO
A partir de este punto escribo todos los siguientes
eventos aquí de memoria. Es un desafío a la imaginación y pareciera casi una
locura si no hubiera sucedido.
El operador de radio y yo somos tomados de la
aeronave y somos recibidos de la manera más cordial. ¡Luego nos subieron en una
pequeña plataforma como medio de transporte sin ruedas! Nos llevó hacia la
brillante ciudad con gran rapidez. A medida que nos acercamos, la ciudad
parecía estar hecha de un material de cristal.
Pronto llegamos a un gran edificio que es de un
tipo que nunca he visto antes. Parece ser sacada de la placa de diseño de Frank
Lloyd Wright, o quizás más correctamente, ¡de un Buck Rogers! Se nos ha dado
algún tipo de bebida caliente que sabía cómo nada que haya saboreado antes. Era
delicioso.
Después de unos diez minutos, dos de nuestros
maravillosos anfitriones vinieron a nuestros aposentos y anunciaron que debía
acompañarlos. No tengo más remedio que cumplir. Dejo atrás a mi operador de
radio y caminamos una corta distancia y entramos en lo que parecía ser un
ascensor.
¡Descendemos hacia abajo durante unos momentos, la
máquina se detiene, y la puerta se levanta silenciosamente hacia arriba! ¡Nosotros
seguimos a pie por un largo pasillo iluminado por una luz de color rosa que parecía
emanar de las mismas paredes! Uno de los seres nos hizo un movimiento para que
nos detuviéramos ante una puerta grande.
Sobre la puerta había una inscripción que no pude
leer. La gran puerta se desliza silenciosamente al abrirse y se me hizo una
seña para entrar.
Uno de mis anfitriones habló.
-“No tengas
miedo, Almirante, usted tendrá una audiencia con el Maestro...”
Entro y mis ojos se adaptan a la hermosa coloración
que parece estar llenando por completo la habitación.
Entonces empiezo a ver lo que me rodea. Lo que
vieron mis ojos es la más hermosa vista de toda mi existencia. De hecho, es
demasiado hermosa y maravillosa para describirla. Es exquisita y delicada. ¡No
creo que exista un término humano que pueda describirla en detalle con justicia!
Mis pensamientos son interrumpidos de manera
cordial por una voz cálida de melódica calidad,
-Te doy la
bienvenida a nuestro dominio, Almirante.
Veo a un hombre de facciones delicadas y con el
grabado de los años en su rostro. Él está sentado en una larga mesa. Me hace un
gesto que me sentara en una de las sillas. Después de sentarme, él junta sus
dedos y sonríe.
Habla en voz baja otra vez, y transmite lo
siguiente:
-“Te hemos
dejado entrar aquí porque eres de carácter noble y bien conocido en el mundo de
la superficie, Almirante”.
-“Sí”, -responde
el Maestro con una sonrisa, -estás en el
dominio de los Arianni, el Mundo Interno de la Tierra. No demoraremos tu
misión, y serás escoltado con seguridad de regreso a la superficie y hasta una
distancia más allá.
Pero ahora,
Almirante, te diré por qué has sido convocado aquí. Nuestro interés comienza
justo después de que tu raza explotó las primeras bombas atómicas sobre
Hiroshima y Nagasaki, Japón. Fue en ese alarmante momento que enviamos nuestras
máquinas voladoras, las “Flugelrads” a tu mundo de la superficie para
investigar lo que tu raza había hecho.
Esto es, por
supuesto, historia pasada, mi querido Almirante, pero debo continuar. Ya ves,
nunca hemos interferido antes ni en las guerras ni en la barbarie de tu raza,
pero ahora debemos hacerlo porque habéis aprendido a manipular un cierto poder
que no es para el hombre, es decir, el de la energía atómica.
Nuestros
emisarios ya han entregado mensajes a las potencias de vuestro mundo, y sin
embargo no hacen caso. Ahora tú has sido elegido para ser testigo aquí que
nuestro mundo existe.
Le interrumpí,
-“Pero ¿qué tiene esto que ver conmigo, señor?”
Los ojos del Maestro parecían penetrar
profundamente en mi mente, y después de estudiarme unos instantes, respondió:
-Tu raza ha
llegado a un punto de no retorno, porque hay algunos entre vosotros que
destruirían su propio mundo en lugar de renunciar a su poder como ellos lo
conocen...
Asentí con la cabeza, y el Maestro continuó:
-En 1945 y
después, tratamos de contactar a tu raza, pero nuestros esfuerzos fueron
recibidos con hostilidad, nuestros Flugelrads recibieron disparos. Sí, incluso
fuimos maliciosamente perseguidos con animosidad por vuestros aviones cazas.
Así pues,
ahora, te digo, hijo mío, hay una gran tormenta gestándose en tu mundo, una
furia negra que no pasará en sí por muchos años. No habrá respuesta en vuestros
brazos, no habrá seguridad en vuestra ciencia. Pudiera asolar hasta que cada
flor de vuestra cultura sea pisoteada, y todas las cosas humanas están
niveladas en un caos enorme.
Vuestra
reciente guerra fue sólo un preludio de lo que está por venir para tu raza.
Nosotros aquí lo vemos más claramente con cada hora... ¿dices que estoy
equivocado?
-No- contesté, -ya sucedió una vez antes, la edad
oscura vino y se prolongó durante más de quinientos años.
-Sí, hijo
mío- respondió el Maestro- las
edades oscuras que vendrán ahora para tu raza cubrirán la tierra como un paño
mortuorio, pero creo que parte de tu raza sobrevivirá a través de la tormenta,
más allá de eso, no puedo decir. Vemos a una gran distancia un mundo nuevo
saliendo de las ruinas de tu raza, buscando sus legendarios tesoros perdidos, y
estarán aquí, hijo mío, a salvo en nuestra custodia.
Cuando ese
tiempo llegue, saldremos de nuevo hacia delante para ayudar a revivir tu
cultura y tu raza. Tal vez, para entonces, habréis aprendido la futilidad de la
guerra y de su lucha... y después de ese tiempo, seguros que vuestra cultura y
vuestra ciencia serán devueltos a tu raza para comenzar de nuevo.
Con estas últimas palabras, nuestro encuentro
parecía haber llegado a su fin.
Me quedé un momento como en un sueño …pero, sin
embargo, yo sabía que esto era realidad, y por alguna extraña razón me incliné
un poco, ya sea por respeto o humildad, no sé cuál.
De repente, me encontré de nuevo consciente de que
las dos hermosas anfitrionas que me habían traído aquí estaban otra vez a mi
lado.
-Por aquí, Almirante,
- indicó una.
Me volví una vez más antes de salir y mirar hacia
el Maestro. Una suave sonrisa se dibujaba en su delicado y antiguo rostro.
-Adiós, hijo
mío- habló él, entonces él hizo un gesto con la hermosa y esbelta mano un
gesto de paz y nuestra reunión realmente había terminado.
Rápidamente caminamos de regreso por la puerta
grande de la cámara del Maestro y una vez más entramos en el ascensor.
La puerta se deslizó silenciosamente hacia abajo y
al mismo tiempo íbamos hacia arriba. Uno de mis anfitriones habló de nuevo:
-Ahora
tenemos que darnos prisa, Almirante, ya que el Maestro no desea retrasarle más
en su horario previsto y debe regresar con su mensaje a su raza.
No dije nada.
Todo esto era casi increíble, y una vez más mis
pensamientos se vieron interrumpidos cuando nos detuvimos. Entré en la
habitación y estaba nuevamente con mi operador de radio.
Tenía una expresión preocupada en su rostro. Al
acercarme, yo le dije:
-“Está bien, Howie, todo está bien”.
Los dos seres nos hicieron un gesto hacia el transporte
que nos estaba esperando, nos embarcamos, y pronto regresamos a la aeronave.
Los motores estaban calentándose y nos embarcamos inmediatamente.
Todo el ambiente parecía cargado ahora con un
cierto aire de urgencia. Cuando la puerta de carga del avión se cerró, el avión
fue inmediatamente levantado por esa fuerza invisible hasta que llegamos a una
altitud de 2,700 pies.
Dos de los aviones estaban a la par a una cierta
distancia guiándonos en nuestro camino de regreso. Debo decir aquí, el indicador
de velocidad no registraba lectura, sin embargo, nos estábamos moviendo a un
ritmo muy rápido.
02:15 horas - Un mensaje de radio es transmitido.
-“Los
estamos dejando ahora, Almirante, los controles están libres. ¡¡Auf
Wiedersehen!!”
Nos miró por un momento mientras los Flugelrads
desaparecían en el cielo azul pálido.
El avión repentinamente se sintió como si hubiera
sido atrapado en una fuerte corriente descendente por un momento. Rápidamente
recuperó el control. No hablamos durante algún tiempo, cada hombre tenía sus
propios pensamientos...
CONTINÚA
ENTRADA EN EL REGISTRO DE VUELO
02:20 horas - Estamos otra vez en vastas zonas de
hielo y nieve, y aproximadamente a 27 minutos del campamento base. Les hablamos
por radio, ellos responden. Se presentan todas las condiciones normales...
normal. El campamento base expresa su alivio por nuestro reestablecido
contacto.
03:00 horas - Aterrizamos suavemente en el campo
base. Tengo una misión….
FINAL DEL
REGISTRO DE ENTRADAS
11 de marzo de 1947
Acabo de asistir a una reunión de personal en el
Pentágono.
He declarado completamente mi descubrimiento y el
mensaje del Maestro. Todo está debidamente registrado. El Presidente ha sido
informado. Ahora estoy detenido durante varias horas (seis horas, treinta y
nueve minutos para ser exactos.)
Fui entrevistado con intención por las Fuerzas de
Seguridad Top y un equipo médico. ¡Fue una terrible experiencia!! Estoy
sometido a un estricto control a través de las disposiciones de seguridad
nacional de estos Estados Unidos de América.
¡¡¡FUI ORDENADO DE PERMANECER EN SILENCIO EN
RELACIÓN CON TODO LO QUE APRENDÍ, EN EL NOMBRE DE LA HUMANIDAD!!! ¡Increíble!
Esto me recuerda que soy un militar y que debo
obedecer órdenes.
ENTRADA
FINAL
30/12/1956
Estos últimos años transcurridos desde 1947, no han
sido amables... ahora hago mi última entrada en este singular diario.
Para terminar, debo decir que he guardado fielmente
este asunto en secreto todos estos años, según las indicaciones. Ha sido
completamente en contra de mis valores de derecho moral. Ahora, me parece
sentir que la noche se aproxima y este secreto no morirá conmigo, pero como
toda verdad triunfará y así lo haré.
Esto puede ser la única esperanza para la
humanidad. ¡He visto la verdad y esto ha acelerado mi espíritu y me ha
liberado! He cumplido con mi deber hacia el monstruoso complejo industrial
militar. Ahora, la larga noche comienza a aproximarse, pero no tendrá fin.
Así como la larga noche de los extremos del Ártico,
el sol brillante de la verdad vendrá otra vez... y aquellos que son de la
oscuridad caerá en su Luz... PORQUE YO HE VISTO ESA TIERRA MÁS ALLÁ DEL POLO,
ESE CENTRO DEL GRAN DESCONOCIDO.
Almirante Richard E. Byrd (marina de Estados Unidos)
24 de diciembre 1956
FUENTE: https://www.bibliotecapleyades.net/tierra_hueca/esp_tierra_hueca_37.htm
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TLV1 - La guerra de la Antártida: EEUU. vs. Nazis o Extraterrestes
La operación High Jump
La
extraña operación militar
La operación High Jump, es considerada una de
tantas historias oscuras descatalogadas para el gobierno militar, una vez más
sería otra de las historias que los cospiranoicos han tenido en su punto de
mira a lo largo de tantos años. Nos remontamos a la época de la Segunda
Guerra Mundial entre finales de 1946 y comienzos de 1947, EE.UU.
supuestamente crea una unidad militar altamente preparada para expediciones y
asalto, cuyos objetivos no han quedado muy claros.
Su misión empezaría en el Mar de Ross y su destino
acabaría en la Antártida, esta unidad fue denominada la Task Force 68 compuesta
por 13 barcos de fuerza militar como destructores, buques con armamento y provisiones.
2 lanzadores de hidroplanos, un submarino (El Sennet), un portaaviones (Philipine
Sea) y 4.200 militares. El líder de la misión fue Richar Evelyn Byrd, del
cual en diversos artículos de granmisterio.org hemos hablado anteriormente.
Oficialmente la Operación High Jump se
centraría en simples maniobras que tenían por objeto “probar equipos militares
y tropa en condiciones antárticas” cuya duración estaría entre 9 y 10 meses.
Las
declaraciones de Byrd
El almirante Byrd pronunció en febrero
de 1947 estas palabras exactamente ante una revista que le hace un reportero:
“los Estados Unidos serían atacados por
aviones que pueden volar de un polo a otro con increíble velocidad”
(original
ingles: “necessary for the USA to take defensive actions
against enemy air fighters which come from the polar regions” and “in case of a
new war, the USA would be attacked by fighters that are able to fly from one
pole to the next with incredible speed”).
La operación High Jump que lideró Byrd
tenía como objetivo el entrenamiento del pelotón en circunstancias extremas
pero los antecedentes alemanes, los vuelos que Byrd ya había protagonizado por
el ártico y todo el arsenal desplegado con los barcos nos hacen pensar que hay
algo oculto en todo esto.
La operación High Jump tenía como verdadero
objetivo adquirir los prototipos de tecnologías exóticas para la naturaleza
humana que en 1937 tenían los Nazis en su base subterránea.
Tras las declaraciones, no que no sentaron muy bien
al gobierno americano, pasaron unas semanas hasta que murió de forma extraña, James
Forrestal, Secretario de Defensa en el período de la operación, es
internado en 1948 en un hospital, donde bajo extrañas circunstancias cae de un
décimo piso. La muerte de Byrd hubiera sido demasiado
llamativa para la sociedad, ya que esta persona tenía mucha repercusión para el
pueblo.
Durante la operación High Jump se tomaron 70.000 fotografías
aéreas de la zona por parte de una estación de reconocimiento cercana, los
americanos estaban buscando algo.
Bombas
atómicas empleadas en el antártico
Algunos autores indican que se detonaron bombas
atómicas en Neuschwabenland. Estas explosiones atómicas serían la causa del
actual agujero de la capa de ozono en la Antártida. De cualquiera de las
formas, las bases alemanas en la Antártida no estaban en superficie,
sino que eran subterráneas. ¿Contaban los alemanes del Reich con la posibilidad
de un ataque atómico? Sin duda. Tengamos en cuenta que los norteamericanos no
habían tenido reparos en lanzar dos bombas atómicas contra los núcleos civiles
japoneses de Hiroshima y Nagasaki, en que perecieron carbonizados
cientos de miles de personas inocentes y quedaron con graves secuelas de por
vida otros tantos. ¿Podían tener entonces reparos en lanzar bombas atómicas
contra un continente sólo habitado por nazis y pingüinos?
Según
ciertas fuentes, sí es seguro que por lo menos en 1958, año en que se realizó
una nueva “expedición” estadounidense a la Antártida,
se llevaron armas nucleares y se emplearon tres veces: el 27 y 30 de agosto y
el 9 de septiembre. Ninguno de los tres misiles atómicos explosionó en el suelo
antártico, sino que, sin encontrársele explicación, estallaron en pleno vuelo
sobre el mar cuando se dirigían a su objetivo.
Las
extrañas muertes en la “operación de entrenamiento”
Las fuerzas
de Deuschwabenland
intentaron defender sus tierras se sabe que se perdieron varios aviones de
combate y material aéreo de alta tecnología, y que hubo pérdidas humanas, en
concreto muertes de marines norteamericanos. ¿Todo esto en una operación de
adiestramiento?
En los Estados Unidos fue muy difícil
justificar a la opinión pública las bajas acaecidas en la Antártida, pero el
caso fue oficialmente cerrado. Los militares llamaron a esta operación como “la
guerra de los pingüinos” (penguin war), después de que el gobierno
federal declarara una y otra vez a la suspicaz opinión pública norteamericana
que en la Antártida sólo vivían pingüinos y que las bajas de personal
militar se debían a desafortunados accidentes…
La gran explicación de toda esta operación culmina
sobre los avistamientos OVNI en forma de puro que empezaron
a verse a raíz de todo esto por diferentes zonas ¿Es posible que toda la
operación tuviera como finalidad rescatar un OVNI enterrado en la fría
nieve?
En seguida, el 27 de agosto y el 9 de septiembre de
aquel mismo año, el gobierno de Sudáfrica declara detectar dos
emisiones electromagnéticas de alta energía, comparables con explosiones
nucleares en el área antártica cercana a sus costas, que corresponde a la zona
de Neuschwabenland,
una manifestación de carácter subterránea y otra en la superficie. Otros
avistamientos conocidos de OVNIs en la Antártica fueron
declarados en los años siguientes, especialmente los de 1964 y 1969, por parte
de personal de bases militares tanto argentinas como chilenas.
Byrd comentó en otra misión hacia
tierras desconocidas del Ártico (Polo norte), como existían
unas ciertas cavidades en un área determinada de la zona que ahondaban hacia el
interior de la tierra, esto lo expondremos más adelante, porque este personaje
encierra muchos más misterios ocultos militares como la Operación Deepfreeze.