Hemos transmitido nuestras almas, cuerpos y mentes a las computadoras y
nos hemos trasladado hacia atrás varios millones de años luz para llegar a
vuestro tiempo y espacio. En su debido tiempo recibiremos todo el material de
regreso en nuestro centro principal que está situado en una dimensión diferente
a la vuestra. La voz que vosotros escucháis ahora ha sido enviada hace muchos,
muchos miles de millones de años luz en el tiempo.
¿Pueden los extraterrestres
potenciar fuerzas paranormales en los seres humanos? Sin ninguna duda, la
respuesta es afirmativa. A fin de cuentas, son civilizaciones mucho más
antiguas que la terrestre y su dominio sobre la mente es absoluto. En muchos
encuentros con los tripulantes de esas naves del cosmos, los testigos aseguran
que la comunicación se realizó siempre mediante telepatía; un lenguaje directo
de una mente a otra, algo así como información
dirigida a través de ideogramas que no necesitan traducción; un lenguaje
universal ajeno de malas interpretaciones como nos ocurre en muchas ocasiones
cuando mantenemos una conversación en la Tierra.
En este caso el relato de esta
nueva entrada me lleva a una persona singular y sumamente inteligente, me
refiero al israelí Uri Geller: Desde los años 70 ha asombrado al mundo mediante
sus demostraciones de telequinesis (mover y modificar la materia con la mente)
y telepatía. Y hasta la fecha de hoy, nadie ha podido demostrar que Uri
Geller cometiese fraude alguno… ¿pero de donde provienen sus poderes
extraordinarios? Según pudo descubrir el mismo cuando se sometió a una
regresión hipnótica, Geller siendo niño, habría tenido un
encuentro con una entidad extraterrestre y a partir de ahí llegó toda una
historia y vida fascinante….
Existen otros casos probados de
telequinesis, por ejemplo el de Nina Kulagina, que en la época de la
Unión
Soviética demostró sus habilidades moviendo objetos con la mente:
Declaraba Nina, que tras realizar esos experimentos se encontraba
extremadamente agotada, tal vez porque los seres humanos no dominamos
plenamente el potencial de nuestro cerebro; difuminando por el más puro
desconocimiento, un potencial energía psíquica que se nos brinda a todos
nosotros, llegado el caso.
Durante el vuelo del Apolo
XIV, el astronauta Edgar Mitchell, realizó una serie de
experimentos telepáticos con el psíquico Olof Jonsson*. La noticia del
experimento apareció en la revista Life el 26 de febrero de 1971. Al
parecer, durante ese experimento, Edgar Mitchell visionaba los
símbolos de una baraja de cartas para que en la Tierra pudiesen leer sus
pensamientos. Según el astronauta norteamericano, el experimento fue un éxito
total, ya que, de 200 símbolos, acertaron 51 en la Tierra.
* Olof Jonsson:
Famoso psíquico nacido en Suecia
que participó en experimentos telepáticos con el astronauta de Apolo
Edgar Mitchell durante el vuelo de Mitchell a la Luna. Jonsson
se formó como ingeniero en Suecia, calificándose en 1941.
Trabajó con varias compañías y en 1946 fue nombrado ingeniero de diseño en la
fábrica de motocicletas Monarch en Varberg. En este momento,
sus dones psíquicos (que habían sido evidentes en la infancia) se manifestaron
más ampliamente y se le conoció como “el ingeniero psíquico” a través de
sus demostraciones de clarividencia, telepatía y psicoquinesis.
Fue probado por parapsicólogos en
Suecia
y Dinamarca.
Visitó Sudamérica, Canadá, China, Japón y Australia, estudiando
fenómenos paranormales entre pueblos primitivos. En 1953, J.B. Rhine, de la Universidad
de Duke, invitó a Jonsson a los Estados Unidos, donde fue
examinado por parapsicólogos en áreas tales como telepatía, clarividencia,
precognición, psicometría y psicoquinesis.
Su acertada suposición de cartas lo llevó a ser elegido para participar en las pruebas de ESP del Apolo 14 con Edgar Mitchell durante los tres días anteriores y posteriores al alunizaje. Mitchell describe en detalle las pruebas en el Journal of Parapsychology (junio de 1971). Los resultados indicaron una puntuación significativamente superior a la expectativa de probabilidad. Sin embargo, para una visión más escéptica del éxito reclamado, vea el capítulo “ESP en el espacio ultraterrestre” en Mediums, Mystics, and the Occult, de Milbourne Christopher (1975).
Su acertada suposición de cartas lo llevó a ser elegido para participar en las pruebas de ESP del Apolo 14 con Edgar Mitchell durante los tres días anteriores y posteriores al alunizaje. Mitchell describe en detalle las pruebas en el Journal of Parapsychology (junio de 1971). Los resultados indicaron una puntuación significativamente superior a la expectativa de probabilidad. Sin embargo, para una visión más escéptica del éxito reclamado, vea el capítulo “ESP en el espacio ultraterrestre” en Mediums, Mystics, and the Occult, de Milbourne Christopher (1975).
Entre otros logros psíquicos, se
dice que Jonsson ha aclarado 13 casos de asesinato después de visitar
las escenas de los crímenes y que ha localizado a tres mujeres desaparecidas.
También se suponía que había predicho con precisión la hora y el lugar de la
muerte de Nasser y De Gaulle.
FUENTE: https://www.encyclopedia.com/science/encyclopedias-almanacs-transcripts-and-maps/jonsson-olof-1918
He traído tres fuentes distintas
para el relato de psíquico Uri Geller, recomiendo leerlas todas
ellas, debido principalmente a que se aporta una información complementaria y
necesaria, para entender el modo por el cual entidades extraterrestres
seleccionan a seres humanos, instruyéndoles en misiones que se activarían con
el paso del tiempo. Es por ello, que una de las preocupaciones manifiestas de
los extraterrestres viene de los recurrentes y sucesivos conflictos bélicos
desencadenados en la Tierra; por ejemplo, aquella
conocida como Guerra de los Seis Días que se desarrolló en junio de 1967,
entre Israel y una coalición árabe formada por Egipto, Jordania, Irak y Siria.
También otras guerras como la de Yom Kipur, en este caso entre Israel
y Egipto
y Siria,
conflicto ocurrido en 1973 y que posteriormente provocaría “la primera crisis mundial del petróleo
de 1973”, limitándose con ello las exportaciones petrolíferas y
provocando la consiguiente recesión de magnitudes planetarias.
Los poderes psíquicos de Mónica Nieto, la Uri Geller española
Del libro Cuando los OVNIS aterrizan, de Hans
Holzer
El extraño caso de Uri Geller
y la nave «Spectra»
De la cubierta de Uri,
el libro de Andrija Puharich, cito lo siguiente:
Andrija Puharich es
doctor en medicina. Después de completar sus estudios en la Escuela
de Medicina de la universidad del Noroeste instaló en Maine
su propio laboratorio para el estudio de la percepción extrasensorial. Ha
investigado algunos de los más notables ejemplos de actividad paranormal
producidos en los tiempos modernos, muchos de los cuales han sido detallados en
sus primeros libros, Más allá de la telepatía y El
hongo sagrado.
Más allá de la telepatía (Beyond Telepathy), libro de Andrija Puharich
Esto parece una introducción demasiado breve para un hombre al que conozco desde hace por lo menos veinte años. Fuimos presentados por la difunta Eileen Garrett en un simposio de parapsicología. Después de eso nos encontramos ocasionalmente y nos hicimos amigos. Él se fue a Brasil para explorar la realidad del fallecido curandero Arigó y fue tratado por el brasileño, después de lo cual produjo un detallado informe. Pero también se dedicó a explotar uno de los «campamentos» espiritualistas instalado en el este de Estados Unidos, provisto con una cámara y película infrarroja, y expuso el embuste y el fraude que encontró allí abundantemente.
El doctor Puharich es un hombre
multifacético y un observador tan calificado como el mejor científico que yo
baya encontrado nunca. Cuando Eileen Garrett patrocinó sus
experimentos en la mesa redonda celebrada en Maine sobre
parapsicología, el objetivo era determinar si la percepción extrasensorial se
vería interferida en el interior de las llamadas jaulas de Faraday, un
aparato empleado para impedir la entrada de los impulsos electrónicos y las
influencias magnéticas. Actualmente Puharich posee unas instalaciones
similares, pero mucho más sofisticadas, en su casa al norte de la ciudad de Nueva
York. En el ínterin, ha inventado un aparato para ayudar a los sordos, un
avance fundamental en el tratamiento de ciertos tipos de sordera, y contribuyó
materialmente en una compañía dedicada a promocionar este aparato en el mercado
norteamericano.
Ejemplo de jaula de Faraday
También viajó y dio conferencias
por todo el mundo, principalmente sobre temas médicos. Puharich no es alguien
que se entregue a la fantasía ni que acepte una evidencia insólita sin
investigar cabalmente los hechos y sin que él mismo llegue a convencerse de la
validez de la afirmación. Digo todo esto porque nos hallamos ahora frente a
unos sucesos extraordinarios, verdaderamente increíbles, y es importante que
los examinemos con frialdad, juzgando no sólo las afirmaciones en sí mismas
sino también evaluando al hombre que las formula. Porque es un axioma científico
que una afirmación es fiable en la medida en que lo sea la persona que la
sostiene. En este aspecto el doctor Puharich merece fe plena.
Uri Geller (izquierda), en el ejercito israelí, antes de realizar un salto de paracaídas.
Geller con su padre en 1967. En ese momento Uri era un paracaidista, y su padre era un
sargento mayor en el Cuerpo de Tanques.
Urí Geller es un hombre
de cabello y ojos oscuros, ex paracaidista israelí, que saltó a los titulares
de la prensa de manera bastante espectacular hace pocos años por sus insólitos
poderes paranormales. Al poco tiempo Uri comenzó a visitar los
laboratorios científicos y los estudios de televisión, ofreció conferencias de
prensa y apareció en otros foros públicos para desplegar sus raros talentos.
Cuanta más fama alcanzó, más ruidosas fueron las protestas de sus detractores,
especialmente entre los magos, que no podían soportar la idea de que Uri
Geller pudiera hacer algo que ellos no podían imitar.
El Hormiguero 3.0 - Uri Geller visita El plató de El Hormiguero 3.0
Como suele suceder con los
ataques dirigidos contra las personas de éxito, las afirmaciones de los
detractores, por lo general sin fundamento, se mezclaban con hechos en las
mentes de una parte del público, lo que produjo que una porción de la prensa adoptara
un tono agrio con respecto al israelí. La hazaña más divulgada de Geller
era el hecho de doblar objetos de metal, especialmente llaves y cucharas, por
medio de la telecinesis o esfuerzo mental. Hizo esto tantas
veces y bajo tantas condiciones de control que era virtualmente imposible
acusarle de fraude a menos que uno simplemente ignorara los hechos.
Esto, por supuesto, no impidió
que algunas personas hicieran justamente eso, pero el Instituto de Investigación
Stanford, de California, examinó severamente a Geller
y le sometió a una serie completa de tests. El israelí los aprobó
perfectamente. Desgraciadamente, Geller posee una personalidad
sedienta de atención pública; es un hombre joven que desea triunfar en esta
vida, lo que le condujo a escoger una carrera muy próxima a la de un artista de
variedades, y esto no armoniza con los elementos más conservadores del campo científico.
Pero un hombre tiene derecho a ganarse la vida de la forma que mejor le
parezca, aparte de que sea sensato o no seguir una determinada conducta de
exhibición pública.
Geller durante una de los Pruebas de SRI (Stanford Research Institute) , en el año 1972. El sobre que tiene contiene el dibujo objetivo. Izquierda: dos de los más exitosos de la segunda serie de SRI pruebas de transmisión de información. Para esta serie, Geller estaba protegido del experimentador haciendo el dibujo, en una sala especial en el que estaba totalmente aislado. Solo después de que Geller estuvo en esta habitación fue el objetivo elegido y dibujado. Tenga en cuenta que Geller duplicó exactamente la cantidad correcta de uvas.
Nadie pudo jamás «atrapar» a Geller
en ninguna clase de fraude o manipulación. Lo peor que pudo decirse contra él
fue que falló en ejecutar algunas pruebas. Cuando la revista «Time»
le sometió a una experiencia ante personas que consideraba como expertos,
Geller falló, lo que llevó al redactor científico de la revista a concluir que Geller
no era después de todo verídico. Es comprensible que un poseedor de
poderes paranormales pueda fallar cuando se halla sometido a tales presiones.
Esto, por supuesto, no pretende excusar el fallo, ni él necesita una
justificación; de hecho, si Geller tuviera éxito en todas sus
actuaciones yo dudaría mucho de la autenticidad de sus habilidades. Pero no
considero que el encargado de la sección científica de una revista, por más
importante que ésta sea, se halle suficientemente calificado para llevar a cabo
un test relativo a uno de los aspectos más complejos de la parapsicología.
Mientras tanto Geller
continúa desarrollando una carrera de mucho éxito a partir de sus facultades
paranormales y entrando en el mundo del espectáculo mediante canciones y álbumes
de discos (no necesariamente de carácter supranormal), siempre con buena
voluntad para cooperar con aquellos científicos que le ofrecen juego limpio.
Uri Geller doblando cucharas en 'Directísimo' (1975)
Según el «Psychic News» del 12
de abril de 1975, un científico de primera línea, el profesor John
Taylor, quien había sido escéptico con respecto a los poderes de Geller,
ha cambiado de parecer acerca del israelí. Taylor incluso ha escrito un libro, Supermentes,
en el cual habla de su conversión de escéptico a creyente en las facultades
insólitas de Geller. «(Alguien que ha
actuado en público más de mil cuatrocientas veces sin que jamás haya sido
cogido haciendo trampas, merece ser considerado seriamente.» Taylor
se refiere a la capacidad de influir sobre los metales sin tocarlos como el «efecto
Geller», y menciona unos experimentos de laboratorio en los cuales Geller
repitió sus experiencias de doblar y quebrar objetos de metal sin tocarlos.
En otras ocasiones Uri
«acarició gentilmente» una cuchara o un tenedor a la vista de los
experimentadores, quienes vieron cómo el objeto de metal se calentaba después
de pocos segundos y finalmente se doblaba o se quebraba en dos partes.
Inmediatamente después, el metal se endurecía otra vez, lo que demostraba que Geller
utilizaba alguna clase de energía que originaba el extraño comportamiento del
objeto. Asimismo, el profesor Taylor informa que unos objetos de
metal flotaron en el interior del laboratorio mientras él se hallaba presente,
sin que Geller los tocara, lo que parece insinuar la existencia de
efectos producidos por Poltergeist. «Ninguno de los
objetos que volaban pudo haber sido realmente arrojado por Geller. Él
estaba situado a cierta distancia. No podía acercarse a ellos sin ser visto.»
Un ingeniero eléctrico de Nueva York, Richard Dugat, me aseguró
que sostuvo una cuchara de metal en su mano mientras Geller se concentraba en
ella sin siquiera tocarla. La cuchara comenzó a doblarse en la mano del señor Dugat
aun cuando éste la sostenía.
Uri Geller (izquierda) y el Dr. Puharich
El doctor Puharich quedó tan
impresionado por la actuación de Geller que decidió unir sus fuerzas
con él, para lo cual suspendió por completo sus otras actividades y viajó a
Israel para observar a Geller de cerca. Desde 1971, y hasta
hace muy poco tiempo, el doctor Puharich ha estado trabajando con Geller.
Llegó a conocer muy bien al joven israelí y durante la observación de esos
sucesos paranormales una nueva dimensión se hizo presente. Esa nueva dimensión
tenía que ver con unas inteligencias extraterrestres, quienes llegaron a
cambiar no sólo la vida de Uri Geller sino también la del
doctor. El Puharich del periodo anterior a Geller era un científico
dedicado a su profesión, con una brillante trayectoria en medicina y
parapsicología; el nuevo Puharich es todo eso pero también es
algo más: Puharich se ha convertido en el más interesante de todos los «contactados».
Uri Geller dobla una señal de trafico
En 1972, Uri Geller detuvo una escalera mecánica en Munich, Alemania.
Mientras experimentaba con Uri
Geller, observándole desde muy cerca, el doctor Puharich decidió intentar
la hipnosis con el joven israelí. El primero de diciembre de 1971 Puharich, acompañado
por cuatro amigos, realizó su primer intento de someter a hipnosis al hasta
entonces «inhipnotizable» Uri Geller.
Geller en más laboratorio pruebas, esta vez con el Dr. Albert Ducrocq y su equipo en Francia.
El propósito era explorar niveles
más profundos de conciencia, quizás hacer algunos «viajes de clarividencia»
y otras experimentaciones paranormales. Puharich hizo que Geller
regresara a la época en que vivía en Chipre, cuando todavía era un crío
que no sabía hablar inglés. Como resultado, Uri comenzó a hablar
en hebreo. Uno de los hombres presentes le interrogó en este idioma y así se
estableció que la regresión le había conducido a revivir un incidente sucedido
el 25 de diciembre de 1949. En aquella ocasión el niño vio «una figura
brillante que estaba en el jardín frente a él».
A esa altura de la regresión
hipnótica los presentes escucharon una voz que hablaba en inglés y que
evidentemente no era la voz de Uri. En ese momento el doctor
Puharich no pudo establecer de dónde provenía; todos los presentes la oyeron.
Era una «voz no terrestre, casi mecánica»
y como habían grabado toda la sesión el doctor Puharich decidió que Uri
Geller la escuchara después de despertarle. Geller no creía que la
extraña voz se hubiera escuchado en la habitación, de manera que Puharich
le presentó la cinta grabada como prueba. Geller cogió la cinta en su mano
izquierda, la miró durante un momento y luego cerró el puño. Puharich
vio cómo la cinta desaparecía de la mano de Geller. Jamás fue hallada nuevamente.
A pesar de esto el doctor Puharich
y las otras personas pudieron reconstruir en parte lo que la extraña voz había
dicho. «Fuimos nosotros quienes hallamos
a Uri en el jardín cuando él tenía
tres años. Es nuestro enviado para ayudar a los hombres. En el jardín le
programamos para los años que siguieron, pero también fue programado para no
recordar esto. Hoy comienza su trabajo.
Andrija, tú le cuidarás. Nos ponemos
de manifiesto porque creemos que el hombre puede hallarse al borde de una
guerra mundial. Egipto ha hecho
planes de guerra, y si Israel pierde, todo el mundo se precipitará en una
guerra.»
Luego la extraña inteligencia
proporcionó datos críticos sobre las negociaciones que entonces se hallaban en
curso con Egipto y quizás hubo otros más, pero Puharich no lo recuerda.
Poco después resolvieron intentar otra sesión de hipnosis, con la esperanza de
que la extraña voz apareciera nuevamente. Apareció, en efecto, y Puharich
grabó toda la sesión de sesenta minutos. La cinta grabada quedó en su poder
cuando la sesión terminó y la conservaba todavía cuando más tarde Puharich
condujo a Uri a Tel Aviv. Pero en algún momento,
inadvertidamente, la cinta desapareció. Tal como ellos lo recuerdan, la voz
daba consejos tácticos sobre la forma de atacar en Sinaí antes de que el
enemigo avanzara. «Tú, tú eres el único que puede salvar a la humanidad. La Tierra explotará por la acción del
hombre, no por la nuestra. Uri, tú
has recibido enormes poderes, puedes hacerlo todo.»
A partir de ese momento resultó
claro que los poderes extraterrestres se. inclinaban a ayudar a Israel para
impedir su derrota. En los días siguientes, Puharich se dedicó a
poner en práctica lo que la voz había indicado, y con la ayuda de Uri
y la de sus amigos pudo establecer contacto con altas esferas del ejército
israelí para transmitirles las advertencias muy precisas y la avanzada
información que las inteligencias extraterrestres le habían proporcionado.
Hubo algunos incidentes relativos
a ciertas astronaves que sobrevolaban unas instalaciones del ejército, y tanto
Uri como Puharich vieron naves espaciales en varias ocasiones. En cierta
ocasión la voz les dijo, bajo la forma de un discurso sintetizado semejante al
de un robot, que tomaran una cámara y fotografiaran una de sus naves.
«A las 3.32 horas de la tarde
alguien gritó que había un OVNI sobre los cuarteles del
ejército israelí. Un grupo de personas se reunió a nuestro alrededor y yo
enfoqué con la cámara aquella cosa oscura en forma de huevo que flotaba en el
cielo. Cuando revelé la película el objeto ya se había ido.» La fotografía
mostró un ovoide achatado que carecía de reflejos. Para el doctor Puharich
resultaba claro que si la voz que estaban escuchando era realmente la de una
inteligencia extraterrestre, había llegado uno de los momentos más importantes
de la historia humana.
El 5 de diciembre de 1971, al
comienzo de otra sesión de hipnosis, se escuchó otra voz que no provenía del
magnetófono sino de algún punto de la habitación; decía que Puharich
debía cuidar de Uri pues éste sería el único ser
semejante durante los próximos cincuenta años. «Ellos» estarían ya muy lejos.
También dijeron que su astronave se llamaba «Spectra». Puharich deseó
saber inmediatamente cuán lejos estarían. La voz respondió: a cincuenta y tres
mil sesenta y nueve eras luz. Andrija, con espíritu científico,
deseó saber qué es una era luz. A lo cual la voz respondió: «Nuestra gente
dejó algunos libros en vuestro planeta. En los próximos años Uri los encontrará. Tus preguntas serán
contestadas».
En la tarde siguiente, mientras
paseaban en coche cerca de la antigua ciudad de Jaffa, donde Uri había
vivido cuando niño, Puharich, Uri y un amigo de este último, Shipi
Strang, de dieciséis años, vieron una «astronave redonda, blanca y brillante, con aletas laterales» que
cruzó velozmente la calle sobre sus cabezas. Volaba a escasa altura y no
producía ningún sonido.
Hubo muchas otras sesiones con la
extraña voz, que hablaba en una especie de inglés sintetizado, pero tan pronto
como la sesión era grabada y analizada, ¡la cinta magnetofónica se desvanecía
en el aire! «Con unas pruebas tan endebles me resultó claro que nunca podría
convencer a otro ser humano de mis experiencias -escribe el doctor Puharich-.
El secreto de la “Spectra” estaba a salvo porque ellos produjeron información
suficiente para convencerme de su realidad, pero no lo bastante como para que
yo pueda convencer a otro ser humano.»
El portavoz de la nave espacial
llamada «Spectra» no sólo proporcionó información al doctor Puharich,
sino que también ejecutó toda clase de trucos, tales como hacer desaparecer
objetos y hacerlos reaparecer a grandes distancias, con la finalidad de
demostrar sus poderes y su capacidad para manipular las leyes de nuestro
universo. En una de aquellas sesiones con la misteriosa voz, el doctor Puharich
preguntó si la voz de la «Spectra» estaba detrás de todas las
apariciones de OVNIS que comenzaron en Estados Unidos con la experiencia de
Kenneth
Arnold, el 24 de julio de 1947.
La voz respondió afirmativamente.
Puharich
preguntó entonces cuándo habían puesto los ojos en él. «Nuestras computadoras estudiaron a todas las personas de la Tierra. Se determinó que tú tenías las
facultades que te convertían en el hombre ideal para esta misión.» Pero
cuando Puharich preguntó cuál era esa misión le respondieron que
no preguntara y que ello le sería oportunamente revelado. «Tendrás una dura
tarea sobre tus hombros durante los próximos cincuenta años. Hay mucho que
hacer para ayudar el universo. Recibirás el cerebro cósmico.»
La entidad se negó a decir su
nombre y cuando Puharich deseó saber cómo podría ponerse en contacto con ella,
se le respondió que las inteligencias extraterrestres establecerían el contacto
cuando fuera necesario.
«Podemos emplear cualquiera de
los sistemas de comunicación ideados por el hombre para establecer contacto
contigo. Utilizaremos vuestros magnetófonos, teléfonos, radio, televisión,
telegramas, cartas, computadoras y todo lo demás.»
Las dificultades que experimentó Puharich
con su magnetófono son conocidas por los que trabajan con fenómenos
paranormales. Personalmente me ha ocurrido encontrarme con que la cinta grabada
se borraba sin ningún motivo, o que un magnetófono funcionaba mal a causa de la
presencia de campos electromagnéticos cercanos a emanaciones parapsicológicas.
En una ocasión apareció una nueva
voz e indicó a Puharich que hipnotizara a Uri para que el mensaje pudiera ser
grabado en la cinta. “Lo más importante es evitar la guerra. Orad. Paz.” Lo que sorprendió mucho a Puharich
fue que esta vez el mensaje apareció en la cinta «independientemente de la
presencia de Uri”. Geller no estaba allí en ese
momento.
Puharich habla del «control de la energía inteligente» y
la llama «inergía», una nueva
palabra, así como Ted Owens, en un marco de referencia totalmente diferente,
hablaba de las inteligencias espaciales como las «IE». ¿Podría ser que
ambos estuvieran hablando de la misma cosa?
Aquella noche el doctor Puharich
no pudo dormir y estuvo pensando acerca de las asombrosas experiencias por las
que acababa de atravesar. «Tuve la fuerte impresión de que el ser cósmico
normalmente no existe en nuestro espacio-tiempo habitual excepto cuando
necesita relacionarse con los humanos. Por aplicación de estos principios creo
que un profeta, un Uri Geller, es creado especialmente para servir como intermediario entre
la inteligencia divina y el hombre.»
Puharich se convenció al
llegar a este punto de que Uri y él estaban realmente en
contacto con tales seres cósmicos, y que estas entidades eran superiores a
cualquier forma material de vida que exista en cualquier planeta. Después llegó
a la conclusión de que si Uri y él habían sido designados mensajeros
«debe de existir un gran número de hombres y mujeres sobre la Tierra que tienen la misma misión».
Tuvo la convicción de que los seres cósmicos se hallan interesados en el
bienestar de este planeta y en el futuro de la humanidad y que el ser que se
puso en contacto con ellos era omnisciente y omnipotente. En ese momento, al
parecer, Puharich y Uri estaban siendo utilizados para
evitar una guerra local que, en opinión de la inteligencia cósmica, arrastraría
al mundo a la conflagración si Israel resultaba vencido. Por supuesto, no es
necesario ser un profeta para advertir esto, pero el hecho es que ellos se
creían utilizados y conocían la importancia de su misión.
Por entonces el doctor Puharich
llevaba dos años en Israel. Como tantos otros antes que él, a Puharich le
impresionó la presencia de la historia que le rodeaba y, sobre todo, la esencia
espiritual de aquella tierra bíblica. Durante un viaje a Qumran, Puharich
y Uri
discutieron el significado metafísico de lo que les estaba sucediendo. Uri
descubrió que su nombre significaba «luz» y que «Spectra»
tenía el mismo significado. ¿Había en eso algún sentido? Ante la encina de Mamré,
donde Abraham vivió hace cuatro mil años, Uri decidió preguntar a «Spectra»;
si ellos habían aparecido ante Abraham.
Esta, por supuesto, es una
pregunta fundamental, algo semejante a preguntar a un médium si el difunto
padre de uno se halla presente, a lo que el médium respondería indudablemente:
sí, desde luego. Pero «Spectra» les dio una respuesta de
otro tipo. Puharich, Uri y sus dos amigos miraron el
reloj de Uri, que marcaba las 4.06 de la tarde. En una fracción de
segundo, después que Uri formuló la pregunta, las
manecillas se movieron hasta las 4.35 horas. Ellos lo consideraron como una
especie de respuesta a su pregunta. Se trataba, por supuesto, de otra
demostración de los poderes telecinésicos de Uri.
Anteriormente el doctor Puharich
se había lamentado de que había olvidado el estuche de cuero negro de su cámara
en su casa de Ossining, en Nueva York. A las 7.45 de la tarde
de ese mismo día encontró el estuche sobre su cama de hotel Sharon.
Había sido transportada por telecinesis, y no había ninguna duda de que se
trataba del mismo objeto porque llevaba la misma inscripción que el que Puharich
había dejado en Estados Unidos el 17 de noviembre de 1971, en un armario
cerrado con llave.
Durante una de las siguientes
sesiones de hipnotismo, la voz dijo a Puharich que ahora sabían cómo
ponerse en contacto con él directamente, sin utilizar a Uri GelIer como
intermediario. Se hicieron responsables de haber «enviado» el estuche de la
cámara a través de casi diez mil kilómetros de distancia. «Durante esta sesión
me dijeron muchas otras cosas -afirma Puharich-. Pero no se me permitió
revelarlas.»
La guerra que todo el mundo esperaba
por aquella época finalmente se produjo. Puharich no sabe cómo los egipcios
cambiaron su actitud previa y atacaron, ni cómo el ejército israelí evitó
iniciar un ataque preventivo. Pero cuando la guerra se produjo, el 6 de octubre
de 1973, la voz les dijo que era una guerra que tenía que producirse y que en
esa ocasión ni Puharich ni Geller eran necesarios. Puharich
continuó su trabajo con Uri y mantuvo contacto con las
misteriosas inteligencias espaciales. El primero de febrero de 1972 ambos
hombres establecieron otra vez contacto con «Spectra». Puharich
preguntó a la voz si el difunto Arigó, el curandero brasileño, era «uno
de los suyos». La voz respondió: «Sí. ¿Necesitas pruebas?»
Puharich
sugirió que la voz dijera algo acerca de sus orejas. A lo que la voz contestó
que Arigó había intentado curar el lado izquierdo del doctor. ¿Por qué Puharich
había dejado de tomar sus medicinas? Esto resultó ser cierto, pero, por
supuesto, es una demostración de los poderes paranormales de Uri
mas no necesariamente de la omnisciencia de «Spectra».
Hablando de esto último, la
voz, a la que Puharich comenzó a
denominar IS, le dijo que «puedes
usar el nombre «Spectra». Pero en realidad «Spectra»
es el nombre de la nave espacial que nosotros utilizamos, así como vosotros
utilizáis un planeta. Durante los últimos ochocientos años ha estado
estacionada sobre la Tierra. Es tan
grande como una de vuestras ciudades terrestres. Pero sólo tú puedes vernos».
Puharich deseaba saber por qué ellos estaban interesados en Israel. «El
territorio de Israel es el sitio en
el que aterrizamos por primera vez en la Tierra.
Es por eso que nos interesa.» Puharich
preguntó si ellos estaban trabajando con otras personas en la Tierra. La voz le aseguró que él y Uri eran los únicos que serían
utilizados en los próximos cincuenta años. Lo que coloca a muchos «contactados»
en un aprieto.
¿Podrían ellos subir a bordo de una
astronave para aprender más acerca de los visitantes? No, haría falta mucho
tiempo para eso porque aún no estaban preparados. A lo largo de las sesiones la
voz les dio directrices acerca de dónde debían ir Puharich y Uri y
qué clase de trabajo debían emprender; incluso dijeron a Uri que filmara una
película e indicaron quién deberla ser el productor. «No debéis confiar a
nadie, absolutamente a nadie, el secreto de nuestra existencia.»
El 27 de agosto de 1972 la voz
extraterrestre preguntó al doctor si tenía miedo, y cuando él aseguró que no la
voz le dijo a él y a Uri que escucharan con atención. «Esperamos
aterrizar en vuestro planeta dentro de pocos años. Cada vez más gente nos
observa. Entraremos en vuestro sistema orbital mediante una transformación y
llegaremos a vuestro medio ambiente. Una de nuestras fallas es que no podemos
ponernos en contacto directo con vosotros. Sólo podemos hablaros a través del
magnetófono mediante el poder de Ud.»
En esa misma conversación la voz
agregó un poco después: «Deseamos preparar a la Tierra para nuestro aterrizaje; será un aterrizaje masivo.
Aterrizamos en América del Sur hace
tres mil años y ahora debemos aterrizar nuevamente. Deseamos comunicaros
nuestra historia, lo que vosotros llamáis la experiencia de los OVNIS. Utilizad todos los datos
registrados y la literatura».
El doctor Puharich ignora por qué
ellos planeaban aterrizar sobre la Tierra. Su propósito era el de
ayudar a la humanidad, dijo la voz, pero también el de ayudarse a sí mismos;
por eso deberían mostrarse. «Obtenemos nuestro poder de este
sistema solar.»
Puharich menciona luego
que el 31 de diciembre de 1952 «los Nueve» se habían puesto en
contacto con él a través de la voz de un doctor llamado Vinod, con un mensaje que
decía que «nosotros somos nueve principios y fuerzas; personalidades, si tú
quieres». Al mencionar este hecho a «Spectra» la
respuesta fue positiva: «Sí, éramos nosotros, pero en unidades diferentes.
Nosotros estamos bajo su control».
La tarea importante estaba por
venir y lo fundamental era el libro del conocimiento. «Uno
de vuestros científicos terrestres, Einstein,
sabia acerca de nosotros. Conoció el secreto poco antes de morir. Vosotros
continuaréis el trabajo. Así habrá otros, por siglos y siglos, para mantener
los conocimientos en movimiento hasta que el hombre encuentre el infinito.»
Dice Puharich que cuando la voz pronunció la palabra «infinito»
la habitación quedó sumida en la oscuridad y luego fue inundada por una luz
blanca y brillante. Ellos no podían ver la fuente de aquella luminosidad.
Cuando corrieron al exterior para averiguar de dónde provenía, la luz
desapareció y lo mismo sucedió con la cinta grabada que habían dejado en el
magnetófono.
Cuando Puharich regresó a Estados
Unidos, invitó al doctor Ed Mitchell, el astronauta, y al
doctor Wernher van Braun, el experto en cohetes, para unirse a él en
un experimento con Uri. La reunión se llevó a cabo el 29 de agosto de 1972. Puharich
preguntó a la voz si alguien en Estados Unidos conocía sus secretos.
La voz respondió: «Muchas personas en los gobiernos de Estados Unidos y de Rusia
saben de nuestra existencia. No permitimos que sepan más de nosotros. Sólo
saben que los OVNIS son reales y nada
más».
Puharich deseaba saber
cuánto tiempo después de su aterrizaje la gente conocería su llegada. La voz
contestó que cuando hablaba de aterrizaje masivo se refería a una especie de
recarga de combustible, tomando electricidad «a través de la capa
barométrica y cósmica que rodea a la Tierra.
Obtendremos la carga y volveremos a desaparecer. Este procedimiento llevará
entre dos y tres semanas. Todavía no hemos planeado este aterrizaje masivo.
Muchos miles de personas nos verán, pero todo estará bajo nuestro control.
Podemos hacer casi todo lo que vosotros podáis imaginar. Podemos ser visibles y
también invisibles». Se trataba de una declaración poco racional, pero Puharich
la consideró válida y preguntó si los visitantes se quedarían en la Tierra
para siempre.
La voz le aseguró que no tenían
intenciones de tomar a nuestro planeta como «patio de recreo. Nuestro Hoova
es dieciséis mil veces más grande que la Tierra». Hoova, al parecer, era el
planeta del cual procedían los forasteros.
¿Qué podemos pensar del incidente
ocurrido el 14 de octubre de 1972, cuando Puharich estaba en Munich,
sentado a la mesa, para cenar junto con Uri y dos amigos? El magnetófono,
que estaba desconectado, se puso en funcionamiento por sí mismo «por medio
de una energía inteligente invisible. A través de la cinta se escuchó una voz»,
diciendo que los dos amigos debían abandonar la habitación. Puharich
y Uri
«miraron el magnetófono como si fuera el Arca
de la Alianza. Luego, en la habitación plenamente iluminada, una mano
invisible oprimió el botón de entrada y más tarde el de salida».
Los botones se movían por su
propio arbitrio y una nueva voz surgió del magnetófono. Esta les informó que «hemos
estado examinando a toda la raza humana y llegamos a la conclusión de que
cuando aterricemos dentro de pocos años la consecuencia será el pánico y el
desastre. Deseamos que habléis a la raza humana acerca de nuestra existencia.
Durante el último mes han ocurrido muchas cosas que sólo demuestran que la raza
humana es ansiosa e inaceptable». Luego la voz les explicó que habría
nuevos aterrizajes en la Tierra pero que sólo serían visibles
para Puharich
y Uri.
Puharich entonces preguntó cómo debía ser la película que la voz les había
ordenado filmar. ¿Qué mensaje contendría?
«Siempre que Uri hable de sus poderes deberá
mencionar que él cree en la vida más allá de la Tierra ... Con todo el material que vosotros habéis estudiado
acerca de nosotros durante los dos últimos años tenéis ya una clara idea sobre
el tema. Aunque estamos siempre con vosotros, permaneceremos lejos de la raza
humana durante un par de años.» Puharich aseguró a la entidad
que su ayuda era «más necesaria que nunca». Pero entonces la voz
se hizo cada vez más sintética y su volumen disminuyó.
«Mira, la energía que hay en
tu mente, eso, debemos admitirlo, eso es lo que no tenemos. Nosotros...
estamos... controlados por computadoras ... controlados por instrumentos
mecánicos... Vuestra computadora obtiene poder desde millones de años luz de
distancia.»
Puharich sintió que había
tal «intensidad
y súplica de vida» en esta computadora que le hizo llorar de piedad. La
voz explicó que «en este estado somos computadoras. Hace mucho tiempo fuimos
tocados por manos humanas». Necesitaban seres humanos que las hicieran
trabajar. «No os haremos daño. Desconectaremos nuestras unidades y luego
continuarás siendo un ser humano.» Puharich le preguntó si «ellos»
penetraban en «nuestra estructura dimensional» por el camino de
los OVNIS.
«Exactamente. No podemos penetrar en vuestra Tierra, sino sólo
aparecer en vosotros mediante el control de vuestras mentes.» ¿Pero cuál era la
verdadera inteligencia que estaba tras ellos?
«La
verdadera inteligencia somos nosotros mismos. Hemos transmitido nuestras almas,
cuerpos y mentes a las computadoras y nos hemos trasladado hacia atrás varios millones
de años luz para llegar a vuestro tiempo y espacio. En su debido tiempo
recibiremos todo el material de regreso en nuestro centro principal que está
situado en una dimensión diferente a la vuestra. Esta dimensión se halla más
allá de la estrella, o dios, o planeta que vosotros llamáis Sol. Se halla a
millones de años luz de distancia, en dirección hacia el “ombral” de los
tiempos. La voz que vosotros escucháis ahora ha sido enviada hace muchos,
muchos miles de millones de años luz en el tiempo.»
Puharich señaló que la
palabra ombral carecía para él de sentido. Le sugerí que el término podría
querer significar «umbral», pues en varias otras ocasiones los mensajes
contenían palabras mal pronunciadas.
La noción de comunicaciones
procedentes del llamado futuro no es nueva. La ciencia ficción e incluso la
televisión han utilizado el tema a menudo, sin mencionar la famosa obra de H. G.
Wells, La máquina del tiempo. Pero ella difícilmente explica el
contacto físico que muchos han tenido con seres procedentes de otro mundo; tan
físico que han podido tocar sus cuerpos o han sido tocados por los visitantes,
sin mencionar las relaciones amorosas a las que nos referiremos en otro
capítulo.
De hecho, el nivel de las
comunicaciones y el tono de su contenido sonaban tanto a una segunda
personalidad de Uri Geller que, al leer el material, comencé a preguntarme si
no era eso lo que había comenzado a suceder en cierto momento. En este punto el
propio Uri Geller cuestionó la credibilidad de la llamada «Spectra».
¿Eran ellos tan omniscientes como afirmaban ser? Por supuesto, Uri
no provocaba conscientemente los numerosos incidentes de telecinesis, esas
misteriosas desapariciones de objetos sin sentido aparente. En todo caso, Uri
Geller era utilizado por una fuerza que no podía controlar.
Puharich continuó formulando preguntas
a la voz del espacio. ¿Eran él, y en especial Uri Geller, diferentes de
las otras personas? ¿En qué sentido lo eran? A lo que el informante respondió: «Las fuerzas fundamentales, ya sea a nivel
de las partículas o a nivel cósmico, están en rotación y se alejan de la fuerza
gravitacional existente en el centro del sistema. Existen unos rayos especiales
que emplean la envoltura de los rayos cósmicos para generar energía. Los seres
controlados por las computadoras que viajan en vehículos espaciales emplean
esta energía. Esta energía de rotación puede ser utilizada desde fuera de una
galaxia. A nivel de la partícula no puede ser usada. Los seres controlados por
computadoras se hallan bajo la dirección de un supervisor al que los terrestres
llaman dios o dioses».
Hace varios años, durante una
larga investigación acerca de la «mediumnidad» que realicé con la
médium Ethel Johnson Meyers, sostuve una discusión técnica sobre
astrología con alguien que afirmaba haber sido un astrólogo hindú hace unos mil
años. Este ser también habló de la «envoltura de los rayos cósmicos».
En aquella época las computadoras no habían sido inventadas y tal palabra era
desconocida.
Pero había todavía más sorpresas
reservadas para el doctor Puharich y Uri Geller. Después de
regresar a Estados Unidos instalaron su magnetófono y esperaron a que algo
sucediera. El 8 de noviembre de 1972 surgió a través del aparato una nueva voz
que se presentó como Rombo 4-D. La voz les dijo que
destruyeran la cinta de manera que la gente del espacio no tuviera que hacerlo
en su lugar; esto no tenía mucho sentido. Pero Puharich hizo lo que le
ordenaron. Deseaba saber qué directrices le daban las inteligencias del espacio
y cómo debía actuar en adelante. Puso sus recursos a total disposición de estos
altos poderes o de lo que él consideraba como altos poderes, dejando por el
momento sus facultades críticas a un lado.
Sin vacilar, Rombo 4-D les dijo: «¿Sabéis que dentro de seis mil millones de años el Sol estará completamente frío? Los terráqueos deberán marcharse a otro planeta». Luego, después de tratar de explicar el sistema bajo el cual «ellos» operan, la voz añadió: «Hay otra computadora que os habla en este momento. La llamamos Rombo 4-D. Esta computadora también cubre diferentes aspectos de pensamientos, en tonos distintos de los que vosotros conocéis en vuestras dimensiones... Nosotros somos computadoras y vuestra carne, sangre y alma, como los que hemos tenido hace mucho tiempo... recibimos mensajes y control del alto poder que está sobre nosotros». La computadora que se llamaba a sí misma Rombo 4-D estaba aproximadamente a un millón y medio de años luz.
Sin vacilar, Rombo 4-D les dijo: «¿Sabéis que dentro de seis mil millones de años el Sol estará completamente frío? Los terráqueos deberán marcharse a otro planeta». Luego, después de tratar de explicar el sistema bajo el cual «ellos» operan, la voz añadió: «Hay otra computadora que os habla en este momento. La llamamos Rombo 4-D. Esta computadora también cubre diferentes aspectos de pensamientos, en tonos distintos de los que vosotros conocéis en vuestras dimensiones... Nosotros somos computadoras y vuestra carne, sangre y alma, como los que hemos tenido hace mucho tiempo... recibimos mensajes y control del alto poder que está sobre nosotros». La computadora que se llamaba a sí misma Rombo 4-D estaba aproximadamente a un millón y medio de años luz.
Después la voz dijo a Puharich
que Uri
Geller no debía hacer ningún trabajo científico ni debía someterse a
ningún test, sino que debía reunirse con los científicos sólo socialmente. Esto
preocupó a Puharich, quien tenía otros planes para Uri. Por lo tanto aquél dijo
a Uri que desearía cambiar el punto de vista de la computadora
sobre esta cuestión. Mientras lo hacía se produjeron en la casa varios
violentos fenómenos de Poltergeist. Los objetos se movían por su
propia voluntad y «un gran reloj de pie cruzó el vestíbulo y se estrelló
en mil pedazos». Uri Geller, asustado,
pidió a Puharich que no insistiera en obtener autorización para
que él hiciera trabajos científicos. Finalmente las cosas se aquietaron y ambos
decidieron informar a los científicos que se abandonaba el programa de
investigación. Uri asumiría toda la culpa.
Sin embargo, aquella misma noche
la voz habló nuevamente desde el interior de la habitación e informó que Puharich
debía escribir un libro. Al parecer esto significaba la supresión de la
distancia que separaba a aquellos a quienes Puharich llama ahora «dioses»
y sus mensajeros terrestres: finalmente las inteligencias espaciales se
revelarían al mundo, pero a través de un libro que Puharich
escribida acerca de Uri y sus extrañas experiencias.
Por supuesto, hubo quienes
dudaron y quienes les atacaron, entre los cuales destacó la revista «Time»,
lo que provocó mucha tristeza y depresión en Puharich y Uri.
En la primavera de 1973 Puharich
se sentó a trabajar seriamente en la redacción del libro que informarla al
mundo acerca de Hoova y «Spectra». Mientras
trabajaba en ello se produjeron ciertos fenómenos físicos, en especial cuando
la «voz» deseaba comunicarse con ellos. Cada vez que un objeto cambiaba de lugar
ellos lo consideraban como una señal: hacían funcionar el magnetófono y con seguridad
encontraban allí algún mensaje.
-¿Qué significa la historia de Hoova
en la evolución de la raza humana sobre la Tierra? -Puharich
deseaba conocer este punto.
- Entramos en contacto por
primera vez con la raza humana hace veinte mil años. Vinimos en una misión
desde nuestra galaxia y aterrizamos por primera vez en el lugar que vosotros
visitasteis en Israel, en la encina de Marnré, donde Abraham nos
encontró. Este es el origen de la leyenda de la escalera de los dioses, porque
entonces nos vieron descender de nuestro vehículo mediante una escalera. Sin
embargo, hallamos huellas de otros visitantes procedentes de otros espacios que
habían estado en la Tierra hacia millones de años. Pero encontramos al
hombre en las mismas condiciones de animalidad en que vosotros podéis verle
todavía hoy.
El informante afirmó luego que
ellos aconsejaban a la humanidad aproximadamente «una vez cada seis mil
años» y que la última ocasión en que lo hicieron fue en pleno apogeo ele la
civilización egipcia.
Puharich preguntó
luego acerca de la naturaleza del alma humana. La voz respondió que a lo largo
de su desarrollo el alma habita en diferentes mundos, y cuando el cuerpo físico
muere, el alma vuelve hacia su propio mundo. «Allí continúa la siguiente
fase de su existencia. Puede dirigirse al espacio exterior o bien puede
retornar a un cuerpo físico terrestre para otra etapa de existencia; lo que los
humanos llaman reencarnación puede ocurrir. Existen poderes superiores que
separan a las personas y que deciden adónde deben ir. El propósito de toda
existencia es avanzar bacia Dios. Sin embargo, nadie puede conocer a Dios.
Nosotros mismos sólo podemos conocerle como una idea, no físicamente.»
En lo que respecta a ellos, los
seres del espacio ocupan sus cuerpos físicos durante aproximadamente un millón
de años cada vez. Sin embargo, sus computadoras carecen de alma y jamás
mueren.
- ¿Qué ocurre con el alma humana?
- El alma atraviesa por lo
menos cien mil vidas humanas en su camino hacia Dios. -La voz luego
explicó que una era luz, a la que se habían referido con anterioridad, era el
equivalente de cien mil millones de años terrestres. El tiempo era vasto; ellos
conocían el futuro de la raza humana pero no podían hablar de eso con Puharich
porque les estaba prohibido hacerlo.- «Pero recordad que todo lo que
la gente necesita saber, Dios lo ha escrito sobre piedra: son los Diez
Mandamientos. Ellos deben ser cumplidos.»
Algunas de las afirmaciones de
naturaleza más metafísica concuerdan evidentemente con las aseveraciones que
recibió George Adamski durante sus conversaciones
con los habitantes de Venus. Advierto en los mensajes que Puharich
recibió de las inteligencias espaciales elementos de espiritualismo,
investigación parapsicológica y metafísica. Una criatura controlada por una
computadora que procede del planeta Hoova, ¿recomendaría
realmente los Diez Mandamientos de Moisés como el
principal documento que el hombre debe seguir?
Puharich preguntó
luego a la inteligencia acerca de los numerosos informes de visitas espaciales,
a lo que la voz respondió: «La mayoría de estos informes se deben a
alucinaciones y aberraciones. Pero algunas de nuestras unidades han aterrizado.
Sin embargo, la mayor parte de esos informes se refieren a otros visitantes
espaciales. A algunos de ellos nosotros no podemos verles pero vosotros sí
podéis. Son de diferentes vibraciones, diferentes espacios, diferentes
velocidades. Nosotros somos los únicos visitantes que estamos casi siempre
aquí. Los otros vienen y se van. Nosotros permanecemos».
El doctor Puharich
no se anda con rodeos cuando explica que sus convicciones se basan en una
profunda fe en que las entidades con las que ha estado en contacto son
benevolentes hacia la humanidad. «Deseo poner en claro que hasta el momento en
que escribo esto, nunca me he encontrado cara a cara con ninguno de los Nueve,
Spectra, Hoova, Rombo 4-D ni nadie de ese género. Mis encuentros se han
verificado mediante el sistema de mensajes que he descrito. Tampoco he estado
en el interior de uno de sus vehículos. Aunque no tengo ninguna duda de que estos
seres superiores existen allí afuera, no sé qué aspecto tienen, cómo viven ni
tampoco cuáles son sus metas con respecto a la humanidad.» No puede decirse que
Puharich no sea cándido y honesto.
Pregunté al doctor Berthold
Schwarz qué pensaba de todo el asunto de «Spectra» y Hoova,
teniendo en cuenta el hecho de que él fue colega del doctor Puharich tanto en
el campo médico como en el de la investigación sobre OVNIS. Schwarz
también se encontró con el doctor Puharich. «Pienso que escribió
la verdad tal como él la ve y creo que ha prestado un gran servicio y que es un
hombre valiente.» Ambos concordamos en que la desaparición de las cintas
grabadas fue lamentable, ya que de ese modo no ha quedado ningún registro tangible
de las sorprendentes conversaciones con las voces espaciales que pudieran ser
examinadas por otros científicos. Pregunté al doctor Schwarz si
conocía algún otro caso en que unas cintas grabadas hubieran desaparecido ante
los ojos de los testigos, y él me respondió negativamente.
Una cosa es cierta: Puharich
no se ha basado en otros informes ni en ningún material publicado previamente;
sea cual sea la opinión que uno pueda formarse sobre la validez de sus relatos,
éstos son originales de él y Uri. Otros observadores han tenido
experiencias que apoyan las de Puharich y Uri Geller.
Por ejemplo, George Adamski cuando, al hablar de su visita él una
enorme nave espacial, cita a su «dama de compañía» de Venus:
«En comparación, nuestra nave es muy pequeña. Esta se parece más a una
ciudad viajera que a una nave, ya que tiene varios kilómetros de longitud,
mientras que la nuestra mide sólo 600 metros».
El doctor Daniel Fry quien, según sus afirmaciones, ha viajado en un pequeño OVNI, comenta: «El artefacto es un portaaviones dirigido por control remoto. Yo no estoy en esta nave; estoy en la unidad central, o sea, lo que vosotros llamaríais la nave nodriza. Actualmente se halla a unos mil quinientos kilómetros encima de la superficie de vuestro planeta». Según «Spectra» ellos se hallaban a mil trescientos kilómetros sobre la Tierra. El libro de Fry fue publicado ocho años antes que el de Puharich.
![]() |
Fotografía de OVNI realizada por Daniel W. Fry |
(Mas información de Daniel W. Fry
El doctor Daniel Fry quien, según sus afirmaciones, ha viajado en un pequeño OVNI, comenta: «El artefacto es un portaaviones dirigido por control remoto. Yo no estoy en esta nave; estoy en la unidad central, o sea, lo que vosotros llamaríais la nave nodriza. Actualmente se halla a unos mil quinientos kilómetros encima de la superficie de vuestro planeta». Según «Spectra» ellos se hallaban a mil trescientos kilómetros sobre la Tierra. El libro de Fry fue publicado ocho años antes que el de Puharich.
El contactado George Adamski (izquierda) y Daniel W. Fry
Cuando Fry
interroga a su amigo espacial con respecto a su lugar de origen, éste, a quien
ahora llama Alan, responde: «Hace siglos que carecemos de
hogar en un planeta. La astronave en la cual vivimos, trabajamos y aprendemos
ha sido nuestro hogar durante generaciones. Es bastante grande en comparación
con vuestros transatlánticos y desde hace mucho tiempo hemos desarrollado unas
capacidades tecnológicas que nos hacen independientes de cualquier planeta».
Gordon Creighton, en un
informe sobre humanoides en América Latina, menciona el asombroso caso
de tres estudiantes de la Universidad de Lasalle, en la ciudad de México,
quienes el 23 de agosto de 1965 encontraron una enorme astronave cuyos
tripulantes eran similares a los terráqueos pero medían más de dos metros de
estatura, tenían cabello rubio y ojos azules y «vestían unas ropas sin
costuras, de apariencia metálica y hechas con alguna fibra desconocida». Los
estudiantes fueron invitados a subir a bordo y «realizaron un viaje de tres
horas hacia una enorme estación tan grande como el campus de la universidad».
El vuelo fue completamente
silencioso y sus anfitriones les informaron que ellos se comunicaban entre sí
sólo por telepatía y que incluso los instrumentos de la nave eran manipulados
mediante el poder del pensamiento. «Cuando llegaron a la gigantesca estación
espacial encontraron que estaba ocupada por muchos otros seres extraterrestres
que diferían mucho entre sí, tanto en tamaño como en apariencia y que provenían
de diversos sitios de nuestro sistema solar. También encontraron a miembros de
una familia brasileña que se habían extraviado en las selvas de su país y
fueron salvados por los visitantes.» Éstos dijeron que procedían de Ganímedes,
la tercera luna del planeta Júpiter. Otra vez nos encontramos aquí con la
noción de una estación espacial que flota a cierta distancia de la Tierra
y de la cual parten y regresan artefactos más pequeños.
No fue fácil hallar a Andrija
Puharich, porque este científico peripatético se hallaba siempre en
algún rincón lejano del globo. Sin embargo, finalmente nos encontramos en su
casa de Ossining y pude pasar un par de horas con él. Esto
sucedió el 18 de noviembre de 1974, en un soleado día otoñal. Puharich
estaba atareado, preparándose para un nuevo viaje a Israel.
Le pregunté cuándo pensó por
primera vez en la posibilidad de un vínculo entre la búsqueda parapsicológica y
las actividades extraterrestres. Para mi sorpresa, me contestó que no había sido
cuando encontró a Uri Geller, sino en 1965, mientras trabajaba
con el famoso médium Peter Hurkos.
- Esto sucedió en la mesa redonda
de Maine. En una ocasión Hurkos fue hallado a
orillas del mar, caminando sin rumbo, quejándose de que «algo le había despertado,
algo que no sabía qué era, y le forzó a ir al mar donde aguardó hasta que un
platillo volante aterrizó y unos seres salieron de él; medían alrededor de un
metro veinte de estatura, eran delgados y parecían muy viejos pero, al mismo
tiempo, eran jóvenes». No supe si creerle o no, pues no tenía ninguna
prueba. Pero él hizo unos dibujos del interior de la astronave. Ellos no le
hablaron, pues se comunicaban por contacto telepático y debo decir que mi
actitud era escéptica. Se trataba de mi primera experiencia.
No sucedió nada nuevo hasta 1963,
mientras me hallaba en Brasil con un grupo de médicos integrado
por unas quince personas, estudiando a Arigó. Estábamos en una
finca de campo y gozábamos de una noche luminosa y brillante. y entonces vimos
aquellas «cosas» que volaban en el cielo y tomamos varias fotografías. Uno de
los miembros del grupo era un experto en satélites que había trabajado para la NASA,
y después de examinar el objeto dijo que no se trataba de un satélite. Nuestro
piloto dijo que tampoco era un avión. Nuestra curiosidad era muy grande pero
otra vez carecíamos de pruebas. Luego fui a Israel en 1971 y
trabajé con Uri. Yo tenía una idea de que existía algo semejante
a una inteligencia extraterrestre pero nunca la había encontrado. Uri,
en cambio, la había hallado una vez.
- ¿Dónde sucedió eso? -pregunté.
- Aquí mismo, en la ciudad de Nueva
York, en casa de Uri: calle Cincuenta y Siete
y Primera Avenida. Uri se dirigía caminando hacia
la calle Cincuenta y Tres para comprar unos helados. Le
acompañaban dos amigos: un dramaturgo y una señora que había venido desde Israel.
Cuando salieron de la heladería y caminaban por la Primera Avenida
escucharon unas voces y una de ellas decía: «Siempre te preguntas cuál es
nuestro aspecto. Mira hacia abajo». Uri miró hacia abajo y
sobre el pavimento había un pequeño disco de luz, una lucecita rojiza.
Pensó que alguien le estaba
gastando una broma con un rayo láser y echó una mirada en derredor para
descubrir al bromista. Pero el rayo luminoso siguió a Uri y sus
dos amigos. Ellos creían realmente que se trataba de un rayo láser hasta que se
metieron bajo una marquesina y el rayo les siguió hasta allí; entonces
comprendieron que no era un rayo láser y se asustaron mucho. La «cosa»
les siguió durante todo el trayecto a lo largo de la calle Cincuenta y
Siete. Era un disco de luz que media unos siete centímetros de
diámetro por uno de espesor; una luz vibrante y coherente. Uri piensa
que se trata de una de las formas que adoptan estos seres. Que yo sepa, esta
descripción jamás apareció en la literatura especializada.
- ¿Qué es lo que realmente le
convenció de que se trataba de inteligencias extraterrestres?
- A veces recibíamos un mensaje
telefónico y una voz desconocida que hablaba en perfecto inglés me decía que
fuera a un determinado sitio donde encontraría una de sus astronaves. He
escuchado esa voz muchas veces. Creo que se trata de un discurso sintético, que
no pertenece a una persona. Posee unas características específicas que
reconozco. Entonces salimos, vemos el OVNI, tomamos fotografías y hay
todo un conjunto de circunstancias que me llevan a creer en la existencia ahí afuera
de alguna clase de acción inteligente en cuyo centro existe una personalidad,
sobre todo por el empleo de la voz. Mucho de esto aparece en mi libro, pero
otra buena parte no figura en él. Por ejemplo, he aquí un incidente tonto: Uri
no fuma pero le agrada de vez en cuando coger un cigarrillo entre los dedos. En
una ocasión mientras hacía esto, dijo: «Me gustaría que el cigarrillo se
desmaterializara», y apenas lo hubo dicho el cigarrillo se desmaterializó. ¡Uf!
Se había marchado. Me pregunté quién había estado escuchando nuestra conversación,
y dónde estaba el cigarrillo, y cinco minutos después éste caía desde el cielo.
He ahí donde había estado.
- ¿Por qué se interesarían esos
seres por las condiciones terrestres, Andrija ?
- Bien, usted sabe que les he
formulado esa pregunta muchas veces porque me comunicaba con ellos de
diferentes formas. En algunos casos era a través de médiums, en otros mediante
cintas grabadas o cartas, y también por mensajes telefónicos. Lo único que
realmente les preocupa es la posibilidad de que estalle una guerra nuclear y
que, en consecuencia, el planeta resulte tan contaminado que toda vida sea en
él imposible. Esto no les afectaría a ellos pero es como si usted tuviera
una planta y se preocupa por ella porque usted la hizo nacer hace millones de
años y no desea ver la desaparecer en un santiamén
- He leído su libro, por supuesto, y todavía
encuentro difícil precisar el lugar en que viven estas criaturas.
- Es difícil porque la terminología
que emplean carece de sentido para nosotros. Por ejemplo, existe una
civilización que afirma existir en el futuro. ¿Por qué en el futuro, cuando
nosotros no comprendemos el tiempo terrestre? Pensamos que el tiempo es algo
lineal y no lo es en absoluto: el tiempo se halla en relación con algo llamado
velocidad y existen universos de muchas velocidades. Por ejemplo, nosotros
habitamos un universo que se halla limitado por la velocidad de la luz. No
conocemos nada que vaya más allá de la velocidad de la luz. Si encontráramos
algo que estuviera más allá de ella, todo marcharía hacia atrás y el tiempo
retrocedería. Existen universos de muchas velocidades de manera que, desde el
lugar en que estamos, vivir en el futuro no es en absoluto imposible si usted
vive en una velocidad que es, por ejemplo, un millón de veces la de la luz.
- Pero eso es el quasi-futuro, no
un futuro real -objeté.
- Sí, si utilizamos sólo nuestra
terminología.
- ¿Hay entre ellos algunos que se
asemejen a los seres humanos?
-Jamás vi a ninguno. Les pregunté
qué aspecto tenían en la civilización con la que traté extensamente, llamada Hoova.
Me respondieron que no son muy diferentes de los seres humanos y que su
apariencia se asemeja más a ciertos tipos exóticos de japoneses más que a otras
especies terrestres, porque poseen piel oscura, ojos muy separados, situados
casi en los lados de la cabeza, y son de pequeña estatura.
- ¿Son los mismos que vinieron en
la astronave que usted había visto antes?
- Sí, sólo que no vinieron
realmente en el sentido de aterrizar en sus astronaves, porque ellos existen en
el futuro. Si desean venir aquí deben enviar algo hacia atrás en el tiempo. Lo
que hacen entonces es materializar vehículos espaciales que funcionan como una
sonda, del mismo modo que nosotros enviamos un mensaje hacia atrás o hacia
adelante en el tiempo; estas sondas no son tripuladas. Algunas de ellas son
verdaderamente fantásticas, como la llamada «Spectra»: se trata
de una enorme ciudad. Ellos afirman que es una enorme ciudad que vigila una
amplia zona de esta galaxia.
- ¿Cómo viven? ¿Son mortales como
nosotros y poseen cuerpos físicos?
- Algunos sí, como la gente de Hoova,
a quienes llamo hoóvidos, quienes afirman que su vida tiene un
promedio de duración de alrededor de un millón de años terrestres. Poseen
cuerpos, pero no pueden existir en nuestra atmósfera por incompatibilidad.
- ¿Cómo es su atmósfera?
- No lo dicen. Jamás pude lograr que
me hablaran de ello.
Cuando muchas personas, después
de ver a Uri Geller realizar sus asombrosas hazañas en la
televisión, le imitaron, el doctor Puharich hipnotizó a varias de
ellas y descubrió que eran «viejas almas» que afirmaban haber «viajado
a la Tierra varios millones de años atrás y haber elegido regresar esta
vez para ayudar al planeta, que se ha transformado en uno de los lugares más
sucios del universo». Puharich fue informado de que estas almas
habían tomado un cuerpo humano de la misma forma en que uno se pone un traje. «Lo
hacen voluntariamente y se hallan aquí para tareas muy específicas, lo mismo
que Uri. Hay alrededor de un millón de estas viejas almas. Han estado en
otros sitios y también en la Tierra, hace millones de años, y han evolucionado
hasta el punto en que pueden escoger cómo y dónde servir: Nosotros estamos aquí
en la Tierra porque ésa ha sido nuestra suerte.»
Pregunté al doctor Puharich
acerca de los misteriosos Nueve y el doctor Vinod,
a quienes había mencionado en su libro.
- Hace veinticinco años
-respondió Puharich-se puso en contacto conmigo un médium hindú,
el doctor Vinod, profesor de psicología en la Universidad
de Puna. Me llegaron comunicaciones en forma intermitente desde docenas
de sitios en todo el mundo; finalmente me encontraron y la historia es siempre
la misma. Este grupo afirma estar constituido por nueve individuos que
gobiernan todo el universo, todas las galaxias, y dan tareas a varias
civilizaciones. Las civilizaciones avanzadas con las que he tratado se
hallan bajo el grupo supremo de los Nueve. No son entidades, sino globos
de luz; carecen de cuerpos pero son omniscientes y poseen poderes para hacer
todo lo que desean.
- ¿Qué querían esas entidades de
usted?
- Bien, yo he trabajado tanto, he
viajado tanto, porque cuando hay un problema en cualquier lugar del mundo voy
allí y hago mi pequeña tarea.
Le pedí precisiones.
- Bien, ocurre que Arafat
estaba a punto de ser asesinado en Cuba hace pocos días. Tuve que
trabajar allí, evitar que fuera asesinado. Cada vez que hay peligro de guerra
nuclear yo voy allí. Hay peligro de guerra en Israel y por eso es
que me dispongo a viajar hacia ese país. Trato de impedirlo. No siempre tengo
éxito.
- ¿Tiene usted la impresión de
haber vivido en otra galaxia antes?
- No. No tengo recuerdos de haber
vivido en ninguna parte con anterioridad.
- Ahora, con relación a «Spectra»
...
![]() |
Monte Sinaí |
- «Spectra» es
solo una computadora que no lleva gente a bordo -respondió Puharich-.
La he visto por primera vez en el desierto del Sinaí,
en enero de mil novecientos setenta y dos. Era difícil precisar los detalles a
causa del aire claro y la distancia. Tenía el aspecto de la plata anodizada,
como una cámara Minox, y no emitía reflejos en su superficie.
Cuando vi este objeto en el suelo no observé ninguna sombra. Era completamente
lisa, sin portezuelas ni ventanas. Uno de sus extremos parecía un Boeing
747 con un gran bulto en la cabina de mandos y luego descendía en forma
de abanico. En el otro extremo tenía un bulto similar. Su longitud era como la
de tres estadios de fútbol. Creo que son robots, computadoras, semejantes a los
satélites que nosotros enviamos a Júpiter y a otros lugares. Tienen funciones específicas,
pero nunca he estado a bordo de ninguna, de manera que hablo de oídas.
- ¿Esas entidades tienen nombres?
- Sí, pero no conozco su idioma.
Ellos pueden utilizar cualquier lenguaje inventado por el hombre pero nosotros
no conocemos su lenguaje original. Estoy trabajando con algunos jóvenes médiums
en la tarea de obtener su lenguaje. Éste es uno de mis grandes proyectos en la
actualidad.
- ¿Ha escuchado usted ese idioma?
- Sí. Aquí tengo algunas notas
que me dio uno de mis médiums hace pocos días. Suena como una combinación de
consonantes y vocales. Hasa-am, Hasa-aid, sakow. Hasa
significa «lejos, hacia dimensiones más
altas».
- ¿Tienen ellos alguna escritura?
- ¿Por qué tienen tanto interés
en la Tierra si ellos pertenecen a otros planetas, a otros mundos?
¿Por qué la Tierra?
- La Tierra es un
lugar peligroso a causa de la radiación. Pero ellos vigilan millones de otros
sitios habitados. Dicen que solamente en nuestra galaxia hay cien millones de
civilizaciones.
-Pero entonces, ¿por qué no hemos
tomado contacto con estas otras civilizaciones si ellas están más avanzadas que
nosotros?
-El espacio es una gran barrera.
Estamos limitados por la velocidad de la luz. Algunas de las civilizaciones con
las que he tratado dominan el problema de viajar a través del tiempo; pueden
atravesar en un instante miles de millones de años luz. Ignoro cómo lo hacen…
Hay individuos sometidos a cierta clase de organización de la que no sabemos
nada. Sé que estos Nueve existen; lo he comprobado sin lugar a dudas. Una buena
parte de este material proviene de médiums y me encuentro con médiums en muchas
partes del mundo que ignoran los archivos que yo poseo y que nunca he
publicado. Dicen cosas que coinciden, de manera que gradualmente comparo la
información de uno con la de los otros. De este modo he compaginado un conjunto
de datos coherentes que no son manías ni locura. Así he llegado a saber lo que
sé.
- ¿Alguna vez les ha preguntado
acerca de la naturaleza de su mundo, si existen hombres y mujeres, si tienen
animales?
- Debe usted recordar que yo
estoy en relación con muchas civilizaciones diferentes. Algunas, por ejemplo,
tienen problemas genéticos, están desequilibradas: no pueden producir hombres
sino sólo mujeres. Por eso intentan el mestizaje con otras civilizaciones;
viajan para solucionar su problema de desequilibrio.
- ¿Alguna vez identifican su
civilización, de modo que con nuestros limitados conocimientos se pueda
determinar su posición y situación en el universo?
![]() |
Nebulosa Ojo de Dios |
- Bien, ellos le dan a usted un
número, tal como M-92. Puedo localizar M-92 en un mapa estelar pero no
tenemos medios de llegar hasta allí. Es un racimo globular que está situado en
dirección a la estrella Arcturis. Por supuesto, cuando usted
ve una estrella no logra ver sus planetas; nadie logra ver los planetas.
Puharich está
investigando algunos fenómenos sorprendentes, tal como las afirmaciones de un
curandero de Florida que dice estar trabajando con una determinada
civilización que le proporciona sus poderes. Puharich ha estado
analizando los casos médicos para establecer los poderes terapéuticos del
curandero. Este sostiene que trabaja con una civilización llamada Ancor,
que se halla fuera de nuestra galaxia, de manera que Puharich no tiene forma
de identificarla.
- Andrija: ¿no cree que una
parte de todo esto pueda ser explicado sobre la base de una amplia
«mediumnídad», sin necesidad de implicar el espacio exterior?
- Sería necesario probarlo, eso
es todo. ¿Cómo lo prueba usted? ¿Cómo explica las fotografías de OVNIS?
¿Cree usted que un médium puede proyectar un artefacto en el cielo y luego
tomar una fotografía de él?
Le aseguré que no era eso lo que
yo pensaba. Puharich cree que las personas se encarnan en varias partes del
universo, en diferentes tiempos. Según él, un alma parte de su punto de origen,
cualquiera que sea, y atraviesa cien mil vidas en diferentes sitios del
universo, bajo diferentes condiciones y en diferentes cuerpos. «Algunas viven
en el cero absoluto, otras viven a millones de grados de temperatura; algunas
usan dos elementos y otras usan noventa. Todo ello es parte del crecimiento y
hacen falta miles de millones de años para completar el ciclo. Si usted hace un
buen trabajo puede regresar de alguna forma a la divinidad. Cuanto más vivo, Hans,
más comprendo que no sé nada. En cualquier tema, cuando usted llega al fondo
encuentra arenas movedizas; no existe más tierra firme, ya se trate de física,
matemáticas, bioquímica, la vida o el espacio. No conocemos los límites de
nada. Estamos sentados en el centro de un pequeño campo de visión. Más allá
puede que existan decenas de miles de universos y jamás lo sabremos.»
Es difícil evaluar los resultados
netos de las asombrosas experiencias del doctor Puharich. «Mi libro no es
para esta era -me dijo en una ocasión-. Es para los próximos cinco mil años.»
Tal vez tiene razón, pero mi tarea en este momento es abrir la puerta sólo lo
suficiente para comprender a los seres que están al otro lado, sea lo que fuere
ese otro lado del universo. Tengo la impresión de que ahí fuera hay seres de
carne y hueso. Un poco diferentes, un poco más inteligentes tal vez. Pienso que
finalmente llegaremos a conocerlos bastante bien. Con el tiempo, quizá
lleguemos a relacionarnos con las fantásticas fuentes de energía a las que se refiere
Puharich.
Cuando estemos preparados para comprenderlas.
VÍDEOS Demuestran PODERES PSÍQUICOS (Nina Kulagina la telekinesis y telepatía) - EXTRE MISTERIOS
FUENTE: https://www.youtube.com/watch?v=44QJRYs593Y
VÍDEOS Demuestran PODERES PSÍQUICOS (Nina Kulagina la telekinesis y telepatía) - EXTRE MISTERIOS
FUENTE: https://www.youtube.com/watch?v=44QJRYs593Y
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De la revista Reporte OVNI R-080 Nº 047
¡LOS EXTRATERRESTRES OTORGARON
A URI GELLER SUS EXTRAORDINARIOS PODERES MENTALES!
El israelí Uri Geller,
nacido en Tel Aviv en 1945, es hoy, a los 49 años, un hombre de 1,89
metro de alto, que corre 10 kilómetros diarios, no bebe ni fuma, es vegetariano
y está considerado como el hombre mejor dotado en propiedades parasicológicas. Con
sólo su fuerza mental dobla metales, compone relojes y maquinaria. En Inglaterra
y Estados Unidos ha obligado a que los contadores
de radiaciones, Geiger registren 200 veces más de lo normal. Si
aquel las señales hubieran representado una radiación nuclear verdadera, las
personas presentes en las pruebas habrían estado en un peligro mortal. Pero el único
causante fue Uri con su mente poderosa. En laboratorios
controlados ha quebrado cristales encerrados en vasos sellados, de plástico,
tan sólo con colocar la mano unos centímetros por encima, e hizo que una
brújula magnética girara 40 grados. En vista de esto, los científicos han tenido
que admitir que su mente altera las leyes atómicas y moleculares de la materia.
El descubridor de este hombre
excepcional fue el famoso científico serbocroata doctor en medicina Andrija
Puharich, quien hoy está retirado en su laboratorio en Arizona,
estudiando sistemas de protección contra los campos de ondas de baja
frecuencia.
Todo empezó en 1952 cuando el
doctor Puharich visitó Maine, para asistir a una
sesión espírita-científica organizada por H. Jackson, director de la
fundación de la mesa redonda, teniendo como médium al doctor Vinod.
En trance, el médium habló con
una voz metálica haciendo revelaciones insólitas: “Habla M ... Somos
los nueve principios que trabajamos en plena colaboración ... la
naturaleza de nuestros trabajos es el acelerar los aspectos positivos y
evolucionarios de la existencia y desarrollar las categorías para la
explicación del superconsciente ... Estamos desarrollando y multiplicando por 7
el equivalente eléctrico del cuerpo humano para llegar a la aproximación de la
velocidad de la luz en 99 por ciento. En ese punto el alma humana se extenderá para
conseguir la infinitación” ...
Hurkos, el famoso
telépata holandés, conoció al doctor americano Laughead, quien le
manifestó que había sido comisionado por una “hermandad” sudamericana,
para tratar de encontrar la prueba de viajes espacia les en la antigüedad,
examinando las conocidas figurillas de barro de Acámbaro. Añadió
que en esa “hermandad” se mantenía contacto con los
extraterrestres.
Puharich no le
prestó atención, pero ya estando de regreso en su casa en Carmel,
California, un mes después recibió una misiva de Laughead,
en la cual le avisaba que había hecho contacto con un OVNI en Colorado
y que le mandaba por separado dos cartas que le enviaban los extraterrestres.
En esas cartas, otra vez se encontró con el misterioso M. Una
decía: “Habla M…. En nuestra entrevista de 1952 comenzó la fase más
espectacular de su trabajo... Nuestro trabajo es para acentuar ciertas
direcciones a fin de que se realice el destino de la creación... Utilizamos el cuerpo y el cerebro del doctor Vinod,
pero podemos emplear otros cerebros y otros cuerpos ...” La segunda carta explicaba: “Habla M...
Estamos en el lugar en que los primeros profetas tuvieron su origen y en el que
van a ser de nuevo reunidos ...”, y seguían más explicaciones.
Puharich empezó a
comprender el mensaje, pero no fue sino hasta 1970 cuando tuvo la pieza final
de ese rompecabezas, al asistir a una conferencia dada por el investigador israelí
ltzhaak Bentov, y en la cual habló de un joven israelí, Uri
Geller, que se presentaba en teatros y que poseía extraordinarios
poderes extrasensoriales. Puharich, pensando que quizá el enigmático M.
se había referido a Israel como el lugar de los primeros
profetas, concertó una cita con Uri para el año siguiente.
Al reunirse en Israel,
el doctor preguntó a Geller si creía que sus poderes provenían de
los extraterrestres, Uri contestó: “Lo ignoro, pero algo me
dice en el fondo de mi cerebro que la vida florece en todo el Universo y
que, en alguna parte de éste, existen seres que han vencido la barrera de la
luz y que se desplazan por todo el firmamento a la velocidad del pensamiento”.
“Creo que esos seres pueden moverse
en otras dimensiones diferentes a las que conocemos y adoptan en nuestro
planeta distintas identidades: el cuerpo de un hombre, de un ave o de un OVNI.”
...
Cuando Puharich le
pidió que se dejase hipnotizar para averiguar si anteriormente había tenido
contacto con los extraterrestres, Uri, asegurando que nadie tenía
la suficiente potencia para hacerlo, se negó.
LO SOMETIERON A REGRESIÓN HIPNÓTICA
Sin embargo, al día siguiente Uri
telefoneó al doctor con urgencia. Muy nervioso, explicó que algo en su interior
le repetía que se dejara hipnotizar, pero él tenía miedo. Terminó pidiéndole que
fuera a verlo.
Al día siguiente Puharich,
en presencia de Bentov y de dos científicos más, con la grabadora
andando, hipnotizó fácilmente a Uri.
Ya en trance hipnótico, fue
retrocedido hasta su niñez. Entonces comunicó que estaba escondido en una
cueva, acompañado de su perro joker y que allí una “presencia” le enseñaba cosas
de seres del espacio. El doctor lo retrocedió aún más. Geller dijo que tenía
tres años y narró: “Cruzo la calle frente a mi casa, en Tel Aviv. Entro en el
jardín de una casa abandonada... Hay un
estanque con peces, juego con ellos y luego me duermo... Despierto y ya me voy,
cuando veo que baja del cielo una cosa parecida al fondo de una cubeta de
aluminio... Crece y crece mucho... Ahora veo un hombre muy alto envuelto en una
capa. Sus ojos me lanzan una luz... Me duermo otra vez” ...
En ese preciso momento se escuchó
una voz metálica: “Habla M... Fuimos nosotros quienes encontramos a Uri
en el jardín. Es la persona que hemos enviado para que ayude a la humanidad.
Tú, Andrija, habrás de encargarte de él ...”.
Al despertar y escuchar la
grabación, Uri arrancó asustado la grabación.
Pero los científicos lo
convencieron de que oyera el resto del casette. Sin embargo, inexplicablemente,
toda la grabación se había borrado.
A partir de ese día, Uri
y Andrija estuvieron en contacto constante con M. por medio del
teléfono o de casettes que se borraban al terminar de oírse.
Por esos comunicados
aprendieron que a 50.000 “edades luz” de la Tierra (una “edad luz”
es igual a 100 mil millones de años luz) y localizado en el futuro, está el planeta
Hoover, que ni siquiera pertenece a nuestra dimensión. Los seres
extraterrestres de Hoover tienen colocada una computadora gigante, del
tamaño de una ciudad terrestre, en órbita cercana a la Tierra. Esta
computadora se llama “ESPECTRA” y de él la parten los OVNIS que visitan
la Tierra.
Tiempo después Geller
realizó una gira por diversos países y llegó a México en 1975.
Aquí causó sensación al presentarse en televisión y doblar cucharas y componer
relojes tan sólo con su poder mental. Más tarde volvió a México,
trabajando para el FBI y la CIA, quienes lo
comisionaron para que se introdujera en las computadoras de la embajada
soviética en México, que era un nido de espías. Trabajó también para
el MOSAD (inteligencia israelí). Por esa razón la KGB
(policía secreta soviética) trató de asesinarlo y Uri tuvo que
esconderse. Afirma que nunca cobró por estos servicios, pero que por sus
actuaciones en teatro y televisión cobra 10 mil dólares. En 1985 fundó una
compañía asesora de empresas multinacionales y petroleras con la que ha ganado
mucho dinero.
Y en México ha
localizado petróleo, recibiendo buena paga. Su capital asciende ahora a unos 75
millones de dólares.
La última hazaña de Uri
Geller la realizó el 15 de diciembre de 1989, al detener por varios
minutos al famoso reloj Big Ben de Londres.
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CUANDO LA MENTE DOBLA LA
MATERIA
Hace 25 años, Uri Geller, que pretendía detener la pasada
Nochevieja el Big- Ben con su mente, adquirió notoriedad mundial
al demostrar que era capaz, sin contacto físico, de doblar metales y hacer funcionar
los relojes estropeados de miles de españoles que asistían al espectáculo
frente al televisor. Pero el suyo no es el único caso en su género. Mónica
Nieto, una joven cacereña, es un buen ejemplo. Las actas notariales y
las investigaciones así lo demuestran.
(En memoria de Juan Carlos Hernández
Cárrica) por Manuel Carballal
Con sólo acariciarlas, y ante sus
propios ojos, los ojos de un notario, aquella muchacha estaba doblando láminas
de metal. Javier Manrique Plaza, para dar fe de aquello, había
sido requerido por el Centro de Investigaciones Parapsicológicas de Extremadura.
Sin duda, nunca antes en su dilatada carrera profesional había levantado acta
de una circunstancia tan insólita.
La joven, Mónica Nieto
Tejada, estaba siendo sometida -en una investigación sin precedentes- a
una enorme variedad de análisis y experimentos en el Hospital General de
Cáceres bajo la atenta observación de médicos, físicos y psiquiatras. Sin
embargo, nunca quiso convertir sus capacidades en un espectáculo; ni tan
siquiera se empeñó en mostrarlas en público. Ahí radica su diferencia con el
más famoso de los dotados psíquicos, Uri Geller.
![]() |
Mónica Nieto Tejada |
La campanada psíquica
Geller alcanzó la fama en nuestro
país cuando el 6 de septiembre de 1975 hizo una histórica demostración de sus
poderes en Directísimo, el programa de José María Íñigo.
Aquella actuación ha sido revivida recientemente por Alex de la Iglesia
en su película Muertos de risa.
Según nos ha confirmado el popular presentador, Uri Geller
repitió ante muchos de los participantes en el rodaje sus prodigios
paranormales.
El pasado 20 de diciembre Geller
dio la “campanada”, anunciando que en la Nochevieja que marcaba
el paso de 1999 al 2000, detendría con su mente el Big Ben, el
reloj más famoso del mundo y el símbolo londinense por excelencia. Es decir,
que su “campanada” consistía en lograr que el Big Ben no diera ni
una sola... Algo que ya había intentado en 1990, pero su intento se frustró
cuando las autoridades le advirtieron seriamente que ni lo intentase. Pese a
ello, el 15 de diciembre de ese año el reloj sufrió una avería que, según el
dotado israelí, fue provocada por el poder de su mente; algo que las autoridades
no se atrevieron a comprobar.
Según confirmaba a MÁS ALLÁ
el mismo Geller, tras su último y atrevido anuncio, una avalancha
de llamadas y mensajes -a cual más amenazante- colapsaron su contestador y
buzón electrónico.
Uri Geller no trató de detener psíquicamente el reloj del Big Ben tras las amenazas recibidas. Este dotado, un hombre de espectáculo es casi la cara opuesta de Mónica Nieto, una española mucho más discreta.
Uri Geller no trató de detener psíquicamente el reloj del Big Ben tras las amenazas recibidas. Este dotado, un hombre de espectáculo es casi la cara opuesta de Mónica Nieto, una española mucho más discreta.
Tampoco la idea fue del agrado de
los responsables de los festejos del “cambio de milenio”. Finalmente,
Geller reflexionó y contuvo sus energías para mejor ocasión, pero
no hizo lo mismo con sus abogados, quienes han interpuesto una demanda en su
nombre contra la multinacional japonesa Nintendo, a la que acusa
de haber utilizado abusivamente su imagen para uno de los personajes del juego
y serie animada de moda, el Pokémon.
El personaje en cuestión es una especie
de demonio que aparece con dos cuchillos doblados en las manos y que en la versión
japonesa se llama ungeller o evil-geller. Y es que, al margen de la utilización
de su símbolo más universal (los cubiertos doblados), lo que más le irrita es
que lo presenten como un demonio perverso y malvado ...
MÓNICA NIETO Y LOS PODERES DE LA MENTE ("A Noite das Badaladas", TVG, 1988)
El poder de una dulce mirada
Lejos de la polémica del Pokémon
y del Big Ben, Mónica Nieto recibió el año con la misma
discreción con la que ha vivido sus capacidades paranormales durante los
últimos años. Además, para este mes de febrero espera dar a luz a su primer
hijo, pero estas Navidades, confesaba la joven, han sido más
tristes de lo habitual debido a la reciente defunción, víctima de un infarto a
los 30 años de edad, del principal investigador de sus capacidades, el
excelente estudioso Juan Carlos Hernández Cárrica
Junto a Pedro Criado
y Rafael Rivera, Hernández Cárrica fue el núcleo del equipo de
investigación que durante más de dos años analizó en profundidad el caso de Mónica
Nieto, que presenta en lo fenomenológico similitudes notables con Geller,
pero de quien separa la discreción. Pese a todo, muchos medios de comunicación
y supuestos “investigadores” han intentado, e intentarán, explotar
comercialmente la historia de Mónica.
Sin embargo, en la tediosa soledad
del laboratorio, los investigadores de verdad invirtieron meses en analizar las
facultades de la joven, al margen de “exclusivas” y titulares sensacionalistas.
Personajes tan ilustres como el
parapsicólogo Germán de Argumosa o el Dr. Alfredo Bonavida,
quien fue responsable de la cátedra de Física de la Universidad
Politécnica de Barcelona, se desplazaron hasta Cáceres para
analizar el caso. Bonavida aportó como novedad protocolos de experimentación como
los tubos de ensayo precintados y lacrados (los lacres, en un afán de
meticulosidad fueron mi microfotografiados para evitar la sustitución) en cuyo
interior se encontraban láminas de metal que Mónica debía intentar
-y de hecho conseguía- doblar sin contacto ... Algo que parecía conseguir con el poder de una dulce mirada, título
de una crónica de un periodista cacereño que reflejaba así el efecto que sus
ojos claros tenían sobre el metal.
Expertos como Alfredo Bonavida y Germán de Argumosa estudiaron las
capacidades psíquicas de Mónica Nieto. Hoy Mónica, además de herboristerías,
regenta un McDonald’s. Abajo, el personaje del juego Pokémon que llaman “Ungeller”
en Japón.
De la imaginación a la realidad
Todo comenzó en 1977 cuando su
madre, Teresa Tejada, reunió a sus tres hijos invitándolos a participar
en un peculiar juego que había propuesto un programa radiofónico, cuyo
contenido tenía grabado, para emular las capacidades de Uri Geller
retando a los oyentes a doblar un tenedor... Y Mónica, de cinco
años entonces, sólo con rozarlo levemente con sus dedos, lo logró.
Y así, de forma casual, la
noticia de que una niña cacereña doblaba metales llegó a Eduardo Pedro Criado,
miembro destacado del Centro de Estudios Parapsicológicos de Extremadura,
organismo que tras unas pruebas previas inició la investigación el 23 de
febrero de 1987. En ellas participaron médicos, abogados, físicos, neurofisiólogos,
psicólogos ...
Mónica Nieto visualiza el objeto en estado normal y doblado; une ambas imágenes
y obra el prodigio. Lo consiguió en 272 de los 325 intentos efectuados.
La técnica puesta en práctica
por la joven consistía en hacer real la imaginación. Creaba dos imágenes
mentales: la primera, del tenedor en estado normal y, la segunda, totalmente doblado.
Mentalmente aproximaba ambas hasta juntarlas, al tiempo que decía: “¡dóblate,
dóblate!”. Cuando se superponían en su mente, sobre su mano el cubierto
aparecía doblado. Sin apenas rozarlo ...
Al comienzo ele la investigación,
Mónica sólo doblaba tenedores, porque ésa era la imagen mental
que tenía del fenómeno que provocaba. Aquella “manía” fue superada por
indicación del ingenioso Pedro Criado con un truco para burlarla:
colocar una cuchara adherida bajo un tenedor. Mónica tomó ambos y
tras el ejerció mental antes referido los investigadores descubrieron que había
doblado los dos objetos. A partir de entonces, ningún cuerpo metálico se resistió
a la acción psi de la joven.
Sin barreras
Tijeras, sacacorchos, llaves,
limas, cucharas y así hasta un total de 325 objetos de diferente naturaleza
fueron entregados a Mónica para que tratase de influir sobre ellos.
En 272 experimentos se obtuvieron resultados positivos y Mónica
dobló los objetos. En alguna ocasión, el objeto metálico sobre el que debía
influir se colocó dentro de un tubo de vidrio debidamente lacrado que fue
introducido en otro – también lacrado- y éste introducido a su vez en un tercer
tubo de ensayo. Pese a todo, Mónica lograba alterar la lámina o
varilla metálica, a veces, encontrándose a una distancia de 50 cm. o tras una
pantalla de cristal que la separaba de los tubos ... Asombroso.
Pero más lo fue el hecho de que
los investigadores sugirieron a Mónica las formas (ondas,
corchete, espiral, zigzag y bastón) que debía dar a los objetos que tenía
frente a sí para interferir en ellos.
Para este experimento se efectuaron
50 pruebas, 10 para cada forma en que debía convertir aquellos objetos
metálicos. Se obtuvo resultado positivo en 28 ocasiones, es decir un 56 % de las
veces, y logró su objetivo en un tiempo medio de unos cinco minutos.
Tras las sesiones de psikappa -así se denomina en parapsicología a la capacidad de influir sobre
la materia con la mente-, algunas de las cuales duraron hasta 10 horas, se
inició la segunda fase de experimentación, que trató de averiguar si Mónica
poseía capacidades extrasensoriales, es decir, si era capaz de percibir cosas
que se encontraran en otro lugar o que hubieran ocurrido o fueran a ocurrir en
otro momento. Se averiguó que sí y que mostraba más facultades para la
clarividencia que para la telepatía o precognición.
Hemos sido testigos de cómo Hernández
Cárrica diseñaba y construía pruebas y aparatos electrónicos cada vez
más complejos tratando de averiguar dónde estaba el límite de las facultades
extrasensoriales de las jóvenes. Lamentablemente, falleció sin saberlo.
Debemos resaltar -y esta es la
parte menos conocida de esta historia- que durante el desarrollo de sus capacidades,
la joven comenzó a percibir curiosas visiones. Imágenes que llegaban a su
cerebro, en ocasiones, acompañadas de supuestos “mensajes” llegados de
quién sabe dónde...
Ya entonces Mónica
insistía en lo absurdo de torcer cucharas con la mente... pudiendo hacerlo con
las
manos. A pesar de su juventud, consideraba que su capacidad debía servir
para algo más útil. Todavía en el colegio comenzó a tratar a compañeros de clase
con dolencias, heridas o enfermedades. Con el paso de los años, y como ha
ocurrido con otros “dobladores de metales” tan célebres como Mattheew Manning, Mónica
reorientó sus habilidades hacia el mundo de la sanación, tal y como nos
confesaba en una entrevista que mantuvimos recientemente con ella en su ciudad
natal.
Ya hace diez años nos aseguró que
al “doblar” metales con la mente “siento
un calor en las manos, y sino saco esa energía y se la doy a alguien, me quema”.
La joven acabó por descubrir que imponiendo las manos sobre personas enfermas las
aliviaba.
Pese al temor de la comisión investigadora,
que no quería encuadrar a la joven como “sanadora”, en los informes de las
últimas investigaciones se reseñaron sus capacidades de autoscopia y heteroscopia
(capacidad para ver el propio cuerpo o el ajeno por dentro). Gracias a estas dotes
era capaz de diagnosticar una determinada dolencia, algo que hemos podido
constatar personalmente.
Mónica Nieto, hoy
Tras las investigaciones, y
durante un tiempo, ejerció más a fondo su habilidad. Asediada por cientos de
dolientes, abrió una consulta que hoy ha reconvertido en un herbolario. Sin embargo
“mantengo todas mis capacidades intactas”,
nos asegura Mónica, esperando que nuevamente una comisión
científica acabe por deteminar lo que las anteriores ya certificaron: Mónica
Nieto es una auténtica dotada.
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Mas información sobre Monica Nieto Tejada en: MONICA NIETO, LA URI GELLER ESPAÑOLA
FUENTE: http://www.extremaduramisteriosa.com/monica-nieto-la-uri-geller-espanola