Mensaje desde Alfa B, Constelacion de Centauro

Mensaje desde Alfa B, Constelacion de Centauro



Alfa B, constelacion de Centauro

Los ooparts son objetos fuera de su tiempo, según los arqueólogos y paleontólogos, algo que no debiera estar ahí ya que rompe la ortodoxia de la ciencia oficial. En este caso se trata de unas pisadas humanas fosilizadas junto a otras de dinosaurios. Una de las pisadas ha aplastado un trilobite. Todo ello lo encontraron en el río Paluxy, en la Formación Glen Rose del Parque Estatal del Valle del Dinosaurio. En teoría, los seres humanos no coincidieron en el tiempo con los dinosaurios, ya que estos se extinguieron tiempo atrás: Pero las huellas de seres humanos siguen estando ahí fosilizadas, en el lecho rocoso.  Y entonces los paleontólogos y arqueólogos no tienen nada que decir, principalmente por miedo al ridículo frente a otros académicos que los tacharían de locos.

Huellas humanas fosilizadas
 en rio Paluxy

Sin embargo, el hallazgo de las piedras de Ica, en Perú, si que tiene mucho que contarnos. En esas miles de piedras rescatadas principalmente por el doctor Javier Cabrera se ha reflejado la existencia de una civilización anterior a los seres humanos y que coexistieron, precisamente con los dinosaurios. En esas piedras queda constancia de la elevada tecnología de aquella civilización prehumana, capaces incluso de hacer transplantes de cerebro y volar mas allá del planeta Tierra. Y por si fuera poco, para reafirmar la existencia de aquellos seres en constante lucha con los dinosaurios, en un comunicado recibido por el grupo Aztlan  desde un planeta en la estrella Alfa B, en la Constelación de Centauro corroboró aquellos hallazgos de pisadas fosilizadas de seres humanos en el río Paluxy.

Piedras de Ica

 Información recibida por el grupo de profesionales Aztlan por parte de Geenom, desde Alfa B, Constelación de Centauro. (Transcripción parcial del libro Contacto, del autor Miguel Pedrero, pagina 145, editorial Edaf . Un libro muy bueno y que recomiendo su lectura)

Este es el mensaje de Geenom:

Cada generación tiene un plazo previsto por el colectivo. En el caso del planeta Tierra ese plazo suele ser de 25.000 años, que es el tiempo que tarda vuestro Sol en dar la vuelta alrededor de la estrella Alción de la constelación de las Pléyadas. En la Tierra hay vestigios de vida humana que se remontan a 600 millones de años. Desde esa época, aproximadamente, la evolución del planeta permitiría la vida de seres humanos por algunas zonas de su cortez, por lo que los hombres de Apu trasportaron en sus naves pequeñas comunidades de hombres de distintos grados de evolución, cuyos planetas de origen estaban sufriendo cambios que los hacían inhabitables, indefinida o temporalmente. Estos hombres encontraron en la Tierra un sitio donde vivir durante un tiempo, hasta que pudieran ser llevados a planetas en condiciones de albergarlos indefinidamente. Esta es la razón de las llamadas huellas erráticas, denominación que los arqueólogos y antropólogos han asignado a aquellos vestigios que, según la cronología establecida académicamente, no podían estar ahí. Valga como ejemplo el descubrimiento que realizo Stanley Taylor, de Fimsfor Christ Association, en las orillas del río Paluxy, en Estados Unidos, donde encontró huellas humanas junto a las de dinosaurios, cuando la antropología sitúa la desaparición de estos animales hace mas de 250 millones de años y faltaban aun 247 millones de años para la aparición del primer protohominido. Hace aproximadamente tres millones de años fue realizada la primera modificación genética en unos primates que vuestra ciencia denomina como australopitecos. Como consecuencia de esta modificación, surgió, después de varios miles de años, una nueva especie de seres llamados pitecántropos, con características claramente protohumanas. Por propio desarrollo y asimilación de sus experiencias, el pitecántropos pasó a convertirse  en el ser al que se denomina Neanderthal u homo sapiens, con características ya claramente humanas. Estos seres fueron sometidos a una segunda manipulación genética, que dio como resultado la aparición del primer ser humano consciente autóctono de la Tierra: el hombre de Cromagnon u homo sapiens sapiens. Esta nueva modificación afecto al desarrollo del cerebro de los hombres de Nearderthanl, especialmente a la conexión entre el norcortex y el hipotálamo, lo que les posibilito para ampliar su capacidad intelectual. Apareció el lenguaje, se activaron una serie de centros y glándulas que permitieron al hombre luchar contra la adversidad, utilizando cada vez más áreas cerebrales.

En el año 1993 José Antonio Campoy, entonces director de la revista Mas Allá, tuvo oportunidad de estar presente en una de las sesiones contactistas del grupo Aztlan, e incluso le permitió hacer una entrevista a Geenom.

Este es un fragmento de esa entrevista:

Pregunta: Quisiera saber quien eres y donde vives.

Respuesta: Soy un ser humano, físicamente vivió, que habita un planeta de la estrella Alfa B, en la constelación de Centauro, a aproximadamente 4,39 años luz de la Tierra.

Pregunta: ¿Y cual es la razón que contactes desde hace ya quince años con los miembros de este grupo?

Respuesta: La razón por la que estoy en comunicación con el grupo es porque forma parte de  un vasto plan de acción, tendente a ayudar a los hombres de la Tierra a superar, sin traumas, la frontera existente entre dos eras, la de Piscis y la de Acuario. El plan establece que se deberá comunicar con varios miles de personas en todos los continentes, personas individuales o preferentemente grupos de trabajo, aunque esto ultimo es muy difícil porque los grupos humanos se unen con fuerza al principio, pero se desintegran poco a poco por falta de constancia. Esa es la razón de que sena pocos los grupos que continúan con el contacto al cabo de los años. Pero en fin, como decía, se trata de comunicar con varios miles de personas que tengan la posibilidad de difundir lo que reciben, una vez analizado, tamizado y asumido. A veces, como somos humanos, nos equivocamos y elegimos a personas inadecuadas para esta labor, pero enseguida rectificamos, aunque ellas sigan diciendo que están en contacto. Por ejemplo, Eugenio Siragusa.

Pregunta: ¿Y cual es ese plan de acción previsto para la Tierra?

Respuesta: No solo en la Tierra. También fuera de ella. Siento no poder dará más datos; de momento no me permiten. Tan solo puedo decir que data de hace unos seis mil años.

Pregunta: Quisiera saber cuantos años tienes, cuanta gente hay en tu planeta y cual es vuestro grado de evolución.

Respuesta: Tengo cuarenta y cinco años…

Pregunta: Perdona (interrumpe), pero ¿esa es una extrapolación o es tu edad real?

Respuesta: Es una edad equivalente a la de la Tierra en cuanto al aspecto físico, y proporcional a la experiencia vital.

Pregunta: En ese caso ¿cual es la media de vida de una persona en tu planeta?

Respuesta: Unos mil doscientos años.

Pregunta: ¿Puedes confirmar el dato? ¿Mil doscientos años?

Respuesta: Si, es correcto.

Pregunta: En ese caso ¿Cuántos tienes tú ahora?

Respuesta: Aproximadamente, seiscientos treinta y cuatro años. La Humanidad de mi planeta esta situada dos peldaños por encima de vosotros en la escala evolutiva…. En cuanto al numero de personas que pueblan mi planeta actualmente ee unos cuatrocientos cincuenta millones.

Pregunta: ¿Se puede mencionar el nombre de tu planeta?

Respuesta: Si, lo llamamos Apu.

Pregunta: ¿Estuvieron personas de tu planeta por la Tierra en la Antigüedad?

Respuesta: En quechua, apu significa monte. El quechua es una lengua aprendida hace unos quince mil años aproximadamente y fue transmitida a los indígenas del Altiplano (Perú, Bolivia, etc) por gente venida de un lugar llamado Atlantida. Una variación del quechua es el vasco. Nosotros adoptamos el nombre de Apu hace millones de años y lo hicimos así porque nuestro planeta es muy montañoso. Por eso al llegar a la Atlántida hace unos quinientos mil años, llamamos Apu a una gran montaña situada al noroeste del continente, de más de diez mil metros de altitud. En esa época estuvimos (no yo evidentemente) ayudando a la generación de los hombres que habitaban entonces vuestro planeta y controlamos la reproducción de especies animales y vegetales traídas de otros lugares para su adaptación a la Tierra, como el trigo, el maíz, la avena, el mijo, el centeno, etc. Y animales como ciertas aves y mamíferos repartidos por el cono Sur de America. Es decir, America del Sur, que tiene forma de cono.

Miguel Pedrero



CONTACTO, excelente libro de Miguel Pedrero en el cual se narra la comunicacion de Geenom, de Alfa B con el grupo de profesionales madrileño, Azlan,  pagina 145.