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domingo, 24 de mayo de 2015

Extraterrestres, teleportaciones e incidentes en la carretera: Una luz densa y brillante de color amarillo inundó el habitáculo. Había perdido el control del coche, que en ese momento ya se había elevado dos metros por encima del asfalto. Pensé… ¿Qué está pasando?

Extraterrestres, teleportaciones e incidentes en la carretera: Una luz densa y brillante de color amarillo inundó el habitáculo. Había perdido el control del coche, que en ese momento ya se había elevado dos metros por encima del asfalto. Pensé… ¿Qué está pasando?



Tiempo atrás, una persona relacionada con mi trabajo me narraba un incidente protagonizado por un matrimonio conocido suyo: Marido y mujer habían cenado con unos amigos y volvían a casa circulando por una solitaria carretera del interior de España. Serían aproximadamente  las 3 de la madrugada y  una interminable recta se presentaba en el horizonte; en un momento dado, la mujer observó a través del techo solar del coche como una luminosidad extraña se les aproximaba cada vez más. Aquello volaba prácticamente a la misma velocidad del coche y en algún momento “el extraño fenómeno” variaba su rumbo de un lado al otro de la carretera. Igualmente su marido también se percató de aquel fenómeno anómalo pero prefirió no decir nada por no alarmar a su mujer. Entonces, inesperadamente en la soledad de la noche algo sucedió: La luminosidad, es decir, el OVNI se desplazó 500 metros por delante del coche, posándose súbitamente en la carretera.


Puede entenderse entonces que el pánico se apoderase de ellos, sintiendo ambos cierta sensación de soledad y desamparo frente a un hecho “inimaginable” pero tan real como la vida misma: una nave extraterrestre les estaba cortando el paso “ignorando por su parte cuales podrían ser las consecuencias inmediatas y con la intuición y certeza de que aquellos “extraños compañeros de viaje”, con su tecnología, dominaban en todo momento el escenario de los hechos”. Instintivamente, el conductor frenó en seco, dio media vuelta y enfiló el coche a toda velocidad en dirección contraria como la única escapatoria posible. Ciertamente, quien me narró aquellos acontecimientos señaló que el conocido suyo prefirió arriesgarse a tener un accidente de carretera posiblemente mortal, antes de caer en manos de aquellos “desconocidos acompañantes” quienes tuvieron la “deferencia” de perseguirlos en su huida; aunque que por fin consiguieran regresar al restaurante en el cual poco antes se habían despedido del resto de comensales tras la cena. Según explicaron quienes nuevamente los recibieron, no sin extrañeza, ambos aparecieron lívidos, aterrorizados, fuera de sí, como si hubiesen librado una desesperada batalla con un terror desconocido…


Tal vez este ejemplo de “abducción fallida en la carretera” no haya trascendido mas allá de un reducido número de personas, pero con toda seguridad los protagonistas lo vivirán en su recuerdo como un hecho que jamás caerá en el olvido. En esta ocasión he traído otros muchos acontecimientos que de algún modo han saltado al conocimiento público tales como el de un matrimonio que viajando en coche desde Madrid hacia Sevilla fue “teletransportado” hasta Santiago de Chile ó bien el incidente ocurrido en 1978 durante el Rally de la Vuelta de America del Sur en el cual dos pilotos chilenos fueron abducidos y también “teletransportados” a una distancia de 75 kilómetros toda vez que su Citroën GS 1200 fue absorbido por un OVNI. Tampoco deberíamos olvidarnos de lo ocurrido en 1977 cuando varios viajeros saltaron en marcha de un tren Ferrobus que se desplazaba por la provincia de Cádiz al ver como una extraña luz daba la impresión de que iba a chocarse contra el tren, recogido este incidente en el libro Casos OVNI 1977-2002 en España, de Javier Garcia Blanco.


Nadie puede negar, (ni siquiera los desinformadores profesionales) la infinidad de casos que se han descrito hasta la fecha donde naves extraterrestres “interactúan” con vehículos terrestres como el muy nombrado de Julio F., un cazador que allá por el año 1978 se disponía a pasar un día de caza en la provincia de Ávila y terminó yendo hasta Medinaceli (Soria). Julio F., bajo hipnosis, describió como un OVNI lo siguió desde el primer momento que salió del portal de su casa en Madrid y como “aquellas inteligencias forzaron con pleno dominio” un cambio de dirección de su vehículo y guiándolo en todo momento del viaje hasta terminar finalmente en el interior de un platillo volante donde los extraterrestres le practicaron pruebas medicas tanto a él como a su perro Mús y que de alguna forma, como muestra de agradecimiento por las molestias causadas, los extraterrestres llevaron su nave hasta el espacio exterior, mostrándoselo a Julio F.

Extraterrestre descrito por Julio F.
Si comparamos algunas de estas abducciones hallaremos denominadores comunes, por ejemplo “nieblas extrañas” como en el incidente  de Aveley, Inglaterra, en 1974, cuando una familia inglesa circulaba en su coche por una carretera secundaria y fue “engullida” en el interior de “una bruma densa de color verdoso”, algo parecido a lo que les ocurrió en 1915 al 5º Regimiento Norfolk en la bahía de Suvla (Dardanelos) en plena I Guerra Mundial. Acontecimiento por el cual 900 hombres se desvanecieron en el interior de una “nube densa con forma de hogaza”; un fenómeno que guarda ciertas similitudes al acontecido con los pilotos Moya y Acevedo participantes en el Rally de América del Sur cuando su coche fue “elevado” y envuelto en una “luz densa y amarilla”.

También nos encontramos con algunas situaciones cargadas de “ciertas dosis de humor…negro” por supuesto, naves extraterrestres implicadas que interactúan de una forma “un poco especial con vehículos terrestres”, como es el caso descrito en su momento por investigador Salvador Freixedo en relación con un incidente que sufrió una ambulancia que portaba sangre proveniente de donaciones sanguíneas y circulaba por una carretera principal de USA. Súbitamente un OVNI se situó justo encima y extendió una especie de “tentáculos ó prolongaciones de la nave” intentando “agarrar hacia arriba al vehículo sanitario”.


Según las descripciones de algunos conductores en aquella carretera se vivieron momentos críticos: por un lado el personal sanitario de la ambulancia una vez se percataron de las intenciones del OVNI mientras intentaban zafarse de “aquellos tentáculos siniestros” y por otro, el resto de conductores de la autopista tocando el claxon y reduciendo la velocidad asombrados frente a un espectáculo que se presentaba “surrealista”. Afortunadamente, la nave extraterrestre no se salió con la suya. (Se entiende a primera vista que en el incidente de la ambulancia y el OVNI proviniese de alguna civilización extraterrestre regresiva, tal vez rigelianos, aquellos que en su planeta sufrieron un holocausto nuclear y su genética quedo seriamente dañada, cuyos actos no se corresponden con la mayoría de extraterrestres, quienes respetan el libre albedrio )

Y como conclusión final a esta pequeña introducción, recordar aquella famosa “abducción en la carretera” ocurrida en septiembre del año 1961 al matrimonio de Barney y Betty Hill quienes viajaban por una solitaria carretera entre Canadá y Portsmouth (USA); descrito a la perfección en el libro El viaje interrumpido, de John G. Fuller. Así, en el relato de los hechos (mediante regresión hipnótica) se aprecia claramente como Barney, en un primer momento, no llego a tomar plena conciencia de que “aquella luz” no era exactamente un avión, sino una nave extraterrestre…:


-¿Lo ves? ¿Lo ves?- preguntó Betty.
Por primera vez en aquel tiempo su voz parecía llena de excitación. Barney confesó luego con toda franqueza que sintió miedo, quizá porque Betty se excitaba muy raras veces y quizá también en la proximidad de aquel objeto extraño y completamente silencioso, que desafiaba casi todas las leyes de la aerodinámica.
-Es un aeroplano o algo por el estilo-cortó Barney.
-De acuerdo- dijo Betty-, es un avión. Pero ¿cuando has visto tú un avión con dos luces rojas? Yo siempre creí que los aviones tenían una luz roja y otra verde.
-Es que no lo pude verlo bien-dijó él- el coche vibraba y hacía temblar los gemelos.

Se aparto unos pasos y volvió a enfocarlo. Mientras lo hacía, el enorme objeto –su diámetro tenia la misma anchura que la distancia entre dos postes del teléfono a lo largo de la carretera, como dijo más tarde Barney- dio silenciosamente una vuelta completa sobre la carretera, quedando a solo unos treinta metros de distancia de ellos. La doble hilera de ventanas era ahora perfectamente visible.

Barney y Betty Hill
Barney estaba muy asustado, pero sin saber por qué, cruzó la carretera, se adentró luego por el campo, y avanzó directamente hacia el objeto. Ahora el enorme disco estaba inclinado en ángulo hacia Barney; dos proyecciones semejante a aletas de pez, salían por ambos lados, y tenían luces rojas en los extremos. Las ventanas parecían convexas, en torno al vehículo, en torno al perímetro del disco grueso y en forma de torta. Seguía sin oírse el menor ruido. Lleno de agitación, pero poseído aun de un irresistible impulso de acercarse mas y mas al vehículo, Barney continuó avanzando por el campo llegando a solo quince metros de distancia de él que había descendido hasta la altura de la copa de los arboles.


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(Incidente con una nave extraterrestre en el Rally de la Vuelta de América del Sur, año 1978)


Sale a la luz un informe policial de un caso de abducción en Argentina.
Pregonero el Dom Feb 02, 2014 7:06 am

Desde el año 2012, Silvia ha estado en contacto con Daniel Lecomte, interesado en el fenómeno OVNI y un residente de la provincia de Buenos Aires, que aconsejó la investigadora que tiene en su poder una serie de archivos de la policía que le dio un oficial retirado.
Por increíble que pueda parecer, esta documentación iba a ser descartado (literalmente arrojado a la basura), pero teniendo en cuenta que el oficial estaba al tanto del interés de Daniel en el tema, decidió salvar a ellos y pasar a lo largo.


 Los documentos, que incluyen todo tipo de informes de la policía de la provincia de Buenos Aires Sur, contenida dentro de ellos una joya, en lo que se refiere a nuestra investigación, en el caso de la Vuelta de América del Sur Rally el 23 de septiembre de 1978. Sin saberlo, el destinatario del archivo mantiene la información a medida que se le dio a él, sin leer. No fue hasta recientemente que el protagonista decidió abrir la carpeta, que viene a través del famoso caso después de una conversación con Silvia, que quería saber lo que los casos se encuentran dentro.
Para aquellos de ustedes que no lo recuerden o que nunca han oído hablar del caso, aquí es una crónica, bien documentado, de tal vez uno de los mejores casos conocidos de la década de 1970, con la participación de dos chilenos de carreras de coches los conductores durante el primer Rally de la Vuelta de América del Sur.

Carlos Acevedo (izquierda) y Miguel Angel Moya (derecha)
 Aquí están los detalles del caso a través de la excelente investigación realizada por Guillermo Roncorconi en UFO Prensa No. 9, octubre de 1978.

Detalles técnicos del caso:
Ubicación: Intersección de la Ruta 3 con el camino rural que conduce a la ciudad a través de Cardenal Cagliero (ahora R1 - Carmen de Patagones - Viedma - Prov. de Buenos Aires)
Testigos: Miguel Ángel Moya y Carlos Acevedo
Fecha: 23 de septiembre 1978
Hora: a las 3 am
Autoridad Investigadora: Departamento de [la ciudad de] Pedro Luro Police - inspector Daniel Osimi, el cabo Jesús García y el patrullero José Bordenave.
Testigos secundarios: Eduardo Forechesatto (estación de servicio vigilante)

Citroën GS 1200
El caso:
El 17 de agosto de 1978, Carlos Acevedo y Hugo Prambs partieron de la ciudad de Buenos Aires a bordo de un Citroën GS 1220 como parte de la primera etapa del Rally de América del Sur, organizado por el Automóvil Club Argentino y el Banco de Intercambio Regional.
El concurso fue realmente agotador para hombres y máquinas por igual: un maratón que dura poco más de un mes, durante el cual tuvieron que llegar a Caracas (Venezuela) desde Buenos Aires, volviendo a lo largo de la costa del Pacífico de América del Sur.
La tripulación del Citroen Número 102 enfrentó innumerables problemas, sobre todo en los últimos segmentos del Rally, que los llevó a darse cuenta de que podría tener que abandonar la carrera por completo. Sin embargo, gracias a la determinación de Acevedo y la asistencia de más de pilotos, que fueron capaces de “conectar” con la carrera de nuevo después de desertar de ella, con el fin de alcanzar su objetivo.


El 16 de septiembre, Hugo Prambs abandonar la carrera debido a razones personales y fue reemplazado por Miguel Angel Moya. En las primeras horas del 23 de septiembre de Acevedo y Moya cubrían los últimos 1000 kilómetros del Rally. A las 2:00 am aproximadamente se detuvieron en la estación de servicio ACA en Viedma (Río Negro) donde tomaron el combustible (llenar su tanque de 50 litros estándar, más un tanque de reserva de 40 litros), bebió café y se dirigió a otros corredores para unos pocos minutos. A 02:30 horas, Citroën No.102 estaba en camino de nuevo a Bahía Blanca, después de cruzar el Río Negro y el cruce de la ciudad de Carmen de Patagones.
Alrededor de 3:00 horas, después de haber dejado atrás la intersección de la Ruta 3 con el camino rural que conduce a Cardenal Cagliero, cerca del Salitral Agarrobo y Salina de Pedro, a unos 30 kilómetros al norte de Carmend de Patagones (ubicación aproximada de 40 * 29 'Norte, 62 * 49 'Oeste).
Carlos Acevedo estaba en las ruedas de la Citroën cuando de repente vio una luz sale a la luz brillante se refleja en su espejo retrovisor. Era una densa luz amarillenta. Al principio parecía que sólo un punto en el espejo. Sin embargo, su tamaño aumenta mientras observaba. Acevedo y Moya conducían a unos 100 kilómetros por hora en el momento. A pesar de esto, la luz se acercaba rápidamente, causando Acevedo a creer que se trataba de los faros de uno de los vehículos más pesados (Citroën 2400s o un Mercedes Benz), lo que le causó a reducir la velocidad y detenerse en el borde derecho de la asfalto con el fin de permitir que otro competidor Rally le pasan.
La luz ya se anegaba el espejo retrovisor y se mantiene cerrando pulg. De repente, el habitáculo en Acevedo y Citroën de Moya se llenó de luz.


“La luz inundó el habitáculo y yo no podía ver más allá del capó del coche. Fue una densa y brillante luz, de color amarillo con algunos matices violáceos. Pensé que había perdido el control del coche en el momento. Miré por la ventana y vi eran casi dos metros sobre la superficie de asfalto. De pronto pensé que habíamos saltado por encima de un badén y me preparé en el volante, esperando el momento en que había golpeado la superficie de nuevo”, explicó Acevedo.
Sin embargo, lejos de descender, el coche parecía seguir subiendo en el aire, fuera de control. “Después de unos pocos segundos, no lo sé, tal vez un 5 o 10, reaccioné y me di cuenta de que algo completamente anormal estaba ocurriendo. Quería mirar por la ventana de nuevo, pero todo lo que podía ver era que la luz densa. Recuerdo que empecé a gritar “¿qué está pasando?” pero Moya no contestaba. Cuando miré a mi derecha, mi compañero no estaba allí, o al menos yo no lo podía ver. Ni siquiera podía ver el tablero de instrumentos. Sólo podía ver que la luz densa que parecía líquido, no sé, una especie de viscosa, Acevedo recuerda.

Miguel Angel Moya, por otro lado, estaba paralizado por el miedo, y explicó: “Al principio yo también pensé que era una badén, y se asustó al pensar en el vuelco del vehículo, pero cuando me di cuenta de que el coche parecía flotar en el aire y no se viene abajo, me hizo aún más miedo. Era una situación que no podía realmente entender. Miré a Carlos y lo vi completamente tieso, agarrando el volante con los brazos extendidos y mirando hacia adelante. Parecía que estaba gritando, pero no pude oír nada. Pude ver todo como si a través de una niebla amarilla, como si estuviera distante, en otro lugar.


Creo que mi primera reacción fue la de tratar de huir de allí, pero cuando traté de abrir la puerta no se movía, como si soldada cerrada. Me di cuenta de la temperatura iba en aumento, a pesar de que podría haber sido el resultado de mi estado de miedo. De repente, la luz cubrió todo y yo no podía ver nada, ni siquiera mis manos, nada”. 
Los testigos perdieron la noción del tiempo. Sentían una sacudida repentina y se dio cuenta que el vehículo estaba en el camino de nuevo.
“Creo que uno o dos minutos pasaron, yo no estoy muy seguro, y sentí un escalofrío, pero tuve la impresión inmediata de que el coche estaba en el carretera de nuevo. La luz amarilla apareció a apagarse, y poco a poco fue capaz de ver lo que me rodea, el tablero de instrumentos, el capó del coche. Miré por la ventana y vi la tierra. Estábamos en el hombro en el carril contrario de la carretera, se detuvo por completo. De pronto la luz desapareció del habitáculo y la vio desvanecerse en el oeste, como un cono de luz amarilla, pero que no terminó en una punta, que era un poco truncada. No sé. Podría haber medido unos cinco metros en la base y dos o tres a la cúspide, que mide unos seis o siete metros de altura. La base ilumina el suelo, que realmente no podía ver lo que estaba encendiendo, es decir, no se podía ver a través de la luz. Unos segundos más tarde, la luz... ¿cómo puedo explicarlo?


... Retraen en sí o elaboró como una cortina, de abajo hacia arriba, y todo lo que quedaba a la vista era un óvalo, de color amarillo blanquecino que mantuvo hacia el oeste hasta que desapareció en la distancia”, dijo Acevedo.
Moya tomó unos segundos para recuperarse de la impresión producida por la situación anormal. “De repente todo había terminado, y nos quedamos solos en la carretera. Carlos y yo intercambiamos miradas, pero no podía decir una palabra. Yo estaba entumecido. Me temblaban las manos y había una presión en mi pecho. La respiración era difícil”.
 Acevedo y Moya permanecieron en silencio durante unos minutos, incapaz de participar en cualquier acción o actividad. Por último, Acevedo se bajó del coche para “asegurarse de que todo estaba en su lugar”, como dijo.

Un minuto más tarde abordó el Citroen y se dirigió hacia el norte por la ruta 3 a toda velocidad. Quince minutos más tarde, los pilotos chilenos de Citroen No. 2 llegaron a la localidad de Pedro Luro, una comunidad ubicada en la Provincia de Buenos Aires unos 123 kilómetros al norte de Carmen de Patagones. Se detuvieron en una estación de servicio con el fin de pedir la ubicación de los cuarteles de la policía. Al comprobar el salpicadero, comprobaron dos eventos anómalos: el odómetro mostró que habían cubierto a 52 kilómetros de la ciudad de Viedma a Puerto Luro, cuando la distancia real entre ambos lugares es de 127 kilómetros. Por otra parte, habían llegado a Pedro Luro a las 05:10 horas, después de haber salido de los límites de la ciudad de Carmen de Patagones a las 02:50 aproximadamente.


Vicente Fuentes nos explica alguno casos de teletransporte.

Conducir a una velocidad media de 100 kilómetros por hora, no debería haber tenido más de 75 minutos para cubrir la distancia entre ambos puntos, pero de hecho había tomado 2 horas y 20 minutos. Hubo un tercer evento inexplicable: cuando decidido llenar el tanque de gas principal, se dieron cuenta de su tanque de reserva estaba completamente vacío, a pesar de haber sido llenado con 40 litros de combustible en la ciudad de Viedma. Estos eventos inexplicables añaden a la confusión de los testigos. A pesar de su creciente temor, decidieron contar su historia a la policía en Pedro Luro, de dirigirse a los respectivos cuarteles. Hablaron con el inspector Daniel Osimi, a quien le dijeron a los detalles del incidente que había experimentado, pidiendo custodia policial a la ciudad de Bahía Blanca. La prensa cubrió la historia, incluyendo revistas como Cuarta Dimensión, cuyo número 58 cuenta la historia, comparándolo con un evento de similares características en Brasil. [Los lectores de Inexplicata recordarán un artículo en el Rally de 1978 la participación de dos pilotos ecuatorianos que discutieron Acevedo y la propia experiencia de Moya.
http://inexplicata.blogspot.ca/



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ABDUCCIÓN PILOTOS CHILENOS EN PATAGONIA ARGENTINA EN RALLY  "VUELTA AMÉRICA DEL SUR" EN 1978 Parte 1 de 2





ABDUCCIÓN PILOTOS CHILENOS EN PATAGONIA ARGENTINA EN RALLY  "VUELTA AMÉRICA DEL SUR" EN 1978 Parte 2 de 2

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UN OVNI CONDUJO A UN MATRIMONIO DE ESPAÑA A CHILE EN DIEZ MINUTOS.

Del libro Angeles ayer, extraterrestres hoy, de la Asociación Adonai
Pag. 61

Viajaban en coche en dirección a Sevilla y muy poco después, se hallaban en la periferia de la capital chilena.

Tras el reciente desarrollo en Madrid de un Congreso Mundial de Ufología, en el cual participaron los más prestigiosos especialistas en la materia, desde hace una semana circula en esa ciudad una historia cuyos protagonistas, entre otros, están dos redactores de esta agencia. El objeto de esta información no es tanto el querer "sanear" la reputación de “Pyresa”, como en definitiva, la de aclarar los hechos y circunstanciar los ecos. Las opiniones al caso tienen hasta ahora tres variantes:

1.- Hace diez días, una pareja de esposos se puso de viaje en automóvil de Madrid a Sevilla. A mitad de camino e improvisadamente, la pareja descubrió (algunos metros más allá del carril, una gran esfera roja y amarillenta que emanaba una luz intensa). La parte sucesiva del relato de dicha pareja se identifica con otro escenario: Se encontraron dentro del automóvil en un espacio desconocido y después embocaron a una autopista. Pronto llegaron a un distribuidor de gasolina, en donde, para su sorpresa, les informaron que se encontraban a poca distancia de Santiago de Chile.


Todo ésto después de haber tenido problemas con el gasolinero que llenó el depósito del coche, el cual no aceptaba dinero español, sino ciertamente, pesos chilenos. Con gran maravilla, la pareja llegó a la capital chilena, donde en la sede de la Embajada Española, contaron los hechos. Desde el momento en que estos tuvieron inicio hasta la llegada a Chile, habían transcurrido diez minutos. En la Embajada procuraron a los desconocidos esposos un pasaje aéreo para Madrid; sucesivamente el automóvil fue embarcado sobre un barco en ruta hacia la Península Ibérica. Desde entonces la mujer coge el sueño con dificultad, en cuanto está obsesionada por el recuerdo de un hecho tan inexplicable.

 2.- Las circunstancias son idénticas a las referidas arriba y, según esta versión, varía solamente el protagonista. Se trata de un respetable docente de una Facultad de la Universidad Complutense de Madrid, el cual, por cuanto parece, habría contado a algunos colegas universitarios durante una comida, lo que le sucedió junto a su consorte.

Santiago de Chile
3.- El sábado pasado, un famoso profesional de la información, que desempeña el propio trabajo al servicio de un importante departamento gubernativo, telefoneó al redactor jefe de esta agencia: "Apenas he sabido la noticia, dijo, te ruego me digas quiénes son los dos redactores protagonistas de la historia". ¿Qué historia?, le preguntaron, y el distinguido colega respondió: “Ya sabes a lo que me refiero. Te hablo de los dos redactores de “Pyresa”, que iban hacia Sevilla y se encontraron en Santiago de Chile”. Nada más que añadir, sino que tal versión fue debidamente desmentida. Hasta aquí llegan las opiniones y aquí concluye lo que se cuenta... (La Nueva España del 8/5/79).

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OVNI TVN 1998 Encuentros en la carretera

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Del libro Casos OVNI 1977-2002 en España, de Javier Garcia Blanco




26 de junio de 1977, Los Garrigues (Lérida). Poco después de amanecer.
Pedro Mateo y su esposa circulaban por la autopista en dirección a Barcelona cuando observaron en la lejanía un extraño objeto que se fue aproximando rápidamente hasta su posición. Cuando estuvo casi encima de ellos pudieron comprobar que tenía un tamaño “aproximado como el de 8 coches juntos” y era de forma ovalada. Tras unos segundos, observaron como el objeto se alejaba de nuevo por la misma dirección. Más tarde los testigos comprobarían que habían “perdido” unas tres horas de tiempo, y que faltaban diversos objetos del interior del coche. (Fuente: Javier García Blanco)
Más datos en: GARCÍA BLANCO, Javier. “OVNIs en la carretera”. Revista ENIGMAS nº 30


Burguillos, Sevilla (España)
10 de noviembre de 1977, Ctra. de Guillena a Burguillos (Sevilla). 04:30 h.
Antonio Alfonso Casado conducía su camión, cuando a unos cuatro kilómetros de Guillena vio una luz muy potente que se le acercaba de frente. Al llegar a su altura giró y se situó detrás en una persecución que duró quince minutos hasta llegar a Burguillos. Al hacer un “stop” se situó encima del camión proyectando su gran luminosidad.
Como pudo observarlo desde tres posiciones: de costado, de frente y por su base, lo describió como un huevo aplanado dividido en dos partes: la superior era de un amarillo-naranja con tres concavidades, como si fuera una especie de claraboya y ventanas redondas; la interior era de un azul intenso, con tres puntos de luz. Tendría unos seis metros de longitud por tres de alto. Oyó un ruido metálico. Al continuar su marcha, después de la obligada parada, dejó de verlo. En el lugar del encuentro había líneas de alta tensión. La prensa publicó la noticia.
(Fuente: J. Ortiz).


Pantano de Entrepeñas, Guadalajara (España)
18 de diciembre de 1977, Entrepeñas-Peñalver (Guadalajara). 06:00 h. Aprox.
Miguel Herrero Sierra se dirigía en su furgoneta a Buendía, hasta que a cierta altura de la carretera, se le apagaron las luces y la radio del coche. Al bajar para localizar la avería escuchó una voz que le llamó. Vio una masa oscura y pensó que era un camión. Se acercó y vio a un hombre como un buzo con mono blanco el cual le pidió que le acompañara. Cuando se acercó comprobó que la masa negra era un objeto extraño con forma de sombrero. Herrero pudo entrar en la nave, estando tres horas en su interior.






5 de febrero de1978, Medinaceli (Soria)
A primeras horas de la mañana, Julio F. paseaba su perro cuando se percató de una ausencia de tiempo. Tras algunas sesiones con técnicas regresivas, Julio pudo describir que fue cegado por una luz e introducido posteriormente en una habitación. Describió a unos seres altos de tipo nórdico que parecían estar más interesados por su perro que por él mismo.
Más datos en: RIBERA, Antonio. “Secuestrados por Extraterrestres”. Ed. Planeta RIBERA, Antonio. “Un cazador estuvo tres horas dentro de un OVNI”. Expedientes Secretos nº 5 Revista Pronto nº 677, 19-4-1985 Gaceta Ilustrada




Pastrana
2 de agosto de 1978, Pastrana (Guadalajara). 22:45 h.
Juan José Sánchez Seco, jefe administrativo, Luis Cámara, capataz de una constructora, y Jesús Fraile, propietario de un bar, se dirigían hacia Hontoba (Guadalajara) en un vehículo ranchera en el que además, viajaban cinco niños. Vieron a su derecha un punto luminoso en el cielo de fuerte intensidad. Tras haber recorrido unos seis kilómetros, detuvieron el automóvil para contemplar la luz, que era como una “bola blanca”. El objeto comenzó un rápido descenso hacia un encinar próximo, lugar donde se mitigó su fulgor. Al reanudar el viaje, observaron como el ovni volvía a emerger situándose tras el coche y cambiando su tonalidad hacia un color rojo como la sangre. El suceso generó una situación de histeria que pasó tras ver desaparecer al objeto en una zona de curvas muy cerradas. (Hay foto con un dibujo de uno de los testigos)
Más datos en: “Enciclopedia de los encuentros cercanos con ovnis”, Ballester Olmos, Vicente Juan. Sección “50 años de ovnis en España”, Revista ENIGMAS nº 31


Tudela, Navarra (España)
15 de agosto de 1978, Carretera de Arguedas a Tudela (Navarra). 00:30 h.
Francisco Azagra se interesó por un caso que le relataron unos jóvenes familiares suyos. Ante la curiosidad, Francisco salió en coche con su sobrino y un primo de éste. Estos jóvenes tuvieron ya dos experiencias de avistamientos.
Por detrás del automóvil vieron un objeto luminoso circular de color rojo que flotaba sobre la carretera. El objeto estuvo persiguiendo al coche durante algunos kilómetros, hasta que Azagra se alejó del mismo y se acercó al objeto hasta unos 10 m. Realizó una fotografía pero al intentar una segunda no consiguió hacer funcionar el mecanismo de la cámara.
(HAY FOTOS del foo-fighter y del testigo)
Más datos en:
BENÍTEZ, Juan José, “El ovni de Belén”, Ed. Plaza & Janés. 1983. Pág. 146 y sig.
BENÍTEZ, Juan José, “La gran oleada”, Ed. Planeta.



OVNI
2 de diciembre de 1978, Chiva (Valencia). 19:30 h.
**Texto extraído del libro citado en la bibliografía:
Emilio Carrascosa Atienza, de 31 años, empleado de una fábrica de cementos, viajaba en su automóvil por la carretera local de Buñol a Godelleta con el propósito de comprobar la supuesta aparición de luces extrañas en dicha zona, cuando, al tomar la desviación hacia Chiva, a unos 2,5 Km. del cruce, observó una luz blanca resplandeciente que estaba situada en la falda de un cerro que hay a unos 300 m. a la izquierda de la carretera y paralelo a ella. La zona es de algarrobos y la partida se conoce por Cobatillas.
Al pasar por el punto de menor distancia al montículo, Carrascosa advirtió que la luz disminuía de intensidad. Cambió el sentido de su marcha y volvió a pasar frente a la luz, operación que repitió un par de veces. Apreció que, cada vez que se acercaba, la luz disminuía de intensidad. Entonces apagó sus faros y se acercó, permaneciendo la luz en su grado de mayor brillantez. Encendió de nuevo los faros, haciendo un par de veces el cambio de las luces de crece a las de carretera. Fue en ese instante cuando la luz se apagó casi totalmente y el testigo optó por alejarse, mientras que de nuevo comenzaba a aumentar el brillo de la extraña fuente de luz. Habían transcurrido de 10 a 15 minutos, y no se escuchó sonido alguno durante la observación.



En su regreso hacia Buñol, y apenas hubo dejado de observar la luz, la radio que llevaba conectada dio lugar a una interferencia en forma de voz. Era grave y penetrante, pausada y monótona, de naturaleza claramente “artificial”, como “metálica”, no asemejándose a ninguna lengua extranjera. Intentó cambiar de emisora, pero la voz persistía. Al cabo de unos dos minutos, ya bastante sobresaltado, apagó la radio. Prosiguió hasta el cruce, tomó la carretera a Buñol y, a unos 5 Km. del punto de su observación inicial, observó dos esferas de color rojo anaranjado situadas a unos 30º sobre el horizonte, en dirección Sur. Tenían el tamaño aparente de la Luna llena en el cenit, parecían estar unidas, tenían brillo propio y no centelleaban. Desaparecieron bruscamente del cielo sin que mediara movimiento alguno, como cuando se apaga una bombilla. Esta observación duró de 2 a 3 minutos. La noche era clara y había buena visibilidad.
Más datos en:
BALLESTER OLMOS, Vicente Juan y FERNÁNDEZ PERIS, Juan A. «Enciclopedia de los
encuentros cercanos con OVNIs». Ed. Plaza y Janés. Barcelona. 1987.
VV. AA. Enciclopedia OVNI.



La Uña (León)
31 de diciembre de 1978, La Uña, Maraña (León). 20:30 h.
Un empleado de banca junto a su esposa, mientras viajaban en coche, vieron una potente luz blanca en la lejanía. Después de continuar un poco más vieron que la luz descendía y se acercaba al coche. El objeto tenía forma ovoidal y era totalmente oscuro. En la parte inferior tenía dos focos como los de los coches. El OVNI persigue durante un rato al coche.




Fuente de la foto: http://www.laverdad.es/murcia/v/20111106/murcia/extraterrestres-eligieron-murcia-20111106.html)

Julio de 1979, Sangonera la Verde (Murcia)
Cuatro muchachos que iban en dos motocicletas, observaron una luz sobre un monte a 3 km. Su tamaño y potencia eran mayores que una linterna y efectuaba movimientos circulares. Una hora después vieron un ser de 2 a 2,5 m. de altura, de aspecto humano, a unos 7 m. de ellos. Vestía una especie de "chaqueta" de color blanco, con dos "bolsillos" a cada lado del pecho y una cremallera en el centro. Llevaba "pantalones" oscuros. Tenía la cabeza cubierta por un casco. Los muchachos huyeron aterrorizados.
HAY FOTO DE LA HUELLA DEJADA POR EL HUMANOIDE
Más datos en:
BALLESTER OLMOS, Vicente Juan. “Enciclopedia de los encuentros cercanos”. Ed. Plaza & Janés
BENÍTEZ, Juan José. Mis OVNIs favoritos. Ed. Planeta. Barcelona 2001.
MARHUENDA, Luis Jiménez. “Gigantesco humanoide en Sangonera (Murcia)”. Contactos extraterrestres nº 7
JIMÉNEZ ELIZARI, Iker y FERNÁNDEZ BUENO, Lorenzo. “50 años de OVNIs en España”.
Capítulo 20. Revista ENIGMAS nº 32





11 de diciembre de 1979, Cehegin (Murcia)
José Ponce junto a su mujer e hijos, vieron un objeto que volaba a baja altura, mientras viajaban en su coche. El objeto, que emitía luces azules y verdes, persiguió al coche durante varios kilómetros. El objeto se detenía cuando lo hacía el coche y respondía a las señales de los faros. Cuando llegaron al pueblo el objeto fue visto por varios habitantes, y poco después desapareció bruscamente.



Navalmoral de la Mata, Caceres, año 1963
17 de diciembre de 1979, Navalmoral de la Mata, Cáceres. 06:30 horas
Juan Díaz Robledo se encontraba en su coche cuando observó un círculo con luces blancas que cambiaban de posición. Luego vio a un objeto que lo seguía moviéndose de un lado a otro sin hacer ruido hasta colocarse a dos metros frente al coche. Díaz se bajó del coche y sin saber cómo se encontró nuevamente en la población que había dejado atrás.
Más datos en:
Boletín Espacio Compartido nº 1, pág. 22


Sevilla, España
11 de agosto de 1980, Ctra. de Antilla a Sevilla (Sevilla). 03:00h.
Un médico fue perseguido por un OVNI durante el trayecto de la Antilla a Sevilla. El extraño objeto le siguió hasta su casa y permaneció allí más de una hora, siendo observado también por su padre y un vecino. El objeto persiguió a José Luis Torrella López, apareciendo y desapareciendo en el transcurso del camino.
-Mira, yo salí de La Antilla a las tres menos cuarto de la madrugada del domingo al lunes pasado, igual que hago normalmente todos los fines de semana. Entonces, una vez pasado Niebla, camino de Villarrasa, vi una luz muy pequeña, distinta a las estrellas, que se movía, zigzagueando, estando a una altura de trescientos metros, no tardando mucho en desaparecer. Pasé La Palma del Condado y, antes de llegar a Manzanilla, de nuevo la volví a ver, mucho más grande, hasta que la perdí de vista.
-¿Qué es lo que pensaste en un principio?
-En los primeros momentos pensé que podía ser una estrella fugaz, pero enseguida deseché la idea, ya que estaba demasiado baja para ser una estrella y, además, éstas no pueden hacer los movimientos que este objeto realizaba.
-¿Cuándo volvió a surgir?
-A las cuatro y media, cuando me incorporé a la autovía ya que iba por la carretera vieja; la vi con mucha mayor claridad a la derecha del coche.
-¿Cómo volvió a surgir?
-A las cuatro y media, cuando me incorporé a la autovía, ya que iba por la carretera vieja; la vi con mucha mayor claridad a la derecha del coche.
-¿Cómo era ese objeto volante no identificado?
-Tenía tres aristas y una luz central que era amarilla intensa, siguiendo a mi lado hasta el cruce de Umbrete. Desde ese momento empecé a ponerme nervioso y lo que hice fue apretar el acelerador y correr a toda velocidad. Cuando llegué al cementerio de Castilleja se trasladó a mayor distancia y hacía movimientos de derecha a izquierda y sobre su propio eje.
-Una vez que llegaste a Sevilla, ¿qué sucedió?
-Al entrar en la ciudad, por el camino de Tablada, la perdí de vista, pero cuando llegué a la calle Genaro Parladé, que es donde vivo, se me apareció frente por frente. Aparqué el coche en el portal y el ovni estaba prácticamente encima del automóvil, con una luz tenue, cerca de un descampado, antiguo almacén de maderas.



-¿Subiste a tu casa?
-Subí las escaleras corriendo, muerto de miedo y con la cara pálida, según me dijo mi padre, que se asustó al verme, creyendo que me había pasado algo. Se lo expliqué y salió conmigo a la calle en paños menores, al igual que un vecino, que también bajó con nosotros.
-¿Seguía el OVNI allí o había desaparecido?
-Estaba allí, pero mucho más alto de cuando yo lo dejé. Dio la casualidad que pasó un avión comercial, calculando, por la altura que normalmente suelen llevar éstos, que el objeto estaría a unos cuatro mil metros. Me había bajado la máquina de foto y saqué unas cuantas fotografías, que no sé si saldrán. Desde las cinco hasta las seis se quedó fijo y, a medida que fue amaneciendo, se fue elevando, siendo ya muy difícil de identificar. A la noche siguiente estuve estudiando gran parte de la madrugada y me asomaba de vez en cuando, pero no había nada.
-¿Esa luz amarilla intensa que el objeto emitía, deslumbraba al mirarla?
-Producía cierta hipnosis cuando te quedabas mirando fijamente. Verla daba una sensación placentera.
-¿No llamaste a la Policía?
-No lo pensé. Hay tantas personas, según oyes en los programas y ves en televisión que ven estos objetos que creí que no les interesaría.
-¿Creías en la existencia de los OVNIs?
-Racionalmente sabía que era factible que los hubiera, pero siempre lo veía como experiencia de otras personas.
-¿Y ahora?
-Ya veo que existen estas cosas, que están ahí y que habrá que estudiar y analizar. Me parece absurdo que los Gobiernos lo sigan ocultando.
Más datos en:
“OVNIs en Andalucía nº 110, 111, 112”, ABC Andalucía.
ABC Andalucía, 13 de agosto de 1980.



OVNI - UFO
12 de agosto de 1980, Valdemoro (Madrid). 00:15 h.
María Melita D'Costa Furtado, viajaba junto a su novio en coche en dirección a Aranjuez, cuando vieron en el cielo y a gran altura, una luz amarilla.
Un poco más adelante la luz comenzó a descender hasta situarse frente a ellos en medio del asfalto, a pocos centímetros del suelo. El coche y los faros se apagaron. El OVNI fue definido como dos platos unidos con una cúpula en la parte superior. La observación duró unos 20 minutos.
(Fuente: CEI)
Más datos en:
BALLESTER OLMOS, Vicente Juan y FERNÁNDEZ PERIS, Juan A. «Enciclopedia de los encuentros cercanos con OVNIs». Ed. Plaza y Janés. Barcelona. 1987.


Flotilla de OVNIs sobre Austria
9 de diciembre de 1980, Trujillo (Cáceres).
Un empleado de telefónica, Vicente Merino, se vio obligado a parar su automóvil mientras viajaba con su familia, al ser sorprendido por unas 15 luces anaranjadas que se encontraban en perfecta formación. Luego desapareció bruscamente dejando un rastro del mismo color.



Algeciras (Cadiz) y el Peñón de Gibraltar al fondo
12 de marzo de 1981, Ventorillo de La Leche, Algeciras (Cádiz). Sobre las 11:00 h.
Un hombre de 42 años, Juan González Santos, circulaba con su vehículo por la carretera N-340 cuando a un lado de la carretera pudo ver un OVNI en forma de plato invertido de unos 12 metros de diámetro con tres ventanas en su parte delantera. El objeto, según el testigo, tenía tres patas telescópicas y una escalerilla en su parte central. El testigo intentó en varias ocasiones acercarse al objeto, pero éste le rechazaba lanzándole haces luminosos que le producían confusión y dolor de cabeza. En el costado izquierdo del fuselaje, el testigo observó “un escudo o emblema de color rojo fuerte y brillante, aunque no logro acordarme qué podía representar”.
A través de las ventanillas el testigo se percató de la presencia de varios seres en el interior de la nave. “Sólo podía verles del pecho para arriba, ya que las ventanillas tapaban el resto del cuerpo (…) Sobre la cabeza llevaban un casco ajustado, parecido al que usan los submarinistas, y lo más curioso de todo era que por la parte de la cara tenían algo similar a un cristal transparente, pero amoldado al rostro y destacando sus rasgos”. Tras unos 15 ó 20 minutos de observación el objeto comenzó a echar una especie de humo azulado y partió rápidamente en completo silencio.
Más datos en:
BENÍTEZ, Juan José. “La punta del Iceberg”. Ed. Planeta.
CARAVACA, José A. “Humanoides en el estrecho”. Revista ENIGMAS nº
JIMÉNEZ ELIZARI, Iker y FERNÁNDEZ BUENO, Lorenzo. “50 años de OVNIs en España”.
Capítulo 23. Revista ENIGMAS nº 35

Seat 1500
Finales de mayo de 1981, El Cobre, Algeciras (Cádiz).
Manuel Rodríguez, tras escuchar distintas informaciones acerca de los numerosos avistamientos que se estaban produciendo en los montes del Cobre, se acercó a la zona junto a su esposa y sus hijos. Al enfilar con su SEAT 1500 una de las cuestas que dan acceso al pantano, el vehículo se detuvo sin motivo y las luces se apagaron. La familia optó por seguir a pie.
“Cuando aún no habíamos terminado de subir la cuesta –comentó Manuel-, apareció a nuestra izquierda, en mitad del camino, una “persona” de características bien extrañas. Iba todo de negro y efectuaba movimientos muy lentos. Nos atajó en mitad del camino y nos dijo:
“¿Dónde van ustedes…?”
Nos quedamos petrificados y únicamente se me ocurrió decirle:
“Vamos hacía allí”, señalando la ladera. El extraño individuo, que mediría más de dos metros y medio de altura, no contestó y se quedó quieto como un poste. Sus palabras sonaron a un español no muy claro, pero en la mente de todos nosotros sonaban absolutamente claras”.
Al dejar atrás tan misterioso personaje volvieron la cabeza pero había desaparecido. Momentos más tarde, de camino al coche, observaron a lo lejos una luz que descendía lentamente y se posaba en el suelo. El supuesto OVNI era una bola luminosa de colores muy fuertes. Entre éstos destacaba el blanco, el azul eléctrico y el naranja. Al poco de posarse se apagó.
De nuevo la intrépida familia se llevó un buen susto: “Nuestro coche se movía sólo –comentó al investigador Andrés Gómez Serrano-; y eso que lo habíamos dejado con una marcha metida y el freno de mano echado. Es desplazaba cuesta arriba hacia nosotros, era increíble”. Cuando se detuvo, ellos se acercaron y, tras comprobar que no había nadie en el interior, decidieron dar por concluida su aventura y enfilaron el camino de regreso a casa.
Más datos en:
CARAVACA, José A. “Humanoides en el estrecho”. Revista ENIGMAS nº


Carretera a Betanzos,  A Coruña, España.
Marzo de 1982, Curtis (La Coruña). Durante la noche.
Una noche de domingo del mes de marzo, el representante comercial José Luis Cadahía, junto con su mujer y sus dos hijos volvía por la carretera de Betanzos a casa, cuando a la altura de Curtis, pudieron observar un objeto blanco de apariencia esférica, que colocándose a su derecha, pero a gran distancia, pareció “seguirlos” durante casi media hora.
De pronto, el objeto descendió rápidamente hasta perderse tras un montículo. Nada más desaparecer, una gran luminosidad iluminó aquella zona. Uno de los testigos confesó que aunque en ningún momento a lo largo del avistamiento sintieron temor, no se sintieron tampoco con el valor suficiente para rodear el montículo y averiguar qué era aquello.
Más datos en:
CARBALLAL, Manuel. “Actualidad OVNI en Galicia”. Karma 7 nº 165


Vejer de la Frontera (Cadiz)
1 de julio de 1982, Nájaras, Vejer de la Frontera (Cádiz)
Un ganadero circulaba en su motocicleta cuando ésta se le paró inexplicablemente. El testigo se dirigió a pie hacia lo que tomó por un camión cisterna aparcado a unos 100 m. de distancia. Al llegar a 30 m. vio en medio de la carretera a dos seres de gran estatura que vestían trajes de aspecto metalizado y portaban grandes escafandras. Los seres se encaminaron hacia el objeto "caminando como los astronautas en la Luna", y éste se elevó en silencio.









(Fuente de las fotografías y mas información sobre el encuentro de el rejoneador Rafael Peralta en: http://enigmasdehuelva.blogspot.com.es/2009/03/el-encuentro-de-rafael-peralta-y-otros.html )

25 de julio de 1982, Punta Umbría (Huelva)
El famoso rejoneador Rafael Peralta, cuando viajaba en su vehículo hacia Punta Umbría, pudo visualizar en la placa de El Cruce, un objeto plateado cuadrado que emanaba una fuerte luminosidad. Su sorpresa aumentó cuando, tras bajarse del coche, vio que junto al OVNI aterrizado se encontraba un ser con aspecto de robot, de unos 2,5 m. de alto y que pronunciaba unos sonidos ininteligibles.
Más datos en:
BENÍTEZ, Juan José. “La quinta columna”. Ed. Planeta


Campo de Pruebas de San Gregorio (Zaragoza)
1985, Campo de Pruebas de San Gregorio (Zaragoza).
Un OVNI se situó sobre un convoy militar. Los soldados abrieron fuego contra el objeto, que parecía “absorber” las balas.
(Fuente: Bruno Cardeñosa)
***INFORME MOA***




10 de mayo de 1985, Cañada El Peral, Algeciras (Cádiz). 10:00 horas
Dos funcionarios públicos, cuando regresaban de la capital y llegando a la altura del llamado Puerto del Cabrito, observaron un artefacto muy extraño que les hizo detener el coche. Era de forma cilíndrica de grandes proporciones y de color oscuro.





30 de septiembre de 1989, La Almoda, Sierra de Alcubierre (Huesca). 00:00 h.
Dos personas que viajaban en coche observaron una “estrella” que cambiaba de color y que parecía rotar sobre sí misma. Después aparecieron otras cuatro, y formaron un pentágono. Las “estrellas” desaparecieron y los testigos comprobaron que habían perdido varias horas. Después uno de ellos relataría un supuesto episodio de abducción.
Más datos en:
CARDEÑOSA, Bruno. “Infiltrados”. AÑO/CERO nº 76
CARDEÑOSA, Bruno. “Los archivos secretos del Ejército del Aire”. Ed. Bell Book. 1998. Pág. 22
y sig.



11 de Febrero de 1994, Benabarre–Barbastro (Huesca). 01:20 h.
Fernando Visa se dirigía a la 1:20 de la madrugada desde Benabarre hasta su lugar de trabajo en Barbastro. Cuando se encontraba a la altura de Enate, “tras salir de una zona de túneles, vi suspendida en el cielo, como si estuviera colgada de un hilo, una esfera negra, enorme, como la Luna llena”. Instantes después, dos aviones, presumiblemente F-18, aparecen en escena dando la impresión de maniobrar para acercarse al OVNI, que se “desmaterializó” del lugar.
Más datos en:
CARDEÑOSA, Bruno. “El retorno de los OVNIs”, Revista AÑO CERO nº 65

OVNI triangular
25 de enero de 1996, As Pontes (Lugo).
Bartolomé Vázquez filma desde As Pontes un ovni triangular que describe como “una plancha de vapor vista desde abajo”. Este vecino de As Pontes inmortalizó con su cámara un objeto triangular seguido, aparentemente, por dos cazas del Ejército del Aire. Posteriormente volvió a observar extraños objetos en el cielo gallego.
En una de esas ocasiones, el ovni se colocó sobre su coche, en el que viajaba en compañía de su esposa e hijos, dañando parte de la pintura del techo. Su propia hermana protagonizó un encuentro similar por las mismas fechas, pero en este caso “el motor del coche se detuvo cuando el ovni lo sobrevolaba, abriéndose de pronto todas las puertas...” (Fuente: Manuel Carballal)


29 de enero de 1996, Villalba (Lugo)
En la madrugada del 29 de Enero, dos muchachas de Villalba conducían por la carretera de Meira de regreso a casa. Fe y Julia observaron un extraño resplandor anaranjado que surgía de un bosque cercano. De pronto, se encontraron con un objeto semiesférico que, muy lentamente iba ascendiendo por detrás de los árboles. El ovni, de entre 6 y 10 metros de diámetro, estaba lo suficientemente cerca como para que pudiesen distinguir con claridad una especie de “puerta metálica” en el “fuselaje” del objeto.
Fue tal el nerviosismo que les inspiró aquella insólita visión, que les costó trabajo seguir conduciendo sin que el coche se calase en repetidas ocasiones. Al cuestionarlas sobre cómo había desaparecido el objeto, una respondió: “como si lo tragara la tierra”; mientras que la otra dijo “eu penso que o tragou a terra”.
(Fuente: Manuel Carballal)


26 de febrero de 1996,  Durante la noche
Andrés Landeira conducía de vuelta a casa como de costumbre, pero ésa no iba a ser una noche normal. Tras jugar la partida y tomar unos cafés con los amigos en el bar Ramiro de Guitiriz, se puso en ruta. Pero algo extraño ocurría, porque su Renault 18 parecía no tener fuerza para superar la cuesta que precede al puente sobre la autovía en la pequeña localidad de Firbra. Andrés redujo a segunda, pero el vehículo no avanzaba.
De pronto, escuchó un súbito acelerón e inmediatamente perdió de vista el puente. Inquieto y desconcertado, apagó el motor, pero continuó escuchando un extraño rumor, “como cuando hay un viento fuerte”. El morro de su auto se elevaba y este albañil lucense sintió que el coche comenzaba a oscilar levemente, “como si flotara”. Abrió la ventanilla y al asomarse al exterior su temor se convirtió en terror.
El coche se encontraba suspendido en el aire a más de diez metros del suelo.
“Me agarré al volante con todas mis fuerzas, hice fuerza con los pies y pegué la espalda al asiento. Y pensé que me iba a morir, que me iban a llevar a sabe Dios dónde. ¡Carallo!, pase mucho miedo...”.
Posteriormente comprobó que el reloj del coche se había parado a las 02:10 horas. Más tarde se comprobó que un empleado de Telefónica observó extraños resplandores y fenómenos luminosos en el cielo, muy cerca del lugar donde Andrés vivió su aterradora experiencia.
(Fuente: Manuel Carballal)
HAY INFORME DE LA GUARDIA CIVIL
Más datos en:
CARBALLAL, Manuel. “España 1996: Invasión OVNI”. Revista AÑO/CERO nº 69
CARBALLAL, Manuel. “Preocupación oficial”. Revista AÑO/CERO nº 70



9 de marzo de 1996, Puebla de San Juan a Nadela (Lugo). 22:00 horas
La familia Méndez circulaba con su moderno BMW por la carretera. De pronto, padres e hijo observaron en el cielo un OVNI muy luminoso, similar a los que habían filmado con su cámara de vídeo un mes antes. En ese instante el coche comenzó a mostrar un comportamiento extraño. Se detuvieron en la calzada y se apearon para contemplar mejor el extraño objeto. Fue entonces cuando las luces del coche comenzaron a encenderse y apagarse solas aún cuando habían apagado el motor y retirado las llaves del contacto.
Más datos en:
CARBALLAL, Manuel. “Preocupación oficial”, Revista AÑO/CERO nº 70




23 de abril de 1996, Huelva.
Bernardo Lafuente López es uno de los periodistas onubenses más conocidos. Ha trabajado en prensa y en radio durante muchos años. Hoy ejerce sus labores periodísticas en el canal de TV local "Teleonuba", presentando los informativos. Jamás pudo imaginar que un día protagonizaría un insólito encuentro OVNI. Contaba por aquel entonces 29 años. Regresaba en coche a la localidad costera de Mazagón, para dejar a su novia en casa.
A eso de las 11,50 horas, casi a la altura del cruce de Palos de la Frontera y Mazagón, divisaron a su izquierda y a una distancia de unos 100 metros, "un objeto del tamaño de un autobús con luces rojas y blancas, a sólo 30 ó 40 metros del suelo". El objeto, de forma troncocónica, era seguido por una sucesión de tres o cuatro luces rojas que se desplazaban a poca velocidad. "De improviso, se quedaron paradas en el otro lado de la carretera, iluminando todo el entorno". Finalmente, el objeto principal y el carrusel de "luces" se dirigieron hacia el mar recorriendo, a una velocidad increíble, una trayectoria oblicua ascendente hasta desaparecer de la vista de los desconcertados testigos.
(Fuente: Moisés Garrido)
Más datos en:
Expedientes Secretos nº 7



Septiembre de 1996. Autopista Santiago – Pontevedra.
Los ufólogos gallegos José María Lesta y Alejandro Navarro circulaban por la autopista Santiago – Pontevedra, cuando, en el tramo La Coruña – Santiago, observaron un potente foco luminoso: “Se movía en zig-zag, sobre los árboles. Pero lo más sorprendente es que surgió un helicóptero que parecía perseguirlo”. (Fuente: Manuel Carballal)

Noia (A Coruña), en la desembocadura del rió Tambre
13 de enero de 1997, Noia (La Coruña). 05:45 horas
Miguel Bretal, acompañado de varias alumnas, conducía un coche de una autoescuela. Se dirigían a Santiago de Compostela con el fin de realizar prácticas allí. A las 5:45 de la mañana vieron como un extraño objeto se estrellaba en la ría. “Desprendía un gran resplandor, pasó a 50 m. de nosotros y llevaba una cola azul enorme”. El testigo dice que cuando el objeto impactó contra la ría “se expandió una enorme llamarada rojiza, pero no oímos ningún ruido. Me recordó a uno de esos misiles de la Guerra del Golfo”.
Más datos en:
LESTA, José y PEDRERO, Miguel. “¿Recuperó el Ejército Español un platillo volante en los
años 60?”. Revista AÑO/CERO nº 108


Autopista de circunvalación M-40 (Madrid, España)
23 de febrero de 1997, M-40 (Madrid)
El 23 de febrero un OVNI perturbó la tranquilidad de Dionisio M. cuando circulaba con su taxi por la madrileña M-40. Según los datos facilitados por Juan Antonio Cebrián, director del programa Turno de Noche de Onda Cero, los sucesos dieron comienzo a las 06:15 horas, cuando Dionisio se incorporó a la carretera de Andalucía, para desviarse posteriormente por la M-40 en dirección a Móstoles. Segundos más tarde, observó a la derecha una potente luz que evolucionaba a gran velocidad. Después, el enigmático artefacto pasaba por encima del vehículo del sorprendido taxista. “Era un grandísimo aparato ovalado de color de aluminio o de algún material que resaltaba en el cielo (...).
En la parte central tenía dos esferas brillantes y claras que no deslumbraban, y se debía encontrar a unos 300 metros de altura”.
(Fuente: Turno de noche, Onda Cero)
Más datos en:
ENIGMAS nº 17


Muelle de Embarque de Minerales de Rio Tinto Company Limited, en Huelva (España)
30 de marzo de 1997, Límite entre Sevilla y Huelva. 23:00 h. aprox.
Manuel Jesús Ríos Chaparro, ingeniero técnico de minas de 30 años, no le interesaba el tema OVNI lo más mínimo. Creía que todos esos casos eran invenciones o alucinaciones. De hecho, si salía alguien en televisión diciendo que había visto un "objeto no identificado", optaba por cambiar de canal. Pero quién cambió fue él tras protagonizar una alucinante experiencia el día de autos.
"Yo regresaba de las minas de Aznalcóllar tras acabar un relevo de tarde... -comienza a narrarnos el testigo- Sobre las once de la noche, y cuando circulaba a la altura del kilómetro 30 de la autopista A-49, llegando al límite entre la provincia de Sevilla y Huelva, me llamó la atención una luz muy rara, amarillenta y de forma circular".
Primero pensó que podía tratarse de un avión, pero tras detener su vehículo a un lado de la carretera y observar con precisión el "objeto", conforme se acercaba a su altura, se sorprendió enormemente al descubrir que realmente era un enorme artefacto metálico de forma triangular. "Se desplazaba mucho más lento que cualquier avión, a una velocidad de unos 30 ó 40 Km. por hora", aclara el ingeniero. Su diámetro aproximado era de unos 60 metros y volaba a una altura de 80 metros del suelo. En su vértice principal, la "nave" portaba un foco de color amarillo bajo el cual se situaba otro rojizo. En los extremos laterales tenía otras dos luces que emitían destellos blanco-azulados. La observación duró dos minutos, tiempo suficiente para que tanto nuestro protagonista como otros conductores pudieran visionar perfectamente la enigmática estructura triangular de origen desconocido. (Fuente: Moisés Garrido)
Más datos en:
ENIGMAS nº 27


Atardecer en Sevilla (España)
22 de abril de 1999, Ctra. N-433 (Huelva-Sevilla)
En la noche del 22 de abril de 1999 (Jueves), Antonio Garrido, comercial de una conocida marca de refrescos, que regresaba a Sevilla procedente de Huelva por la N-433, pudo observar como en el horizonte sevillano una luz acompañaba el trayecto de su automóvil. Al poco tiempo la luz se hizo más pequeña y se fragmentó en tres nuevas luces que alternaban su color del rojizo al verde, aquellas tres luces "parecían querer decirme algo" y tras alternar de forma vertiginosa su coloración al azul – luminoso "aquella cosa, OVNI o lo que fuera desapareció en una especie de Z en la oscuridad, fue asombroso..." Tan asombrado se quedó el testigo que tuvo que detener su vehículo en la cuneta de la carretera y tomar aire tras lo visto... (Fuente: J. M. García Bautista)


Nerva (Huelva, España)
15 de mayo de 1999, Ctra. N-421 (Sevilla). 21:15 h.
En las proximidades de "El Triángulo Magnético" se produjo un nuevo encuentro con un OVNI. María del Pilar Vargas, que circulaba procedente de Nerva hacía Sevilla por la N-421, sobre las 21:15 h., pudo observar una extraña luz en el cielo que se fue acercando paulatinamente a su vehículo hasta quedar a "aproximadamente 500 ó 600 metros y volar en paralelo y a la misma velocidad de mi coche, mientras variaba su color del blanco al anaranjado de forma que aquella luz cambiaba su tonalidad por completo. Me seguía y me puso muy nerviosa, cuando ya estaba a punto de detener mi coche y que fuera lo que Dios quiera ‘aquello’ se puso de color azulado y desapareció como cuando se apaga una luz..."
Además, su coche no funcionaba adecuadamente, presentó durante esta persecución un bajo rendimiento anormal que aún encrespó más los nervios de esta sufrida perseguida. (Fuente: J. M. García Bautista)

El Castillo de las Guardas, Sevilla (España)
16 de octubre de 1999, Castillo de las Guardas (Sevilla).
El testigo, el Sr. Joaquín Noriega Sánchez relata así su experiencia: "Circulando por la carretera C-421 hacía El Castillo de las Guardas pude ver como frente a mi automóvil había una gran luz de color anaranjado. Estaba a unos 50 metros del suelo, no había demasiada altura y a una distancia de unos 200 metros ya que estaba casi sobre la curva de entrada al acceso del pueblo.
La luz estaba allí suspendida. Pensé en un primer momento en la posibilidad de una gran grúa con un faro arriba o quizás de un helicóptero filmando cualquier cosa. Pero aún había luz como para poder ver que aquella luz no estaba sostenida por nada y que si fuera un helicóptero estaba demasiado quieto. Conforme me iba aproximando la luz iba cambiando su coloración hacia el rojizo, cuando estaba situado casi debajo del objeto noté como mi coche perdía un poco el control. Se me iba la dirección y no lograba dominar del todo el volante. Me puse muy nervioso y aceleré a tope el coche, fíjate el peligro que tiene lo que hice... Cuando salí de debajo de la luz el coche se disparó hacía adelante, había estado como frenado debajo de esa luz, cuando logré aminorar la velocidad del coche y miré por el retrovisor pude ver a esa luz parpadeando entre el celeste y el rojo para desaparecer en un suspiro dejando una estela en mi retina. Cuando llegué al pueblo no pude más que pisar el suelo y darle gracias a Dios por qué no me había sucedido nada... La visibilidad era buena". (Fuente: J. M. García Bautista)


Mina de Aznalcóllar, Sevilla.
22 de octubre de 1999, Aznalcóllar (Sevilla). 00:15 h.
Juan González y Pablo Arroyo nos relataron así su experiencia: "Íbamos por la loma desde donde se divisa parte de las instalaciones de la mina cuando justo a nuestra izquierda surgió de repente una bola roja de unos 3 metros de diámetro, comenzó a realizar "eses", era como una bengala o un cohete cuando se lanza pero esta parecía tener vida propia... Como te he dicho surgió de dentro de las instalaciones y corrió paralela al coche durante unos segundos, luego comenzó a realizar esas "eses" y cambió de color, del rojo al naranja, entonces giró y se dirigió contra el coche, cuando parecía que nos la íbamos a pegar, la bola cambió de dirección y volvió a entrar en la mina para perderse de nuestra vista". (Fuente: J. M. García Bautista)


Salinera  Sociedad Anónima Compañía Arrendataria de las Salinas de Torrevieja, Alicante (España) años 1897 y 1922
31 de diciembre de 1999. 00:00 h.
“Mi amigo Rafael García Bernal, industrial de 39 años, y un chofer, viajaban con un camión que transportaba sal marina desde Alicante a Cuenca. Poco antes de medianoche, y puesto que era la Nochevieja, (año 1999) se pararon a tomar las tradicionales doce uvas. Lo hicieron en la cuneta de la carretera, a pocos metros de una empalizada de alambre que protegía una zona de pastos para ganado lanar. En aquel momento y según me relataron ambos, a 1'5 m. de la puerta derecha, salió disparado en vertical un objeto cilíndrico terminado en punta.

Rafael intentó bajar y abrir dicha puerta, en cuyo instante salió disparado desde el suelo un segundo objeto idéntico al primero. Tenían unos 2 m. de altura por unos 30 ó 40 cm. de diámetro, no poseían luz propia y reflejaban la de los faros del camión con un color rojo oscuro fosforescente. Se pudo escuchar un sonido parecido al de una segadora de césped. Tal era la velocidad de los objetos, que los testigos no fueron capaces de seguir sus trayectorias. La noche recuerdan estaba despejada y había una débil luz lunar. Esto fue lo que Rafael me contó, y que sólo hace unos días me autorizó a relatarlo a todos los que os interese el tema ovni.”
Extraído de la Web de J.J. Benítez
***ESTE CASO PARECE CALCADO A OTRO REPRODUCIDO EN ABC
ANDALUCIA DEL 31 de diciembre de 1958 en SEVILLA***

El ufologo e investigador Joaquín Mateos Nogales
FUENTE DE LA FOTO: http://blogs.elcorreoweb.es/elcorreodelmisterio/2010/09/26/el-ovni-de-donana/

939)26 de julio de 2001, Gerena (Sevilla). 21:50 h.
En la carretera que conduce a la localidad de Gerena, residencia del famoso ufólogo e investigador D. Joaquín Mateos Nogales, dos testigos (que no autorizan su identificación) observan en la carretera un ser “resplandeciente”. A medida que se van acercando al ser (ya había sido divisado a cierta distancia) contemplan como se trata de un ser luminoso en un lado de la carretera; el ser se movía torpemente y con intenciones de entrar en los dorados campos de Gerena con desconocidas intenciones. Los testigos, asustados por lo visto aceleraron y dejaron atrás a tan extraña “criatura”. El ser tenía unas dimensiones de unos 2 ó 2,15 m. de altura, complexión aparente fuerte y era muy robusto. La luz emitida era azulada-blanquecina.
(Fuente: J. M. García Bautista y Rafael Cabello)



2 de agosto de 2001, Ctra. N-630 (Mérida-Sevilla). 01:30 h.
Sobre las 01:30 h. se divisa una extraña y estática luz en el cielo de color rosado, inmóvil a una altura de unos 400 metros. A unos 35 Km. de Sevilla (cerca de El Ronquillo, pueblo sevillano célebre por su ufológico pantano) fue divisada esta extraña luz por el testigo, que tras observarla se vio perseguido por la misma durante 12 Km. a lo largo de la misma carretera. Una vez divisada la misteriosa luz y transcurridos unos minutos desde su observación, el testigo comprobó como en diagonal al auto se situaba una luz que descendía diagonalmente hasta colocarse a la altura del mismo. En ese momento comienza una frenética huida que se prolongó durante 12 Km. por esta carretera.
(Fuente: J. M. García Bautista y Rafael Cabello)

Carretera Palma del Río – La Campana (Sevilla)
8 de septiembre de 2001, Ctra. Palma del Río – La Campana (Sevilla). 23:30 h.
Sierra Norte de Sevilla. Carretera de Palma del Río–La Campana. Es divisado un ser luminoso en medio de un campo. De aspecto corpulento, unos 3 metros y medio de altura y notable agilidad, el extraño ser avanzaba alejándose de la carretera sorteando entre saltos el vallado de espino que delimita las cercas de las fincas colindantes a la carretera. El ser saltó una de la vallas, atravesó la carretera delante del vehículo de nuestros testigos –A. R. G., M. T. L. y J. S.
D.- a riesgo de accidente, ya que les separó unos 2 metros entre el auto y el ser, para seguir hacía el otro lado de la carretera y saltar nuevamente la valla para seguir alejándose de la misma. Nuestros testigos detuvieron la marcha del coche, pero temerosos de que éste pudiera regresar para atacarlos –una suposición de los testigos- decidieron seguir la marcha a la mayor velocidad permitida.
(Fuente: J. M. García Bautista y Rafael Cabello)


10 de octubre de 2001, La Algaba (¿Sevilla?). 16:15 h.
Divisado un extraño ser junto a la carretera por nuestros dos testigos – Sonia Ortiz y María Ortiz-, eran las 16:15 h. En la noche se vieron extrañas luces esféricas de tamaño variable, las observaciones se iniciaron a las 21:40 h.
El extraño personaje parecía vestir un traje “como envuelto en papel de aluminio” y se movía torpemente, de una altura de 3 metros y de robustez evidente y proporcionada. La observación no duró más allá de los 20 segundos. Por la noche en la misma zona se pudieron ver luces que subían un bajaban cerca de la campiña algabeña sin rumbo y estáticas a excepción de ese movimiento de subida y bajada. Las luces eran de unos tonos verdoso anaranjado (alternos) muy intensos.
(Fuente: J. M. García Bautista y Rafael Cabello)

(OVNI grabado en Irlanda)
8 de enero de 2002, Sevilla. 15:15 h.
El martes, día 8 a las 15:15 horas del mediodía, tuvo lugar el avistamiento de un OVNI por parte de numerosos conductores que en ese momento circulaban por la vía S-30 de Sevilla a la altura de Montequinto.
El OVNI era cilíndrico, con dos luces blanquecinas en proa y popa, el objeto era de aspecto metálico y carecía de alas; solamente eran discernibles una protuberancia en el morro a modo de concorde y en la popa dos protuberancias similares a la anterior pero en su parte superior e inferior.
Se movía a velovidad constante con dirección Sevilla centro, y aunque el día estuvo encapotado todo el tiempo, su altura era tan baja que pudo apreciarse perfectamente. Su tamaño podría ser como el de un helicóptero militar de doble hélice. Aunque la proporción del mismo es relativa ya que no había en su perpendicular nada (salvo las nubes) que ayudara a concretar su escala.
(Fuente: Lista Mundo Misterioso)


(OVNI sobre Ucrania)
11 de enero de 2001, Lebrija (Sevilla). 17:38 h.
Observado detalladamente un “puro” volante a las 17:38 h. Registrado telefónicamente por el testigo y en el contestador del ausente contertulio mientras conducía por la C-441. El extraño objeto era cilíndrico, aparentemente metálico y sin luces observables. A una altura de entre 400 y 600 m. del suelo y una longitud de 50 m., se da la circunstancia de que este tipo de observación se ha dado ya con anterioridad en esta zona. El objeto estaba estático sobre el lugar.
(Fuente: J. M. García Bautista, Rafael Cabello)


 Guitiriz (Lugo)
11 de enero de 2002, Guitiriz (Lugo). 19:45 h.
Sobre las 19:45 horas es avistado en el cielo de Guitiriz (Lugo) un objeto luminoso suspendido sobre la vertical de una aldea cercana llamada Mariz. Fueron testigos del avistamiento varias personas que habían detenido su vehículo en caravana en la autovía A-6, a consecuencia de una colisión múltiple.
“Aquello tenía forma de parrilla, -relata E. R. M.- y llevaba cuatro focos que iluminaban hacia abajo. Estuvo allí quieto, a gran altura, durante al menos tres cuartos de hora. Nosotros estábamos detenidos en el carril dirección Lugo porque había un accidente múltiple… Alguien comentó que uno de los conductores se distrajo por quedarse mirando para aquello que estaba en el cielo… Cuando me fui, el OVNI o lo que fuese aún quedaba allí.”
(Fuente: Marcelino Requejo)



24 de enero de 2002, Cospeito (Lugo). 23:30 h.
Exactamente a las 23:30 horas, una vecina de Cospeito (Lugo), Isabel V. R., que circulaba en su automóvil por una pista que conduce a la localidad de Toiral, se vio sorprendida por la presencia de una esfera luminosa que volaba a baja altura sin emitir ruido alguno.
“Iba yo sola en el coche y después de coger el desvío que va a Toiral, vi venir de frente una bola de luz que tenía la forma de un balón… Venía muy baja, yo creo que unos ochenta metros sobre el suelo y era como un balón pero más grande. Estaba casi toda iluminada de color blanco, pero sólo una parte, porque por la derecha no era blanca, llevaba como franjas de colores naranja y amarillo…”
“Al llegar casi a mi altura cambió de dirección y se fue hacia Rábade o Lugo, pero la dejé de ver porque me la tapaban unos árboles… Ni se me ocurrió bajarme del coche para mirar porque me dio miedo.”
(Fuente: Marcelino Requejo)

Venta del Alto (Sevilla), coronando la cuesta a la izquierda.
26 de enero de 2002, Venta Alto (Sevilla). 23:50 h.
Luis Fuertes y Estaban Gutiérrez en Venta Alto (N-630) divisan un extraño cilindro volador observado a las 23:50 h. El objeto mantenía una trayectoria SO-NE y era atravesado por unas bandas luminosas de lado a lado en distintas tonalidades (roja-verde-azulada). A velocidad constante y vuelo uniforme no delataba variaciones en su rumbo. La observación se prolongó durante un minuto y medio y hasta perderse de vista en esta tortuosa carretera.
(Fuente: J. M. García Bautista y Rafael Cabello)




*** CASUÍSTICA SIN FECHA CONCRETA***
1976. 1 h. El Pedroso. (Sevilla).
Cuatro amigos, tres policías nacionales y un profesor de EGB, salieron para cazar en el municipio de la referida población. Cuando llegaban en el automóvil a sus cercanías, a unos cien metros, a la salida de una curva, divisaron un ser de aspecto humano, de unos dos metros de altura y suspendido a medio metro del suelo. Aminoraron la velocidad, observándolo a corta distancia. Llevaba un traje blanco, brillante. No pudieron observar sus rasgos faciales. Le vieron un cinturón blanco en cuyo centro, en el lugar de la hebilla, lucía una luz rectangular. A unos cien metros pararon el coche, introduciéndolo en un camino. No sabían qué hacer.
En plenas deliberaciones vieron por el espejo retrovisor una luminosidad: se trataba de un enorme objeto, posado en tierra, en forma de lenteja que proyectaba una luz uniforme y opaca. Por unanimidad, llenos de miedo, decidieron continuar hacia el Pedroso, dando un rodeo hasta llegar a Sevilla y suspendiendo su proyectada cacería. (M. Filpo).

Ferrobus
Fecha: 18-08-1.977
Hora: 06.48
Lugar: Entre Jerez y La Parra (Cádiz)
Objeto: Objeto o foco luminoso
Testigos: Pasajeros del tren ferrobus numero 3201
Investigador: Ignacio Darnaude
Fuente: La Voz del Sur 19-08-1.977, Diario de Cádiz 19-08-1.977, Arriba 20-08-1.977, La Voz del Sur 20-08-1.977
Seis pasajeros saltan del tren en marcha al grito de "nos estrellamos".
Del estudio de todo lo publicado en la prensa local y en el desaparecido periódico nacional Arriba se desprende que todo pudo ser producido por un error del maquinista del tren, incluso Diario de Cádiz da la noticia como un accidente más y culpa de todo al maquinista.
Los hechos ocurren en la línea de ferrocarril que une Cádiz con Sevilla, entre las estaciones de Jerez de la Frontera y la desaparecida de La Parra. El conductor del tren ve un foco luminoso enfrente de él que se dirige hacia el tren en línea recta, se asusta y grita, El resultado de todo esto fueron seis heridos como resultado de haber saltado del tren en marcha.


-Otoño 1977. Anochecer. Carretera de Sevilla a Huelva.
Dos adolescentes viajaban en un autobús con el resto de sus compañeras. Iban situadas en la parte trasera, junto a la luna posterior, cuando divisaron en el cielo un punto luminoso que les llamó su atención. Decidieron concentrarse para que se acercase, por si se trataba de una nave extraterrestre y reaccionaba telepáticamente. Así ocurrió: aumentó su tamaño deslumbrando a todo el pasaje.
Cuando le “ordenaban” que se situase a la izquerda o derecha lo hacía con toda prontitud.. El conductor y su profesora lo estuvieron divisando hasta que se situó en la lejanía, pero sin desaparecer durante el trayecto. Cuando llegaron fueron repartidas en diversos pabellones, agrupándose posteriormente en un comedor central para la cena, y viéndolo durante todo tiempo. Llegadas al pabellón para dormir volvieron a verlo, inmóvil. Al cabo de un rato, intranquilas, decidieron correr las cortinas para comprobar si aún seguía, cuando vieron a una figura, a unos 20 metros, que se les aproximaba lentamente.
Sólo pudieron precisar que no tenía manos y la carencia de arrugas en su vestimenta, aunque no hubo una coincidencia absoluta en la descripción. Abandonaron el dormitorio yendo a otro y sobresaltando al resto de compañeras. A la mañana siguiente pudieron observar unas huellas de pisadas de un tamaño considerable. Con anterioridad al suceso ambas colegialas había practicado la vasografía.
(Fuente: M. Filpo)



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 (Cierta  noche de 1974, una familia inglesa regresaba en coche tras visitar a unos familiares cercanos a su domicilio. Fue entonces, cuando inesperadamente, atravesando una espesa niebla de color verde se vieron dentro de un hangar, en una nave extraterrestre tripulada por seres altos y de iris rosados, quienes les sometieron a los consabidos exámenes médicos que se dan en muchas abducciones. Según narraron posteriormente bajo hipnosis, en aquel “examen médico” intervinieron modo de “ayudantes médicos” otros extraterrestres de una raza distinta a quienes ejercían el control de la nave).

Del libro Secuestrados por Extraterrestres, de Antonio Ribera

AVELEY: ABDUCCIÓN EN EL GRAN LONDRES

El incidente

El sábado 27 de octubre de 1974, John, EIaine y los niños fueron a visitar a los padres de EIaine, que vivían en Harold Hill, también en Essex. Como había que pasar a recoger a Anne, hermana de Elaine, a la escuela, John y su suegro fueron a buscarla en coche. Anne había ido con las demás niñas de la escuela en un viaje organizado a Bélgica, y aunque que tenía que estar de vuelta en el colegio a las 5 de la tarde, se retrasó y no llegó allí hasta las 9. Esta demora no resulto conveniente para John, pues quería estar de vuelta en su casa a las diez y veinte de la noche, para ver una comedia que daban a esa hora en la televisión.


De pronto, Kevin llamó la atención de sus padres hacia una luz que veía por encima de las casas. Volviéndose, John y EIaine pudieron ver, a unos 25 o 30 grados de altura sobre el horizonte, una luz de un azul pálido iridiscente y forma ovalada, semejante a una «gran estrella» sobre las casas de su izquierda: Aquella posición correspondía al oeste. No pudieron estimar la distancia entonces, pero les pareció que no estaría a más de 500 m, aunque es preciso observar que estas apreciaciones subjetivas de distancias sin puntos claros de referencia son siempre muy arriesgadas.

La “gran estrella” parecía viajar en la misma dirección que el coche, y lo «acompañó» hasta un lugar de la carretera donde ésta recibe ya el nombre de Aveley Road. Allí, después de un repecho, la carretera desciende bruscamente, y los Avis dejaron de ver a la «estrella».



Pero sigamos relatando el incidente, después de coronar el repecho, la carretera dobla hacia la derecha. Siguieron por ella cosa de una milla más, hasta llegar a una nueva curva a la derecha. En el momento de tomarla a 30 millas por hora (unos 50 km/h), todos tuvieron una sensación terriblemente angustiosa. El único sonido que se oía era el de la radio. Así que salieron de la curva, y después de rebasar unas casas con terraza que tenían a su derecha y un camino rural entre setos a su izquierda, todos vieron, a menos de 30 m por delante y de parte a parte de la carretera, una espesa «niebla», o «gas», o “bruma” (fog). Era verde, muy espesa y formaba como un muro de unos 2,50 m de altura (8-9 pies). Por el lado izquierdo limitaba con unos tupidos arbustos, mientras por la derecha parecía descender en una suave curva hasta el suelo, detrás de la línea de árboles muy espaciados que había en aquel lado. La parte superior del muro de niebla era plana, y su parte inferior tocaba el firme.

Así que los ocupantes del coche vieron la niebla, la radio empezó a tener interferencias  y a humear, y John entonces la desconectó. Todas las luces del automóvil se apagaron, y este se metió en la niebla, a la velocidad antes indicada de 30 millas. Elaine recordó que el coche se bamboleaba violentamente cuando la niebla los rodeó; era una niebla muy distinta a cualquiera que hubiesen encontrado antes, ¡y ellos, como ingleses, eran «expertos» en nieblas!



Los vidrios de las ventanillas estaban alzados, Kevin se había puesto de pie en el suelo del coche detrás de sus padres, y los otros dos niños seguían dormidos. El interior de la “niebla” era muy luminoso, y los tres ocupantes despiertos del coche sintieron mucho frío. También experimentaron un curioso hormigueo. Reinaba un silencio de muerte. Pero todo se hizo nebuloso, y no podían recordar nada más... ni siquiera si el coche seguía moviéndose.

Pasados lo que les parecieron un par de segundos solamente, salieron de la niebla. Al mismo tiempo sintieron una sacudida como cuando un automóvil pasa por encima de un puente rural con cresta en medio». Acto seguido la niebla desapareció. Según John, el coche se encontraba entonces media milla más adelante (800 m) en la misma carretera que seguían. En el recuerdo de John, este momento es muy confuso, pero aseguró que estaba plenamente consciente y al volante del coche, que entonces circulaba a través de un bosque llamado White Post Wood.
Los primeros recuerdos de Elaine se sitúan cosa de media milla más adelante, poco después de pasar un puentecito y en otra zona de bosque conocida por el nombre de  Running Water Woods.
Ambos dijeron que el frío ya había cesado y que el coche funcionaba normalmente, excepto la radio, que seguía desconectada. No tenían la mente muy clara mientras seguían hacia su casa, pero sí recordaban que Kevin continuaba despierto, y los otros dos niños dormidos. Elaine recordaba vagamente que la luz interior del coche estaba encendida, y también que preguntó: «¿Estamos todos aquí?» John y Elaine pensaban que hablaron de la niebla pero no lo recordaban claramente. Ambos estaban muy nerviosos y asustados, aunque no hubo efectos desagradables posteriores.
Al llegar a su casa, John volvió a conectar la radio del coche, y comprobó si funcionaban las luces. Karen y Stuart seguían dormidos, y sus padres los subieron en brazos al dormitorio. Entonces Elaine quiso ver la hora, y se alarmó mucho, porque el reloj, que tenía que marcar aproximadamente las 10 y veinte, indicaba la una de la madrugada. Esto también preocupó mucho a John, y además le disgustó, porque se había perdido la comedia televisada. Elaine creía haber telefoneado al servicio telefónico de la hora pero no podía asegurarlo.


Comprendieron entonces que había tres horas perdidas para las que no encontraban ninguna explicación.
No tenían ni la más remota idea de lo que había ocurrido en aquellas tres horas. Llegaron a la conclusión de que más les valía olvidarlo, y no volver a mencionarlo jamás. Pero no habían pasado aún veinticuatro horas, cuando el extraño incidente volvió a ser mencionado. Elaine telefoneó a su madre al día siguiente, y entre otras cosas le habló de la «luz» y de la niebla verde, pero no de las tres horas perdidas. John tenía que haber ido a trabajar al día siguiente, pero resolvió no ir, pues permaneció en la cama hasta las once de la mañana. Los únicos efectos apreciables en John y Elaine era un gran cansancio, lo que por otra parte ya era de esperar. Los tres niños fueron a la escuela como siempre, y parecían hallarse tan campantes.
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De la revista Año Cero, numero 12-257

OVNIS FOTOGRAFIADOS SOBRE GUADALAJARA (ESPAÑA)

Miguel Pedrero

 Como en tantas ocasiones, fue el investigador Marcelino Requejo quien me puso sobre la pista de los nuevos casos y me facilitó el contacto con el principal testigo de los mismos, Manuel Alonso. Después de un par de conversaciones telefónicas con el protagonista, me planté en Guadalajara con la intención de escuchar de viva voz sus experiencias. «Jamás me interese por estos asuntos, pero lo que vi una noche en Sigüenza me dejó perplejo», aseguraba.

Sigüenza, Guadalajara (España)
El sábado 10 de septiembre de 2011, Manuel y su esposa circulaban en coche por las afueras de dicha localidad, cuando la mujer llamó su atención, pues estaba contemplando un objeto luminoso de considerables dimensiones, estático en el firmamento. Ambos los estuvieron divisando durante unos instantes, «pero, de pronto, se desplazó de su posición, avanzando unos tres kilómetros en decimas de segundo y posicionándose más o menos cerca del llamado cerro Otero», me contaba. Un tanto asustados, reemprendieron la marcha, pero les pudo la curiosidad y volvieron al lugar del avistamiento. Allí seguía la luz, en el mimo punto. La estuvieron contemplando un buen rato, hasta que decidieron marcharse.

Cerro el Otero (al fondo), Sigúenza, Guadalajara (España)
A la mañana siguiente, Manuel vio un helicóptero del Servicio de Extinción de Incendios que volaba justo sobre la zona donde el OVNI se mantuvo parado. Poco después, se enteró de que se había declarado un incendio en dicho terreno la noche anterior. «Lo primero que me vino a la cabeza es si podía tener alguna relación con el avistamiento, porque el fuego se produjo exactamente en el lugar sobre el que estuvo estático el objeto luminoso», me confesó. «Pues vámonos para allá, no perdamos más tiempo», le dije. Una hora más tarde, localizamos la zona del incendio. Ocupaba alrededor de media hectárea, en una superficie muy alejada de un camino forestal, en pleno monte.

Durante mis pesquisas por Sigüenza, pude hablar con una mujer que, a finales de agosto de 2011, observó junto a varias amigas una enorme bola luminosa sobre un monte. «En un abrir y cerrar de ojos salió a toda velocidad hacia arriba y ya no la vimos más», me contó.



NAVE TRIANGULAR EN EL OBJETIVO

A raíz de su experiencia, Manuel Alonso siempre lleva su cámara en el automóvil, además de ir pendiente de los cielos. «Fue el 3 de octubre cuando vi otro fenómeno muy extraño-me confesaba-. Era de noche y circulaba cerca de la central nuclear de Trillo, cuando me fijé en dos luces ovaladas que destacaban en el firmamento. Algo más atrás, distinguí un objeto de mayor tamaño, formado por cuatro luces dispuestas en forma de triangulo, que volaba en círculos, avanzando y retrocediendo. Rápidamente agarré la cámara disparé varias fotografías». Sin duda la más interesante de todas ellas es una en la que se aprecia lo que parece el objeto triangular que tanto le llamó la atención aquella noche.

Central Nuclear de Trillo, Guadalajara (España)
Emocionado por lo que acababa de presenciar, retomo la marcha, pero al llegar al pueblo de Cifuentes, «vi una luz muy potente en lo alto, totalmente quieta, que, de pronto, comenzó a desplazarse hacia la autovía, pasando por encima de la carretera bastante rápido».
El siguiente incidente protagonizado por Manuel sucedió veinticuatro horas después, a las 21:25 horas del 4 de octubre de 2011. Descendía en su coche por la conocida como bajada de Alaminos, muy cerca de dicha localidad, cuando le sorprendió un potente fogonazo a su derecha. Reanudó la marcha y, a la altura de Cifuentes, descubrió tres luces «que daban toda la sensación de que me seguían». Así continuó durante algunos kilómetros, por lo que nuestro informante se paró a la altura de Gárgoles de Abajo, descendiendo de su vehículo con la cámara en sus manos. «Entonces comenzaron a llegar más y más objetos, que se concentraron en una zona del cielo –aseguraba, todavía emocionado al recordar el hecho-. Podrían ser 30 ó 40, que se yo. No me podía creer que estuviera contemplando eses espectáculo celeste. Pero lo más sorprendente es que pude ver a mi derecha una ráfaga de luz roja que se desplazaba como si fuera una culebrilla, al tiempo que hacía un sonido como si algo estuviera cortando el aire a toda velocidad. Aquello no estaba muy lejos de mi posición, solo unas decenas de metros, no más». Por supuesto Manuel no perdió la oportunidad y tiró numerosas fotografías, algunas de las cuales son ciertamente llamativas.

Cifuentes,Guadalajara (España)
Desde entonces no ha vuelto a divisar nada anómalo en los cielos, aunque su cámara se ha convertido en su inseparable compañera de viaje. «Siempre pensé que el tema de los OVNIs era una tontería, pero ahora sé que hay cosas muy raras volando por el cielo, aunque no sepamos realmente de qué se trata», aseguraba Manuel. De todos modos, a pesar de sus vivencias, no ha perdido un ápice de escepticismo.

NUEVO INCIDENTE

El último caso OVNI acaecido en la provincia de Guadalajara del que tenga constancia, tuvo lugar el domingo 6 de noviembre de 2011 a las 21:37 horas. Dos personas avanzaban en un vehículo por las cercanías de Cifuentes, cuando se fijaron en un foco de luz de unas dimensiones considerables que descendía, acercándose a la carretera. Finalmente cruzó por encima de la calzada ante los sorprendidos testigos, hasta perderse en la lejanía.



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ABDUCCIÓN EN RALLY DE 1978  DE ACEVEDO Y MOYA Parte 1 de 5 




ABDUCCIÓN EN RALLY DE 1978  DE ACEVEDO Y MOYA Parte  2 de 5





ABDUCCIÓN EN RALLY DE 1978  DE ACEVEDO Y MOYA Parte 3  de 5





ABDUCCIÓN EN RALLY DE 1978  DE ACEVEDO Y MOYA Parte  4 de 5





ABDUCCIÓN EN RALLY DE 1978  DE ACEVEDO Y MOYA Parte  5 de 5



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